Ya por fin había terminado este día y regreso a el apartamento. Fue un día algo agitado para mis sentimientos y solo quería era bañarme  y acostarme a descansar, ya mañana volvería a la Uni y vería a mis amigas; aunque quería contarle a alguien todo lo que me había pasado, no podía hacerlo, era como un secreto de Hyun-Su y no podía divulgarlo.

Recordé lo que me había contado Eun-Jin de la familia del chico, que su madre estaba enferma. En ese momento entendí que esa señora que estaba con el cuchillo era la madre de Hyun-Su.

"¡Por eso él tenía esa tristeza, era por su madre! ¡Pobre señora!". Digo mientras me levanto de la cama y busco mi celular, sentí la necesidad de llamar a mi mamá. Yo amo a mi madre y no me imagino verla en una situación Así, eso me mataría.

Llamo a mi mamá y después de casi una hora hablando con ella y Emi me quedo dormida.

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Al amanecer voy a la Uni y algo dentro de mí me hacía sentir que quería ver a Hyun-Su, quería saber cómo seguía su madre, quería saber si él estaba bien. Entro al salón y hay estaba Alaia y Eun-Jin, pero hyun-Su no estaba; eso era raro porque él nunca faltaba a clase.

— ¡Hola Helen! ¿Cómo fue pasar este fin de semana con Hyun-su? — pregunta Eun-Jin.

— ¡Bien, bien! — eso fue lo único que pude decir en ese momento, pero con ganas de contarle que la verdad fue una locura pasar un fin de semana con él.

— ¿Porqué tienes esa cara de culpabilidad? ¿Qué hiciste, cuenta? —   indaga Alaia sonriendo y con una mirada picara, ella tiene ese don de saber lo que hace la gente asi no se lo cuenten.

— ¡Cara de culpabilidad, de que hablas Alaia! — le digo algo nerviosa mientras ella me queda mirando con ojos entrecerrados. En ese momento entro el profe y las chicas se sientan y yo respiro profundo.

En la tarde  después que ya habíamos terminado todas las clases, las chicas me invitan a comer helado, ya que estaba comenzado el verano y hacía calor y por supuesto que acepte ir con ellas.

Las tres íbamos caminando por el centro comercial y entre risas y tonterías que hacíamos nos la pasamos super. Fue una tarde muy divertida con mis amigas,  me hizo recordar cuando era una niña y me la pasaba con Laura mi mejor amiga.

La verdad, necesitaba una tarde asi para relajarme y  desintoxicarme del tóxico llamado, Hyun-Su.

Al terminar nuestro paseo las muchachas me dejan cerca del apartamento y se van despidiéndose con sus manos. mientras voy caminando por la acera un auto blanco se detiene cerca de mí; eso me puso nerviosa y camino más rápido, pero el auto se vuelve a detener cerca de mí, volteo y veo salir del auto a Erick.

— Hola, Disculpa si te asuste Helen, vi que casi sales corriendo — bufa Erick al ver lo asustada que estaba.

— Hola Erick, si me asusté pensé que eras un secuestrador — bromeo.

— Helen, sí te dijera que me gustaría secuestrarte, ¿Qué dirías? — No lo podía creer, pero Erick era la primera persona que me dejaba sin palabras, que hacía que mi mente se quedará en blanco — ¡No te gustaría que te secuestrara aunque fuera unas horas!.

— ¡Erick, porque dices esas cosas, me avergüenza! — me sentía tan tonta cuando estaba delante de él.

— ¿Ya comiste? Sino has comido te invito a cenar y no acepto un no por respuesta.

—  ¡Lo siento! pero vengo de comer con las chicas... — Erick me interrumpe.

— ¡Entonces te invito al cine! — el chico insistía, y yo no tenía ánimo de salir ya estaba cansada de todo lo que caminamos las muchachas y yo, solo quería era llegar a el apartamento y acostarme en mi suave cama.

Erick seguía insistiendo que saliéramos, hasta me hizo unos cuantos pucheros haciendo que riera de sus locuras. Estamos distraídos en nuestra conversación, cuando nos sorprende un hombre vestido todo de negro que pasa y tropieza muy fuerte a Erick.

— ¡Ehee amigo ten más cuidado! — gruñó Erick, que se sujeta el brazo donde el hombre lo había tropezado.

— Lo siento, no te vi — esa voz se me hizo parecida a la de alguien que conozco, me le quedó mirando tratando de verle su cara que ocultaba con la capucha de su chaqueta.

Ese hombre vestido todo de negro voltea quitándose la capucha de su cabeza, sentí como un frío recorrió mi espalda y mi corazón se aceleró al ver que ese hombre era, Hyun-Su.

— Disculpa! no te vi cuando pase — aclara Hyun-Su a Erick, para luego clavar esos orbes negros en mí.

— ¡Está bien!, no hay problema amigo, pero para la próxima ten más cuidado  — contesta, Erick, de lo más amable.

Me encontraba en medio de los dos sin decir nada y sintiendo esa mirada tan fría verme "¡Qué carajo hacia ese tarado por aquí!".

— ¿Y tu qué haces por aquí? — le pregunte con curiosidad.

— Vengo de ver a un amigo — dice Hyun-Su. Esa mentira ni él se la creía.

No sé si era pura casualidad encontrarme con los dos al mismo tiempo o yo definitivamente había nacido con todos los planetas en retrógrado y por eso era mi mala suerte.

Nos quedamos un momento los tres mirándonos y ninguno hablábamos hasta que Erick, decidió romper ese silencio tan incómodo.

— ¡Entonces Helen! ¿vamos al cine? — él seguía con la idea de ir a pasear.

— ¡Si claro vamos! — respondo, pero de verdad, no estaba entusiasmada por ir al cine, solo quería salir de ese momento tan incómodo en que estaba.

— Disculpa amigo pero esta linda señorita y yo nos vamos al cine —Hyun-Su, que todavía estaba hay paradote se le queda mirando a Erick con odio.

— ¡Que bueno! que salgas con una chica como ella, últimamente las chicas de ahora solo quieren tu dinero o desabrochar tus pantalones y después irse — dice Hyun-Su, riendo con ironía.

Volteo enseguida a ver a Erick que tenía una expresión en su cara de que no había entendido por qué él dijo aquello. Hyun-Su, tenía su sonrisa maquiavélica y yo tenía una expresión de asesina en serie con ganas de matar a ese grandísimo hijo de su madre.

Era obvio que esa indirecta tan directa era para mí, yo era la que le había desabrochado su pantalón aquella noche. Me subo al auto de Erick, mientras quedo viendo con odio a ese loco que no soporto, pero también me sentí mal por haber besado a un idiota como él.  A cada momento me arrepentía más de haberlo besado y estar apunto de tener algo con ese hombre. Tengo que estar muy agradecida que esa noche no hubiera pasado nada entre él y yo.