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-Serán como tres horas de viaje.- anunció el Jefe de Policía ya en la carretera.

-No pararemos. Ya todos fueron al baño así que se aguantarán.- advirtió Hiccup con seriedad, sobretodo, mirando a sus amigos.

-Oh, oh.- susurró un preocupado Brutacio cruzando con urgencia sus piernas y colocaba ambas manos en su entrepierna.

-¿Qué sucede, Tacio?- preguntó el ojiverde alzando una de sus cejas.

-Quiero ir al baño.- contestó en un hilo de voz, tan agudo que mezclaba su culpabilidad y su necesidad de un inodoro.

-¡¿Qué?! ¡Les dije a todos que vayan al baño!- Hiccup de inmediato se alteró y le regañó como a un niño.

-Lo siento, no tenía ganas para ese entonces.- se excusó el rubio y su hermana dió un brinco sobre las piernas de Eret, pues estaba sentada sobre él para que puedan entrar todos en la patrulla, el pelinegro dió un respingo ante su repentino movimiento.

-¡A mí también me dieron ganas!- indicó la gemela sin ser consciente del dolor que le causó en la entrepierna a su novio.

-¡¿Y justo ahora?!- volvió a cuestionar el castaño y los Thorton sólo le pusieron caritas de cachorritos- ¡Pues se aguantan!- les indicó cruzándose de brazos y manteniendo una expresión seria, intentando no ceder ante las exageradas caras de los gemelos.

-Es que ya no aguantó.- musitó el de rastas, antes de morderse con insistencia el labio inferior.

-Paremos rápido.- intervino Floki, quien iba de copiloto, pues Bocón iba en su auto junto a Patapez y Patán, a favor de sus hijos y Estoico detuvo el auto- Mejor apresúrense, muchachos.- ordenó a sus hijos.

-¡Escúchenme bien, gemelos!- les gritó un Hiccup histérico, mientras bajaban del vehículo- ¡Si no llegamos a tiempo será por su culpa! ¡¿Me oyeron?!- les advirtió enérgico.

-¡Como digas!- contestaron los rubios, aún con susto se dirigieron a unos arbustos alejándose lo más posible del otro.

-Creo que no debiste haberles gritado.- le dijo Estoico a su primogénito- Fuiste duro, ellos también están preocupados por su mejor amiga.- le recordó con suavidad.

-No quiero retrasarme, tenemos que ser rápidos.- se defendió el muchacho.

-Vámonos antes de que el loco ladrón nos intente matar.- habló Brutacio cuando se subieron de nuevo a la patrulla, el castaño solo le envió una mirada asesina, a lo que el gemelo solo tragó saliva.

Continuaron el trayecto, por suerte la vía estaba casi desolada y no tendrían problemas con el tráfico. El Haddock menor estaba demasiado alterado, desesperado, cada minuto que pasaba lo ponía aun peor. Su padre lo notaba, pero no podían hacer nada sin un plan. El punto también era rescatar a las demás chicas que de seguro estaban secuestradas, y también arrestar al grupo de mafiosos.

† † †

-Buenos días, señoritas.- saludó Manodura entrando en aquella habitación oscura.

-Bu-buenos dí-días, señor Drago.- respondieron todas las chicas amontonadas, asustadas y con nerviosismo, menos cierta rubia, quien no se rebajó a retribuirle el saludo.

-Bueno, ya que están levantadas será mejor que coman algo… ¡Johann!- el secuaz se acercó con algunos más y trajeron bandejas de comida- Disfruten esto, más tarde estarán ocupadas. Las llevaremos a vestirlas y maquillarlas.- les indicó con una gran sonrisa.

Pero cuando estuvo dispuesto a irse una firme voz lo detuvo.

-Sobre mi cadáver dejaré que me toquen, y sácame esa comida, no la quiero.- habló Astrid levantándose emanando valentía. Todas las demás chicas la vieron con asombro y admiración.

-Una rebelde.- se burló el mafioso en medio de una pequeña risa- No te preocupes, sé cómo hacer que me hagas caso- Drago no dijo nada más, solo salió, siendo secundado por sus hombres. Solo con aquellas palabras logró que toda la admiración que las chicas estaban sintiendo por ella, sea derrotada por el miedo que le tenían a él.

-Estamos perdidas.- habló Heather aterrada- Astrid, si sigues así, te harán daño.- le advirtió preocupada.

-Mucho daño me hacen al tenerme aquí secuestrada.- contestó con la aludida con furia, mientras se sentaba resignada- Pero no perderé mi virginidad con ellos, nadie me obligará.- aseguró muy determinada.

-Tengo un mal presentimiento de todo esto.- le comentó la pelinegra- Ast, perdóname por todo lo del pasado. No lo digo solo por estar aquí, estoy arrepentida en verdad.- se disculpó avergonzada.

-No te preocupes, sin rencores.- reconfortó Hofferson pasando un brazo por sus hombros y le sonrió levemente.

Así una nueva y genuina amistad nacía en medio de aquella oscura situación.

† † †

-¿Hola?- el celular de Hiccup sonó, al oírlo, contestó de inmediato.

-Hiccup, soy la mamá de Astrid.- habló Lagertha a través de la línea- ¿Encontraron a mi hija?- preguntó haciendo notar su angustia en su tono de voz.

