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Entro a la habitación que compartiré con los siete Alfas, a penas hay tres camas, dos matrimoniales y una pequeña, la casa en la que nos alojamos es bastante más pequeña de lo que imaginaba cuando la he visto por fuera al llegar.

Al final Jin dormirá junto con Namjoon, Yoongi y Hoseok en una de las camas matrimoniales, Jimin, TaeHyung, JungKook y yo dormiremos en la otra y la única cama que queda libre, la usamos para dejar nuestras maletas ya que, si no lo hacemos de esta forma, no podríamos caminar por el espacio tan reducido.

La noche cae y todos tomamos nuestras formas animales para dormir sin ocupar tanto espacio.  Algo que a pesar de que nuestros cuerpos lobunos son muchos más grandes logramos hacer un ajuste lo suficientemente bien como para poder soportar el estar un poco apretados, pero que nos funciona para el horrible frío, manteniendo el calor entre nosotros.

No quiero ni imaginarme cómo dormirán las familias numerosas en casas de este estilo porque, estoy segura, de que esta es una de las casas más grandes de toda la aldea, cosa que no me gusta en absoluto, me apena saber que no voy a poder hacer nada, que no puedo sacar a esa omega de esta aldea, que no puedo ayudar a ninguno de los pertenecientes a esta aldea con un líder tan deplorable.

JungKook se acurruca junto a mí, esconde su cabeza en mi nuca y yo apoyo la mía en sus patas delanteras, tenerle así me hace sentir más calmada y segura, aunque la sensación de peligro aún corre por mis venas.

Espero que mis amigos lleguen sanos y salvos a la manada, aunque aún no sé realmente por qué Namjoon a accedido a pasar la noche aquí y a retrasar la decisión a mañana, no tiene ni el más mínimo sentido. No quiero que mi manada entre en guerra, pero si no estoy mal informada, la mitad de la cosecha se reparte entre otras aldeas, a cambio de recibir parte de su alimento, los osos, por ejemplo, nos dan pescado y miel a cambio de verduras, los zorros nos dan frutas, los leones y los tigres, carne de animales de los que carecemos en la aldea, los pumas carne y junto a los osos nos abastecen de materiales de construcción a cambio de contratar algunos servicios de la aldea, como lo es YoonSeok y Lia, Chou y algunos cuerpos de seguridad cuando necesitan apoyo extra.

—Aysel, no le des más vueltas al asunto del trato. — miro a Jimin, con la cabeza aún apoyada en las patas de mi novio, su pelaje es bastante oscuro por culpa de la escasa luz, pero aún puedo distinguir su pelaje grisáceo y sus puntas blancas, no respondo nada, eso no es lo único que me preocupa. —Jin no ha visto nada, si fuese a pasar algo nos lo habría dicho. — sus susurros son calmados, pero yo me tenso, Jin no siempre acierta en sus predicciones, hay mil factores que las modifican día a día.

—Mejor durmamos, mañana será bastante largo. — susurro, antes de cerrar los ojos y dejarme llevar levemente por Morfeo, la sensación me mantiene alerta incluso cuando ya estoy casi dormida.

Soy capaz de oír pasos y murmullos de personas que caminan alrededor de la cabaña en la que dormimos, les escucho alejarse y pasos nuevos acercarse, me siento cómo cuando vivía en aquella cueva que visité a penas hace unos días, me siento en peligro, un peligro constante.

(...)

Me despierto al escuchar los pasos de los chicos por la habitación y al sentir el frío en mi cuerpo, tomo mi forma humana y me levanto, algo más perezosa de lo que me gustaría admitir, les veo abrocharse sus chaquetas y me cabreo con ellos por no despertarme antes.

—Aysel, puedes usar el baño para cambiarte. — JungKook me besa en la frente al mismo tiempo que me levanto, me entrega una muda de ropa y aunque le veo sonrojarse un poco, le devuelvo el beso antes de entrar al baño y cambiarme rápidamente de ropa, me parece un gesto demasiado adorable como para molestarme.

