Capítulo 6. Encontrarlo
Capítulo 6. Encontrarlo.
El departamento de Akutagawa constaba con una mesita de comidas, cocina básica y la habitación – los futones están en el armario – decía el azabache dándole el gran tour del departamento
- Bien, me parece bien ¿puedo darme un baño?
- Si, hay una ducha en la esquina entre la habitación y la cocina. Recuerda tomar la ropa que compramos en el market
- Perfecto
Atsushi había vuelto a desnudarse como si nada a lo que esta vez llego Rashomon a cubrirlo - ¿uhm? ¿Por qué?
- Podrían verte los vecinos por la ventana
- Oh, no tengo nada que ocultar
- Solo metete a bañar, tigre
Akutagawa se sentía avergonzado ¿Qué era aquella confianza del menor? Era algo salvaje por así decirlo.
Atsushi salió del baño un rato después, llevaba una camisa y un short corto de algodón. Pudo ver algunas viejas marcas en su cuerpo, si, su piel clara estaba marcada, lo sabía bien, pero verlo en aquel ambiente, ciertamente lo entristeció. – Hable con el presidente y Sakunosuke-senpai de todo esto, tendrás que quedarte aquí por las mañanas, vendré por ti por las tardes, y no llames mucho la atención
- Prácticamente me tendrán encerrado
- Está área es de la agencia, cualquiera que entre aquí sabe que se mete con algún agente, nadie correrá peligro así que, por favor, limítate a los alrededores
- Si
- ¿algo que necesites?
- Tengo que hacer ejercicio una hora al día
- ¿te gusta?
- No, pero estoy acostumbrado, si no lo hago me duele la cabeza y me pongo de mal humor
- Ya veo, puedes hacerlo, que sea
- Alrededor, si, entiendo.
- Atsushi – le llamo serio, casi molesto – si viene a buscarte, no lo dejes entrar, nadie aquí será dañado por él, así que no dejes que te chantaje. Ven conmigo, con Sakunosuke, cualquiera, pero ven rápido.
- Si papi
- Oye, no, no, no quiero ser tu papi
- Bueno, entonces ¿jefe?
- Tampoco – se quejó.
Akutagawa tomo sus mejillas – quiero ser todo lo que necesitas en la vida, todo tuyo. – Atsushi se puso completamente rojo.
- ¿e-eh? ¿qu-que estás diciendo?
- Digo, que este día te busqué como un loco, temía que algo te pasará, mi corazón latía en todo momento, estaba muy frustrado, no quería saber que no iba a volver a verte, no pude con ese sentimiento, pero cuando te vi, cuando vi tus ojitos tan bonitos, lo supe. No quiero alejarte jamás.
- No estas siendo muy apresurado
- ¿en qué? Dime cuando nuestras vidas han sido si quiera tranquilas
Atsushi lo miro – sí, bien, tienes razón. Supongo que mucha de hecho y – Akutagawa lo interrumpió tomando su labio con su dedo pulgar - ¿qu-que haces?
- Quiero que dejes de hablar... y me beses como anoche
- Ah... y-yo ¿re-realmente?
- Si
- Bien s-si...
Atsushi tomo sus manos, se acercaron nuevamente besándose tiernamente. Duraron así un rato hasta que el azabache se separó – voy a bañarme rápido ¿sí?
- Si, claro.
Atsushi miro como el azabache se iba al baño. No era tanto, ni tan poco. Se acerco mirando por la ventana, la luna desde aquel lugar era preciosa. Akutagawa salió del baño aun con toalla en la cabeza, quería verlo pronto, pero verlo fue algo nuevo.
Noto la cola de tigre fuera, relajada y sus ojos amarillos recargados en la ventana, viendo la brillante luna en el cielo.
Pudo sentir como su corazón se aceleró solo con verlo, era precioso. – Atsushi. – la cola de gato regreso en ese instante y lo miro – vamos, hay que dormir un poco
- Si, claro.
Ambos chicos fueron a la habitación, Rashomon ayudo a bajar los futones los cuales acomodaron, claro que juntos. Así se quedaron, acomodaron y durmieron.
