|•33•|

Bajamos del coche de la Señora Yon, que se despide de nosotros con un efusivo abrazo y dos besos, Ansel está agotado, se ha quedado dormido en el coche mientras veníamos en camino y se ha despertado en cuanto el coche se ha detenido.

Entramos a casa y vamos directamente al piso de arriba, Ansel entra a su habitación para ponerse su pijama al igual que yo. Una vez vestida me meto en la cama y me arropo, con la luz apagada, estoy agotada y lo único que quiero hacer ahora es dormir, cierro mis ojos.

La puerta de mi habitación se abre y yo miro en dirección a la puerta, me encuentro con Ansel y su peluche en sus manos, parado en la puerta.

—Noona, ¿Puedo dormir contigo? — entiendo que toda su vida a dormido con compañía de sus padres y con los niños del orfanato al ser cuidado y que tal vez le de miedo dormir solo, así que, sin decir una sola palabra, levanto la fina manta que me cubre y con ese pequeño gesto, le invito a meterse en la cama junto a mí. —Gracias Noona. — me abraza una vez está tumbado y yo dejo descansar mi brazo sobre su pequeño cuerpo.

—No pasa nada pequeño. — le doy un pequeño beso en la frente y me acomodo de nuevo para poder dormirme, mi teléfono suena indicando un mensaje, pero no lo miro, ahora mismo lo único en lo que pienso es en poder dormir un poco antes de ir al trabajo.

(...)

La alarma de mi móvil me despierta, el sol ya ha salido y tengo una hora para llegar al trabajo, miro al pequeño que ahora abraza a su peluche entre sus brazos, me levanto de la cama procurando no despertarle y tras coger mi teléfono, bajo a la cocina y preparo un desayuno rápido, después subo al segundo piso y entro en mi habitación, cojo ropa de cambio y entro en el baño.

Me siento bastante sucia y sinceramente, necesito una ducha que pueda relajar mis músculos después de lo del día de ayer, la ducha ayuda, pero debe ser rápida por lo que no me permito descansar con gusto bajo el agua caliente.

Salgo del baño completamente vestida con mi uniforme de trabajo y entro nuevamente a mi habitación.

—Ansel... — le llamo mientras muevo lentamente su hombro. —Pequeño, despierta... — al final acabo por ver sus dos pequeños ojos hinchados por el sueño abrirse, me sonríe y se sienta en la cama, se estira soltando un gran bostezo y me abraza.

—Buenos días, Noona. —me suelta y yo le despeino aún más de lo que ya está.

—Buenos días, vamos, ve a darte una ducha, hoy vas a quedarte con Jimin en su tienda hasta que salga del trabajo. — Ansel asiente sonriente y se levanta de un salto de la cama, le veo desaparecer por la puerta y no puedo evitar sonreír.

Quisiera dejarlo con sus padres que han estado fuera de la aldea y lejos de él, deben extrañarlo en casa, pero no puedo ya que aún estoy en supervisión por la tutela legal, quisiera ignorarla, ya que me parece absurdo, pero dos cosas me detienen, la primera es que debo cumplirla ya que nadie más que Yon sabe que soy su tía verdadera, de sangre y la segunda, porque Namjoon junto con Jimin y Taehyung aún están en proceso de arreglar los fallos en el orfanato, el cual se llevará acabo junto con su remodelación.

YoonSeok y Lia me contaron que parte de su salida de la aldea para comparar nuevos materiales de construcción y remodelación es porque restaurarán el orfanato, empezando por la fachada exterior, la cual es vieja.

Miro mi móvil, recordando que anoche me llegó un mensaje que no llegué a leer por el cansancio.

JungKook:

Buenas noches, descansa.

Me sorprende ese acto, pero me saca una pequeña sonrisa a pesar de haber leído el mensaje tarde.

Buenos días, JungKook.