Me cambio de ropa, me ha dado unos vaqueros negros, una camiseta básica gris uno de sus jerseys favoritos y una chaqueta negra. Sé lo mucho que odia compartir su ropa por lo que mi sorpresa es mayor no sólo al darme cuenta de que la sudadera es suya, sino de que también es una de sus favoritas, sé que en mi rostro se ha extendido una sonrisa tonta, tampoco trato de ocultarla, aún más cuando se que no solo es para mantener el calor, como si fuera el quien me diera de su calor, si no también para marcar más de que soy suya, para tener su aroma sobre mí a pesar de no tener ninguno.

Salgo del baño y me calzo, después camino junto a los chicos hacia la calle, donde nos esperan algunos guardias, que nuevamente nos escoltan hasta la casa de ese asqueroso y pretencioso Alfa.

Cuando entramos en la casa nos sorprende con un banquete de comida, si antes me caía mal, ahora puedo admitir que le odio sin tapujo alguno, toda su manada se está muriendo de hambre y él lo único que hace es cebarse, a él y a su hijo, por que su mujer a penas come una rebanada de pan, junto a un zumo y media fruta, me duele ver que esa sonrisa falsa sigue ahí.

Durante el desayuno a penas como, tan solo cojo una fruta, una manzana roja, los demás Alfas comen bastante, aunque mucho menos de lo que suelen comer en la manada, lo entiendo, allí todos podemos permitirnos comer en grandes cantidades varias veces al día, sin embargo aquí el único que parece darse el banquete es SoYun. 

Caminamos hasta la misma sala de ayer, nos sentamos de la misma forma, esta vez no hablamos antes de ir al tema principal, ni él se sobrepasa conmigo ni suelta ningún mal comentario. Al principio la tensión en el ambiente es notable, pero conforme van pasando los minutos la tensión es aún peor.

—Te lo he dejado bastante claro SoYun, ese trato es indecente e innecesario. — asegura Namjoon una vez más.

—Ayer tuviste la oportunidad de aceptarlo y lo negaste, el que paga eres tú, te lo dije. — me resulta estúpido que no solo haya pedido tres cuartos de la cosecha, sino que haya duplicado la petición de dinero, no sé por qué intentamos negociar con él, es imposible y una pérdida de tiempo.

—Lo más seguro es que, si aceptásemos darte esa cantidad de la cosecha acabarías comiéndotelo todo tú mismo, olvidándote de tu manada, al igual que económicamente. Todo lo que te demos es para tu propio uso, no para mejorar la situación en tu aldea. — las palabras de YoonGi dan justo en el clavo, aunque parece que le ha colmado la paciencia al Alfa.

—Podríamos darte una quinta parte de la cosecha y prestarte algo de dinero, pero no las cantidades que pides. — Namjoon zanja la conversación y no puedo estar más en contra de su proposición.

¡Este Alfa no se merece nada!

—Me están insultando y no me gusta que me insulten. — le veo hacer un gesto con la lengua, seguido de un chasquido con sus dedos.

Escucho muchos pasos hacia aquí, vienen con mucha rapidez, miro a los chicos, que también las han escuchado, todos nos levantamos de golpe, puedo olerles, no son lobos, son humanos, me tenso sobre mis pies, no puede ser, éste es su As, ha jugado con nosotros y va a salirse con la suya, va a conseguir incluso más de lo que pide.

Pero todo mi cuerpo se tensa hasta hacerme pensar que puede volverse piedra, los humanos no vienen solos, cinco olores familiares llegan y no reprimo el gran gruñido que sale de mi boca desde lo profundo de mi pecho, totalmente inhumano, esto es más que un juego sucio.

Le veo sonreír con sorna, sé que, mientras camino con paso decidido al Alfa, Namjoon no me mira con preocupación, igual que los demás.

<"Mátale, déjame matar a este bastardo.">  

Mi loba gruñe y araña en mi interior, pero le mantengo ahí, no voy a matarle, no aún, me gustaría más volver a casa que matar a este sujeto.

La puerta se abre antes de que pueda llegar a él, la visión de mis padres, mis hermanos y Lia me afecta de maneras poco explicables, están golpeados, la suciedad está en su ropa rasgada, despeinados y la sangre se mezcla con la suciedad, puedo ver algunas de sus heridas, unas están en proceso de curación, mientras otras aún sangran, están débiles y puedo ver que le han dejado morir de hambre durante los días que han estado bajo las manos de estos idiotas.

