|•01•|

JUNGKOOK

No era común que nuestra manada se viera tan afectada al ver humo proveniente de otras zonas, como alfas, protectores de la aldea completa, nos mantuvimos alerta en si el fuego se extendía y llegaba a la aldea, por suerte no fue así, pero algo nos llamo mucho la atención, ese humo, de todo el fuego que se lograba ver desde lo muy lejos, más que el escándalo de llamas de donde provenía era... De la manada del Este.

[Tres días después]

Era muy gratificante correr por todo el bosque, el viento en mi pelaje al correr, sentir entre mis patas la tierra húmeda, era noche de patrullaje, era mi turno, era pasada las doce de la noche, al menos guiándome por el punto en que la luna se encontra, había patrullado lo suficiente, así que tomándome un descanso corrí a un pequeño prado del bosque, con un lago y una pequeña cueva, una cueva en la que me gustaba descansar.

Un ruido me despierta y al instante estoy en pie y alerta a cualquier cosa.

Veo unos ojos brillar en la entrada de la cueva, pero lo que me alerta, no es poder descifrar su rango a través de sus ojos, sino, que ningún aroma u olor lo define, me sorprendo cuando siento un cosquilleo en mi zona baja, mis hormonas se alteran y me siento extrañamente caliente, no estoy en celo y no lo entiendo.

Doy un paso atrás por precaución, es la primera vez que no consigo detectar el olor de algún lobo.

Escucho un gruñido por su parte, se escucha molestó, después le veo salir corriendo, no lo entiendo, pero a pesar de que la sorpresa me paralizó unos segundos, comienzo a perseguir su ¿Sombra?

La veo entre lo árboles que se cruzan en mi camino, pero solo logro ver eso, su sombra, que es causa de la luz de la luna, por más que aceleró y pienso que ya estoy alcanzándolo, no lo hago y solo estoy logrando desorientarme un poco y además que esa extraña sensación y alboroto en mi hormonas no ayuda.

Me canso de perseguir una sombra y ver que parece no detenerse, con más razón decido parar, al menos se que está muy lejos de la aldea, ya que podría ser un lobo rezagado.

Regreso con un leve trote, esa carrera me ha dejado algo agotado, ese lobo era ágil y bastante rápido, me ha ganado y lo digo porque soy muy rápido.

(...)

El olor a comida me despierta, es muy temprano por la mañana, por lo que se que Jin ya está despierto y cocinando, me levanto algo más cansado de lo que esperaba, pero decidí no darle importancia, entro al baño para empezar con mi rutina diaria.

Minutos después bajo, pero no me dirijo a la cocina, aún sabiendo que algunos ya están desayunando.

Salgo de casa y sin demora empiezo a trotar, saludo a los miembros de la aldea a medida que voy pasando, tomo un poco más de carrera y sin problemas tomo impulso para dar un pequeño salto y caer en mis cuatros patas, a pesar del impacto al caer no me detengo, sigo corriendo hasta llegar al perímetro de la aldea.

En un claro me dejó caer cansado, en la suave tierra, tierra que aún sigue húmeda, sorprendentemente luego del incendio que se veía provenir del Este, ha estado lloviendo estos últimos tres días, hoy parece ya no querer hacerlo.

Namjoon y Jin están algo extrañados, no ha habido noticias de la manada del Este, hemos mandado a unos guardias, pero el día de ayer se regresaron al no encontrar un camino por donde pasar o llegar, camino que antes estaba.

Además, decían estar algo perdidos, al llegar en donde se suponía que debía ser la entrada a los terrenos de la manada, todo era como borroso, un viento fuerte azotaba ramitas, hojas, tierra y las cenizas de lo que fue una hermosa y gran aldea, se escuchaban risas de lobeznos, las carreras de los guardias, los hombres hablando y presumiendo su parejas, sus familias, de los felices que eran y como su manada sencilla, se hacía más grande y radiante cada día, pero no había nada de eso a la vista, los lobos dijeron haberse alejado tras verse obligados, un fuerte dolor de cabeza los retraso un día entero de regreso a casa.

Entendimos que aquellas tierras hermosas, llenas de amor, unión y alegrías, siempre habían sido sagradas y hoy en día quien quisiera pisarlas serían avisados que no eran bienvenidos, se perderían en un mar de ilusiones, en olas de sonidos susurradas al oído, vientos envolventes que privaban el aire, aquellas tierras contenían ahora las almas de lo que lucharon por sus vidas, por aquellos que dejaron sus últimas risas y alegrías, mantendrían las tierras sagradas y con vida y serian privadas para aquellos que siempre las quisieron en ruinas.

Con un suspiro por las terribles y devastadoras noticias, me tumbo un poco más, quedando cerca del lecho de césped que crece cerca de las raíces de los árboles, el sol iluminando mi oscuro pelaje.

Observo mis patas, cubiertas por el pelaje grueso de color negro, son grandes y fuertes, las garras pueden desgarrar cualquier cosa.

Acabo dibujando un corto nombre sobre la tierra, haciendo surcos con mis garras para poder dejarlo marcado.

Alia

Ver ese nombre grabado en la tierra, el nombre de mi madre, me hace recordar su voz, era dulce y conseguía calmarme sin importar qué y eso que a pesar de ser fuerte y pensar que era alguien sin sentimientos al ver su rostro serio, al menos cuando trabajaba o estaba molesta, con sus hijos, era la madre más especial de todas.

Cierro los ojos y recuerdo, su pelaje, era algo imposible de olvidar, negro, igual que el mío, sus hermosos ojos, uno gris y uno rojo, al menos para mí eran hermosos.

