El chico colocó una de las bandejas de comida en frente de mí y una enfrente de él, la comida se veía sabrosa y yo de verdad tenía mucha hambre que me podía comer tres bandejas de esa comida. Luego él abrió una de las botellas de soju y lo colocó con dos vasos en la mesa y comenzó a comer, yo nada más lo veía extrañada de su comportamiento.

Me propongo a empezar a comer y la primera porción que pruebo me hace tomar un vaso de soju de un solo golpe, no lo podía creer era picante;  de verdad la comida picante me persigue y el picante y yo no nos llevamos bien.

— ¡No sabía que te gustaba tanto el soju! — dice Hyun–Su algo irónico.

— ¡Claro que no! No me gusta tanto como tu piensas, esta comida esta picante y no estoy acostumbrada a comer así, por eso bebí el soju rápido — ya esté tarado estaba pensado que yo era una borracha, no me podía haber dicho que esa comida era picante. Hyun-Su sacó otra bandeja de las bolsa mirándome obstinado de mí.

— ¡Toma esta comida!, no es picante — abrió la bandeja dejándome ver un rico Gimbap. Había estudiado mucho sobre Corea, pero la gastronomía no la había probado, sabía de muchos platos picantes pero no me imaginaban que fueran tan picante.

Al escuchar a Hyun–Su decir esas palabras se me vino un dejá Vu, enseguida me vino a la mente, Erick, y lo que había pasado anoche en el restaurante; tal vez era porque estaba pasando algo parecido con lo que me había sucedido con la comida picante y Erick. No pude disimular una pequeña sonrisa que espontáneamente salió al acordarme de él.

— ¿Qué piensas, que te hizo sonrojar derrepente? — este chamo esta pendiente de cada uno de mis movimientos y hasta de mis gestos  que se da cuenta de todo lo que hago.

— ¡No, nada!, además porque me estás haciendo tantas preguntas, ¿Qué es lo que te pasa? — me sentía interrogada y acusada de un crimen que todavía no sabía que era lo que había hecho.

— Mejor cállate y termina de comer, tienes que seguir trabajando — no lo soporto hace un minuto estaba tratándome bien ahora me manda a callar, Hyun-Su de verdad que tiene una actitud de mierda. No sabía lo que le pasaba pero hoy estaba peor que nunca, esta vez ya me tenía harta con su idiotez;  pobre de la mujer que viva con este tarado va a vivir obstinada y atormentada.

— ¿Quieres más soju? — el chico sacó la otra botella y la puso en la mesa

— ¡No gracias! no quiero más, muchas gracias por la comida — me levanto  para seguir con la remodelación cuando escucho un fuerte golpe en la mesa.

Volteó y me doy cuenta que fue Hyun–Su que colocó con fuerza la botella en la mesa con intención de intimidarme.

— ¿Porqué no quieres tomar conmigo, será porque no soy, Erick? — dice arqueado una de sus cejas.

— ¿Cómo conoces a Erick? — no podía creer que él supiera lo que estaba haciendo anoche, "Acaso me está espiando" pensé.

— ¡Eso no importa y responde mi pregunta!.

— Tu primero responde la mía ¿Cómo carajos conoces tú a Erick? — ya estaba alterada y a punto de perder la paciencia.

— ¡Sabés qué!, mejor olvídalo — dice, se levanta, agarra la botella y se va muy molesto.

Ya en mi mente había todo tipo de película de terror, psicópatas y asesinos, no entendía como él podía conocer a, Erick, yo estaba siendo vigilada por Hyu–Su y no me había dado cuenta.

        ✨ Hyun–Su✨

Salgo de hay molesto, esa chica me hacía perder la paciencia; era insoportable y irritante; Aunque me gustaba molestarla para verla enojada la mayoría de las veces yo era el que terminaba molesto.