No espero ninguna respuesta, me levanto de la cama y camino hasta el salón, donde compruebo que no falte nada, sobre la mesa está mi café, un cuenco con cereales para Ansel y un par de galletas con chips de chocolate. Me siento y poco después mi sobrino baja las escaleras, vestido con un pantalón vaquero y una camisa de color azul pastel.

Viste realmente bien para solo tener cinco años. Y me enorgullece que el pueda sola.

Se sienta junto a mí y comenzamos a desayunar entre pequeñas conversaciones que nos hacen reír a ambos.

Estamos a punto de salir cuando me percato de algo, miro al lobezno y él tan solo va vestido, no lleva la mochila que le estoy prestando hasta comprarle una, me sorprende pues últimamente no va a ningún lado sin ella.

—¿No vas a llevar la mochila? — me mira dubitativo y de un momento a otro se queda blanco como la nieve, me asusto, pero no me da tiempo a acercarme y preguntarle si se encuentra bien, él sale corriendo hacia la planta superior.

Cuando vuelve a bajar lleva la mochila colgada en sus dos hombros y me sonríe con vergüenza, a veces me pregunto si Ansel me mintió y aun le faltan algunos años para cumplir los seis, si por el contrario me mintió y tiene más de cinco años pues, aunque hay momentos en los que aparenta ser más pequeño hay otros en los que parece ser mucho más maduro.

Pero saco cuenta de los años, teniendo en cuenta que sus padres me dijeron hasta el día en que nació, se que es verdad, lo que justo me recuerda, que el cumpleaños de pequeño, no se pudo celebrar por la salida de sus padres, la semana de estar conmigo, que ya solo nos queda unos dos días y la pelea, por lo que de inmediato me planteo hablar con sus padres, él pequeño ya tiene seis años y ni el mismo se acordó.

Por suerte ya tengo sus regalos guardados de aquella vez, pero me niego a dejarlo sin al menos un pastel pequeño.

Niego con mi cabeza, divertida, y salimos de casa, cuando el pequeño llega justo a mi, caminamos hasta el centro de la aldea, donde se encuentra el negocio de Jimin, que nos espera dentro con una gran sonrisa en su rostro cuando llegamos, le confío a Ansel y me despido pues se me acaba el tiempo y no quiero llegar tarde a mi trabajo, tomo mi forma animal y corro hasta llegar a la puerta.

Cuando tenga solo un tiempo libre, llamaré a YoonSeok y Lia, estoy segura que ahora con mis padres aquí, será mucho mejor.

Mi respiración no está agitada a pesar de que he tardado varios minutos en llegar, tomo mi forma humana y compruebo que mi uniforme no se ha roto, entro en la comisaría y saludo a todos los que conozco allí, después me siento en mi mesa, donde comienzo a arreglar el papeleo que no pude acabar antes de ayer.

Reviso los problemas que han habido por la aldea y compruebo que, desde que Yoochun y su primo murieron, no hay demasiados problemas, me encuentro con alguna denuncia entre vecinos, pero poco más, esta aldea es bastante tranquila en realidad y me alegra demasiado poder tener un día, al menos, de descanso.

El interfono sujeto a mi uniforme suena y escucho atentamente las palabras que se cuelan por mis oídos.

—"Aysel, necesito tu presencia en mi despacho." — por un momento creo que es JungKook quien habla, pero tras fijarme realmente en el sonido de su voz me doy cuenta de que es YoonGi quien me ha llamado.

— Recibido. — aprieto el botón del interfono para que él pueda escucharme y me levanto de mi lugar, sujetando una carpeta en mi mano derecha, me acerco a DaeSung que es quien más cerca se encuentra de mi puesto. —DaeSung, ¿Puedes decirme dónde se encuentra el despacho de YoonGi? — el nombrado asiente y me sonríe.

—Claro, ve por ese pasillo, es la última puerta a la derecha. — me responde.