Puedo ver sus miradas afligidas, sus miradas de dolor y el como por poco se sostienen sobres sus pies, los humanos le sueltan de sus restricciones y algunos de los chicos les ayudan, así como poniéndose frente a ellos para protegerlos.

—Ahora si, la familia del Este, está completa.— SoYun habla y le miró con odio y desprecio, ojalá las miradas matarán, verlo explotar en mil pedazos sería perfecto. —Una gran tragedia que la manada fuera extinguida por un horrible fuego. — sus palabras y su tono, esa maldita sonrisa y el hecho de los humanos, les miro.

Mi manada fue atacada por humanos, ato cabos rápidamente y al mirarlo de nuevo, su sonrisa se ensancha aún más en su deplorable rostro.

Ese es el reconocimiento que no pude encontrar antes y me molesta saber que lo he echo tarde, esa torcida y macraba sonrisa antes de que callera por un risco, fue él quien me empujó.

Debí saberlo encuanto me dijeron la ubicación de la manada, Suroeste, ahí fue cuando desperté después de caer del risco, compartimos fronteras con ellos, está es la manada oscura, fría y en ruinas que no quise pasar ni por los alrededores, que evite a toda costa, sin querer saber si estaba a
habitada o como se dejaba ver, completamente abandonada y siniestra.

—Tú enviaste a los humanos. — la declaración deja mis labios con un fuerte gruñido y le veo encogerse de hombros.

—Si, resultó, una competencia menos, estaba bajando los número querida Aysel, pero son duros de matar... La querida y gran familia Kang, la única, una en la que está conformada con un miembro de cada rango, hasta una sin causa y sin siquiera un olor para reconfortarla, pero con poderes imaginables... Sabes, en cuanto supe que habías sobrevivido, no solo al fuego, si no a la caída del risco, en el bosque y sin manada y que ahora te encontrabas en la manada de los siete Alfas, supe que era perfecto para volver a atacar.

Gruño fuerte y el solo se ríe, si supiera la ganas que tengo de borrarle dicha sonrisa y hasta con los dientes, seguro lo dejara de hacer.

—Has sido tú quien ha eliminado a todas las manadas de lobos a nuestro alrededor. — en cuanto lo afirmación sale, los gruñidos detrás de mí lo confirman sin ser necesario que el Alfa enfrente lo haga por si mismo.

—Si, he sido yo, por ahí solo quedan grupos mínimos y lobos rebeldes, consumidos por sus lobos y el lado salvaje, empecé por los pequeños y dejé al último a los más grandes, la manada del Sur, liderada por siete Alfas fuertes y capaces así como con algún poder y la manada del Este, gobernada por una familia unida, estratégica y dueñas de hermosos terrenos sagrados, a está fue fácil encontrarle su debilidad; su manada, iniciando un fuego para atacarla primero y algunos humanos para manejar a los demás, lo demás llegó solo, solo que los que deberían morir de primero, no lo hicieron.

Mi familia gruñe, sus gruñidos un pocos más bajos que el mío, el cual hace temer a los humanos, pero el Alfa sigue en pie, creyéndose superior y con un sonrisa que ni el hoyuelo en una de sus mejillas hace el intento de hacerla ver mejor.

—Y cuando buscaron refugio en la manada del Sur, solo fue darme cuenta de, Dos pájaros de un solo tiro. — el Alfa simula un arma con sus dedos y dispara al aire falsamente.

Los olores se hacen cada vez más fuertes en la sala, puedo percibir con claridad el aroma de MinHo, su olor achocolatado llega con mayor fuerza a mi, es amargo, está enojado, en especial indignado por las palabras de SoYun, sonrió internamente a pesar del caos, un Delta como mi hermano y enojado, es una mala combinación, su lobo es especial y es algo que se ve en cuanto ves que, Delta, chocolate y que su personalidad y humor influye en su aroma, está en la misma frase junto con rebelde.

—Manada del Este... — Él susurro de Jin me hacer ser consciente de los jadeos detrás de mí, así como sacarme de mis pensamientos.

Me hacen saber que los siete Alfas han atado sus cabos sueltos, ya sabiendo más que la verdad, pero el jadeó que deja mis labios es el más fuerte de todos en la habitación. SeYun habla de poderes y los recuerdos de esa trágica noche pasan ante mis ojos como una película, uno de ellos... El fuego.

