† 37 †

-¡Policía! ¡Manos arriba!- Estoico y Bocón rápidamente entraron a una habitación, asustando a sus ocupantes.

La chica de inmediato se cubrió con la sabana, mientras el tipo alzaba las manos en señal de rendición.

-Yo la llevaré, por favor, encárgate de que no escape.- ordenó el pelirrojo a su amigo, quien asintió- Señorita, vístase y venga conmigo, bienvenida a la libertad.- la chica de inmediato sonrió esperanzada.

Terminó de ponerse el vestido, antes de irse, le dió una buena bofetada al maldito que casi la hacía perder su virginidad. Sostenida de la mano del Haddock corrió hacia la cubierta, dónde al parecer no había nadie más que policías.

-Ya tenemos 8.- dijo Patán con alegría.

-De hecho, ya son 9.- habló Eret cubriendo a la nueva chica con una manta sobre sus hombros- Tranquila, todo estará bien.- la consoló al verla temblando y, unos segundos después, subió la décima chica, quien se encontraba bajo los efectos de la droga.

-¿Hiccup no ha llegado?- preguntó Estoico mirando a todos los lados.

-No.- contestó Floki.

-Astrid y él son los que faltan.- mencionó Brutacio con preocupación.

-Iré para allá.- el fornido hombre se alejó corriendo, no había tiempo que perder.

† † †

-¡Suéltala!- demandó Hiccup en un grito al mismo tiempo que se acercaba hacia ambos.

-Hey, amigo, tú tienes tu chica, esta belleza de aquí me pertenece.- habló el empresario más conocido como Ryker Grimborn.

-¡Te dije que la soltarás!- bramó en respuesta, la ira y la furia lo invadieron por completo al ver que su chica estaba semidesnuda, con muy poca conciencia y este besándole el cuello. Inmediatamente, se acercó para darle una buena golpiza, sus movimientos fueron tan rápidos que no le dieron tiempo de reaccionar, dejándolo en el piso en estado inconsciente- ¡Astrid! Mi Lady, tranquila, vine a rescatarte.- le dijo con dulzura cuando estuvo cerca de ella y acarició con suma delicadeza su mejilla.

-…Hiccup…- alcanzó a decir la chica con pocas fuerzas, cerró sus ojos sumergiéndose en la inconsciencia.

-Resiste, te sacaré de aquí.- él iba a cargarla, pero oyó un disparo sobretaltándolo.

-Yo no lo creo.- habló Drago Manodura bloqueando la única salida- Tengo que admitirlo, sabes actuar muy bien, pero no en la voz, Hiccup Haddock.- dijo apuntándole a Astrid, el castaño al ver esto, la tomó entre sus brazos y la llevó con rapidez al baño para encerrarla ahí. Durante el trayecto, el mafioso soltó 2 disparos, los cuales fueron errados.

-Maldito desgraciado, nos engañó, a todos los que trabajábamos para usted, menos a Dagur, él ya lo sabía…- hablaba con rabia y entre ligeros jadeos- ¿Por qué?- cuestionó sacando su arma.

-Tú chica es muy bonita, eso tengo que admitirlo, ella es una olla de oro para mí.- señaló sin remordimientos, mientras mostraba una sonrisa lascivia- Además, esto es venganza a los Haddock solo por existir y arruinar mis planes.- añadió.

-Me aceptaste sabiendo que era uno, y me terminaste haciendo esto.- soltó el ojiverde con arrepentimiento- Pero, ¿sabes? Te lo agradezco en una parte, si no hubiese sabido quien eras jamás hubiese cambiado de decisión y tomar mi lugar junto a mi familia. ¡Pero no tenías ningún derecho a secuestrar y prostituir a Astrid! ¡Ni a nadie!- exclamó furioso quitándole el seguro a su arma.

-Yo te agradezco por meterla en esta vida, por ponerla a tu lado, caso contrario no la hubiese descubierto jamás.- rió el de rastas sin inmutarse.

-Me equivoqué, ella no merecía esto. Una buena chica como lo es no puede estar conmigo, el culpable de todo esto fui yo.- confesó con lamento y luego sintió un poco de agua goteando por su cabeza, miró arriba y vio que, por las balas, el yate tenía hoyos, de paso descoloraba su cabello- Y, si nos quedamos aquí, ten por seguro que nos hundiremos.- advirtió con más seriedad.

-Pues tú te hundirás con tu chica, yo me voy.- el empresario rió y de inmediato cogió la perilla cerrando la puerta y trabándola para que no escapase. Mientras él salía del yate.

Hiccup corrió para tratar inútilmente de destrabar la perilla, pero era imposible.

-¡Astrid! Tengo que ir a verla.- se dijo a sí mismo, corrió rápido y abrió la puerta del baño, allí se encontraba sentada en el inodoro y recostada en el lavadero- Descuida, princesa, saldrás de aquí.- a pesar de que no lo escuchaba, quiso afirmarle que haría lo posible para sacarla.

