† 17 †

-Tranquilo, amigo, ha de ser el viento.- Hiccup se acercó y calmó al perro, Astrid en ese instante salió- Ast, ¿Chimuelo empieza a gruñir de la nada siempre?- preguntó.

-No. ¿Por qué la pregunta?- la rubia alzó una ceja.

-Estaba gruñendo hace poco, que raro.- murmuró él con sospecha.

-De seguro ha de ser el viento.- ella usó la misma teoría que su novio- ¿Nos vamos?- dijo tomando su mochila.

-A la escuela.- el castaño, todo caballeroso, le abrió la puerta.

-¿Por qué mejor no vas a estudiar conmigo? Sería bonito.- preguntó la ojiazul sacando un tema de conversación durante el camino.

-Lo mío no es estudiar.- susurró el joven algo avergonzado.

-¿Y de pequeño no pensabas en la universidad?- la chica sintió realmente curiosidad.

-En realidad, mis padres decían que tenía talento para el fútbol, tengo que admitirlo, era buen estudiante, no sé si mi inteligencia siga igual.- contestó alzando sus hombros.

-Tendrás que intentarlo.- comentó Hofferson.

-No tengo dinero.- negó el ladrón.

-¿Y el que robas?- ella frunció el ceño.

-Todo se lo damos a nuestro jefe, Drago Manodura. Nosotros solo pedimos comida.- respondió brevemente.

-Oh, ahora entiendo.- musitó por lo bajo- Entonces, ¿seguirás viviendo en las calles?- cuestionó algo cohibida.

-En cuánto se pueda, prometo dejarlo y tener un buen hogar. Por ti.- prometió el ojiverde tomando su mano con la suya.

-¿Lo harías por mí?- sus ojos brillaron tenuemente.

-Todo. Tú me hiciste dar cuenta de que tengo que aprovechar la vida, lo que hago no me ayuda. Por desgracia, no creo que sea el mejor momento para dejarlo, después del incidente con el policía, tengo que estar más oculto.- dijo y ella afirmó su agarre.

-Respetaré tus decisiones, si te gusta la calle lo entiendo, yo solo quiero estar con el chico que amo, en este caso tú; la forma en la que vivas no me importa.- sinceró sacándole una sonrisa al chico.

-Las cosas cambiarán.- afirmó el con dulzura.

-Y… ¿Tus padres? ¿Los perdonarás?- preguntó ella con cautela.

-No lo sé, aún me duele que me hayan mentido.- habló un poco más desanimado.

-¿Estás consciente de que lo que haces es más peligroso?- cuestionó alzando una ceja.

-Yo pienso todo lo contrario. Quizás tengas razón. Pero por ahora no.- él dió su punto de vista y siguieron su camino hablando de otras cosas.

† † †

-Ya con una edad suficiente aceptable, suelen buscar a alguien con quien convivir, de ahí viene el proceso de reproducción, es cuando…- el timbre había tocado, Astrid y los gemelos lograron llegar con las justas a clases, esta vez: Ciencias Naturales. El profesor explicaba mientras los estudiantes, miraban hacia otros lados; como era un tema algo mal pensado, algunos chicos empezaron a molestar a las chicas, pero no de la mejor manera.

-Al menos, Throk no hace eso.- comentó Tilda, mientras veía al mencionado, quien lucía tranquilo y atento- En el caso de Heather, creo que lo está disfrutando demasiado.- añadió mirando con desprecio a la pelinegra.

-Heather será engreída, pero no creo que sea tan idiota como para eso.- susurró Astrid- Pero veo que hay muchos que quieren sexo con ella.- agregó vagamente.

Heather Berserker era la típica "chica popular" de la escuela, amada por todos los chicos de la escuela.

-...Y nacen los hijos, y así el proceso se repite- apenas el profesional terminó de hablar, la campana sonó indicando el recreo; todos los estudiantes empezaron a guardar sus cuadernos, mientras el profesor abría su libro- Muy bien, alumnos, como tarea necesito que  estudien todo el módulo 3: reproducción- nadie lo escuchó, solo empezaron a gritar al salir.

-¡Al fin, libertad!- celebraba Tacio con un bailecito, mientras salía con las chicas.

-Brutilda, tu mamá me llamó, dijo que si habías dormido en mi casa… ¿Dónde estuviste anoche?- interrogó algo seria la Hofferson, así el gemelo dejó de bailar para también esperar atento la respuesta de su hermana, pues él también pensaba que estaba allá.

