Capítulo 4 ✨

En ese momento el rostro endurecido y los ojos que ardían en ira de Hyun-Su me hizo sentir que había despertado al mismísimo demonio del infierno. Ahora tenía que asumir las consecuencias y enfrentarme a él.

- ¿Qué crees que haces? - gritó Hyun-su sujetando mi brazo y mirando las llaves que estaban en mi mano.

Me quedé pasmada solamente lo podía mirar. Él me suelta y camina hacia su carro y al ver el enorme rayón volteó de forma violenta y con un rostro que se tornó rojo.

- Vas a tener que pagar por esto - gruño señalando con su dedo índice el rayón.

Tomo un poco de aire mientras decía en mi mente: " Helen aquí tú eres la víctima no él". Lo miro fijamente a los ojos y hablé con un tono más fuerte.

-¿Qué carajo te pasa? ¡Cómo te atreves a decirme que te pague tu porquería de carro!.

-¡Le dices porquería a mi auto! - dice sarcástico Hyun-Su.

-¡Si le dije porquería! Acaso piensas que este carro cuesta más que una vida, o no te acuerdas de la chica que casi atropellas el otro día, sabes que, ¡esa chica era yo!.

De verdad estaba muy molesta con ese tipo, Alaia y Eun-Jin trataban de calmarme porque el alboroto que había ya no era normal, había muchas personas alrededor de nosotros mirando de chismosos el espectáculo que teníamos.

Todo se quedó en silencio por un momento al escuchar la sirena de la policía que se acercaba, alguien de los que estaban mirando los había llamado.

-¿Qué es lo que sucede aquí jóvenes? ¿Por qué tienen este escándalo en un lugar público? - se nos acercan dos oficiales de la policía.

-Está señorita le hizo un rayón a mi auto a propósito - me acusa Hyun-Su

-¡Porque no le dices al oficial que conduces como un loco y andas casi matando a la gente en la calle! - mi voz se escuchaba fuerte, es que eso de hablar en un tono bajito no va conmigo cuando estoy molesta.

El oficial que no entendió nada abrió la puerta de la patrulla y nos sujetó por el brazo a él y a mí.

-Vamos a la estación allá se aclarará todo este asunto - dice el oficial mientras nos suben a la patrulla.

El escándalo fue peor, todos hablábamos, yo podía sentir como Alaia y Eun-Jin me sujetaban de la mano tratando de evitar que me lleven arrestada.

Íbamos los dos en la misma patrulla, él ve veía con ganas de matarme, literalmente, yo también lo veía con ganas de matarlo, pero no literalmente, de verdad lo quería matar. El camino hacia la estación de policía se hizo largo y insoportable porque estaba ese tipo a mi lado.

-¡Si no fueras tan escandalosa no estuviéramos aquí, pero tú no hablas tú gritas, tu voz es tan molesta! - decía el chico que estaba muy relajado revisando el celular.

-¡Si no fueras tan idiota no estuviéramos aquí! - le respondí con sarcasmo mientras ruedo mis ojos.

Al llegar a la comisaría escuché a mis amigas, ellas nos habían alcanzado en el carro de Eun-Jin, estaban muy preocupadas por mí; ellas sabían que Hyun-Su era de una familia muy importante y podía hacer que me dejaran en la cárcel toda la vida.

-Vamos otra vez a tratar de aclarar el asunto de la mejor manera - el oficial trataba que todo terminará rápido y no pasará a mayor cosa - Me puede explicar señorita porque daño el auto del señor Kim.

-Oficial este psicópata hace varios días casi me atropella y no fue ni capaz de dar la cara y por lo menos saber si yo estaba bien, bueno yo tenía que hacer algo por el daño psicológico que me causó.

- ¡Que daño psicológico te pude haber causado si ya tú estás loca! - dice Hyun-Su haciendo una pequeña sonrisa tan irritante la verdad.

-¡Aquí el único loco eres tú! - en ese momento lo único que quería hacer era golpear a ese idiota.