El recuerdo de estar en esa habitación rodeada de fuego y mi loba diciéndome que puede manejarlo, con ti más no decírselo a nadie.

Estoy desorientada, dolida, el dolor en mi pecho se expande y no entiendo nada, pero nuevamente SoYun no tiene problemas en seguir hablando.

—Si, Aysel, fuiste tú quien mato a toda tu manada, después de todo yo solo iba detrás de toda tu familia, pero tú me facilitaste eliminando a todos en el camino, así no dañando el territorio haciéndolo inhabilitado, una terrible pérdida si me preguntan, sin mencionar a los guardianes que la protegen ahora. — su rostro de deforma en disgusto antes de seguir hablando.

» —Yo solo inicie un pequeño fuego para alertar y asustar a todos, que evacuarán la aldea, pero en cuanto tu loba lo sintió, se dejó llevar y lo expandió como una explosión. Lastima que en ese "Accidente" no cayó tu familia, pero por eso están aquí, para terminar lo que empecé. — su declaración me hace temblar, estuviera en el suelo si no es porque siento unos brazos fuertes envolverme para mantenerme en pie junto a él, el olor del bosque me invade y se que es mi padre.

Me aferró a él mientras SoYun se jartá a carcajadas y trato de mantenerme en pie por mí misma, papá casi puede con el mismo como para tenerme, pero no le impide darme fuerzas por más que este débil.

—Tranquila cariño, no es tu culpa, fue por defensa, no lo sabías controlar. — mi cabeza gira rápidamente hasta lograr mirar a mi padre, el movimiento brusco y precipitado me hace doler el cuello, pero lo ignoró al ser el asombro y el impacto de sus palabras, mayor que el dolor.

Mis ojos se llenan se lágrimas, él lo sabía, lo sabía todo, una mirada rápida, encontradome con las miradas de mi familia, me hace saber que ellos también lo sabían, siento a mi loba tratando de consolarme, ella también lo sabía, le reprimo y ella se encoje...

<"Quería protegerte Aysel, a ti y a tu familia, lo siento, pero no fui del todo yo, me controlo, no lo hice con intención.">


¿¡Qué demonios significa que no fue del todo ella!? ¡¿Qué no fuimos del todo nosotras?! ¡Mate a mi manada y casi lo hago con mi familia! ¿¡Quién coñ_ la controlo!?

¿Desde cuándo tengo esto? ¿Porqué no lo supe? ¿Mis padres lo sabían todo? ¿Desde cuándo? ¿Porqué mierd_ no recuerdo lo más importante? ¿Porqué no recuerdo casi nada?

—La diosa los bendijo a ustedes, pero a los demás ¿Qué? — le miró aún en mi estupor, la envidia suena en su voz, si antes se regocijaba en codicia, la envidia le equilibra la balanza. —Será un gusto verlos desaparecer y poder apoderarse de todo.

Entonces ese fue su plan, eliminar a todos los lobos y apoderarse de sus tierras, de su manada, ser el único Alfa.

Entonces comprendo algo, nuevamente tarde para mí gusto, mis padres están acá, ellos eran los que se quedaron a cargo de la manada, si nadie está ahí, con ti más ellos acá, quiere decir que SoYun ya debe estar masacrando a la Aldea, grupo y seguido de mi Namjoon, quien parece haberse dado cuenta de lo mismo en cuanto he mirado a mis padres.

—¿Quién a quedado a cargo? — pregunto sin importarme si SoYun lo escucha, mi padre me mira y hay calidez en su mirada a pesar de lo dolido y triste que está y me responde a pesar de no definir bien mi pregunta o a que me refiero, pero el parece saberlo.

—Los Antiguos. — su respuesta me golpea y el reconocimiento y recuerdo me invaden como truenos.

Se suponía que no quedaba ninguno, nuestra aldea no solo era conocida por la familia con miembros de cada rango o por sus tierras sagradas bendecidas por la diosa, si no por lo antiguos, nombrados por los humanos como monjes, eran los espíritus de lobos más sagrados y antiguos desde la existencia de los cambiaformas, con poderes imaginables, fuerza y por su puesto, inmortalidad, hijos directos de la misma diosa, cada manada tiene los suyos y la familia Kang era quien cuidaba a los guías originales de los lobos, cuando todo inició, cuando el caos se desató y corrimos a los templos para sacarlos, ellos no estaban, asumimos que huyeron o dejaron el mundo de los mortales desapareciendo.

