† 25 †
La lluvia cesó al comenzar la mañana, pero el cielo no demostraba nada bueno, el ambiente se sentía triste, cubierto por el rencor.
Astrid dormía en el pecho de su novio, quien la había llevado a su "cama" para al menos ponerla cómoda. Dentro de ella aún deseaba que esto fuera un sueño, no la realidad. Toda su vida era felicidad, con algunas adversidades dolorosas como la muerte de su padre. Fue difícil aceptar que ya no lo volvería a ver, que no estaría nunca más en este mundo, pero al fin y al cabo supo cargar con ese dolor y seguir adelante por él. Sin embargo, ahora su felicidad se había convertido en una pesadilla, un oscuro hoyo de engaños y falsedades.
Quería borrar lo que había visto, con sus propios ojos presenció todo. Su cerebro no ayudó, cada imagen se presentaba en su mente, poniéndola triste y furiosa. ¿Cómo pudo? Ni sabía cuánto tiempo le había mentido, su madre podía ser libre, conseguir a alguien más para ser feliz, lo único que Lagertha tenía que hacer era habérselo dicho. Verlos allí: Disfrutando del momento pensando que estaban solos, nada ni nadie que los interrumpiera, ni el propio perrito que estaba en el veterinario. Sentía rabia, pero dentro de todo eso sentía algo, no estaba del todo bien, un mal presentimiento se apoderó de su cuerpo, mente y alma.
La vida da sorpresas y, en este caso, no fueron las mejores. Tenía que hablar con ella, seriamente, porque de seguro ni trabajaba, solo la pasaba con ese hombre que la había maravillado. Fue así como su mente recordó. ¡Odín! Es el mismo hombre que la miró de reojo cuándo iba camino a la escuela, algo definitivamente no marchaba bien, ¿Por qué la miraba? Era novio secreto de su madre, no tenía derecho de seguirla, ni que fuera su padre. Malos presentimientos tenía y parece que pagaría caro. Esperaba que no, que sea una maldita pesadilla y que todo lo que sucedió se vaya de una vez a la mierda.
-Shhh, tranquila, no llores.- inconscientemente, unas lágrimas empezaron a caer desde sus ojos, Hiccup notó eso- Estoy aquí.- susurró y ella abrió los ojos, por desgracia todo era real, sí había escapado de casa.
-Buenos días.- saludó entre la tristeza y la pereza.
-¿Ya estás mejor?- preguntó él acariciando suavemente su mejilla.
-No, no era un sueño.- murmuró escondiendo su rostro en su pecho.
-¿Qué pasó, cariño? Tienes que estar en tu casa.- contestó preocupado.
-No quiero volver.- empezó a llorar y fue suficiente para que el castaño se enderezara sobre su colchón logrando que ella también se siente y ambos terminaron frente a frente.
-¿Qué sucedió, Astrid?- volvió a interrogar ya con más seriedad.
-Mi mamá estaba… Teniendo sexo con un hombre ayer.- reveló desviando su mirada molesta de los penetrantes ojos verdes de su novio.
-Mi Lady, los adultos hacen eso cuando se aman, no veo la razón de enojarse.- dijo él con una sonrisa de lado y relajándose.
-Yo sé eso, pero el punto es que no sabía que tenía novio.- refutó la ojiazul volviendo a mirarlo.
-Yo no sé qué decir.- Haddock tartamudeó un poco, no entendía completamente la molestia de su chica.
-No es necesario.- lo tranquilizó de inmediato- Pero es que me mintió, y hasta me enteré de que ni trabajaba.- añadió cruzando sus brazos sobre su pecho.
-¿Y el viaje que tuvo?- él alzó una ceja.
-Mintió para estar con él. Babe, si quiere tener a su lado a un hombre que la ame está bien, pero que me mienta es otra cosa.- bramó arrugando la nariz.
-Amor, deberías volver, preocuparás a tu madre. Sabes que aquí no es seguro para ti, aunque seas mi novia.- le pidió con sutileza colocando sus manos sobre sus muslos y acariciarlos delicadamente, aprovechando que ella tenía las piernas cruzadas y su cercanía.
-No quiero volver, quiero quedarme aquí, contigo.- refutó dando una fugaz y discreta mirada a sus manos.
-Hace tiempo me dijiste que tenía que estar con mi familia.- le habló con ironía- No quiero que cometas el mismo error, por favor, Ast.- rogó mirando con intensidad a sus ojos.
-Hay algo peor.- su voz se volvió más tensa y él dejó que hablara- Ella se enteró de nuestra relación.- informó e Hiccup abrió sus ojos deteniendo sus caricias, pero sin alejar sus manos.
-¡¿Pero cómo?!- exclamó con incredulidad.
-La maldita de Brutilda le pasó una imagen besándonos, justamente la de ayer.- gruñó con rabia y traición.
-No lo puedo creer.- había algo que no le cuadraba, pero algo le decía que Tilda no fue precisamente quien envió la foto. Ella no les haría algo como eso- Estoy seguro de que ella no tuvo nada que ver.- confesó frunciendo el ceño.
-Pero era su número.- volvió a refutar Hofferson.
-Se nota que es leal, además, ella y Tacio nos quieren mucho como para decirle a tu madre.- argumentó Haddock.
-¿Tú crees? Ahg, no lo sé, tengo la cabeza revuelta.- se quejó tomándose la cabeza con ambas manos.