-¡Ya basta! - el oficial ya sin paciencia nos había regañado - Ya entendí el caso aquí, usted señorita se vengó del señor Kim y le daño su auto con una llave - el oficial mostró las llaves que estaba dentro de una bolsita como evidencia - Señorita esto es grave, puede ir a prisión por vandalismo, desorden en público y resistencia al arresto, esto la podía llevar 20 años a la cárcel - dice el oficial con un rostro muy serio.

- ¡Que...! - grite mientras sentí que mi mundo se derrumbaba frente de mi, estaba metida en ese problemón por culpa de mis locos impulsos.

- No puede hacer eso oficial, venga eso es algo exagerado, no crees señor - interrumpió Alaia intentando hacer cambiar de opinión al oficial.

Todavía estaba en shock cuando escucho a Hyun-Su decir:

-Podemos llegar a un acuerdo y no es necesario que ella tenga que ir a prisión - Hyun-Su mostraba en su rostro que estaba disfrutando todo lo que estaba pasando.

-¿Cuál sería ese acuerdo? - preguntó el oficial cruzándose de brazos.

-Que pague por el daño - añadió Hyun-Su curvando la comisura de su boca.

El oficial volteo a verme con los ojos muy abiertos, cosa que me asustó, el oficial me miró como queriendo decir: "¡de dónde va a sacar dinero está chica!".

Suspiré profundamente y volteo a ver a Hyun-Su, mi rostro se tornó relajado al momento de verlo a él, no podía demostrarle a ese chico que estaba a punto de volverme loca por el problema en que me había metido, eso jamás.

-¿De qué cantidad de dinero estás hablando? - pregunté serenamente y con calma.

-Mmmm, de unos diez mil dólares - añadió Hyun-Su mientras levantaba una de sus cejas.

-¿Diez mil dólares dijiste? ¡No me jodas! - mi cuerpo se tensó mientras en mi mente decía: "¡me quiero lanzar del primer puente que vea"!

-Si no pagas esa cantidad entonces vas a la cárcel - dice el chico sonriendo con tanta soberbia que provocaba agarrarlo a cachetadas, pero no podía, por lo menos no aquí en la estación de policía.

Cierro mis ojos inhalo y exhalo fuertemente para tener la fuerza de decirle a ese tipejo que no tenía esa cantidad de dinero.

Escuche un golpe en el escritorio, era el oficial que ya estaba cansado del tema y al escuchar que no tenía ese dinero se estreso más.

-¡Que trabaje para mí hasta que pague su deuda! - dice Hyun-Su sonriendo, sin duda este gafo se estaba burlando de mí.

Mi semblante cambió al escuchar lo que decía el chico ¡ que yo trabajara para él! "ahora sí se volvió loco" pensé.

-¿Qué opina señorita? - pregunta el oficial mirándome muy serio.

-¡Helen, acepta ese trato! ¿Acaso quieres ir a la cárcel? - dice Eun-Jin que estaba en un mar de lágrimas y nervios.

-¡Está bien! Acepto el trato, trabajaré contigo - le dije desanimada sabía que no iba a hacer fácil aguantar a ese demente.

-Entonces ya no se hable más, ya está resuelto este problema - dice el oficial levantándose para irse.

-¿Ya nos podemos ir? - le pregunté al oficial que me voltea a ver con cara de indignación.

-Claro ya se pueden retirar, espero que ya no ocasiones más problemas señorita - me dice el oficial y se marcha

Al ver que Hyun-Su se iba, salí corriendo detrás de él, no podía quedar con la duda de que tipo de trabajo me daría; de seguro que viniendo de él no sería nada bueno.

-¡Espera! - lo detuve ya saliendo de la estación de policía

-¡ssch, que quieres ahora!.

-¿Qué me digas que clase de trabajo voy a tener contigo? -le pregunté algo preocupada de su respuesta.

-¡Ya verás! - me dijo con una mirada tan fría que congelaba para después hacer una sonrisa tan diabólica.

Ya no había vuelta atrás era trabajar con él o ir a la cárcel, por culpa de mis locuras ese psicópata me tenía en sus manos.

Salimos de la comisaría y Eun-Jin me lleva a casa en su carro, era mi primer día en la universidad y ya todo era un desastre; lo único bueno que me pasó este día fue haber conocido a ese par de chamas que ya éramos muy panas.

