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Por fin llega el viernes, me han citado a las doce en la misma sala en la que hice el examen.

Por desgracia esta noche no he sido capaz de dormir lo suficiente y me encuentro despierta desde las ocho y media, he dado vueltas por toda la casa, YoonGi me dijo que al tener el test bien estaba aprobada, pero... algo me dice que eso no es lo único que se necesita para aprobar.

Además, no solo era el examen lo que me mantuvo toda la noche sin querer dormir, perecían que todo se acumulaba en mi contra, desde la noche anterior algunas pesadillas empezaron a revivir, en especial las tortuosas, esas que sufría cuando recién escape de la desgracia de mi manada y me culpaba de todo ello, de no haber podido cuidar y proteger a mi manada como debí haber hecho, el miedo de entrar en crisis al fundirme en mis pensamientos y llegar al punto de dudar y no recordar y los que habia sido capaz de hacer y ocasionar mi Loba en lo que parecía, ser un acto de protección para ambas, una defensa que no me parecía maravillosa, me parecía terrorífica.

El tiempo pasa lento por lo que intento mantenerme ocupada para pasar el tiempo lo más rápido posible, limpio la casa de arriba abajo, limpio los cristales, la cocina, ordeno los armarios y la nevera, subo y cojo algo de ropa de mi armario.

Tal vez darme una ducha ayude a relajar mi nerviosismo por lo que, con el agua templada y ya completamente desnuda, le doy play a la playlist que me ayudaron a crear las chicas el martes.

El agua cae por mi cuerpo, limpiándome, mis músculos se relajan y mi mente divaga entre diversos pensamientos nuevamente, aún no he hablado con IU, tampoco con JungKook, llevo desde el martes sin verle y aunque a mí no me importe, mi loba está deseosa de verle.

Ansel sigue hablándome por mensaje y a pesar de que ayer fui a verle, dice que me echa de menos, estoy emocionada de su cumpleaños, ya quiero entregarle y enseñarle todo lo que le he comprado, así podrá llevarse los que quiera para adornar su habitación y dejar solo unos pocos en esta, la verdad espero que aún no haya sufrido su primera transformación porque es algo que no me quiero perder, sé que la primera vez tienes fiebre, te sientes enfermo y débil el primer día y se necesitan bastantes cuidados, no quiero que le pase estando solo,  aunque sé que que sus padres le cuidaran a como de lugar, es solo que no me lo quiero perder.

Ya me he perdido suficiente, no quiero perderme nada más.

TaeHyung aún permanece en el hospital, ya está despierto y parece estar en perfectas condiciones, sin embargo aún le están haciendo pruebas y no puede irse, he ido a visitarle, junto a Ansel, recuerdo que sonreí al ver que ambos jugaban juntos.

Salgo de la ducha, como nueva, me siento relajada y más tranquila, comienzo a vestirme, me peino y me observo durante unos segundos al espejo, mi pelo ha crecido un poco desde que estoy aquí, me veo obligada en hacerme una coleta alta que terminar pesando un poco más de lo acostumbrado, pero este se ve más largo así, mis ojos siguen siendo del mismo color gris, aveces vivido y aveces apagado, siguen sin cambiar, siguen siendo grises y en cierta parte me molesta, quiero, por lo menos, pertenecer a algún rango, independientemente del que sea, pero creo que esto no va a pasar ni soñandolo.

Miro la hora en mi móvil y veo que son las once y media, me miro una última vez en el espejo, cojo el móvil y voy a mi habitación, donde cojo unos zapatos que ponerme y el cubrebocas más fino, me lo pongo y a continuación utilizo una vez más mis auriculares que venían con el móvil.

Salgo de casa con todo lo necesario y me pongo en camino a la comisaría de los cuerpos de seguridad, algunos lobos pasean a mi lado, escucho algunas de sus conversaciones y me provocan una sonrisa que oculta el cubrebocas.

Cuando apenas faltan dos minutos para las doce llego a la puerta del que, tal vez, sea mi futuro lugar de trabajo, suspiro una última vez antes de abrir la puerta y entrar, retirando y guardado los auriculares.

Saludo a todos aquellos a los que conozco y es G-Dragon el que me acompaña hasta la habitación en la que hice el examen, al entrar soy capaz de detectar algunos aromas que se me hacen conocidos, pero decido no darle importancia, solo quiero saber mi nota.

G-Dragon me pide que me siente en el pupitre en el que hice el examen, comienza a darme un pequeño discurso que escucho con atención, en algunas partes me regaña y en otras me felicita y pasados diez minutos, me entrega un sobre bastante grande de color café claro.

Le miro una última vez y abro el sobre, lo primero que aparece es mi examen, en la esquina derecha superior aparece una fracción rodeada en color rojo.

Bajo ella, también escrito en rojo, hay una palabra. "Enhorabuena"

—Ciento sesenta y ocho sobre doscientos, está muy bien para haber tenido solo una semana. — G-Dragon me habla, amable, pero mis ojos pican y me temo que voy a comenzar a llorar, lo he conseguido.

