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El día del examen llega y yo he permanecido toda la noche de antes en vela, repasando una vez más las leyes porque después del elogio que T.O.P me dio el viernes anterior... solo tuve más ganas de aprobar ese examen.
FLASHBACK
T.O.P entra en la habitación en la que ya nos encontramos casi todos los que me examinaron esa misma mañana, solo falta Taeyang quien al parecer está cuidando de que su pareja no se desmaye debido al parto que se ha adelantado.
—Has hecho un buen trabajo con ese lobo Aysel, lleva dándonos por culo varios días. — alaga T.O.P, sonrío en su dirección y acaricio el pelaje combinado de un dormido Ansel.
<Gran tarde le he dado> Pienso con ironía.
—Has hecho un gran trabajo, realmente espero que apruebes ese examen, me vendría bien alguien como tú en este lugar.
FIN FLASHBACK
De vez en cuando cabeceo un poco por el sueño, pero me sirvo otra taza de café y vuelvo a estar completamente activa, Jin se ofreció hace unas horas a ayudarme a estudiar, pero mientras yo estoy sentada en la mesa del comedor, él yace tumbado en el sofá, completamente dormido.
Releo nuevamente el taco de hojas y así me paso las horas, hasta que el sol comienza a iluminar el salón, son recién las seis de la mañana cuando el sol alumbra toda la casa, apago las luces y decido sentarme nuevamente a estudiar.
(…)
Son las nueve de la mañana, recojo todo lo que he utilizado durante la noche de estudio y miro a Jin, sigue plácidamente dormido en el sofá.
Subo las escaleras hacia mi habitación y me pongo unos vaqueros ceñidos de color negro y una camiseta ancha de color blanco, guardo mi móvil en el bolsillo trasero de mi pantalón y bajo las escaleras nuevamente.
Miro la hora en el reloj, son las nueve y media, cojo las llaves de la casa y miro por última vez a Jin, antes de irme le escribo una pequeña nota que le dejo al lado y después salgo de la casa.
Camino a través de las espaciosas calles, el bullicio de la gente caminando aún es algo limitado y aunque me parece algo tarde no me preocupa nada más que llegar a la comisaría y comenzar mi examen.
Llego diez minutos antes de las diez y sigo el consejo que me dio G-Dragon, entro y veo bastante movimiento dentro.
—Aysel, llegas temprano. — es Seungri quien me recibe.
—Buenos días, — saludo. —G-Dragon me aconsejó que viniese un poco antes ya que el examen es largo. — Seungri sonríe y asiente.
—Cierto, es un examen bastante largo, así que vamos, cuanto antes comiences antes terminarás. — asiento ante esas mismas palabras que me había dicho G-Dragon, Seungri me hace un gesto para que le siga y eso hago.
Caminamos por algunos pasillos bien iluminados y espaciosos hasta que llegamos a una puerta de color azul, pasamos y tal y como me había dicho G-Dragon hay una silla y una mesa en el gran espacio abierto.
Me siento y Seungri me alcanza un bolígrafo y algunas hojas que doy por hecho que es el examen.
—Mucha suerte Aysel, si tienes alguna duda pregúntame sin problema. — asiento y observo cómo él se sienta en la mesa que hay frente a mí.
Centro mi vista en el examen frente a mí y antes de responder a nada, le echo un vistazo a todo, hay preguntas tipo test y otras en las que tengo que explicar.
Comienzo con las de tipo test pues son las más rápidas de responder y las que más seguridad me dan.
Pasan los minutos y cada vez me siento más agobiada, miro al reloj que hay detrás de Seungri, ha pasado casi una hora y media y a mí me han parecido minutos, me pregunto si hay límite de tiempo cuando comienzo con las preguntas más extensas.
(…)
Le entrego el examen a Seungri, que no ha salido de la sala en las tres horas y media que he tardado en completar el examen hasta quedarme conforme con todas las respuestas.
—¿Ya has terminado? — parece sorprendido cuando respondo con un asentamiento. —Normalmente se tardan entre cuatro y cinco horas en terminar el examen, ¿Quieres revisarlo una última vez antes de que lo guarde?