Pero mirar a mi padre me confirma la primera, ellos huyeron y tal como nosotros, acudieron a la única manada igual que nosotros, a la manada de los siete Alfas.

El recuerdo de la anciana en la tienda de Jimin, la luz que irradiaba de ella naturalmente, ese inimaginable e inexplicable poder que venía con ella, su sonrisa, su mirada llena de calidez, amor y protección al mirarme, ese reconocimiento que yo no pude identificar, pero que me llamaba a seguirla, a saber quién era.

Los Alfas jadean y un mirada hacia ellos me hace saber que ellos no sabían de ellos y el gruñido de SoYun que no está conforme.

Mi padre gruñe demasiado fuerte y se que no es el hecho de solo tenerlo pegado a mi, mis puños se cierran con fuerza y me levanto en toda mi estatura, el calor fluye por mis venas y seguido de mi padre, en mi garganta se forma un gruñido que se que será más mortal que el de él.

El odio, el dolor, todo se mezcla, pero hay algo que SoYun no sabe y es que he madurado más, ahora tengo control, estoy más cerca de mi loba y ahora puedo saber que los poderes habían estado conmigo mucho antes, a pesar de estar ahora a mismo resentida con ella, porque es todo lo que he tenido cuando había estado sola, cuando me sentía diferente.

No dejo que me consuma el hecho de que fueron sus poderes los mismos los que mataron a mi manada, en vez de eso me concentró, ya habrá tiempo, ahora... Debemos salir de aquí y mantener a todos a salvo, tengo mi familia, tengo una nueva manada, haré por ellos lo que no pude hacer por la mía antes.

Y a pesar de no recordar la mayoría de toda mi vida, decido que los nuevos recuerdos deben ser los primeros ahora, salir de acá siguiente y que luego tendré el tiempo suficiente para pensar en todo, al menos eso espero.

Me alejo de mi padre y miro a Namjoon, él le toma para ayudarlo a mantenerse en pie y retomo mi caminata de nuevo hacia el Alfa petulante frente a mí, los humanos están fuera y antes de que les pueda llamar, le agarro con fuerza de su chaqueta emplumada, le alzo de su silla, sin embargo su mirada no pierde diversión al igual que su sonrisa no desaparece, miro a Namjoon, intento avisarle de que tapen sus oídos, no quiero que les afecte a ninguno de ellos.

Cuando les veo tapar sus orejas con fuerza es mi señal, escucho un chasquido de los dedos de SoYun y la puerta se abre de golpe y antes de que entren demasiados humanos, gruño con tanta fuerza que veo palidecer a SoYun ante mis ojos, no se esperaba eso, el factor sorpresa está de mi lado, sus ojos pierden el brillo ámbar y se vuelven de color azul, sus ojos humanos salen a la luz por primera vez desde que llegamos, pero no me contento con verle palidecer, gruño otra vez, cuando siento a alguien sujetar mi brazo con fuerza, ésta vez veo sus oídos sangrar, ese líquido rojizo corre por toda su mandíbula, su sonrisa a desaparecido por fin, le empujo hacia la pared antes de volver a sujetarle, esta vez del cuello, miro de reojo a mis Alfas, que miran con descaro los cuerpos inertes de los humanos en el suelo.

—¡Corran! —  les grito, ellos son los Alfas, son ellos los que deben volver antes que yo, sin ellos la manada se hundirá. Deben cuidar de mi familia. —¡Moveos joder, les alcanzaré después! —  sin embargo no se mueven, miro a Namjoon, mi mirada se lo dice todo y acaba arrastrando a mi familia con la ayuda de los Alfas hacia la puerta.

—Ellos morirán antes de salir de la aldea, aún hay más humanos y todos están armados. — La voz de SoYun es débil ante su declaración, su sonrisa a vuelto, a pesar de que está débil. Le gruño nuevamente, ésta vez parece desfallecer del dolor y viendo que no me molestará durante un buen rato corro en dirección a la salida.

