Capítulo 1. Caso bovino
Capítulo 1. Caso bovino.
Yokohama, una hermosa ciudad, con buenos ciudadanos que se interesan por el lugar donde viven, incluyendo insectos, arboles, y si, estamos hablando del agente de la agencia armada de detectives, Akutagawa Ryunosuke. – Muy bien Akutagawa, debes hacerte el examen
- No
- Akutagawa, haz caso
- He vivido mi vida perfectamente bien.
- Todos en el mundo somos así Akutagawa – expreso Kenji – no te presentaras hasta que conozcas a tu amorcito
- Cierto, pero antes, debemos prevenir los síntomas.
- No tengo ningún síntoma de enlazamiento – se quejó. – soy un hombre libre
- No, no lo eres. Apurémonos – expreso Yosano.
Tardaron 2 horas entre exámenes y pruebas, al final tuvieron que esperar otra hora solo para que supieran el resultado de los exámenes. Yosano le sonrió al conocer todo – felicidades, estas completamente sano. Me temo que tienes un ligero brote, ¿alguien que hayas conocido recientemente?
- No
- ¿Qué hay de esa chica Higuchi?
- No
- Vamos Akutagawa.
- No, no quiero nada, ni nadie, ni siquiera pareja. Nada.
Yosano suspiro, simplemente lo dejaría ser un rato más. No había forma de que huyera, eso era seguro.
Akutagawa y Tanizaki tenían una misión, podía ver como el azabache caminaba con disgusto y a paso duro. Tanizaki no podía evitar reír por verlo. Verlo molesto le causaba bastante risa. - ¿tan mal te fue?
- Ellos dijeron que yo tenía brotes
- ¿tu destinado? – le sonrió – sería bueno ¿no es así?
- No, mi único destino es cuidar de mi hermana. – menciono furioso.
- Vamos Akutagawa, tu hermana también tendrá a alguien a quien amar, vivirá su vida, entonces ¿tú que harás?
- Beberé té mientras veo arte – menciono.
- Eres todo un caso – le menciono sonriente.
Siguieron caminando hasta que llegaron a su misión. Tenían que ayudar a unos ancianos con la desaparición de sus vacas. – para esto sería mejor Kenji – mencionaba Tanizaki
- Pero ya sabes, está en el campo ayudando con los ríos que aparecieron por la presa rota
- Lo sé – se quejó y miro alrededor – oh – se subió sobre Akutagawa – mira, hey, mira allí
- Quítate de encima alimaña
- No, Akutagawa mira – señalo frente de ellos – es la muerte blanca.
Akutagawa se sorprendió y lo miro. Era cierto, era el chico de la mafia. Aunque vestía un overol y cargaba con dos cajas grandes, las había dejado en un contenedor y se volvía a ir - ¿crees que tenga algo que ver con el caso?
- Fue destituido de la mafia, ahora parece que trabaja de cargador ¿no?
- Vamos
- Akutagawa ¿para que me preguntas entonces? – se quejo
El azabache ya había avanzado y alcanzado al joven mafioso. – hey – le llamo con aquella voz ronca y arrasadora de golpe.
Atsushi giro su rostro mirándolo, - ¿eh? ¿tu? ¿Qué haces aquí? – se quejó.
- Vine a hacer un trabajo, así que a ver ¿Dónde están las vacas?
- ¿eh... eeh?
- Contesta tigre
- ¡aay no me digas así! – se quejó. – Estoy trabajando, recopilo dinero para el orfanato ¿feliz por eso?
- No, iré a preguntar – expreso tomando su muñeca – ven conmigo
- No, oye, sueeeeltameee – se quejaba mientras era jalado.
Tanizaki los miro y no pudo evitar reír por solo verlos, eran divertidos.
Se les unió después de verlos discutir un momento. Akutagawa llevo al menor con los ancianos que los contrataron, estos lo miraron totalmente preocupados – claro, el nos ayuda a cambio de algo de maíz y arroz.
- Es un buen chico, ayuda a los niños del orfanato.
- Claro, Atsushi es tan tierno.
- Tan lindo, cuando estoy aburrida, suelo hacer ropa tejiendo, se los regalo para sus hermanos del orfanato
- Ya veo... - respondió Akutagawa - ¿no les sorprende su fuerte?
- Hoy en día los niños suelen ser así
- Cierto, así es.
Akutagawa suspiro – gracias por su cooperación – añadió sonriente Tanizaki
- Atsushi cuando termines, ven, tenemos un par de cosas que darte.
- Si, claro. – respondió el joven.
Akutagawa no dejo de ver al menor, este seguía haciendo su trabajo, - oye Akutagawa – llamo Tanizaki - ¿estás seguro de que está bien vigilarlo así?
- Si, estoy seguro de que tomará esa vaca en algún momento
- Exagerado
- No lo soy – se quejó.
Atsushi volteo a verlos, podía escucharlos perfectamente. Así que suspiro cansado por ello. No, realmente solamente quería terminar su trabajo.
Llego hasta la casa, donde los ancianos lo felicitaron por sus tareas. Tomo el saco de maíz y de arroz, siguió su camino aunque claro, fue obviamente seguido por ellos. Volteo mirándolos – en serio ¿Qué quieren?
- ¿Por qué te llevas las vacas? – cuestiono Akutagawa
- ¡YO NO ME LLEVO VACAS!
- A ver, Enséñame tus bolsillos
- ¡¿COMO SE SUPONE QUE METERE UNA VACA EN MIS BOLSILLOS?!
- No lo sé, eres un tigre, capaz y la guaras en tu pelaje
- ¡QUE TE
- Cálmense niños – pidió Tanizaki. – compórtense.
- El empezó – respondieron al mismo tiempo.
