PARTE VII



Hoseok tomo la chamarra entre sus brazos y sólo tiene dos opciones dejarla ir o aferrarse a ella.

Al final Yoongi tenía razón ellos eran pareja destinada.

Pero a quién engañaba esos eran cuentos de hadas. Terminó por dejarlo ir y le dio la chamarra a Jungkook.

Sí el destino aseguraba que ellos tenían que estar juntos que así fuera, pero él no iba a forzar las cosas. Así que no buscaría a Yoongi, no cuando lo había rechazado desde un principio.

.-.

Yoongi sonrío al tener su chamarra de regreso, por supuesto Jungkook había omitido el hecho de haberla prestado.

—Pensé que la habías perdido— le dijo Yoongi —con lo distraído que eres no me sorprendería.

Jungkook se carcajeo y sólo se detuvo cuando fue regañado por el profesor.

—Hoy voy a ir a jugar video juegos con Jimin, pero si quieres puedes venir a Jimin no le molesta.

Yoongi negó. Tenía otras cosas que hacer como hablar con Hoseok y hacerlo entender que Jungkook no era su pareja destinada.

Para Yoongi era todo un dejavu, él estaba enamorado de Jungkook y de Hoseok quien parecía ser su pareja destinada también, había una atracción difícil de controlar.

Y no era precisamente que Yoongi quisiera algo, él sabía perfectamente que era su lobo el que quería reclamar a Hoseok no él.

Los textos decían que la persona era uno con su lobo, pero él no sentía una conexión especial con el animal y ambos tenían intereses totalmente diferentes. Su lobo deseaba a Hoseok, Yoongi deseaba Jungkook.



El alfa se detuvo frente al departamento de Hoseok y tocó.

Se quedó ahí esperando una respuesta que nunca llegó.

Cuando estaba listo para retirarse el elevador se abrió dejando ver a un alegre omega con muchas bolsas en sus manos.

Hoseok lo miró detenidamente y pasó de él directo a su departamento.

—Soy tu pareja destinada— empezó Yoongi.

—Lo sé, me di cuenta esta mañana pero no me gustas ni estoy enamorado de ti.

—Bueno ya somos dos— continuó el mayor —pero mi lobo te desea, está volviéndose loco.

—Bueno ya somos dos— continuó Hoseok soltando un suspiró —hagamos un trato, empecemos despacio, conocernos un poco y luego veremos qué pasa.

—Yo no quiero conocerte, sólo quiero tener sexo para calmar a mi lobo.

Hoseok lo miró con los ojos y boca bien abierta.

—¿Es joda no?

—No, no lo es.

—Bien, Min Yoongi puedes irte al demonio— el omega le mostró el dedo de en medio antes de desaparecer dentro de su departamento cerrando la puerta en la cara de Yoongi.       


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