-Helen, no te preocupes mañana será otro día y de seguro será mejor -me trata de consolar Eun-Jin mientras me bajo de su carro.

-Gracias muchachas por no dejarme sola hoy - mi tono de voz era desanimado y mi rostro triste.

Subí al apartamento y la señora Choi había preparado la cena, la verdad, no quería ni comer, y a la vez me daba pena no probar toda esa comida que había preparado para mí.

-¿Cómo estuvo tu primer día de clase? - me pregunta la señora Choi mientras sacaba una jarra de jugo de la nevera.

Yo hice un rostro así como: ¡Por que me tenía que preguntar eso y ahora que respondo!.

-¡Bien! Algo aburrida la clase - hice una sonrisa falsa y me puse a comer rápido antes que me fuera hacer más preguntas. Al terminar de comer le agradecí y entre en mi cuarto, la señora Choi quedó sorprendida por mi actitud.

Ya en la cama no podía ni cerrar los ojos, tenía esa duda del trabajo que me iba a dar Hyun-Su. También me sentía algo estúpida por haberme gustado ese chico cuando lo vi en el salón, sin saber lo arrogante que era.

"Helen por culpa de tus locuras estás metida en este problema, pero no te preocupes que vamos a salir de esto, ese tipejo no va a poder contigo". Yo misma me hablaba acostada en la cama para darme ánimo, ya que al llegar a la Uni de seguro Hyun-Su me iba a buscar para molestarme.

Mi despertador sonó temprano y me preparo para ir a clase, me doy un baño de agua caliente, porque el frío que había no era normal y si me bañaba con agua fría de seguro me quedaba congelada, desayuno y salgo a la calle donde el frío era peor. Al llegar a la Uni caminaba como una persona que está sentenciada a muerte.

-¡Helen! - escucho a lo lejos a Alaia - ¿Estás bien? Hoy se te ven ojeras pareces un zombi - ella reía mientras pasaba su mano por mis ojeras que hoy se me veían terribles.

-No pude dormir bien anoche - le contesto con un gran bostezo.

-Se te nota, que no pudistes dormir, será ¿Porqué le tienes miedo a Hyun-Su? - Alaia frunce el ceño y luego ríe.

- ¡Por Dios! No me hagas reír, Alaia, yo no le tengo miedo a ese loco, para nada, se va a repetir de decirme que trabaje para él - sonrío y seguimos caminando mientras las personas me veían y murmuraban cosas que no podía oír y tampoco me importaban.

Entramos a clase y lo primero que vi fue a Hyun-Su voltear para verme, volteo a otro lado para no caer en su juego ni tener ningún contacto visual con él.

Me siento y coloco mi celular y el bolso en la mesa, una sombra que se coloca a un lado de mí hace que se bloquee la luz que entra por la ventana. Levanto mi mirada enseguida al ver que alguien toma mi celular de la mesa, para mi mayor disgusto no podía ser otra persona si no que Hyun-Su.

-¡Dame mi celular! - le digo mientras me levanto rápidamente de la silla.

El chico anotó su número en mi celular y llamó para que mi número quedara grabado en el suyo.

-¿Qué haces? - le quito el celular de un manotazo.

-Ya tengo tu número. Desde hoy trabajas para mi, tienes que hacer todo lo que yo te diga; acaso no te acuerdas de nuestro trato - sonrió y arqueo una de sus cejas.

-¿Dime de que se trata ese fulano trabajo?.

-¿Fulano? - se preguntó extrañado - Espera que te llame y te diré que tienes que hacer - sonrió como siempre con un toque de malicia que solo él sabía hacer.

Me paro frente a él y lo miro a los ojos, aunque es mucho más alto que yo, trato de enderezar mi cuerpo lo más que puedo para verme un poquito más alta.

-Espero que no estés imaginando vainas raras, ni se te ocurra ponerme hacer algo malo; tú sabes a que me refiero - le digo haciendo gestos amenazadores.

-¡No había pensado en nada de eso, pero gracias por darme esa idea! - sonrió algo irónico y se va a su asiento junto a la ventana.

Ese loco estaba jugando con mis nervios y tenía que estar preparada para lo que fuera que estuviera pensando hacer conmigo.

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