Acompañaron a Atsushi hasta el orfanato, allí los niños salieron a recibirlo con alegría. Atsushi los miro y suspiro – adelante, pasen – pidió. – podrán ver que no hay vacas aquí
- No es nece
- Si, voy
- A-Akutagawa – se quejó Tanizaki, pero el azabache ya había entrado.
Siguieron a Atsushi hasta una bodega donde acomodo el maíz y el arroz. Luego fue con ambos detectives – podemos ir al terreno, verán que no hay vacas.
- Muy bien tigre, vamos
Una vez en el terreno trasero del orfanato totalmente vacío excepto por plantíos, los agentes suspiraron – pero, podría informarles sobre las vacas – añadió. – uno de los niños menciono que vio a un chico rubio jugando con vacas hace unos días, aunque menciono decir que las devolvió, las vacas ahora tienen la costumbre de ir rio abajo a tomar agua y comer pasto fresco. Si siguen ese camino, podrán encontrarlas. Espero
- ¿Cómo sabemos que no es una trampa tuya?
- Pueden preguntarle al niño
- Bien, vamos por ese niño
Atsushi suspiro una vez más, fueron al salón principal donde los niños jugaban, - ¡Yukito! – hablo Atsushi con fuerza, más no fue un grito. El niño de cabellos blancos y piel morena lo miro – ven aquí por favor
- ¡voy! – devolvió el grito alegre. Se acerco sonriente – dime hermano mayor
- ¿puedes decirles a los chicos lo que viste de las vacas?
- Uh ¿lo del chico rubio? – pregunto sonriente – el era totalmente alegre y lindo, se llevo a las vacas al rio – añadió sonriente – pero era super tierno. Lo seguimos un día, los llevaba al rio y las vacas comían rico y pasto, y luego las regresaba. La verdad es que, aun así, he visto a las vacas regresar, pero no regresan a sus casas. Las vacas mamás deben estar buscando a sus vacas bebés
Atsushi comenzó a reír – se llaman becerros Yukito
- Son vaquitas chiquitas hermano mayor.
Akutagawa suspiro – bien, comprendo. – menciono y miro al joven. – nos iremos
- Los llevaré, el camino es rocoso – menciono.
- Hermano mayor, pero papá
- Todo está bien – sonrió Atsushi – los llevaré al rio y de vuelta al pueblo, entonces regresaré ¿sí?
- ¡Si!
- Hagan caso, lávense los dientes, regresaré por la noche
Atsushi miro a los agentes – bien, vamos por esas vacas
- Que quede claro que no lo pedí, te ofreciste – añadió Akutagawa. Tanizaki no podía dejar de reír por ello.
Siguieron caminando hasta el rio, allí encontraron varias vacas alrededor del rio y pasto. Akutagawa suspiro y Tanizaki se alegró por resolverlo todo. Akutagawa llevaba a las vacas usando a Rashomon, Atsushi caminaba a su lado guiándolo, Tanizaki iba atrás ocultando aquel gran espectáculo.
- Tigre
- ¿sí?
- Lo de culparte
- Está bien, estoy acostumbrado a eso.
- Mm...
Tanizaki solo los miraba, eran realmente un par de desconocidos y aun así se estaban comprendieron y ayudando. Era algo fascinante de ver hasta cierto punto.
En las granjas, Atsushi saludo a los granjeros y explico lo sucedido. Akutagawa y Tanizaki dieron opciones de un camino para las vacas, poder vigilarlas y que regresen a sus respectivas granjas. Atsushi termino con ellos y suspiro por el cansancio. – agentes, si no les molesta, regresaré a mi ahora hogar, sería lindo de su parte que no volvieran a molestarme
- Espera – hablo está vez Tanizaki - ¿Cómo podríamos hablar de esto? – cuestiono.
- Solo digan que fue un chico del pueblo que los ayudo
- Oye, tigre
Atsushi suspiro - ¿Qué necesitas?
- Eres un buen hermano mayor
Solamente se miraron, Atsushi subió sus hombros y volvió su camino.
El caso de las vacas había acabado.
Una semana después.
Atsushi salió del orfanato, lo miro. - ¿Qué haces aquí?
- Vine por algo de té
- ¿de qué?
- De té. Vamos
Atsushi suspiro – maldición.
...
Hola mis amados lectores, gracias por su espera, después de más de un mes sin poder escribir por un trágico episodio en mi vida, estoy devuelta, y esté fic es totalmente inocente, tierno, con pizcas de picor pero lindo.
claro, lo admito, ira avanzando pero quiero dejarle la esencia tierna porque después de esto escribiré puro toxico, golpes y gritos alv. (cof, cof.) como les decía, muchas gracias nuevamente; por: no dejarme, por seguir, y por leer. Les dejaré aquí abajito una breve explicación de lo que he creado sobre "Destinados."
El destinado.
Es una persona del mismo género o puede ser opuesto, se presenta en cada una de las personas, y una vez que se presenta en tu vida su cuerpo se va uniendo así como sus destinos.
Pueden alejarse pero jamás podrán dejar de quererse o buscarse.
Ya que están destinados, van por un mismo camino de la vida.
Hay métodos para cortar el camino o cambiarlo pero son de extremo peligro, y se da en casos donde el destinado tiende a no aceptarse por quien es o por alguna circunstancia externa.
Los destinados se van uniendo conforme pasen tiempo juntos, esto no afecta sus cuerpos de forma peligrosa pero mientras el destino se une pueden ocurrir algunos parámetros para ser impedidos.
mientras se van uniendo, pueden ser monitoreados, e incluso, al no pasar tiempo juntos pueden cambiar de destino, esto antes de que el destino quede alineado.
¡Gracias por leer!
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