† 13 †

Habían pasado dos semanas desde los acontecimientos con Hiccup, en ese lapso de tiempo no se habían visto ni topado por ahí. Por más de una ocasión lo fue a buscar, nunca lo encontró en su refugio y cuando preguntaba, le decían que estaba robando o que tenía mejores cosas que hacer. Había hablado algunas veces con Patapez o Patán, el último, desde aquel incidente, no la volvió a tratar bien, no la quería y le mentía diciéndole que el castaño ya tenía con quien estar; ella era astuta, conocía a Haddock y sabía que era bien difícil que pusiera ojos en una chica fácilmente, así que no le creía al pelinegros.

-¡Y no vuelvas! ¡Hiccup ya no te quiere!- gritó Jorgenson, mientras Astrid se alejaba de aquel callejón corriendo y rodando los ojos.

-¡Al menos, dile que necesito hablar con él!- le gritó ella dándose la vuelta- Solo díganle que vine, si es posible que me busque en mi casa.- pidió con un poco más de calma observando al Ingerman, pues le tenía más confianza.

-¡No irá, olvídalo!- volvió a refutar Patán.

-No entiendo cómo me pudo agradar alguna vez.- le dijo la joven a sus amigos quienes la habían acompañado.

-Déjalo, lo importante es que tienes que hablar con Hiccup. Vamos a seguir buscándolo.- habló Brutacio tomándola del brazo para hacerla caminar, dieron la vuelta dispuestos a seguir el camino.

Sin embargo, un sujeto se atravesó en su camino unas cuantas cuadras adelante.

-¡Denme todo lo que tienen!- gritó aquel sujeto que no era ni Hiccup ni sus amigos. Él cargaba cuchillo en mano.

"Al parecer este es diferente a Hiccup." pensó Hofferson.

Los tres estaban asustados, aunque Astrid ya haya convivido con uno de ellos, pero jamás pensó que después de entablar amistad con Hiccup la iban a atacar no importara quien sea. Lo extraño, es que nunca lo había visto desde que entró en los callejones. Conocía a todos y sabía sus nombres, este de aquí no. El tipo tenía cabello negro, ojos marrones, alto y fornido, algo que a la gemela, la dejó sorprendida. Sin pensarlo dos veces, ambas chicas le dieron las carteritas que portaban, suerte que aquel chico no exigió por sus celulares, porque si no, sus madres los tendrían bajo vigilancia el resto de su vida.

-Y más les vale que se atrevan a decirle nada a la policía.- amenazó el ladrón y se fue corriendo adentrándose más en los callejones.

-Bueno, parece que no le agradé-.  comentó Hofferson con burla hacia sus amigos, pero se percató que la chica no estaba escuchándola- ¿Tilda?- la de trenzas estaba en trance, viendo hacia donde aquel ladrón había huído- ¡Brutilda!- la llamó esta vez en un grito, sobresaltándola.

-¡¿Qué?!- exclamó llevándose una mano al pecho- ¡Ahhh! Lo siento. Genial, nos robaron, ¿qué haremos?- cuestionó cruzándose de brazos y Tacio negó con la cabeza.

-Mamá llegará en la noche, tengo que hablar con Hiccup.- al parecer a Astrid le importó más el arreglar las cosas con Haddock que su cartera robada.

-Claro.- le dijo su amiga con decepción- Tienes suerte de que al menos alguien te ame.- suspiró y sintió el brazo de su hermano rodeando sus hombros con confort.

-¿De qué hablas?- Astrid frunció el entrecejo- Tilda, desde que nos conocemos jamás hemos tenido envidia la una a la otra, ¿a qué se viene esa frase ahora?- interrogó.

-Nada.- la gemela quiso evitar el tema, pero ambos se le quedaron mirando- Es que ese ladrón me parecía… Emm… Algo lindo.- confesó desviando la mirada.

-Ash, siempre dices lo mismo de todos y los terminas olvidando. Además, recuerda que nos atacó y amenazó.- comentó Brutacio un poco más relajado.

-Lo sé, pero vieron sus ojos, son hermosos.- soltó en un suspiro, el cual fue muy melososo para el chico, quien se alejó rápidamente de su hermana con un gesto de asco.

-No me quejo, porque también me enamore de uno.- murmuró la otra rubia y, sin decir nada más, se fueron caminando.

† † †

-Fueron presas fáciles, más la chica de trenzas.- dijo el pandillero, quien había logrado llegar a su refugio sin ningún problema- Aunque tengo que admitirlo, sus ojos celestes me dejaron sorprendido.- habló para sí mismo, sin percatarse de que sus amigos estaban en el lugar.

-Otro enamorado.- susurró Patán rodando los ojos- Qué bueno verte de nuevo, Eret.- opinó siendo secundado por una sonrisa del Ingerman.

-¿Qué tal, chicos?- los saludó el más grande.

-Aquí quejándome, porque ahora ustedes andan que consiguen amores.- otra vez se quejó Jorgenson y su amigo rubio llevó su mano a su rostro, cansado de sus berrinches.

-No he conseguido amores.- negó Eret frunciendo el ceño.

-Acabas de decir que los ojos celestes de una chica te dejaron sorprendido, eso significa algo.- señaló Patapez con una sonrisa pícara.

-Sí, bueno, acabo de robar a 3 amigos, 2 rubias, una con 2 trenzas y un chico; la de trenzas fue la más fácil de robar.- al terminar de hablar, sonrió con arrogancia.

