Capítulo ✨24✨

Me gusta Hyun-Su, me gusta mucho él, eso era lo único que pensaba cuando me besaba. No sé si él sentirá lo mismo por mí pero yo estoy  comenzando a sentir algo muy hermoso y fuerte por él.

El ruido de una moto cerca de nosotros hizo que Hyun-Su se levantará rápidamente, buscando con su vista aquella moto que ya se había perdido entre la calle oscura.

— ¡Levántate!, vámonos de aquí — Hyun-Su, me da su mano para ayudarme a levantarme del suelo mientras su semblante era de preocupación.

— ¿Que sucede? Me tienes nerviosa —  me levanto rápido y lo sigo hasta el carro.

— Sube al auto, te llevaré a tu departamento — dice abriendo la puerta del carro algo apurado.

Estaba pasando algo y no era bueno, aunque él no me quería decir  su rostro me lo decía todo. Ese hombre de la moto tal vez era el mismo que vimos en la casa del lago. Me preocupe aun más, no sabía si ese tipo era quien había golpeado a Hyun-Su.

— ¿Hyun-Su, que está pasando? Dime ese es el mismo hombre que vimos en la casa del lago.

— Si, es él mismo hombre, de ahora en adelante ten  mucho cuidado con él — Hyun-Su hablaba mientras conducía muy rápido, como si tenía que ir a algún lugar después de dejarme en mi apartamento.

— ¿Porqué dices que tengo que tener cuidado con él? No estoy entendiendo nada — me sentía confundida por lo que estaba pasando con aquel hombre, estábamos siendo vigilado por alguien y eso me hacía sentir nerviosa.

— Mi padre envío a ese hombre a vigilarme, ya él sabe de ti sabe que andas conmigo. Mi padre es un hombre muy peligroso, tienes que decirme si te están siguiendo o alguien te amenaza. Desde hoy me vas a contar todo lo que veas extraño — Hyun-su hablaba rápido y con su cara sería, no sabía que su padre fuera alguien peligroso y al parecer no le agradaba la idea que su hijo estuviera conmigo.

—  ¡Me estás asustando!.

— No te preocupes yo te cuidare, no dejaré que te pase nada malo — él me miró y me dio una tierna sonrisa que me hizo tranquilizar.

El chico me deja en el edificio y se va dejándome muy preocupada, no sabía que era lo que iba  hacer.

                   ✨ Hyun-Su ✨

— ¿Porqué demonios me estás  siguiendo padre? Ese hombre trabaja para ti ¿Qué, acaso lo enviaste para que me matará? — mi padre se encontraba en su despacho tomando vino como siempre.

— ¡No seas estupido Hyun! yo no te quiero matar a ti, como le podría hacer eso a mi hijo.

— ¡Deja de seguirme! — le gritó, mi padre era la peor persona que he conocido, de él se podía esperar de todo, por eso me tenía preocupado que me estuviera siguiendo con sus matones.

— ¡Maldita sea Hyun! estabas con esa chica otra vez, que fue lo que hablamos anoche — mi padre se levanta de la silla y se acerca a mí con la copa de vino en la mano mientras la movía — Hijo no le quiero hacer daño a esa chica pero me estás obligando hacerlo.

— Ni se te ocurra tocarle ni un cabello a ella, por que así seas mi padre verás lo que puedo ser capaz — me interrumpe

— ¿Me estás amenazando hijo? — mi padre se echa a reir haciendo que yo apretara mis puños — Hijo ya quiero ver de qué eres capaz de hacer por esa chica, no sabía que eras tan valiente como para enfrentarte a mí. Ya veo que eres ya todo un hombre — dice mi padre tomando un sorbo de su bebida.

— Te lo advierto padre. Ni se te ocurra hacerle daño o  te las verás conmigo —  salgo de ahí y entro a la habitación de mi madre.

Ella estaba profundamente dormida, me acuesto a su lado y la abrazo. Como me gustaría que despertara y poder hablar con ella, necesito un consejo de mi madre que me ayude con lo que estoy pasando; pero ella solo está dormida y yo muy solo.

                       ✨ Helen ✨

Estoy en mi cama y no logro conciliar el sueño tenía que saber lo que pasaba con, Hyun-su, también me preocupaba no saber nada de Alaia y me atormentaba saber que estaba apunto de perder la beca. Eran mucha frustración para mi cabeza y la ansiedad me estaba matando.

En la mañana salgo del apartamento para ir a la Uni y me sorprendo ver el auto de Hyun-Su estacionado afuera.

— Sube te llevaré a la universidad — me dice mientras arroja una colilla de cigarrillo por la ventana del carro.

— ¿Está todo bien? — le digo extrañada que viniera por mí para llevarme a la Uni.

— Si, ya te dije que no te preocupes, yo voy a cuidarte — Hyun-Su sonríe mientras me subo al carro para irnos.

Llegamos a la universidad y él caminaba a mi lado como si fuera un guardaespaldas, no me quería dejar sola ni un momento.