Sonrío vagamente, la extraño, la extraño de verdad, porque no tuve el tiempo de decirle que la quería, al igual que a mi padre, con unos ojos color ámbar que maravillaban a todos en su camino, era algo atemorizante, pero protector y cariñoso, recuerdo lo mucho que me gustaba morder sus patas siendo yo, un pequeño cachorro.

Me levanto, ya debo regresar, comienzo a correr por entre los árboles, rocas y arbustos que se cruzan en mi camino, disfrutando del cansancio y de la brisa que, una vez más, despeinada mi pelaje.

Cuando llego a la aldea veo revoloteó entre la gente, están alarmados, preocupados, se ven angustiados, cambio de forma al estar cerca de la fuente que se encuentra en el centro.

Escucho un pequeño sollozo, proviene del lado contrario a la fuente, agudizo mejor mi oído, su quejido es claramente de dolor, camino despacio, en busca de aquel sollozo, un lobo de color rojizo, yace en el suelo, sus ojos cerrados, sus orejas caídas, se concentra en el dolor que siente, así que puedo saber que él no sabe que estoy aquí.

Su olor es algo peculiar, huele como a dulces agrios, por su olor me atrevo a estar seguro que es un Beta, diviso su cuerpo, no lo reconozco, conozco a todos los de la aldea y alguien con su olor no está en la manada, mi instinto se alarma, él no es de aquí. Mi lobo frita intruso y estoy de acuerdo ante la defensiva que se alza en mi cuerpo para defender la aldea de alguien que ha logrado burlar las seguridades.

Cuando quiero gruñir para hacerle saber de mí presencia suelta un alarido de dolor, observo mejor, una de sus patas está inmovilizada, una trampa de osos la tiene atrapada entre esos dientes afilados de hierro oxidado, debio caer en ella mientras corría. Una maldita trampa de humanos.

Escucho zancadas fuertes de patas, miró en esa dirección, dos alfas de la manada se acercan, son parte del cuerpo de seguridad.

—Alfa Jungkook, El alfa Namjoon requiere su presencia en la casa mayor, nosotros nos encargaremos del beta.— me informa uno de ellos y asiento.

Empiezo a correr hacia la casa mayor, el lobo está lastimado, sé que se podrán encargar de él.

Cuando estoy cerca veo gente revuelta, los demás chicos están en una línea, algunos guardias rodeándolos, no entiendo mucho lo que pasa, pero logró percibir una variedad de olores nuevos, unos cuatro para ser específico.

Paso entre las personas y me coloco al lado de Taehyung, frente a nosotros están unas personas que de inmediato reconozco como intrusos a la manada, sin evitarlo gruño, a mi lobo le desagrada un poco la gente nueva, más que todo por no conocerlos.

—Lo siento, no queremos molestar, pero... lamentablemente tuvimos que venir acudir a ustedes.— dice con lastima él hombre entre ellos, por sus ojos ámbar, su cuerpo y postura, era claro que es un alfa.

—¿Qué le hace acudir a nosotros? Han llegado sin avisar, sin contar, que han hecho un gran revuelo en nuestra aldea. — habla Namjoon, su voz era firme, por lo visto está disgustado por el alboroto causado en la aldea y no era para menos.

—No tenemos para avisar o veníamos nosotros o no lo hacía nadie y me disculpo por el alboroto, mi hijo mayor está de mal humor por su herida, le pido que no le hagan daño.— pide con educación, parecía ser un alfa agradable, pero no podíamos confiar, su postura era de alerta.

—¿Su hijo es un Beta de color rojizo con una trampa de osos en una de sus patas traseras?—  me atrevo a preguntar antes de que cualquiera de los otros alfas puedan intervenir, veo el alfa reír de lado, pero sin ganas de hacerlo en realidad, esa sonrisa es forzada y dolorosa.

—Lo siento, nuestro hijo es testarudo y amargado, ha caído en la trampa cuando venía detrás de nosotros, veníamos por separado. Los alrededores de la manada de osos está llena de trampas de humanos, mi hijo tuvo que pasar cerca de sus fronteras y cayó en una, estaba bien oculta y su sentido del olfato está algo mal ahora, no pudo percibir el aroma a óxido antes de caer en ella.—  explicó la mujer al lado del alfa, sus ojos eran de color miel, justo como su aroma, era una omega.

Los suspiros y murmullos vuelan a nuestras espaldas y los Alfas se quedan sin palabras, la manada de los Osos está algo lejos y saber que el beta vino todo el camino con esa cosa en su pata era una sorpresa que no se podía ocultar.

—Vaya, si que es de carácter, yo no hubiera llegado lejos con algo así en mi pata, ni siquiera dar un paso.— Hoseok es el que se recupera más rápido del asombro.

—Bien, pero no explica el porqué están aquí o de dónde vienen, deseo que me lo expliquen ahora mismo.—  Namjoon exige sin querer dar más larga a su estadía aquí.

—Somos la familia Kang y venímos del...

—¡La manada del Este!— exclama Jin con sorpresa interrumpiendo al alfa, su arrebato nos hace dar un salto a todos en nuestras posiciones.

Todos nos quedamos sorprendidos cuando vimos asentir al alfa, la revelación nos deja una vez más sin palabras.

—Pero ¿Qué ha pasado? ¿Dónde está el resto de su manada? Debieron huir todos por el fuego ¿No?— Jimin hace presencia siendo él, el que está vez se recupera primero, que de igual manera está sorprendido y por ello no sabe controlar lo rápido que hace sus preguntas o el tono chillón causado por el asombro.

Miramos a la pequeña familia, y todos bajaron la cabeza, eso... no parecía ser para nada bueno.
_____________________________________________

Espero les haya gustado, es mi primer omegaverse y espero hacerlo bien, es humilde y sencillo, pero es el primer capítulo, espero le den una oportunidad y les llegue a gustar.

Darkest_Light_Soul

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top