No sabía qué hacer en ese momento, pues sabía muy bien que esa dulce niña iba a morir porque 11 años atrás la había visto en mis sueños y su mensaje para mi era de calma y amor cuando casi muero por segunda vez, sin embargo, recuerdo que en sus ojos azules mostraba un gran dolor por haberse ido tan joven y no disfrutar de la vida así que me propuse volver a cambiar el pasado a pesar de los riesgos, ya que de modo equivocado ingresé a su pobre habitación con sábanas de paja para actuar sobre su enfermedad gracias a mis conocimientos, pues mi mi tía Estíbaliz estaba muy grave, sus pulmones estaban dejando de funcionar muy rápido y su vida se esfumaba tala cual y el polvo de las estrellas... Hasta que llegué yo.

—¡MAMÁ! —Gritó de pronto mi madre Nathalia de tan solo 4 años de edad tras estar muy asustada al ver como su hermanita cerraba los ojos y los labios se le tornaban azules.

Al cabo de unas horas cosas aún peores estaban por llegar... Mi abuela Inés iba a dar a luz a su cuarta y última hija en el momento en que Estíbaliz dejó de respirar teniendo que pagar el funeral y los gastos del velorio obviamente no teniendo el dinero suficiente como para poder criar a otra bebé, por lo que sin corazón alguno la regalaron a sus 2 días de nacida rompiéndome el alma al ver a mi tía Christelle llorar como loca en brazos de mi abuela de quien estaba decepcionada tras ese evento que nos traumó para siempre.

—¡Déjenme pasar!, ¡Ohhhh!, ¡Tía NO!, ¡Yo te salvaré! —exclamé llena de dolor y pánico absoluto al verla que tuvo esa grave enfermedad con tan solo 4 añitos de edad.

—¿Eh?, ¿Le llamaste tía? —Preguntó mi tía Rachel de joven hallándose algo impactada al escucharme hablar.

—¿Quién eres y qué demonios haces eh?, ¡Aléjate de mi hija!, ¿Qué no ves que está muy grave? —exclamó mi pobre abuelo Alexei con una expresión de ira y asco, pues aunque Él no lo recordara nos volvimos a ver nuevamente en 2 líneas de tiempo diferentes a las reales.

—¡Ohhhhh!, ¡Permítanme curarla por favor!, ¡Yo puedo hacerlo ahora mismo!, de verdad que si, soy muy capaz de esto y mucho más. —dije firmemente segura y con miles de lágrimas en los ojos, pues mi pequeña tía iba a morir muy pronto.

—¿Tú?, ¿Una huérfana?, ¡Ay por favor!, ¡No serías capaz de curar ni a una mosca!, anda, ¡Lárgate a otra feria y limpia la casa que para eso estás aquí y naciste MUJER!, ¡Ashh!, ¡Aquí no mantenemos a sucios vagabundos! —aseguró mi abuelo Alexei riéndose de mi luego de insultarme sin piedad.

—¡Ya basta!, ¡Cállate!, ¡No te soporto así!, ¡De verdad que eres un machista de lo peor!, pues ya una vez te curé de la HEMOFILIA que tienes y también me criticaste así de cruel por eso cuando yo... —dije accidentalmente diciendo la verdad sobre mi pasado con Él y su familia, ya que la ira le ganó a mi poco juicio.

—Ahora que te veo mejor niña, me recuerdas a alguien... ¡Ohhhh!, ¡Dios mío!, ¡Esto no puede ser verdad!, ¡Es imposible! —exclamó mi abuelo poniéndose tan pálido como un papel después de obviamente volver a reconocerme por mis palabras.

—... ¡Solo déjame curarla y ya!, pues creo que ya me puedes recordar muy bien. —Repetí encontrándome algo cansada con mis palabras proféticas, pues esperaba una respuesta positiva mientras que lloraba mucho.

—¡FERNANDO, amor!, ¡Ahhh!, ¡Ayúdame! —exclamó de pronto mi abuela Inés tras sentir un fuerte dolor, pues la pobrecilla sangraba mucho por debajo de las piernas dando aviso de que iba a dar a luz.

—¡Ohhhhh!, ¿Qué tienes mujer?, ¿El niño ya viene a caso?

—NIÑA, ¡Será una niña y su nombre será Sofía Cristal Montesbell! —dije bajando la cabeza tras llorar mucho, pues recordé como sufrió mi herida tía por culpa de ese momento.

—¿Pero qué rayos?, ¿Cómo sabes eso?, ¡AHHHH! —Preguntó mi abuela aunque ahora mismo estuviera realmente asustada y adolorida.

—Por lo que más quieran, ¡NO le den en adopción por favor!, ¡No cometan ese grave error! —Supliqué desesperadamente mientras que me hincaba ante mis abuelos luego de llorar como loca.

En esos momentos mi tía Estíbaliz dejó de respirar y su muerte marcó una era de desgracias en la que era mi familia, pues mi incomprendido abuelo Alexei culpó a mi tía Rachel por su partida ODIÁNDOLA desde entonces por razones que solo Él conocía, así que ese momento me dio señas suficientes de que muy pronto llegaría la tan horrorosa y traumática violación de mi tía Rachel en donde obviamente mi prima Alondra nacería una noche fría por culpa de su padre y abuelo, 2 viejos que no sabían nada acerca del dolor.

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