Miró si la ventana no estaba bajo el agua, para su mala suerte sí lo estaba.

† † †

-No podemos dejar que Drago escape.- dijo Estoico corriendo junto con Bocón y Floki- Pero me preocupa que haya descubierto a Eli, tengo un mal presentimiento.- musitó más bajo.

-Yo también, pero el chico sabe cómo salir, por el momento es mejor buscar a Manodura.- comentó Bocón. Estaban corriendo más al fondo del yate, hasta que vieron correr justamente a su objetivo.

-Parece que la suerte está de nuestro lado.- comentó Thorton con cierta ironía- Drago Manodura, al fin podremos atraparte.- le habló sin descuidar su tono.

-Ríndete, Drago, todo esto ya se acabó.- le indicó el pelirrojo, mientras apuntaba.

-No lo creo.- dijo el mafioso sonriente- Yo,  si fuera tú, iría a buscar a mi hijo y sacarlo antes de que se ahogue.- añadió logrando sacar una cara de preocupación en Estoico.

-¡¿Dónde está Hiccup?!- exigió con ímpetu.

-Búscalo, pero lo encontrarás muerto.- contestó despectivo y, al ver que en el siguiente pasillo no había nadie, se echó a correr.

-Ustedes vayan por él, yo buscaré a mi hijo. ¡Ya!- ordenó el Jefe de Policía y ambos hicieron caso mientras que él buscaba en cada puerta- ¡Joder! ¡¿Dónde estará?! ¡Hiccup!- golpeaba y tiraba puertas, pero no encontraba a su hijo con la rubia.

† † †

No podía creer que de nuevo sintiera lo mismo, algo desde hace 7 años que ya no sentía: Temor, miedo.

Ahora estaba encerrado, no había ninguna escapatoria, ni una miserable forma de escapar, nada, todo estaba cerrado. Ya el agua se estaba metiendo y se estaba llenando y lo único que quería era sacarla, que ella estuviera a salvo. La tapó con su terno al notar que temblaba, dolía verla así. Este era uno de los pocos momentos donde la muerte estaba cerca, donde lágrimas en muestra de temor y arrepentimiento salían de su rostro.

¿Dónde había quedado ese chico valiente?

Ni él mismo lo sabía, más bien, ya sentía que era una actuación, porque no le gustaba que vieran sus debilidades, sus sustos, todo lo que consideraba humillante. Había fallado: A la madre de Astrid, sus padres, sus amigos, a su Lady. Ahora solo quedaba llorar y abrazarla estos últimos momentos que, de seguro, tendrían de vida, lo único que se podía hacer.

-¡Hiccup!- una luz de esperanza renació en su corazón al oír la voz de su papá- ¡¿Dónde estás hijo?!- lo volvió a oír.

-¡Papá! ¡Por favor, auxilio! ¡Ayúdanos!- de inmediato contestó y dejó a su ojiazul en la cama, a quien ya había vestido, golpeó con fuerzas la puerta, esperando ser escuchado.

-¡Hijo! ¡Mierda!- gruñó en desesperación al notar que la perilla estaba trabada- Vete para atrás, escóndanse en un lugar dónde la bala no los alcance.- indicó, el castaño hizo caso de inmediato yendo con Astrid de nuevo al baño, y se sobresaltó al oír constantes disparos.

-¿Papá?- al no oír nada abrió un poco la puerta, y lo vio, allí pateando la puerta de la habitación.

-Hiccup.- una sonrisa se formó en su rostro y corrió donde estaba su hijo- Me alegro que estés aún vivo.- soltó en alivio.

-Y yo de que nos hayas encontrado.- se abrazaron cómo lo que eran: padre e hijo. Momentos de felicidad se vivían luego de años al no tenerlo. La tos de alguien hizo que se separaran- ¡Astrid!Está mal, papá, tenemos que llevarla a un hospital rápido.- le informaba al mayor, mientras la cargaba con cuidado

El pelirrojo asintió y no tardaron más en salir de aquel lugar.

† † †

-¡Astrid!- el grito de Brutilda llamó a todos y vieron también cómo Hiccup subía a su embarcación con Hofferson- ¡Oh, por Loki! ¡¿Qué le pasó?!- interrogó asustada al ver a su amiga inconsciente.

-La drogaron, tienen que llevársela a un hospital. Papá, Eret, Patán y yo, nos quedaremos a buscar a Drago.- ordenó Hiccup y sus amigos asintieron.

-Ok, suerte.- les deseó Patapez, mientras encendía un bote salvavidas, allí entró Brutacio con Astrid, Brutilda y Heather. Ingerman arrancó y poco a poco desaparecieron de la vista.

-¡Vamos! ¡No hay tiempo que perder!- exclamó Patán a sus amigos, quienes observaron su partida más de la cuenta.

Todos corrieron a buscar a Drago.