-Dormí en un callejón.- confesó con repentina naturalidad.

-¡Rata mentirosa! ¡¿Y qué hacías ahí?!- exclamó Brutacio molesto por su mentira.

-Tomé unos tragos, y Eret me llevo allí, no conoce nuestra casa.- reveló cruzándose de brazos, no le gustaba ser regañada por sus padres, menos por su hermano.

-Al menos, estás bien.- la otra rubia sonrió con alivio, pero inmediatamente cambió su expresión a una de preocupación- ¡Dime que no te hizo nada! ¿Estás bien?- exigió analizándola.

-No te preocupes, no hicimos nada de nada. ¡Mal pensada!- la gemela no desaprovechó la oportunidad de codear a su amiga.

-Lo siento, recuerda que es un delincuente.- se excusó ella llevando su mano a la zona golpeada.

-Al igual que Hiccup, por cierto… ¡¿Qué pasó?! ¡¿Hablaron?!- intervino nuevamente el joven.

-¿Me creerían si digo que él y yo somos novios?- los gemelos se congelaron.

-¡Por Loki! ¡No puede ser, estoy soñando!- exclamó primero la chica.

-¡Hiccy y tú son novios!- gritó también el chico, antes de chillar.

-No creí que se emocionarían.- murmuró Astrid con un ligero sonrojo.

-¡Claro que sí! Después de tanto tiempo, te felicito, Hoff. Yo sabía que te ama.- habló nuevamente Tacio con orgullo.

-Demasiado, hasta me hizo el desayuno.- soltó sin darse cuenta de lo que dijo.

-¿Durmieron juntos? ¿Solos? ¿En tú casa?- preguntó Brutilda con sospecha- ¿Emm, Ast, no…?- la chica entendió a qué se refería, y reaccionó de inmediato.

-¡Cállate! ¡No! Solo dormimos.- negó rápidamente volviendo a sonrojarse.

-Eso es lo que quería oír.- celebró Tilda. Estaba tan feliz que había chocado con alguien, y no era tan agradable.

-Hey, mira por dónde caminas, ciega.- se quejó Heather, mientras se levantaba.

-Ups, espero no contaminarme por tocarte, no quiero sufrir de idiotez.- respondió la gemela.

-Cuida tus palabras, Thorton.- amenazó la ojiverde y los estudiantes que estaban en los pasillos se amontonaron esperando la futura pelea.

-Yo al menos no ando pegada a los primeros que me hablan, ni le soy infiel a mi novio.- Tilda ignoró la mano de Astrid que intentó hacerla retroceder.

-Ni tienes novio. Además, Halfson ya no era la gran cosa, me aburría.- dijo la otra chica sin remordimiento, mientras se cruzaba de brazos.

-¡Ya paren! ¡Las dos!- gritó Hofferson ya cansada- Dejen de pelearse, cada una vaya por su lado, fue un accidente, tienen que…

-¡Cállate!- gritaron las dos chicas al unísono interrumpiéndola.

-Ok, me callo.- la ojiazul bufó cruzando sus brazos.

-¿Que pasa aquí?- apareció Bocón, los otros estudiantes se fueron alejando.

-¡Director!- exclamaron ambas chicas en disputa.

-Oh, director. Brutilda me empujó a propósito.- mintió la ojiverde dramáticamente.

-¿Yo? No te empujé, nos chocamos.- aclaró la rubia.

-¡Silencio!- gritó Bocón irritado- No importa quién empujó a quién, discúlpense, y no quiero oírlas discutir de nuevo.- decretó con firmeza

-Ash, lo sentimos- dijeron ambas con asco.

-Muy bien, vayan a comer.- dicho esto, se fue.

† † †

-Muchas gracias, Brody.- agradeció la  Haddock, mientras salía de la pequeña tiendita donde trabajaba su amiga.

-Mándale saludos a Estoico, que se mejore.- le dijo la mencionada viéndola salir.

Valka le dió una última sonrisa y cruzó por una de las zonas más peligrosas de la ciudad, una serie de callejones. Estaba esperando a que el bus pasara para regresar a su hogar, sin imaginarse que la estaban siguiendo.

-¡Dame todo lo que tengas!- exigió un pandillero, quien estaba acompañado por dos más; todos con armas de fuego.

