† 29 †

-¡Santas Valkirias! ¡¿Qué paso aquí?!- gritó una Lagertha desesperada al entrar a su casa, la cual tenía la puerta abierta, y luego ver un cuerpo tirado en la habitación de su hija, pensaba que estaba muerto, pero este poco a poco empezó a moverse.

Chimuelo enseguida lo empezó a lamer.

-Ast... Ayúdenla, por fav... ¡Ahg!- decía Hiccup en voz ronca y entre pausado, el dolor era intenso, pero solo podía dar gracias a los dioses por haber sobrevivido al disparo. Llevó su mano a su muslo izquierdo, donde estaba la herida, y sintió una ligera parte de su piel hundida, pero no la bala.

-Dioses. Llamaré a una ambulancia.- murmuró la rubia tomando su teléfono.

-¡No! Auch…- se quejó por lo bajo cuando se reincorporaba en su sueño para lograr, al menos, sentarse- No llame.- pidió para luego jadear por el esfuerzo.

Hofferson lo miró incrédula e iba a reclamarle. No obstante, se dió cuenta de un pequeño detalle que faltaba en su casa.

-¡Mi hija! ¡¿Dónde está?!- cuestionó dando un desconfiado paso hacia atrás y fulminó al Haddock con la mirada.

-La secuestraron.- respondió con una carga de culpa que hizo bajar su cabeza- Debo ir a salvarla.- decretó con fiereza en su voz, pero cuando intentó levantarse, lo detuvo el grito de la mujer.

-¡No puede ser cierto!- exclamó negando con la cabeza y las lágrimas salieron por su cuenta, volvió a fijar su vista en él cuando nuevamente subió su rostro- Espera un momento… ¡TÚ ERES EL MALDITO LADRÓN QUE SEDUJO A MI HIJA! ¡¿QUÉ LE HICISTE?!- lo acusó furiosa tomando sus llaves y apuntándole con las mismas.

-¡Yo nada!- se defendió el ojiverde, pero se detuvo abruptamente cuando movió con fuerza la pierna izquierda, tuvo que apretar la mandíbula para no insultar del dolor- Fue Drago.- reveló entre jadeos.

-¿Drago? ¿Drago Manodura?- cuestionó desconcertada y él asintió- Pero no puede ser, lo conozco y quiere a mi hija.- lo defendió inocentemente.

-¡La engañó!- gruñó ya harto de la situación y volvió a tratar de ponerse de pie.

-No intentes levantarte, la bala, al rozarte, logró quitarte un poco de piel de tu pierna, necesito curarte.- informó después de ver con atención la herida, salió de la habitación aún preocupada y sin comprender la situación- Muy bien, quédate quieto.- indicó cuando volvió, se agachó a su costado y, poco a poco, fue curándole el roce de la bala, que le había dejado una marca en el costado.

-Drago Manodura es un mafioso, narcotraficante y… ¡Auch!… Tratante de blancas.- logró decir en medio de leves gruñidos, al parecer, las Hofferson no son conocidas por su delicadeza.

-¡Por Odín, no puede ser cierto!- Lagertha se rehusaba a creer que Drago la haya engañado de esa manera y, peor aún, haber puesto a su hija en peligro por ser bajar la guardia y no darse cuenta. No podía con tal idea.

-Sí lo es, hace poco lo pude descubrir, pero fue demasiado tarde.- lamentó, mientras ella le vendó la parte lastimada para evitar un futuro sangrado e Hiccup pudo sentarse, con Chimuelo y la ojiazul a su lado- Soy Hiccup, yo soy el novio de su hija, o ex novio.- quiso levantar su mano para estrecharla, pero apenas acabó de hablar, sintió un fuerte golpe en su mejilla.

-¡POR SUPUESTO QUE ERES EL NOVIO! ¡POR TU CULPA MI HIJA ESTÁ SECUESTRADA! ¡DILE A TU BANDA QUE LA DEJE LIBRE!- gritó luego de abofetearlo, en medio de una mezcla de angustia y enojo.

-¡No le hice nada! Sí, es verdad que no debí estar con ella, la expuse a muchos peligros y por eso ella pagó las consecuencias, pero yo no la secuestré, fue su…- se detuvo para observarla, ella esperaba impaciente que continuara, así que suspiró antes de hacerlo- Su novio Drago quien lo hizo. Y si no me cree, existen las cámaras de seguridad.- reveló el castaño y terminó señalando con su vista la cámara oculta que está en una esquina superior del cuarto de su amada. Claro que, la primera vez que se quedó en su casa, Astrid le informó de las cámaras que habían en su hogar.

-Tengo que ver.- murmuró la adulta para sí misma.

Corrió rápidamente, no sabía el por qué, pero ese chico le inspiraba buena vibra, confianza, sentía que en realidad amaba a su hija. Tal vez haya sido muy dura en el tema del amor, considerando también el posible tremendo error que ella haya cometido. Por el momento, prefirió ver las cámaras, si el chico le decía la verdad era porque no pensaba en hacerle daño, ni a ella ni a su hija. Llegó al cuarto de cámaras y se sentó en una silla. Al ver los vídeos de la habitación de su hija no lo podía creer: Hiccup tenía razón.

Volvió, con el corazón acongojado y los ojos hechos un mar de lágrimas, se detuvo frente a él.

-Tú… Tenías… Razón- aceptó con dolor y cayó arrodillada en el piso, lamentándose- Mi hija también tenía razón, Drago me engañó, no es bueno.- siguió lamentando entre sollozos cubriéndose el rostro con sus manos.