-Tienes que oír su parte, puede ser que alguien con malas intenciones haya cogido su celular y enviado la foto. Y ahora que lo pienso, Brutilda no pudo tomarnos esa foto, porque no estaba.- dedujo tomando sus manos para entrelazarlas con las suyas y darle algo de paz.
-Eso es… Verdad…- dijo la chica en un hilo de voz y se lamentó al no oírla cuándo la llamó ayer antes de llegar con él- Cuando yo llegué, los gemelos ya estaban en el salón de clases.- admitió apretando su agarre en un lamentero suspiro.
-Entonces alguien usó su teléfono, tranquila, yo voy a investigarlo.- decretó el ojiverde, antes de inclinarse hacia delante y depositar un suave beso en su frente.
-Pero, ¿ahora qué haremos?- cuestionó dándole una leve sonrisa en agradecimiento por su gesto, la cual contrastaba con la preocupación y el miedo en sus ojos- Mamá ya sabe de lo nuestro y no quiero que me separe de ti.- dijo angustiada.
-Lo que toca es confesar y, aunque nos lo impida, no cesaré hasta que acepte de una vez por todas nuestra relación.- le aseguró acariciando el torso de sus manos con sus pulgares.
-¿En serio?- murmuró ella con los ojos cristalizados.
-Es una promesa, Mi Lady, sabes que te amo y nada hará que me separe de ti.- reafirmó con seguridad y una linda sonrisa.
-Yo también te amo, gracias por estar a mi lado.- dijo, antes de también inclinarse y darle un rápido beso en los labios.
-Y yo también te lo agradezco, me cambiaste, me hiciste más feliz y una mejor persona. Estoy seguro que Patapez y Patán te agradecen también por ello- añadió con gracia y Astrid rió.
-¡Santos dioses! ¿Qué es de ellos?- exclamó sorprendida y mirando a todos lados, sus pertencias estaban ahí, pero sus amigos no.
-La mano derecha de nuestro jefe, Johann, les encargó robar en unos callejones algo cerca de aquí. Deben estar de regreso muy pronto.- contestó Hiccup mirando los lugares de sus amigos, ya los extrañaba- Pero así como estás feliz con mi cambio, yo quiero también estarlo.- agregó volteando a verla.
-¿A qué te refieres?- la rubia alzó una ceja.
-Quiero que ahora vayas donde tu mamá y ambas arreglen sus asuntos.- volvió a pedir- Debes escucharla, a lo mejor tuvo sus razones.- siguió hablando cuando vió que iba a negarse otra vez.
-Que se vieran a escondidas se lo perdonaría, pero que se acostaran es diferente.- gruñó entre dientes.
-Sabes que ninguna de las dos se lo perdonarías, no te engañes.- me dijo él colocando un mechón de su cabello detrás de su oreja- Ve, yo me encargaré sobre lo de Tilda.- indicó con calma y Astrid no tuvo más opción que asentir.
-Volveré en cuánto pueda. Te amo.- le dió un último beso en los labios y, con una sonrisa, se fue.
Tal vez Hiccup tenía razón, a pesar de que estuvo mal que le mienta, ella también lo había hecho las veces que mantuvo oculta su relación.
Podrían arreglarlo todo.
† † †
-Amor, no hay noticias de ella.- Lagertha estaba totalmente preocupada, había pasado la noche entera bien despierta, esperando la llegada de su hija. No obstante,la mañana había llegado y no daba con ningún rastro de ella.
-Tranquila, de seguro ha de estar con ese chico.- habló Drago desde la otra línea telefónica.
-Tengo miedo de que le haga daño.- dijo llevando una mano a su pecho.
-Ya deben tener tiempo juntos y nada le ha pasado.- él trató de darle calma, aunque en realidad, tenía una sonrisa burlona en sus labios. Le estaba dando gracia la situación.
-Pero igual no cambiaré de opinión, no quiero ver a mi hija cerca de ese chico.- comentó ella caminando de un lado a otro por toda su sala.
-Entonces, si no me dejas estar con Hiccup, tampoco dejaré que estés con tu novio.- habló Astrid con voz y postura estoica desde la puerta.
-¡Hija!- exclamó aliviada- Cariño, luego hablamos.- colgó el teléfono y corrió a abrazar a su hija.
-Cero abrazos por ahora.- con sutileza, la menor la cogió de los brazos para separarla de ella y entrar a la casa cerrando la puerta tras ella- Tú y yo tenemos que hablar.- indicó seriamente.
-Tienes razón.- aceptó su madre- Me debes una explicación.- añadió alzando su ceja.
-Lo mismo me debes tú.- contraatacó la joven colocando sus manos en su cintura.
La tensión en el ambiente iba creciendo entre ellas otra vez.
¡Hola hola, genteeeeeeee!
Espero que les haya gustado el capítulo de hoy, lo hice con mucho cariño para ustedes. 💖
En este capítulo hubo mucho Hiccstrid y me gustó, ojalá a ustedes también, porque se vió que ambos están dispuestos a pelear por lo suyo y afrontar lo que se venga. ¿Esa actitud durará mucho tiempo? ¿O habrá un desafortunado evento que termine por separar a Hiccup y Astrid? 😬
¡Estén al pendiente de los siguientes capítulos para averiguarlo!
Bueno, eso es todo por hoy...
¡Nos leemos pronto! 😘
A_Hiccstrid
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