—No hace falta Seungri, he pasado la última media hora repasándolo. — prefiero hacer oídos sordos a lo que ha dicho pues no sé si es bueno haber terminado el examen antes que los que ya han pasado por este.
—Vale, pues vamos que tenemos que darte tu primera paga y ya de paso, te voy explicando cómo cobraras.
¿Ya me darán mi primer pago? ¿Sin revisar el exámen y confirmar si está mal o bien? Pensé que me pondrían en práctica hasta haber tenido nota del examen y era ahí cuando me empezarían a dar paga.
—Perfecto. — asiento y vuelvo a seguirle por distintos pasillos que comienzo a recordar.
—Bueno, al poner tu vida en riesgo cobrarás más de lo normal, además de que tendrás un seguro de vida por si pasa cualquier cosa. — asiento, me gusta la idea de tener un seguro de vida aunque no estoy muy segura de que significa eso da cierta seguridad. —Cobrarás cada dos semanas, a principio y a mediados de mes, casi a finales.
—¿Cuánto... Cuánto cobraré? — me siento algo tímida cuando hago la pregunta, Seungri suelta una pequeña risilla y yo me avergüenzo un poco más.
—Como aún no eres fija cobrarás entre los 2.600.000 y 2.860.000 wons, cuando seas fija entre los 3.500.000 o 4.000.000, depende de en qué se te asigne.
Abre una puerta y puedo distinguir varios aromas, entre ellos el de Daesung, el de G-Dragon y el de T.O.P.
Sin embargo hay algo que me mantiene ajena a todo, esa sensación de ardor por todo mi cuerpo.
Busco con la mirada a la única persona con la que esto me está pasando, le veo sentado, con un uniforme de color negro, está revisando algunos papeles.
—Kookie, ¿Sabes dónde está el sobre con el primer sueldo de Aysel? — Seungri me devuelve a la realidad, al parecer está buscando un sobre.
JungKook le responde con un gruñido gutural y todos posan su vista en él y seguidamente en mi persona.
—Vale, no sé qué pasa, pero el que no tengan aroma no significa que bueno... Aysel, ¿Estás en celo?— Daesung me pregunta mientras pone una carpeta sobre la erección que ha comenzado a aparecer, yo me sonrojo y niego con la cabeza.
—No es posible, he estado tres horas y media con ella en la sala, si hubiese estado en celo... — Seungri traga grueso y llama mi atención. — Tendría que haber salido cada cinco minutos. — acabo por agachar la cabeza.
Me siento incómoda, los chicos están soltando feromonas sexuales demasiado fuertes para mi olfato. Estando consiente de dos cosas. Una es que hablen con tanta libertad sobre el tema y dos que no estoy acostumbrada a tantos aromas y que ahora mismo los perciba de manera mucho más fuerte hace picar mi nariz.
—Ya, — JungKook se queja mientras abre un cajón, del que saca un sobre de color café claro y se lo entrega a Seungri. — Aquí tienes, ahora necesito que salgan, tengo que terminar con el papeleo.
Seungri me acompaña hasta la puerta y me entrega el sobre, con una sonrisa en su rostro.
—No sé porque se comporta así, JungKookie suele ser muy agradable. —Seungri sigue sonriendo, pero se rasca la nuca algo desconcertado, hay algo que no entiendo.
—¿Por qué te disculpas por él? — Seungri deja de rascarse la nuca y me mira divertido.
—Yo no lo hacía con esa intención, pero demonios, soy su Hyung y debo cuidar de que nada malo le pase y no quiero que malinterpretes sus palabras, tú sabes. Es mi deber a pesar de que él es superior a mi rango de Alfa por ser uno de los Alfas de la manada. — asiento dubitativa, entonces los Hyungs deben cuidar de todo mal a sus donsaengs, pero ¿Hasta el punto de dar su vida por el menor?
—No pasa nada Seungri, la última vez que hablé con él... fue bastante peor conmigo. — le sonrío y antes de que pueda decirme nada me despido con una mano, no es mi intención provocar un conflicto, pero debo dejar en claro que no me afectan sus palabras, aunque en el fondo y sin poder explicarlo sí que me afectan.