-Tranquilícese, la encontraremos.- aseguró decidido.

-Mi hija ahora está en peligro. ¡MALDITO DELINCUENTE! Tenemos que llamar a la policía.- bramó secándose las lágrimas con furia. Llorando no iba a hacer que devuelvan a su hija sana y salva; el ojiverde solo puso una cara pensativa, pero en su pensamiento sintió algo amargo, pero que, definitivamente, ayudaría - Descuida, yo no les hablaré nada de ti.- añadió a pensar que él se iba a negar para quedarse con su libertad.

-No, no es eso.- negó con tranquilidad para conectar su mirada con la madre de su chica- La policía colaborará en la búsqueda, pero no llame. Ya tengo un plan.- le indicó y, aunque el rencor seguía en su corazón, no importaba nada con tal de salvar a su lady.

-¿Te irás en ese estado?- ella señaló su pierna- No puedes.- refutó.

-Usted quédese aquí en casa, yo le informaré sobre cualquier cosa de Astrid, no quiero meterla en peligro, si no es necesario.- dijo logrando ponerse de pie y a Lagertha se le volvió a estrujar el corazón.

-Hiccup, perdón cuando dudé de ti.- se disculpó con sinceridad- Pero ahora me doy cuenta de que, a pesar de esa vida que llevas, tú amas a mi hija. Realmente, no pensé que fueras en su búsqueda.- añadió con una triste sonrisa.

-Daría mi vida por ella, todo por ella.- afirmó con seriedad, le dedicó una última sonrisa para tranquilizarla y, sin más que decir, salió de allí, un poco adolorido y cojeando; necesitaría mucha ayuda.

-¡Por favor, encuéntrala!- gritó desde la puerta de su casa, mientras él se alejaba, luego giró su rostro para ver al perrito a su costado- Chimuelo, tú servirás de mucho, ve con él.- indicó, el perrito solo ladró y corrió siguiéndo al castaño.

† † †

-¿Qué le habrá pasado?- se preguntó Patapez preocupado, hace unos momentos, ya había empezado a caminar en círculos al ver que su amigo no llegaba.

-¿Qué sucede, chicos?- habló Eret, mientras caminaba a dónde estaban sentados- ¿Algo malo?- cuestionó con cautela al ver sus rostros y el momento nervioso que estaba pasando el rubio.

-Drago planea secuestrar a Astrid e Hiccup va en su rescate, pero…- empezó a relatar Patán, pero el fornido lo interrumpió.

-¡¿Pero qué?!- preguntó preocupado.

-¡Pero déjame terminar, cabeza de carnero!- le reclamó el ojiazul irritado- Drago le lleva más ventaja, rescatamos a un chico y eso le retrasó.- terminó de explicar con un tono brusco, señal de su desesperación.

-Thor santísimo, espero que logre llegar a tiempo.- comentó Eret al aire, llevando una de sus manos a su cabello para pasarla sutilmente por sus mechones amarrados.

-¡Chicos!- escucharon el grito de Hiccup, quien corría rápidamente, o bueno, lo intentaba, por su herida.

-¡Dioses, Hiccup!- chilló Ingerman a punto de sufrir un ataque cardíaco- ¿Qué paso? ¿Dónde está…?- se atrevió a cuestionar, pero al ver la cara triste de su amigo sabía lo que en realidad ocurrió y no pudo terminar la pregunta.

-Se la llevaron.- informó negando con la cabeza- Manodura logró llevársela con ayuda de Johann y Dagur.- añadió furioso.

-Qué mal. Me sorprende de Drago.- dijo Eret, pues también había sido engañado como ellos- ¿Qué harás?- le preguntó, ya que conociendo a su amigo, suponía que ya tenía pensado un plan.

-Lo que se supone: Buscarla.- habló con determinación cruzándose de brazos.

-En ese caso, nosotros estamos listos para ayudarte, sabemos a dónde se dirigen.- lo apoyó el otro ojiverde con su típico entusiasmo- Pero estás herido.- su entusiasmo se ve al señalar la venda en la pierna de su amigo y recordar cómo llegó cojeando.

-Estoy bien, Patapez, sabes que he estado peor.- minimizó- Por suerte, sí sabemos a dónde van, pero nosotros no podremos lograrlo, necesitaremos ayuda especial.- dijo Haddock con cierto disgusto en su tono, el cual no fue desapercibido para los demás.

-¿De qué hablas?- preguntó Patán confundido.

-Creo que mi padre y yo trabajaremos juntos.- contestó con un sabor amargo presente en aquella frase- Este es el plan...- empezó y los cuatro se acercaron para formar una especie de círculo.

Tenían un difícil rescate que planear.




































































¡Hola hola, genteeeeeeee!

Espero que les haya gustado el capítulo de hoy, lo hice con mucho cariño para ustedes. 💕

Uufff, la cosa se viene potente, con mucho drama, mucha adrenalina y un esperado encuentro que la mayoría de ustedes ha estado pidiendo y me alegra anunciar que ya viene muy pronto. Ojalá sea suficiente para salvar a nuestra rubia a tiempo. 😖

Déjenme confesar que estuve tentada a que Hiccup perdiera la pierna en el disparo, pero sería un proceso de recuperación muy largo y todos sabemos que Astrid no tiene tanto tiempo, así que será un leve roce en el muslo. Espero comprendan mi decisión. 🥺

Bueno, eso es todo por hoy...

¡Nos leemos pronto! 😘






































































A_Hiccstrid

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