Aquella era la rutina que tenían ya de una semana. Akutagawa se iba a la agencia, Atsushi se quedaba y limpiaba lo del desayuno, hablaba con los niños por videollamada, saludaba al director del orfanato y a Elise. Después limpiaba y hacia ejercicio. Al volver, solía pasar por el market para comprar algo para la comida, en casa, se daba un baño y preparaba la comida.
Akutagawa llegaba cerca del atardecer, solían comer y salir a ver alguna película, leer algún libro en un café o solo ir por una paleta. Una rutina sencilla pero poderosa. Al regresar, Akutagawa tomaba un baño y se iban a dormir. Así era cada día, por 7 días.
- Oye – hablo Atsushi viendo al azabache.
Termino los fideos que sorbia, y miro al menor - ¿Qué ocurre?
- Quiero ir al orfanato
- No puedes
- Es que es el cumpleaños de Yuki pronto... Quiero dejarle algo bonito
- Podrías ponerlo en peligro
- ¿puedes llevárselo tu?
- También sería sospechoso, podría enviar a uno de mis compañeros como favor
- ¿en verdad?
- Si, puedo intentarlo
- Gracias...
Un par de días más pasaron, cuando Atsushi estaba haciendo compras en el market, la tarde comenzó a parecer noche, llevaba una canasta con poros e higos, cuando sus instintos lo pusieron alerta. Miro a sus lados, pero prefirió mirar al techo. Trago saliva de ver aquellos ojos azules viéndolo directamente. Dejo la canasta en el piso lentamente, como si el moverse lento evitará que lo viera, entonces, salió corriendo. Sus piernas de tigre no eran fáciles de atrapar, claro que cuando controlas la gravedad puedes hacerte mucho más ligero.
Atsushi apenas llegaba a las afueras de la ciudad cuando el mayor lo atrapo de su ropa, mal día para usar over size. Lo jalo hacia el pasto directamente enterrándolo en un enorme hueco que provoco por la gravedad en su cuerpo. Atsushi sentía que sus órganos eran aplastados. - ¿Por qué huyes? – pregunto molesto. Atsushi solo logro toser sangre.
- ¿Qué quieres?
- Venganza, Dazai está muerto
- Lo sé... lo ví, él se suicido
- No quiero aceptarlo
- ¿qu-que quieres que haga para que lo creas?
- Quiero que uses tu olfato, solo eso
Atsushi se sorprendió – huiste de la cárcel y me buscabas, ¿solo por mi olfato?
Chuuya se sonrojo ligeramente – eres un tigre, puedes encontrarlo ¿no?
Atsushi suspiro – puedo llevarte a su cadáver, pero no quedo nada bien
- No quiero esa baratija con la que me engañaron, quiero verlo.
- Entiendo... pero ¿me creerás si no lo encuentro?
- Si lo buscas en todo Yokohama, te creeré que no está aquí
- Bien...
- Entonces
- ¿Eh?
- Lo buscaremos por todo el mundo hasta encontrarlo.
Atsushi se sentó en aquel hueco, su cabeza apenas llegaba a la superficie normal – Chuuya, no quiero
- ¿Qué? ¿Por qué no? ¿no quieres encontrarlo?
- Te-tengo alguien, alguien especial...
- ¿Qué? ¿Cómo qué? ¿destinado? No puedes, Dazai te hizo ese chequeo antes de todo lo ocurrido
- Es que antes de lo ocurrido, n-no lo conocía
- ¿ah? Espera – Chuuya lo miro - ¿ese agente que se metió en la organización? – Atsushi asintió repetidas veces – no salgas con alguien como él
- ¿eh?
- Hay dolor en su corazón, la perdida de lo mayor. Como Dazai, no salgas con alguien como él. Solo te alejará de lo que amas, y terminarás enloquecido buscando un cadáver...
- Chuuya – Atsushi lo miro sorprendido - ¿eras el destinado de Dazai-san?
- Eso fue hace años Atsushi, solo ayúdame ¿sí?
Atsushi trago saliva – sí, te ayudaré.
...
¿Creen que Dazai se esconde?
lo descubriremos...
¡Gracias por leer!
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