Veo a los chicos a lo lejos, JungKook no para de mirar hacia atrás hasta que me ve, escucho un arma se cargada y de repente, el ruido ensordecedor de un disparo, el olor a sangre me congela, no soy yo a quien han herido, ha sido a HoSeok, que cae al suelo, no pueden haberle matado.

Le veo levantarse al mismo tiempo que escucho otro arma ser cargada, veo al tirador escondido tras un edificio y sin dudarlo ni un segundo me despido de JungKook con la mirada, tomo mi forma animal y me lanzo sobre el tirador, que en cuestión de segundos yace sin vida en el suelo. 

Vuelvo a correr en dirección a la salida del bosque, vuelvo a ver a los chicos, Namjoon lleva a mi padre y le flaquea Jin que lleva a HoSeok en su espalda, todos tienen sus formas animales, igual que yo, les veo separarse y tras unos segundos volver a juntarse, JungKook, TaeHyung, Jimin y YoonGi entran a callejones y después vuelven, cubiertos con sangre, están limpiando el camino, a pesar de necesitar desesperadamente llegar al coche siguen intentando que llegue con ellos.                      

Mis ojos buscan desesperadamente a mi familia, me asusto y mi cuerpo tiembla al no verlos, hasta que logro ver el pelaje gris de MinHo ayudando a nuestra madre,  busco a YoonSeok y a Lia, son los que no encuentro a la vista.

Miro hacia atrás y le veo entré el caos, los humanos casi le alcanzan, Lia intenta levantarlo, pero no tiene fuerzas ni para ella misma, veo como YoonSeok está malherido, mucho peor, intenta levantarse, algunas balas debieron alcanzarlo, veo como intenta hacer que Lia siga sin él.

Aulló de rabia y dolor, no perdere a nadie hoy, nadie se quedará atrás, mis patas resbalan en la tierra suelta y las piedras desgastadas que en su tiempo, marcaron un camino a causa de las zarpadas de los chicos al correr delante de mí, pero logró equilibrarme y correr de regreso, Lia me ve y sus ojos muestran el dolor por su pareja, cuando llegó a ellos ella se derrumba sobre YoonSeok y no soporto ver la vista ante mi.

Gruño con fuerza hacia los humanos, veo sus rostros contraerse en dolor y mientras algunos se recuperan y otros ni respiran, aprovecho y tomo el momento.

—Lia corre, llevaré a YoonSeok. — le veo negar con la cabeza negándose a dejarlo y lamentándome interiormente, dejo que mi voz de mando bañe mis palabras. —¡MUÉVETE LIA, CORRE! — veo sus ojos agrandarse por la sorpresa, pero así como inmediatamente su cuerpo responde a mi orden, me tomo unos rápidos segundos para verla y sentirme aliviada cuando veo a Jungkook llegar a ella y ayudarla, dando un cabezazo en mi dirección, haciéndome saber que la tiene.

No me demoró y trato de mover a YoonSeok, su cuerpo es más pesado en su estado y no me ayuda, pero logró tenerlo levantado y con su cuerpo sobre mi espalda, se me hace difícil tomar el camino, una bala roza mi costado al mismo tiempo que se escucha el retomar de los disparos detrás de nosotros.

—Vamos hermanito, tu hijo te espera en casa, no te rindas, tu mujer también te necesita, no te permitas caer ahora cuando haz resistido todo el pasado. Eres parte del Pilar que yo no pude ser para la familia, te necesitan... te necesito.... vamos hermanito, te necesitamos. — con un gruñido fuerte, mis palabras le hacen levantarse, me apoyo en su costado para mantenerlo en pie, me mira y sus ojos me muestran todo lo que no me puede decir, lamo una de sus orejas para hacerle entender que no hace falta hablar y nos ponemos en marcha y seguir corriendo.

Recuerdo que llevo el pinganillo en mi oreja, es la única forma que tengo de comunicarme con los Alfas.

—Vayan al coche, les cuido las espaldas. — sé que me escuchan porque veo a Namjoon gritarle algo a los demás y correr aún más rápido, Yoongi toma a YoonSeok en su espalda, ya no puede más y a perdido su pelaje, yace inconsciente y desnudo sobre Yoongi, pero este corre acuestas con él sin detenerse. 

Miro a mi espalda y veo un montón de humanos y lobos persiguiéndome, quiero llegar al coche, quiero ver a mis padres, ver que todos llegan bien, quiero llegar con Ansel y la señora Yon.

