† 02 †

Por fin, el timbre de salida había sonado.

La cantidad de estudiantes que salían de los cursos era inmensa, la aglomeración era tanto que hasta las salidas eran bautizadas como "avalanchas de personas". En uno de los cursos al final de los pasillos, se encontró una chica de unos 16 años, guardando sus cosas lista para ir a casa. Su rostro era simplemente encantador para todos los chicos, siendo la envidia por parte de las chicas. Tranquila y callada, como siempre, salió del curso al ver que "la avalancha" de estudiantes era menor. Vestida con una blusa turquesa y unos shorts jeans; demostraba sencillez. Su físico destacaba su cuerpo delgado y esbelto, de estatura media, un cabello largo de color rubio y unos ojos color azules zafiros.

Una vez fuera de la preparatoria, suspiró y se encaminó hacia su hogar, sin saber que alguien la estaba vigilando.

-¿A dónde vas?- escuchó una voz de un callejón que había pasado ella hace pocos minutos, un joven castaño se cruzó en su camino.

-A mi casa, si me permites.- le respondió la chica más conocida como Astrid Hofferson, tratando de que su voz salga lo más firme posible y de zafarse rápido de él, tenía miedo de que le hiciera algo.

-Puedo llevarte, ¿sabes? Este lugar no es muy seguro para las niñas.- el chico le sonrió con cinismo.

-Déjame en paz.- bramó entre dientes y se dispuso a pasar por su lado para seguir con su camino.

-Mmm… Una chica muy difícil, eso me gusta.- sin borrar su sonrisa, cogió a la chica, haciendo que esta gritara del terror de que ese sujeto le haga daño.

-¡Suéltame!- gritó pidiendo auxilio y rogando a los dioses que alguien la escuché, nadie respondió. Suerte que él no quería hacerle algo peor, se percató que sólo intentaba robarle su mochila de la escuela. Tampoco se iba a dejar. Notó que el chico no cargaba arma alguna, cuando la oportunidad se presentó, le dió un golpe en una zona totalmente dolorosa para cualquier chico, provocando que la soltara y cayera al suelo gritando del dolor.

-¡Mierda!- exclamó tomándose la entrepierna en el suelo.

-¡Aléjate de mí!- demandó, antes de salir corriendo al verlo tirado retorciéndose del dolor. "Me matará al recuperarse".  Pensó asustada y sin detenerse.

† † †

La vida se había acabado para ellos. Con suma tristeza preguntaban y buscaban a su hijo. Hoy se cumplían 7 años desde su desaparición; años de infierno, miedo y preocupación al no tenerlo a su lado, imaginándose cosas realmente horribles.

Todo lo que planearon desde su nacimiento se había ido a la basura, ahora su prioridad era encontrarlo con vida. La mente los engañaba diciéndoles que ya no vivía, mas su corazón les daba las esperanzas de encontrarlo. Considerando el tiempo que lleva desaparecido, cualquiera no podía tener aquellas esperanzas, ellos sí. Ahora la angustia estaba impregnada en la casa, los recuerdos únicos de él, eran las fotos. Rara vez la felicidad volvía a sus rostros al oír noticias de su "pequeño". Sin embargo, se disolvía cuando se enteraban de que no era el de ellos, o algo aún más doloroso, la gente les mentía. Lo que más le pedían a los dioses, era que su hijo volviera:

-Ya no llores, mi vida. Lo encontraremos.- ni el mismo Estoico se creía esas palabras, pero era muy doloroso verla llorar por culpa de él.

-Lo extraño.- entre lágrimas, Valka no dejaba de gritar lo arrepentida que  estaba de haberle mentido- Quiero verlo, Estoico, quiero hacerlo. ¡Hiccup, dónde estás! ¡Te necesito!- gritó mirando a un punto muerto en el suelo.

-Seguiremos buscándolo.- le aseguró su esposo frotando su espalda.

-¿No hay noticias?- Bocón entró al notar que la puerta se encontraba abierta; los veía preocupados.

-Nada.- lamentó el Haddock dirigiendo su vista a su amigo- Las llamadas que recibimos en su mayoría son falsas; la gente es tan mala.- comentó apretando sus puños con enojo

-¡Quiero verlo!- volvió a gritar la ojiverde, ambos supieron que de nuevo estaba teniendo uno de sus ataques.

-Vamos a tomar un poco de agua, la necesitas.- le habló el pelirrojo suavemente y angustiado por su estado, el cual era de dar preocupación, su mente estaba mal.

-Cualquier noticia, avisaré.- le dijo el rubio volviendo a la puerta de la casa.