Veo a Eun-Jin en el salón, Alaia no estaba en su asiento. Miro a Eun-Jin y le hago señas de que no sabía nada de Alaia, Eun-Jin cierra los ojos con preocupación y luego saca su celular para llamarla. En eso entra el profesor y Eun-Jin y yo dejamos el contacto visual para estar pendiente de la clase.

En la tarde vamos saliendo de la universidad y Hyun-Su nos alcanza corriendo.

— ¿Porqué te viniste sin mí? ¿No podías esperar a que saliera de mi clase? Recuerda que yo te voy a buscar y a llevar a tu departamento y a donde tú quieras — dice el chico mientras que Eun-Jin tenía los ojos como dos platos después de escucharlo hablar.

— No te espere por qué vamos al apartamento de Alaia y voy en el carro de Eun-Jin, tranquilo no tienes que estar todo el día cuidandome. Tranquilo no me va a pasar nada malo.

—  No quiero correr riego, ustedes van en su auto y yo voy en mi auto detrás de ustedes.

— No es necesario Hyun-Su, además todavía te falta entrar a una clase, ve a tu clase tranquilo yo voy a estar bien  — los dos estábamos actuando como unos noviecitos tontos, mientras que Eun-Jin trataba de no reírse de nosotros dos.

—  Está bien, pero después que termine la clase iré por ti a casa de tu amiga.

— ¡Está bien! — hacemos una pequeña sonrisa los dos y él se va a su clase.

Eun-Jin se me queda mirando con su cara de asombro. Se notaba que tenía gran curiosidad por saber ese cambio entre él y yo. Siempre andábamos insultandonos  y ahora derrepente nos tratábamos amablemente.

— Helen ¿Qué fue eso? Hyun-Su, te está cuidando, se veía preocupado por ti, ¿Qué está pasando entre ustedes dos? Y por que no me has contado nada — Eun-Jin me hacía muchas preguntas haciendo que yo me sonroje por hablar de Hyun-Su.

— Después te cuento amiga, por los momentos vamos a ver si Alaia se encuentra bien.

— Si vamos ya quiero verla y saber que no le ha pasado nada, y por cierto Helen ¿De que te está cuidando Hyun-Su? — sonrió y hago que camine para irnos.

Vamos en el auto de Eun-Jin y a unos cuantos metros del apartamento de Alaia el carro se apaga.

— ¿Qué le sucede a este auto? — dice mi amiga  tratando de que vuelva a encender.

— Deja de hacer eso, vas a tener que llamar a una grúa, este carro no va a encender amiga — le digo apenada.

— ¡No puede ser amiga! En este momento se tiene que dañar mi auto — ella hace gesto como si estuviera llorando y a mi me da risa.

Llamamos a la grúa y se lleva el carro al taller, no faltaba mucho para llegar donde Alaia así que decidimos caminar hasta allá.

Llegamos al apartamento y por más que tocábamos nadie abría, en ese momento perdí el control y comencé a gritar.

— ¡Alaia!, abre la puerta, no ves que Eun-Jin y yo estamos preocupadas por ti. Abre o llamo a la policía para que tumbe la puerta, tu decides.

En eso escuchamos abrirse la puerta. Lo que vi me destrozó el corazón, Alaia tenía la cara toda golpeada igual que sus brazos y piernas.

— ¿Qué te pasó amiga? ¿Porqué estás así? — le digo mientras la abrazo y Eun-Jin se desata a llorar.

Entramos a el apartamento y la pobre Alaia estaba tan adolorida que ni podía caminar bien. La llevamos a su cuarto y la  ayudamos a acostarse en su cama y nos sentamos una a cada lado de ella para escuchar que fue lo que le había pasado.

— ¡Chicas perdón por hacerlas preocupar! no quería que me vieran así — Alaia comienza a llorar y yo no pude contener mis lágrimas.

— ¿Quién te hizo esto Alaia? El quien haiga sido tiene que pagar por golpearte así.

— No Helen, no creo que él vaya a pagar por lo que me hizo.

— Entonces fue un hombre quien te hizo esto — le digo secando mis lágrimas.

— Si, fue un hombre quien me golpeó. Yo.. yo estoy saliendo con un hombre casado y mayor que yo. No les conté porque me daba vergüenza — ella hablaba mientras su vos se quebraba.

— ¡Alaia! ¿Porqué andabas con un hombre casado? Amiga ese hombre es un desgraciado — le digo indignada.

— ¡Ni yo se porque andaba con él! Lo siento amigas, soy una tonta por dejarme golpear por él. Creo que le creí todo lo que me decía y no era cierto. Pero ahora no quiero hablar de eso.

— Que maldito es ese tipo. Tienes que denunciarlo, no te conviertas en una mujer maltratada por un hombre, no hagas eso Alaia — comienzo a llorar más fuerte y todas terminamos llorando abrazadas.

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top