—¡AYSEL CORRE MÁS RÁPIDO! —escucho la voz de JungKook gritarme y aunque me molesta por lo cerca que le oigo por el pinganillo, intento recordar su voz, tengo miedo, no pienso negarlo.

Intento acelerar mis pasos, pero por mucho que lo hago no consigo acercarme lo suficiente a ellos. Miro hacia el frente y veo a JungKook pararse, Taehyung toma el cuerpo flácido de Lia de la espalda de Jungkook, para ponerla en la de él y me doy cuenta como toda mi familia empieza a caer inconsciente encima de los Alfas, mis ojos se cristalizan.

Pero Jungkook no sigue corriendo, se queda en donde se ha detenido y no puedo ya contener mis lágrimas ¡Por lo que más quieras corre! quiero que me escuche, quiero que haga caso a mi mirada, pero no lo hace.

Estoy cerca de él, cada vez más, pero, incluso cuando estoy por alcanzarle deseo que él esté lejos de mí, lejos del ejército que tengo detrás y que no sé por qué, aún no me ha dado ni una sola bala, más que un solo roce.

JungKook corre junto a mí, ninguno decimos nada, pero empiezo a cansarme rápidamente, llegamos a la salida de la aldea, pero incluso allí nos siguen.

—Suban al coche, les distraeremos en el bosque, esperennos en la zona. — escucho a JungKook en mi oreja y a mi lado, no me creo lo que está haciendo.

—Sube con ellos, yo les distraeré. — me niego a que se juegue la vida por mí. 

No me hace caso, el motor del coche se pone en marcha y no tarda en dejar una nube de polvo con su ida, mierda, ya no hay vuelta atrás. 

Corremos en dirección al bosque, aún nos siguen, siento las balas golpear contra los troncos de los árboles que intentan protegernos, no sé cómo lo estoy haciendo, pero los árboles se están moviendo, al igual que ha empezado a haber una fuerte lluvia que impide la vista, el viento se ha vuelto mucho más fuerte y algunos rayos caen a nuestra espalda, creando un fuego que parece intentar contenerles, estoy cada vez más aterrada.

<"Soy yo, el fuego, el viento, la lluvia y los árboles, Aysel, esta vez tengo el control.">   

"¿Y los rayos?"no puedo evitar preguntarme cuando giramos hacia la derecha, nos ocultamos aún más en el bosque, miro a JungKook parece asustado, tanto como yo.

  <"JungKook."> Contesta mi loba y me no me lo puedo creer.


¿Desde cuando él puede controlar los rayos?

No puedo centrarme demasiado en ese pensamiento, una bala desde el lado izquierdo me da en el lomo y caigo hacia delante, me arde como nunca me a dolido una herida, me levanto tan rápido como puedo y empujo a JungKook hacia un cúmulo de árboles, la lluvia, el fuego, el viento y los árboles han dejado de moverse, escucho a mi loba gemir, al igual que lo hago yo cuando mi forma humana aparece en el mismo momento en el que nos encontramos escondidos tras un árbol.

Siento mis lágrimas surcar mis mejillas al ver el agujero en la sudadera de JungKook, al ver cómo la estoy manchando con mi sangre, alzo la mirada al mismo tiempo que sujeto mi costado, duele como el infierno y me cuesta respirar.

—Aysel... —  susurra al mismo tiempo que me abraza, me siento diferente y eso me hace temer por la herida, creo que es lo suficientemente profunda y grave como para hacerme perder sangre rápidamente.

...

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¡Ay! No se ustedes, pero desde ya, yo soy lágrimas 🥺 los secretos, los Alfas se enteran de la verdad, Aysel de la verdad de sus poderes y su manada, el secreto de esto y que su familia lo sabía y no sé lo dijo. ¿MinHo y su Lobo especial? Jungkook controlando los rayos, la familia  de Aysel cayendo uno a uno, Hoseok herido de nuevo por una bala como en el comienzo  ¿Será este el final? ¡Ahh!

¿Están bien? Porque yo no.


¡¡Díganme qué les pareció el capítulo!!

¿Quién está listo para el final?

Pdt: no se me adelanten y recuerden que si ustedes están sufriendo, solo imagínense como lo hago yo.

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