-Gracias por tu ayuda en estos momentos difíciles, Bocón.- agradeció Estoico poniéndose de pie con su esposa.

-Cuenta conmigo en todo.- le sonrió, antes de irse.

† † †

Por las afueras de la ciudad, se encontraron varios valles, en uno de ellos, una pequeña casa. No era una gran mansión, pero tampoco una pequeña, estaba decorada y rodeada por plantas y árboles. Frente a ella, paró un bus de transporte urbano, dejando a una persona en el paradero. Cruzó sin ningún problema la calle al ver que no había auto que se acercara a gran velocidad; subió los pequeños escalones y abrió la puerta.

-¿Hay alguien en casa?- preguntó cerrando la puerta tras de sí.

-Por fin llegaste, hija.- de la cocina salió una señora de ojos azules y cabello rubia, sería muy parecida a su hija si no fuera por la forma de su rostro, el de la menor era más redondo. Al verla llegar sana y salva, corrió a abrazarla- ¡Astrid! Por Odín, me tenías preocupada... ¿Dónde te has metido?- cuestionó una vez que se separaron.

-Un restraso en la escuela.- mintió sabiendo que si le decía lo que en verdad había ocurrido, ella sería capaz de mandarle, literalmente, miles de guardaespaldas- Un compañero le hizo una broma pesada a un profesor y nos mantuvieron castigados una hora.- argumentó su mentira.

-No entiendo como la preparatoria en vez de sancionar sólo al culpable, hace pagar a todo el curso.- se quejó su madre, llamada Lagertha- Pero, bueno, no me puedo meter en eso, son reglas de ahí.- rodó los ojos.

-Ni yo, mamá. Lo importante es que llegue viva.- la joven se alzó de hombros con una ligera sonrisa.

-Por suerte, sí. Gracias a los dioses que nadie te ha querido hacer daño.- agradeció la adulta regresando a la cocina, ignorante que sus palabras hicieron sentir escalofríos a su hija, quien recordó lo de hace rato.

† † †

Después de aquel incidente con la chica, trató de olvidar todo el asunto y decidió ir a buscar personas que al menos le tuvieran más temor. Con trampas y engaños les quitaba las pertenencias a los transeúntes que pasaban más cerca de él. Pero algo no estaba bien del todo, su corazón empezó a latir de manera diferente desde que vió a aquella rubia. Cuando lo golpeó, pudo cruzar su mirada con la de ella, viendo sus ojos zafiros, quiso olvidarlo, pero su mente aun guardó claramente la imagen, haciendo que sonriera como todo un bobo.

Sus pensamientos fueron acabados al oír un grito desde lejos.

-¡Al fin te encontramos!- justo detrás de unos arbustos aparecieron Patán y Patapez. Unos jóvenes de la misma edad que el castaño, pero quienes habían empezado su vida criminal mucho antes que él, puesto que se criaron en ambientes hostiles. Llevaban consigo varias latas de comida y bolsos.

-Hola, chicos.- respondió con sencillez.

-Nada de "hola, chicos".- se quejó nuevamente el pelinegro- ¿Dónde carajos has estado metido?- interrogó fulminándolo con la mirada.

-Robando un poco y, al menos, buscando algo saludable para comer, no basura. Además, este no es el único sitio para robar, hay mejores.- contestó Hiccup cruzándose de brazos y sonriendo de lado con confianza.

-Es una buena excusa.- intervino el más robusto, tenía que reconocer que Patán no buscaba lo más sano para comer- Y veo que conseguiste un buen motín.- señaló las cosas que traía con él.

-Fue un día muy bueno.- dijo orgulloso. "Casi, grandísimo idiota, una chica no se dejó y, lo peor, te termino golpeando bajo." Se regañó en su mente.

-Volvamos a casa.- con las palabras del más bajo, caminaron llevándose lo que habían conseguido la tarde de hoy.

Hiccup, mientras iba en el trayecto, no paraba de pensar en aquella chica.

No puede enamorarse de ella... ¿O sí?

















































































¡Hola hola, genteeeeeeee!

Antes que nada, quisiera agradecerles de todo corazón el gran recibimiento que le han dado a este nuevo fanfic, le dieron una gran acogida y eso lo aprecio muchísimo 💘.

Espero que les haya gustado el capítulo de hoy, lo hice con mucho cariño para ustedes.

¿Qué opinan de este casual encuentro Hiccstrid? Normal, ¿no? 😂

Bueno, eso es todo por hoy...

¡Nos leemos pronto! ❤️‍🔥









































































































A_Hiccstrid

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