Cubro mi boca con una mano, según YoonGi me explicó se necesitaba un ciento cincuenta sobre doscientos para aprobar y yo... lo he conseguido, estoy demasiado alegre, no puedo evitar levantarme de la silla y lanzarme en los brazos de G-Dragon, le abrazo mientras sonrío y escucho, a nuestra derecha un gruñido, me separo de G-Dragon quien posa su mano en mi hombro.

—¡ENHORABUENA, AYSEL!— a mi derecha aparecen todos los alfas y me sorprendo aún más, han estado en esa pared en todo momento y no les he visto.

Me fijo en cada uno, Jin lleva un pastel en sus manos y me sonríe con alegría, con orgullo, igual que lo hace Namjoon, que tiene dos cajitas pequeñas en sus manos, HoSeok parece querer venir corriendo hacia mí, pero es YoonGi quien le detiene, ambos sonríen y siento que las ganas de llorar vuelven a consumirme, Jimin y TaeHyung están junto a JungKook a quien veo sonreir por primera vez desde que le conozco.

Acabo estallando en un llanto alegre y confuso, mientras mis lágrimas caen solo puedo reír e intentar apartarlas, no esperaba que algo así sucediese y sigo sorprendida.

—Ven aquí. — es Jimin quien me llama y yo salgo corriendo en su dirección, le abrazo, tal vez, con demasiada fuerza.

(...)

Estamos en el despacho de JungKook, donde estamos algo más cómodos, por fin he calmado mis lágrimas y me encuentro escuchando alegre a los siete chicos que aquí se encuentran.

—Aysel, te dije que aprobarías. — bromea YoonGi

—Lo que no me esperaba era que estuviesen aquí. — respondo completamente feliz.

—Bueno, nosotros sabemos la nota desde hace unos días, la verdad. — responde Jin, que está repartiendo un trozo de pastel a cada uno. — Espero que te guste, me ha costado toda la noche hacerlo. — le miro sorprendida, no me esperaba que haya tardado tanto en hacerla, pero rápidamente Jin me responde a la duda que tiene mi mente. —Estos seis lobeznos malcriados se han comido dos o tres pasteles esta noche.

—No es culpa nuestra Jin-Hyung...— HoSeok se queja con un puchero.

—Da igual, me alegra que esten aquí. — sonrío y les miro uno a uno, la sensación de sofoco que siento cada vez que estoy cerca de JungKook cada vez va disminuyendo y ahora, es algo más soportable para todos.

—Por cierto, Aysel. — Jimin coge mi mano y deja en ella una cajita pequeña de color azul. —Te he traído un pequeño regalo por tu aprobado.

Le sonrío y abro la caja, en ella hay un pequeño colgante de madera con el símbolo del Yin-Yang en blanco y negro, le sonrío y le pido que me lo ponga, me encanta el collar y es algo que estoy segura de que no me quitaré nunca.

—Toma Aysel, yo también te he traído uno. — TaeHyung me entrega una caja un poco más pequeña de color rojo, la cual cojo con completo cariño, dentro me encuentro con una pequeña sortija de color plateado con una franja brillante en medio, que son pequeños diamantes que le adornan, me la pongo en el dedo anular y le sonrío.

—Bueno, creo que te mereces esto. —YoonGi me entrega una bolsa de color naranja, la cojo, intentando no golpear a nadie con ella y al abrirla, me encuentro con una mochila de color negro, no es muy grande ni muy pequeña y me alegra que él se haya dado cuenta de que necesito una mochila, en ella guardo las dos cajas que me han dado Jimin y TaeHyung y la bolsa de YoonGi.

Voy a agradecerles por sus regalos, pero es HoSeok quien me interrumpe, entregándome una caja algo más grande de color verde, la abro y me encuentro con una camiseta de color azul claro que es unas tallas más grandes que yo, la observo y puedo ver algunos dibujos y parches en la camiseta, al instante me enamoro de ella y me pregunto si estará bien que me la ponga ahora. Se parece totalmente a él, colorida y  alegre.

—Creo que es algo más grande de lo que esperaba, — Hoseok parece algo avergonzado. —aun así espero que te guste.

—Muchas gracias, me va algo grande, pero me la pondré, tenlo por seguro.

HoSeok me sonríe y yo guardo la camiseta en la caja de nuevo, después la guardo en la mochila.

—Toma, te lo has ganado. — ahora es Jin quien me entrega una caja de color rosa, no es muy grande ni muy pequeña y me pregunto que hay dentro, le sonrío una vez más antes de coger la caja y abrirla, hay un joyero de color negro, con algunos detalles y cubierto de un fieltro rojo en el interior, hay algunos collares y anillos dentro, cojo uno de los anillos y me lo pongo en el dedo gordo y de nuevo, le pido a Jimin que me ponga uno de los collares que acaba en una piedra afilada de color negro.

Quizás era excesivo en querer ponerme casi todas las cosas, pero es que estaba emocionada, nunca antes había recibido tantos regalos y menos en un solo día.