† † †

-No entiendo por qué siguen vivos, no sirven.- se burló el mafioso, mientras se acercaba con el arma apuntando a ambos rubios, quienes estaban caídos en el suelo- Señores, creo que debemos aprovechar esta oportunidad.- giró su cabeza aun sonriente, viendo a Johann y los demás delincuentes apuntando a ambos policías.

-Jamás te saldrás con la tuya.- escupió Floki esas palabras.

-Estoico te detendrá de todas formas, no le tememos a la muerte.- siguió Bocón.

-Me cansé de escuchar, ahora...- todos apuntaron a ambos hombres, quienes aún con mirada valiente, esperaban su muerte.

-No lo creo.- intervino Estoico junto con algunos de los jóvenes, mientras apuntaban a todos los delincuentes- Todos ustedes están detenidos.- decretó e inmediatamente bajaron sus armas.

-Primero muerto a que me detengan.- declaró el de rastas furioso, intentó ir para atrás y salir corriendo, pero una voz demasiado conocida lo detuvo.

-Olvídalo, está rodeado.- habló Hiccup apareciendo frente a él y apuntándole.

-¿Tú me estás deteniendo?- cuestionó irónico y luego rió, dejándolos confusos a los demás, menos al ojiverde- ¿Y tú qué? ¿No has hecho nada? Déjame recordarte que no eres inocente, tienes muchos antecedentes que tendrás que nombrar al juez.- indicó.

-¿Crees que se me olvidó? Qué engreído. No eres el único que pagará su condena, Drago, yo también lo haré. Pero antes de pagar, quiero ver cuando tú estés tras las rejas.- respondió entre dientes apretando su mandíbula.

-Ya lo oíste, no tienes escapatoria, estás detenido.- habló Estoico, Manodura dió un grito enojado y los demás policías lo esposaron junto a los demás mafiosos- Llévenselos.- le ordenó a sus amigos.

-Me las pagarás, Estoico Haddock… Tú y tu hijo… ¡Suéltenme idiotas!- amenazaba, pero poco a poco, el sonido de su voz fue desapareciendo.

Luego de un breve silencio, aplausos y festejos empezaron a oírse, y todos los presentes se estrechaban la mano y se abrazaban, contentos por el logro.

-Gracias por todo.- Hiccup se acercó y, tras la mirada de agradecimiento, no dudó en abrazar a su progenitor.

-No me lo agradezcas, de hecho, si no hubiese sido por ti, jamás sabríamos en dónde se escondía Drago.- dijo su padre correspondiendo el abrazo.

-Papá, por favor, yo…- tragó saliva con dureza. Sentía que si no lo decía ahora, nunca se atrevería, era el momento para pedir disculpas- Perdóname, por escapar de casa, por todo el sufrimiento que les causé. Quiero volver a casa, estar con mamá, contigo, tener la vida que deseábamos.- se disculpó estrujándolo con más fuerza en aquel abrazo.

-Yo quiero que me perdones por mentirte, pero no podía dejar el oficio por el que me preparé toda mi vida, y no quería que sufrieras.- también soltó arrepentido el adulto.

-Podemos dejarlo en el pasado.- resolvió el castaño rompiendo el abrazo- Tal vez, mi condena sea larga, pero quiero ir allí sabiendo que me siguen amando, no quiero estar solo.- agregó causando que su padre coloque ambas manos en sus hombros.

-Claro que tú madre y yo te amamos, ¿por qué no deberíamos?- le dijo con preocupación.

-Porque los dejé solos, con sufrimiento.- Hiccup bajó la mirada.

-Todos cometemos en esta vida errores, Hiccup, y estoy orgulloso de que te des cuenta y te arrepientas. Al igual que estoy orgulloso, porque amas de corazón, y no te rindes hasta encontrar lo que deseas.- le dijo genuinamente, haciendo sonreír a su primogénito.

-Te quiero mucho, papá.- y fue así como otro abrazo fuerte nació entre ellos, lleno de amor y cariño.

Todos los quedaron viendo, aplaudieron al presenciar esa hermosa reconciliación de padre e hijo. Veían felices cómo Estoico lloraba de felicidad, aquella tristeza que lo tenía invadido por 7 largos e infernales años se había ido al encontrarlo.

Ahora podía abrazar al que alguna vez fue su pequeño, ahora con 17 años.


























































































¡Hola hola, genteeeeeeee!

Espero que les haya gustado el capítulo de hoy, lo hice con mucho cariño para ustedes. 🖤

Ok, estoy segura que algunos se ustedes sí habrán pensado que sería capaz de que algo malo les pase a Hiccup o Astrid, pero quise ser un poco menos dramática y ambos salieron sin mucho daño. Finalmente, su pesadilla acabó, pero aún quedan cuentas que saldar.

Les tengo una pregunta importante: ¿Les gustaría acabar con el Fanfic antes que acabe el año? Estaba viendo que las dos últimas actualizaciones sean dobles para terminar el año con el cierre de esta historia, ¿ustedes estarían de acuerdo?

Bueno, eso es todo por hoy...

¡Nos leemos pronto! ❣️
























































































































A_Hiccstrid

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