Le agradezco y camino en la dirección que me ha señalado, el pasillo es bastante más largo de lo que recordaba y mucho más ancho, otros policías que parecen bastante agobiados pasan por mi lado, algunos con hojas, otros con cajas y otros simplemente se mueven ajetreados de un lado a otro.

Llego a la puerta que me ha indicado DaeSung y llamo antes de entrar, me dan permiso y abro la puerta, encontrándome a YoonGi junto a Namjoon y a Jin, les saludo y me siento frente a los tres, espero las palabras que, probablemente, acaben con mi alegría.

—Buenos días Aysel. — me saluda Jin, le sonrío y miro en dirección a los tres Alfas frente a mí, ninguno dice nada por lo que decido ser la primera en hablar.

—¿Ha pasado algo? — Namjoon asiente y Jin parece querer atravesarle con sus garras por ser tan directo.

—Hay una manada a unos cuantos kilómetros de distancia. — comienza. —Tardamos en llegar cuatro días con nuestras formas animales. Compartimos fronteras con ellos, al Suroeste. — asiento y espero a que continúe. —Esa manada nunca nos ha apreciado demasiado, tan solo hemos mantenido un pequeño trato como comerciantes mutuos.

—Hemos evitado problemas con esa manada durante varios años, gracias al intercambio de productos. — Yoongi prosigue con lo que explicaba Namjoon. —Hasta ahora todo a ido bien, pero el nuevo Alfa de esa manada, no está de acuerdo con el trato firmado y quiere hablar con el representante de la aldea, con Namjoon. — asiento aunque no sé por donde quieren ir.

—La cosa es, Aysel, — Jin me sonríe con cariño. —al principio íbamos a negarnos a modificar el trato, pero he visto el futuro... y si no lo modificamos la aldea sufrirá demasiados problemas. — eso no me agrada, la aldea es pacífica por lo que e visto durante el tiempo que he estado aquí, ¿Porqué alguien querría dañarnos? —Namjoon irá, pero necesitamos ayuda, iremos los siete Alfas puesto que somos todos los que decidimos, pero necesitamos a alguien que mantenga nuestras espaldas cuidadas.

—Pueden contar conmigo, pero no creo que yo sola sea capaz de hacer demasiado contra una manada completa. — Yoongi se ríe, mostrando sus encías.

—No vamos todos solo para comprobar un maldito tratado, ha se ríe nuevamente. —cada uno tenemos un don y no tenemos problema en usarlo. — le miro con una ceja alzada, por el momento sé de dos Alfas que no utilizan sus poderes.

—Jimin-Ah y TaeHyung-Ah son caso a parte.— le defiende Jin, causándome una pequeña risa.

—Bueno, por donde íbamos. —Namjoon retoma el tema. —Nos pondremos en camino dentro de dos meses, por lo que será necesario que te prepares, tenemos tiempo, pero no quiero ningún susto.

—¿Y quien se quedará en la aldea para su cuidado? Si todos los Alfas van, la aldea sufre el peligro de quedar desprotegido y aquellos que se enteren, tomarán ventaja. — miro a cada uno a los ojos, no podemos dejar la aldea en manos solo de los aldeanos, no dudo que sabrán defenderse, defender sus tierras, sus familias, sus hogares, pero necesitan un líder que les guíe y los mantenga en calma, que les de tranquilidad en algún caos si llega a surgir.

—Ya pensamos en eso. — Namjoon asiente y sonríe haciéndome saber que le ha gustado mi pregunta cómo lo atención y preocupación. —YoonSook se quedará a cargo, el abuelo de Ansel, es un buen líder y un gran alfa fuerte y capaz y sabrás que él tuvo su propia manada, la manada del Sur. La aldea queda en buenas manos hasta nuestro regreso.

(...)

Me siento de nuevo en mi puesto y continuo con lo que estaba haciendo antes de que YoonGi me llamase, no tardo demasiado en completar los informes y llevar a funcionar las denuncias que me han asignado.