Llego a la puerta de mi casa y saco las llaves, cuando entro en el pasillo dejo las llaves en un pequeño mueble negro que hay al lado, entro al salón, donde escucho una respiración algo calmada.
Miro hacia el sofá y veo a Jin, que aún sigue dormido, me entran ganas de reír, normalmente es él quien hace la comida y ya son casi las dos de la tarde.
Me acerco a él y me siento en el sofá de al lado, Jin suelta un pequeño ronquido que me causa ternura, es el mayor de todos los alfas, pero de verdad parece un cachorro la mayoría del tiempo.
—Jin... — le llamo mientras muevo levemente su hombro. —Jin, no hay comida y tengo hambre... — miento y en seguida, se alza en el sofá, hasta quedar completamente sentado y mirando preocupado a la casa. —Por fin despiertas Jin. — le sonrío y él me mira con algo de reproche en sus ojos.
—No me despiertes de esa forma Aysel, me he asustado mucho. — hace un mohín que me hace gracia. — La próxima vez... no sé, pero no vuelvas a decir eso, la comida es sagrada para mí y... — le corto al haber escuchado esa frase más de una vez.
—Y si un estómago no está bien alimentado no habrá energías. — Jin asiente sonriente y mira al reloj que hay frente a ambos.
—En verdad si es la hora de la comida, — se queda pensativo durante unos segundos, le observo dudosa hasta que vuelve en sí. — ¿Te molesta si hoy comemos los dos juntos? — niego en respuesta.
—No me importa, pero Jin, ¿Y los chicos? — me preocupa que ellos no coman adecuadamente ese día, ellos necesitan mucha energía.
—Sabrán arreglárselas. — Jin me sonríe y se levanta del sofá. — Vamos a hacer la comida, ¿No? — le sonrío en respuesta y me levanto.
(…)
Cojo mis palillos y soplo los fideos que estoy a punto de adentrar en mi boca, las frases de Seungri del día en el que acabé con aquel lobo enfermo han vuelto de golpe a mi cabeza y la duda me carcome por dentro, ¿Jin es el único con poderes o los demás también tienen?
—Aysel, si hay algo que necesites decirlo, hazlo, no puedo leer mentes. — alzo la vista y veo a Jin, que se ha sentado completamente recto.
—El día del incidente... — Jin asiente y me incita a continuar, los siete saben sobre ese día, era difícil que no se enterasen, sobre todo cuando uno de ellos estaba en la misma comisaria y yo estaba a cargo de un menor. — Seungri me dijo que tú podías ver el futuro.
—Así es, — asiente regalándome una sonrisa sincera, las ganas de llorar cada vez que veo alguna de sus sonrisas poco a poco van disminuyendo y ahora, puedo disfrutar de sus sonrisas. — Soy capaz de ver el futuro, normalmente solo puedo ver el que incumbe a alguien con la manada, al tocarles o al mirarles a los ojos.
—¿Eres el único que puede hacer eso? — pregunto tras haberme comido algunos fideos. Jin ríe divertido.
Soy curiosa de naturaleza.
—Sí, soy el único que puede ver el futuro, pero no soy el único con características "especiales". — le miro como si estuviese contando un cuento, lo sé y no me importa, quiero entender todo lo que pueda.
—¿Puedes explicármelo? — le pido, casi suplicante y Jin asiente.
—Sin problema, bueno, cada uno de los siete tenemos algo que nos hace especiales, yo puedo ver el futuro, Yoongi puede mover todo lo que quiera con la mente; no es buena idea meterse con él; — ambos dejamos escapar una carcajada y él retoma el tema. — Namjoon tiene el poder de la destrucción, él puede romper incluso un diamante si se lo propone, aunque... también rompe cosas sin intentarlo, — ambos volvemos a reírnos durante unos segundos y yo me decido a seguir comiendo mientras le escucho con toda mi atención. — J-Hope puede encontrar todo aquello que busque, ya sea una persona, animal u objeto, con solo ver una imagen de lo que busca u oler algo que haya estado en contacto con lo que busque.