-¡No me hagan daño, por favor!- la castaña alzó sus palmas al frente, temía por su vida. Les dió todo lo que tenía, desde la comida hasta el poco dinero que cargaba.

-Mmm, ¿cuántos años tienes, preciosa?- dijo uno de ellos- ¡Habla!- ordenó al quedarse callada.

-Tengo 42.- musitó por lo bajo, cubriendo lo que podía de su cuerpo con sus brazos.

-Aún está joven, ven acá.- a la fuerza se la llevaron hacia uno de los callejones.

Hiccup estaba justamente pasando por ese lugar, pensando solamente en Astrid, toda su mente estaba absorta en aquella chica. Ya quería que tocara la campana de salida para ir a verla, le pedía a los dioses volver a verla. Sin embargo, unos gritos hicieron que reacionara; dió la vuelta y corrió a esconderse por unos botes de basura, en un callejón. Frente a él, se encontraban tres sujetos, teniendo rodeados a una mujer.

-¡No, por favor, tengan todo, pero eso no!- gritaba desesperada la mujer en medio de sus intentos de soltarse.

El castaño de inmediato reconoció su voz, esa voz dulce que le hablaba desde el primer día que vió la luz de un nuevo mundo: La de su madre. El rencor lo seguía apoderando, estaba entre la guerra de ayudarla o dejar que hagan lo que quieran. La fuerza de voluntad permitió que no permita que le hagan daño, así que alzó su capucha y con enojo fue hacia los violadores.

-¡Déjenla en paz!- gritó y empezó a correr, mientras los demás paraban.

-Así que tenemos un valiente, date por muerto, Haddock.- los sujetos inmediatamente habían reconocido quién era. Por buena suerte, para el ojiverde, su madre estaba demasiado asustada como para escuchar.

-Se los advierto, váyanse si no quieren morir.- amenazó dispuesto a proteger a su madre a toda costa.

-Qué miedo tenemos.- habló el líder con sarcasmo- Esta señora está demasiado buena, deberías acompañarnos.- lo invitó con descaro.

Hiccup no aguantó las palabras, y con furia cegándolo por completo, corrió hacia ellos con velocidad casi sobrehumana.

-¡Te dije que no la tocaras! ¡Maldito imbécil!- bramó empezando a golpearles a todos iniciando una pelea. A pesar de que el castaño estaba en desventaja numérica, logró atacarlos con gran destreza, minutos después, ya todos estaban seriamente lastimados.

-Vámonos.- dijo una de ellos como pudo y, como cobardes, huyeron.

-¡Y no se atrevan a tocarla de nuevo, morirán la próxima!- gritó finalmente. Con rapidez se acercó hacia su mamá, con un poco de sangre en su rostro y su capucha puesta- ¿Está bien?- cuestionó con la cabeza baja.

-Eso creo. Muchas gracias.- logró pronunciar la adulta aún cohibida por lo sucedido.

-Tenga, creo que esto le servirá para pagar un taxi.- le dió un poco de dinero de su bolsillo.

-Gracias por salvarme.- agradeció ella nuevamente guardando el dinero en uno de sus bolsillos- Cómo te llamas, para…- sus palabras terminaron en el viento, él se había ido.

Giró su rostro y observó por todos lados en busca de su salvador, pero todo indicaba que ya se había ido. Dió un largo suspiro y cogió las bolsas que habían sobrevivido. Salió y con el dinero que le dió el chico, se subió a un taxi y desapareció. Arriba de un apartamento que estaba al lado del callejón, se encontraba su hijo mirando cómo ella se iba con nostalgia.

-Sigues siendo hermosa, mamá.- dijo en medio de una sonrisa para sí mismo, antes de irse con rapidez y sigilo.


























































¡Hola hola, genteeeeeeee!

Espero que les haya gustado el capítulo de hoy, lo hice con mucho cariño para ustedes. 💚

¿Adivinaron en el capítulo anterior sobre quién sería el personaje que aparecería pronto? Me acuerdo de un par de personitas que sí. 😉 ¿Esperaban alguna interacción de Hiccup con Estoico o Valka? Pues, ella ya tuvo la suyo, ¿creen que pronto le tocará a Estoico?

Bueno, eso es todo por hoy...

¡Nos leemos pronto! 🤍

















































































A_Hiccstrid

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top