Namjoon no me permite agradecerle a Jin cuando me da una bolsa de color morado bastante pesada, al abrirla soy capaz de ver algunas botellas de diferentes tamaños y colores.

—Hay Soju, Bokbunjaju, Munbaeju y Makgeolli. —me explica Namjoon mientras miro una por una las cuatro botellas alcohólicas en la bolsa y me temo que esto no entra en la mochila.

—Muchas gracias, no debieron regalarme nada. — sonrío mientras les abrazo uno a uno incluso a JungKook, que se tensa, al igual que yo, cuando rompo el abrazo.

—Aysel... — es JungKook quien me llama esta vez, centro mi mirada en él, con una sonrisa que soy incapaz de borrar de mi rostro. —Enhorabuena por tu aprobado.

Mi corazón se acelera un poco y siento a mi loba aullar de alegría, tomo la caja de color amarillo que me está extendiendo y me encuentro con un pequeño libro de portada morada, leo la sinopsis y creo que el libro me gustará.

—Gracias de nuevo, no sé qué más decir, la verdad. — rasco mi nuca algo nerviosa, me pregunto qué es lo que se debe decir en estos casos además de "gracias".

Hablamos y comemos durante un rato más, al final no queda nada del pastel que ha preparado Jin y debo admitir que la repostería también se le da genial.

Los chicos acaban por irse cada uno a su trabajo, quedándonos solo JungKook y yo en su despacho, la sonrisa aún no desaparece de mi rostro y tengo la sensación de que tal vez pueda incomodar a JungKook, pero sin embargo me encuentro con lo contrario, él también está sonriendo y debo admitir para mí misma que su sonrisa es realmente hermosa, es la más hermosa que he visto hasta ahora.

—Me alegro de que hayas aprobado, tienes manera de agente de seguridad del estado. — me sorprendo un poco ya que es el primer cumplido que me da desde que nos conocemos.

—Gracias, JungKook. — la agradezco nuevamente.

—Empezarás a trabajar el lunes, debes estar aquí a las siete en punto, es una aldea tranquila por lo que no creo que tengas que trabajar demasiado en tu primer día. — dudo de sus palabras, hasta ahora la aldea no ha sido demasiado tranquila, pero decido fiarme de él.

—De acuerdo. — respondo alegre por todo lo reciente.

—Aysel, sé que debería mandarte a casa a descansar, pero necesito que declares sobre lo que pasó el martes, ya han declarado todos y eres la única que falta. — asiento, comprendiendo por completo sus palabras y sus razones. —¿Puedes explicarme con lujo de detalles lo que sucedió?

Le relato por completo lo que pasó esa mañana, omitiendo el momento en el que las ramas de los árboles noquearon y sujetaron a los cuatro alfas en el aire, no creo que JungKook ni nadie deba ser conocedor de ese momento, al menos hasta que encuentre una explicación a lo sucedido.

JungKook me mira atento y de vez en cuando, toma alguna nota de lo que digo, cuando termino de hablar es él quien parece nervioso.

—Los Alfas aseguraron que las ramas de unos árboles les noquearon y les alzaron en el aire Aysel, ¿Sabes algo sobre eso?

—No, te he contado lo que sucedió, lo que vi. — respondo con completa seguridad a pesar de estar mintiendo.

—TaeHyung no ha podido decirme nada sobre ese momento ya que él se encontraba desmayado y las chicas tampoco me han mencionado nada sobre las ramas, pero... — me asusto, tal vez las versiones de IU, Lisa y Rosé no coinciden con la mía. —había marcas de ramas en sus cuerpos y algunas hojas en sus pelajes.

No sé qué decir, si hay marcas... eso significa que no es muy difícil demostrar que ellos están contando la verdad.

Hablamos durante unos minutos más, intentando "entender" por qué pueden tener esas marcas y yo acabo por decir lo primero que se me viene a la cabeza y que puede tener algún sentido.

—Según me has dicho, no son de la manada, tal vez se hicieron esas marcas antes de entrar a la aldea. — JungKook parece dudar de mis palabras durante unos segundos, pero acaba por asentir.

—Tienes razón, tal vez sea así. — asiento y espero a que diga algo más. —Puedes volver a tu casa si quieres.

—Sí, hasta el lunes. — me despido mientras cojo la mochila y la bolsa con las botellas.

Estoy a punto de abrir la puerta de su despacho para salir cuando escucho su voz llamándome nuevamente.

—Aysel, si necesitas algo... — se calla durante unos segundos mientras aparta su vista de mi persona. —no dudes en llamarme.

—Claro... — susurro algo perdida en su frase.

Salgo de la habitación con una sensación extraña que se ha instalado en mi estómago, me sorprende que me haya ofrecido su ayuda, me sorprende que me haya hecho un regalo, me sorprenden demasiadas cosas.

Pero no me permito hacerme alguna ilusión de que terminemos siendo amigos, tampoco dejo que mi loba lo haga, porque lo más seguro de su cambio hacia mí, sea porque cree deberme las gracias por haber salvado a su omega de ser dañada, lastimada y marcada, no porque realmente quiera, no lo veo ni lo creo así.
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