—Wow, ese poder es asombroso. — abro mis ojos, tener ese poder en sus manos debe de venir genial a toda la manada. — Seguro que él ayuda mucho a los cuerpos de seguridad, HoSeok debería ser policía no camarero. — dejo salir todo lo que pienso en el momento y al momento creo que he dicho algo malo.
—Todos le dijimos eso, pero él es bastante asustadizo... y no es buena idea juntarle con sangre y posibles cadáveres, aunque sí que suele ayudar para dar localizaciones exactas de la localización de los desaparecidos. — sonrío y comienzo a sentirme orgullosa de HoSeok, estoy segura de que a pesar de su miedo él hubiese sido un policía fantástico. —Jimin sin embargo puede alterar los recuerdos de las personas, borrarlos, añadir cosas... Jimin es muy adorable, pero puede arruinar tu vida si modifica tus recuerdos. — asiento, Jimin tiene un gran poder en sus manos y seguramente si él lo quisiese podría obligar a alguien a suicidarse.
—Si hace eso... ¿no influye indirectamente en el estado de humor de las personas? —Jin asiente.
—En efecto, él puede llegar a ser muy peligroso si se lo propone. — Jin come unos pocos fideos más y vuele a hablar. — Tae puede leer la mente de todo el mundo, aunque no lo hace con demasiada frecuencia, solo cuando cree que algo está yendo mal. — asiento, escuchar los pensamientos de toda una aldea debe ser agobiante, si a mí ya me molestan todos los olores, me imagino a él con tantas voces. —Y nuestro pequeño JungKook... su poder es pequeño, pero muy útil, puede hacerse invisible a sí mismo y a toda persona u objeto que toque.
—Es impresionante Jin, no creí que todos tuviesen algo así, debe ser interesante. — y de inmediato pienso, en que ellos siete no solo pueden ser los más fuertes de la aldea, si no por sus poderes, que son muy útiles para la seguridad y protección de está.
—Se me hace raro que no digas divertido o algo por el estilo. —Jin bebe un poco de agua y me mira, creo que espera una respuesta.
—No creo que sea tan divertido como se pinta, al fin y al cabo podéis acabar agotados, por ejemplo TaeHyung, si usase su poder demasiado seguramente acabaría agobiado por escuchar tantos pensamientos, Jimin si se equivocase podría acabar con la vida de alguien y estoy segura de que él no quiere cargar con una muerte en su espalda. — bebo de mi vaso y miro a Jin que se ha apoyado sobre los dorsos de su mano, sobre la mesa.
—Estoy seguro de que tú debes tener algún poder Aysel, — niego con la cabeza, divertida ante sus palabras. Es, simplemente, imposible. —Ninguno de nosotros tuvimos rango hasta hace relativamente poco, cada uno llegamos a ser alfas de diferentes maneras.
—Pero hay una gran diferencia, vosotros tenéis aromas, yo no. El único con el que podría asemejarme más es con JungKook y no sé porque, pero algo en mí me dice que él nació con rango, pero sin aroma, ¿Me equivoco? — no sé en qué momento mi tono de voz se ha vuelto tan frío.
—No te equivocas Aysel, pero es algo que ni si quiera nos puede explicar el más anciano de la aldea.
—Lo sé, — suspiro y devuelvo mi tono de voz a la normalidad. — Pero que vosotros tengan esos poderes no significa que yo, por no tener ni aroma ni rango, pueda tener alguno.
—Créeme, aún no he visto nada, pero... — le corto.
—Cambiemos de tema, por favor, me alegra poder conocerlos mejor, pero no quiero tener ninguna idea extraña en la cabeza. — Jin asiente y creo que entiende a lo que me refiero.
Lo que menos quiero en ese momento es creer que yo pueda tener algún poder oculto que por lo que sea no ha hecho uso de presencia aún, quiero estar centrada en la realidad, mi realidad, en la que lo único que me diferencia es mi falta de rango y aroma, lo único que debe crear una chispa de esperanza es aprobar ese examen y estar junto a mi familia.