-Estamos yendo en su rescate, viajamos a la capital.- informó brevemente el ojiverde.

-¡Capital!- exclamó incrédula la mujer. ¿Tan lejos se habían atrevido a secuestrar a su hija?- Dime que no es verdad, Drago no se la pudo llevar.- rogó al borde del llanto.

-Tranquila, le prometí que la iba a rescatar y eso haré, la policía nos está ayudando.- trató de calmarla.

-Suerte. Por favor, hazlo.- dicho esto colgó.

-¿Quién era?- preguntó el fornido pelirrojo, a pesar de que manejaba, se tomó la libertad de ver por su retrovisor lo afectado que terminó su hijo tras la llamada.

-La mamá de Astrid.- respondió tajante, dejándole en claro que no quería hablar del tema- ¿Cuánto falta?- cuestionó para desviar el tema.

-Ya poco, en media hora llegaremos.- contestó- Ese perro que traes, ¿cómo se llama? Es un labrador, ¿no es así!?- cuestionó de nuevo e Hiccup vió con ternura al perro que tenía sobre su regazo, estaba en dos patas, con la cabeza fuera de la ventana y la lengua afuera.

-Se llama Chimuelo y, sí, es labrador.- afirmó acariciando su lomo- ¿Por qué?- interrogó alzando una ceja.

-Nos podrá ayudar, tienen un gran olfato.- reveló con una sonrisa el policía.

-¿Oíste, amigo?- ahora pasó a acariciar su cabeza y Chimuelo lo miró con atención- Necesitaremos que no nos falles.- indicó y el perro ladró antes de darle un lengüetazo en el rostro.

† † †

Tal y como lo dijo Estoico, llegaron en media hora. La ciudad se veía tan gigante y hermosa. A la vez, pareciera que la prostitución ya era típico allí, puros prostíbulos con chicas en las entradas atrayendo la atención de varios hombres. Tomaron un atajo para librarse del tráfico que había en estas horas. Tenían que llegar al puerto para investigar un poco más, todo lo que sea necesario para elaborar un plan exitoso.

-Llegamos. Este puerto está lleno de yates lujosos con habitaciones, por lo que nos dijiste, parece que será en uno de estos- señaló el Jefe de Policía bajando del auto y hablándole a su hijo, quien, en realidad, no le estaba prestando mucha atención.

Algo más había llamado la atención de Hiccup.

-No pueden pasar.- dijo un imponente y fornido guardia de seguridad, quien resguardaba el ingreso al puerto.

-Oficial Haddock.- se presentó Estoico mostrándole su placa- Necesito que me responda unas preguntas.- le indicó cruzando sus brazos y frunciendo su ceño.

-Pues, adelante.- respondió con simpleza el sujeto.

-¿Han reservado yates lujosos?- preguntó directamente.

-Sí, más de uno.- el guardia se encogió de hombros, era algo muy normal la reservación de yates muy finos.

-¿Para cuándo?- alzó una ceja.

-Dentro de dos semanas.- respondió.

-¿Seguro?- volvió a insistir Estoico, él manejaba otra información.

-Emm, un segundo.- pidió el guardia acercándose a su escritorio y cogió el libro de reservas- Uno saldrá a alta mar esta noche, oficial.- indicó señalando su error.

-¿Cuál de ellos?- el pelirrojo se tragó una sonrisa de esperanza.

-El caribe 8, está a nombre de un tal Kroggan.- contestó para luego cerrar el libro nuevamente y miró intrigado al Haddock- Oficial, ¿a qué las preguntas?- no pudo evitar la curiosidad.

-Eso no le importa.- Estoico se acogió a su profesionalismo- ¿Para qué el yate?- hizo una última pregunta.

-Tienen una reunión de empresarios o algo así, a las 7 de la noche.- informó de inmediato, pero luego recordó unos detalles que le parecieron raros- Y traerán también un grupo de señoritas, parece que será toda la noche, porque tienen hasta habitaciones.- añadió creyendo que eso le interesaría al policía y claro que Estoico le prestó máximo atención a ello.

-Ok, muchas gracias.- agradeció con una, apenas perceptible, sonrisa.

El hombre sólo asintió con la cabeza en respuesta.

Haddock salió de inmediato de la recepción regresando a donde dejaron los autos. En el camino, un plan se le vino a la cabeza, de seguro no fallaría y sabía con gran admiración que estarían dispuestos a hacer lo que sea por Astrid.































































¡Hola hola, genteeeeeeee!

Espero que les haya gustado el capítulo de hoy, lo hice con mucho cariño para ustedes. 💙

Ya no falta nada para que nuestro grupo de amigos ejecute su plan para salvar a nuestras queridas ojiazul y ojiverde, ¿cuál creen ustedes que sea el dichoso plan? ¿Drago finalmente someterá a Astrid? ¿Hiccup llegará a ella a tiempo? ¿Qué pasará con nuestro castaño cuando todo esto termine?

Las respuestas se verán en los siguientes capítulos 👀.

Y para finalizar el día de hoy, les tengo una propuesta. Si este capítulo llega a los 20 votos, el siguiente martes habrá una actualización doble, ¿les parece? 😁.

Bueno, eso es todo por hoy...

¡Nos leemos pronto! 💖






















































































A_Hiccstrid

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