-Se enamoró igual que…- Patán iba a soltar otro comentario, cuando se dió cuenta de algo- Espera... ¿Dijiste dos rubias y un chico?- lo miró expectante.

-Sí, ¿por?- él le devolvió la mirada confundido.

-¡No! Hiccup te matará, tienes que devolverles rápido esas carteras, en especial, a la otra rubia. ¿Cómo era? ¿Qué usaba?- Patapez ya empezó a hablar rápido y alterarse.

-Un short jean y una blusa de color turquesa. Andaba con una trenza de costado.- contestó tranquilamente y los demás se dieron cuenta de que era Astrid.

-Devuelve la cartera, antes de que Hiccup se entere.- el más bajo trató de empujarlo, más él se resistía.

-Hey, yo me lo robé y ahora me pertenece. Qué importa si se entera.- refutó el otro pelinegro.

-Sí importa, Hiccup y esa chica son amigos, y siente algo más por ella. Si se entera que…- el Ingerman iba a explicarle la situación, pero la repentina voz del mencionado lo detuvo abruptamente.

-¿Enterarme de qué, Patapez?- habló el castaño quien había llegado, sus amigos tragaron saliva- ¿Qué tal, Eret? Qué milagro que estés por estos sectores.- saludó a su otro amigo al notarlo.

-Aquí hay más movimiento, eso es mejor.- le respondió con una sonrisa.

-Tienes razón.- dijo el ojiverde debolviéndole el gesto- Patapez, ¿a qué te referías con "si me entero"? ¿Qué debo saber?- cuestionó alzando una ceja.

-Jeje, verás… Emm- Patapez quería inventar una excusa, pero no se le ocurría nada; si Haddock se enteraba de seguro mataría a Eret, a pesar de su amistad.

-Sucede que acabé de robar a tres amigos. Fueron presas fáciles. El punto es que se asustaron cuando les dije sobre una rubia.- le informó el mismo Eret sin esperar a que el rubio le responda. Hiccup, por su parte, no necesitó más detalles para saber el porqué el susto de sus amigos, sabía de quién se trataba.

-¡¿Qué hiciste que?!- el ojiverde lo tomó de sorpresa y tiró a Eret hacia la pared- ¡¿No les hiciste daño, verdad?!- exigió saber, mientras lo tomaba agresivamente de su camisa.

-Hey, ¿qué te pasa? Solo los amenacé con un cuchillo.- por inercia, el joven elevó ambas manos y frunció el ceño.

-Tú te atreves a lastimar a Astrid y yo te mato.- gruñó Hiccup entre dientes.

-¿Astrid? ¿Y esa quién es?- el pelinegro no pareció captarla.

-La rubia de una sola trenza.- habló Patán en forma obvia.

-Aaahhh, ella es amiga tuya.- recién Eret conectó los hechos- Hiccup, sabes que no podemos hacernos amigos de nadie, solo de los que pertenecen aquí.- le recordó con más calma.

-Rompí las reglas, pero Drago no sabe.- señaló para volver a estamparlo contra la pared- Si tú le haces algo, date por muerto.- volvió a amenazarlo mirándolo fijamente.

-Hasta te enamoraste, esto saldrá mal.- comentó el ladrón acorralado con cierta burla.

-Y llegaré al punto de matar sino haces lo que te digo, devuélveles las carteras.- lo soltó y se giró para caminar en dirección opuesta a ellos.

-¿Y por qué no se lo entregas tú?- preguntó Patapez alzando una ceja.

-Desde aquel casi beso, no nos hemos vuelto a ver.- el muchacho le respondió sin voltear a verlos para que no notaran su nerviosismo.

-¿Beso? ¿Se besaron?- Eret debía de admitir que estaba intrigado.

-Casi, la chica fue cobarde.- dijo Jorgenson con algo de desdén.

-¡Eret, anda a hacer lo que te pedí si quieres vivir!- amenazó nuevamente el castaño, mientras más se alejaba, el mencionado no dijo nada y se fue, pero solo llevándose, astutamente, la cartera de Brutilda.

-Volviendo al asunto, ella ha venido a buscarte.- reveló el Ingerman para disgusto del más bajo y detuvo abruptamente el caminar de Hiccup.

-¿Cuándo? No me dijiste nada.- dijo él girando a verlo.

-Vino más de una vez, pero mentimos.- ambos recibieron un fuerte golpe por parte del Haddock una vez que llegó de nuevo a ellos- ¡Oye, más cuidado!... Dijo que la podías ir a buscar esta tarde a su casa, antes de que anochezca.- le informó e Hiccup divisó su cartera en el suelo a un metro de él.

-Claro que iré, necesito verla y hablar con ella.- sin mediar más palabras, cogió la cartera y salió corriendo en dirección a la casa de la ojiazul.





















































































¡Hola hola, genteeeeeeee!

Espero que les haya gustado el capítulo de hoy, lo hice con mucho cariño para ustedes. ❤️

¿Qué les pareció la aparición de nuestro querido Eret en esta historia? ¿O la reacción de nuestro castaño al enterarse que justamente le había rodado a Astrid? ¿Se imaginaban a Patán defendiendo en algún momento al roto corazón de Hiccup? 🤭

Bueno, eso es todo por hoy...

¡Nos leemos pronto! 🧡


















































































A_Hiccstrid

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