—El otro día estuve investigando, —Jin comienza una nueva conversación y lo agradezco porque el silencio que se ha instalado es completamente incómodo. — sobre la causa de que desprendieses tantas feromonas sin estar en celo.
—¿Encontraste algo de ayuda? — pregunto con algo de esperanza, solo me ha pasado dos o tres veces, pero de verdad necesito una explicación coherente.
—Sí, resulta que eso solo sucede cuando estás cerca de tu pareja destinada, de tu Mate. — abro mis ojos sin entender, no recuerdo ninguna conversación con mis padres sobre los mates.
Bien lo he escuchado, pero como habré dicho, ellos nunca me lo explicaron.
Aunque siempre escuchaba a mi abuela decir que ella tuvo su predestinado y que mamá y papá han sido predestinados de igual forma como YoonSeok y Lia. Aunque no sé muy bien del tema, siempre pensé que era porque se parecen mucho, se complementan y el amor entre ellos nunca es de acabarse.
—¿Qué se supone que es un mate? — le pregunto y veo como su cuenco ya está vacío, igual que el mío así que mientras espero su respuesta me levanto y quito ambos cuencos de la mesa, para dejarlo en la pila, después, vuelo a sentarme frente a él.
—Son parejas destinadas desde que nacen, estas parejas siempre encuentran la manera de encontrarse, pero incluso si no se conocen, si uno de los dos muere el otro entrará en una depresión que acabará con su vida.
—Eso de los mates... luce peligroso. — afirmo algo temerosa.
—Lo es, pero si ambos se encuentran pase lo que pase, acabarán juntos, es algo realmente hermoso de vivir, sientes que encajas con esa persona, pero... siempre corres el peligro del temor. — le miro dudosa, no parece muy bonito todo, la verdad. — Cada vez que dos de los nuestros se emparejan él de más alto rango marca al menor, es una forma de sellarlo todo, asegurar que esa persona es completamente tuya y que tú eres de esa persona.
—Creo que eso de marcar es lo más bonito de todo lo que me estas contando Jin. — le miro seria, ¿Dónde le ve lo bonito a poder morir por el fallecimiento de su pareja destinada?
Y pensar en que si mamá muere, papá también lo hará o al contrario, incluso YoonSeok y Lia, me aterra, y me asusta. No lo soportaré. Así sea de esa manera.
—En verdad cuando una persona te marca... es mediante un mordisco en tu cuello. — ya no sé ni que reacción mostrar.
—Dios, no me voy a emparejar en la vida, — Jin me mira sin entender y yo comienzo a enumerar con los dedos. —En primer lugar o muerdo o me muerden en el cuello, segundo, puedo morir por mi presunta alma destinada, tercero, hasta que no me marque voy a vivir atemorizada y no sé porque. Jin, esto no es agradable, no es sano en absoluto. — aseguro despeinándome.
—Seguiré con lo que ponía en el libro, — hace caso omiso a mis palabras y yo ahogo una risita histérica, ¿Qué cojones? —Una persona no puede reconocer conscientemente a su mate, es su lobo el que lo reconoce y la mejor manera que tiene de decirlo es mediante feromonas. En estas florecen más las sexuales.
—Vamos, en resumen que cada vez que me ponga... de esa forma, será porque mi supuesto mate está allí, ¿No? — Jin asiente a mis palabras. — Y mi supuesto mate... ¿También reaccionará de esa manera?
—Sí, es raro e incómodo, pero es la única forma de poder estar con tu pareja destinada, según ponía en el libro la sensación de estar con esa persona es similar al enamoramiento, pero multiplicando por cien todas y cada una de las sensaciones.
—¿Alguno de vosotros ha encontrado a su mate? — pregunto curiosa y Jin niega con la cabeza, pero me resulta extraño, algo, algo que no se qué.
—Hace años que no aparecía una pareja destinada en esta aldea.
Maravilloso, ahora resulta que yo puedo ser la primera después de mucho tiempo.
Pero también me lleva a pensar ¿Sabrán sobre mi familia? Todos ellos son parejas Destinadas. Ahora entiendo los relatos de mi abuela.
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