Siento una felicidad inmensa al saber que mi padre se quedará en la aldea y que no ha sido la primer vez, así cómo saber que Namjoon lo aprecia y confía en él por completo para dejar la aldea y toda su manada en sus manos, que lo crea un Alfa fuerte y capaz, como el mismo dijo.

Pasados unos minutos una taza de café aparece frente a mí, miro hacia arriba y me encuentro a JungKook, que tiene la suya en su mano libre, me sonríe y antes de darle un sorbo a su café, me da un pequeño y casto beso en la mejilla que hace que mi piel arda en deseo de más contacto.

Pero no quita el hecho quede algo sorprendida en mi asiento por tal acto.

Nos sonreímos el uno al otro, pero durante unos minutos no decimos nada, o no sé que se supone que debo decir, no sé qué tengo que hacer, tan solo estoy segura que deseo más contacto.

—¿Qué tal estás? — me pregunta y yo me alegro internamente de que se preocupe por cómo me encuentro.

—Preocupada, Namjoon-Ah me ha contado lo del trato con otra manda que al parecer no es muy amigable. — me desahogo y veo cómo él frunce levemente su ceño.

—Les pedí que no te pidiesen ayuda, joder.— se queja.

—Está bien para mí, quiero ayudarlos lo máximo que pueda. — le respondo, cogiendo su mano libre con la mía, no sabiendo realmente porque lo hago.

—Pero es peligroso, no quiero que te pase nada. —su ceño deja de estar fruncido y es cambiado por una mueca de preocupación.

—No soy una omega indefensa, ni tampoco una beta, aunque intenten usar la voz de mando conmigo no va a funcionar. — le sonrío. —Y sé defenderme perfectamente, no te preocupes por eso.

—¿Y qué vas a hacer con Ansel? Estos días se ha encariñado demasiado contigo, demasiado celoso, creo que quedará muy triste. — pregunta y me doy cuenta de que eh pensado tanto en ese problema que me he olvidado por completo de mi sobrino.

Si bien puedo dejarlo con sus padres sin ningún problema, se que el pequeño quedará muy desanimado, Jungkook en eso tiene razón, se a encariñado demasiado conmigo y no lo puedo negar, yo también de él.

—Él ya estará en la escuela, por lo que por la mañana no habrá ningún problema, pero por la tarde y por la noche... No estoy segura, se que sus abuelos se quedarán, sus padres también y aunque tendrá la suficiente compañia, se que me extrañaría y se preocupara. — creerá que me iré y no volveré. JungKook me mira y me pregunto que estará pensando.

—Aysel, iremos por varios días, a más tardar puede que estemos allí una semana. — con sus palabras me quedo en blanco, conozco a Ansel lo suficiente como para saber que si me voy por tanto tiempo creerá que le estoy abandonando después de haberme esperado desde que nació.

—Mierda. — pienso durante unos segundos. —Estoy segura de que si le dejo al cuidado de la Señora Yon pensará que he vuelto a abandonarle para que cualquier otra persona le adopte como familia temporal, porque no estoy segura de que sus padres no tengan que salir de nuevo, su tío, sus abuelos, joder. — agacho la cabeza no quiero dejar al pequeño solo, pero tampoco puedo llevarle conmigo, él estará en peligro si viene con nosotros y no quiero que nada malo le pase.

—Tenemos dos meses para explicarle la situación, no te preocupes más por eso. Su familia también ayudará, siempre han estado y no son una mala familia para él. — JungKook me sorprende pues se ha incluido en cuanto a cuidar de Ansel se refiere. —Ahora es como mi cuñado y no quiero que nada le pase si eso implica que tú estés triste.

Abro los ojos en total asombro ¿Que?

JungKook puede llegar a ser realmente adorable y cariñoso, acabo de comprobarlo y el latido acelerado de mi corazón no hace más que confirmar que eso me gusta, aunque me asombra.
_______________________________________________

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top