Me alejo un poco para tomar aire fresco, abro la botella y bebo un trago, saco un cigarrillo y lo enciendo para relajarme; no acostumbro a fumar pero de vez en cuando lo hago más que todo cuando necesito pensar y aclarar mi mente.

Inhalo el humo y luego lo exhaló  suavemente, viendo como el humo se expande por el aire trato de entender por qué me molestó tanto ese mensaje que vi en el celular de Helen, dude un momento si así era su nombre, siempre la llamaba era " escandalosa " recordé que en el mensaje ese tal Erick le decía, Helen, y me volví a sentir enojado nada más de recordar ese mensaje.

Era algo extraño sentirme así de molesto sin razón alguna y menos por esa mujer. Me voy a la mansión ya era incómodo estar ahí y verla.       

        ✨Helen✨

Ya había terminado por ese día, aunque todavía faltaba mucho, ya había adelantado bastante el trabajo. Faltaba era dos paredes por pintar, pero ya me dolía el brazo así que lo dejo para mañana. Voy  afuera y no veo a Hyun–Su por ningún lado, me había dejado ahí sola y me iba a tocar irme a casa en un taxi a esa hora de la noche.

No podía dejar de pensar en todo lo que había pasado hoy, fue algo extraño este día. " ¿Será que me escucho nombrar a Erick?, pero es que yo no lo nombre" estaba perdida en mis pensamientos mientras caminaba por aquel oscuro camino cuando de  pronto llegó un mensaje a mi celular.

<< ¡Hola Helen! Espero que te encuentres bien, disculpa si te molesto que te invitará a comer un helado. Disculpa si fui muy rápido al invitarte, pero es que te quería ver >>

" ¡Un momento! ¿Por qué Erick me envía este mensaje?, que es lo que está pasando aquí". Comienzo a revisar los mensajes y veo dos mensajes de Erick que yo no había leído, eso solo decía que, Hyun–Su había visto mis mensajes sin mi permiso.

"¡Que se cree! el muy hijo de pu.., eso sí es verdad que no se lo voy a permitir, que revise mi celular sin mí  permiso. Donde quedó mi privacidad"

Salgo corriendo hacia la mansión, él tenía que darme la cara y pedirme disculpa, ya que por su culpa no pude salir a comer helado con Erick.

Llegó a la enorme mansión y tocó la puerta lo más duro que puedo.

— ¡Un momento porfavor! ¿Qué es ese escándalo señorita? — me dice una señora que se veia que era la sirvienta de esa familia.

— ¡Llame porfavor al tarado que vive aquí! — estaba tan molesta que si lo veía en ese momento lo mataba.

— ¡Disculpe señorita! aquí no vive ningún, tarado, no sea grosera y mala educada.

— ¡Claro que sí vive uno y es el mayor tarado que puede existir! — respiro profundo para poder pronunciar su nombre — ¡porfavor, dígale a Hyun-Su, que salga!.

— El joven se fue a dormir si quieres le deja un mensaje conmigo y yo le digo al joven cuando se levante.

Al escuchar que esa señora no lo iba a llamar y era obvio que no me iba a dejar entrar comienzo a empujar la puerta para entrar; aunque la señora trataba de no dejarme pasar  no pudo más que yo y entre.

— ¡Hyun–Su, donde estas sal y dame la cara grandísimo idiota! — mis gritos se escuchaban por toda la mansión  — ¡Que salgas te estoy diciendo!.

— ¡Basta señorita! deje de gritar o llamo a la policía para que la saque de aquí — dice la señora que me empujaba hasta la puerta para que me fuera.

— No me voy a ir hasta que hable con, Hyun–Su — le digo forcejeando con ella para que me soltara y seguir buscando por la mansión al muy desgraciado.

Alguien me sujeta por el brazo fuertemente y me arrastra hacia unas enormes escaleras, cuando levanto la mirada lo veo a él, si el mismo que estaba buscando.

— ¡Sueltame!, tu y yo tenemos que hablar — le digo pero él ni me escucho solo me seguía llevando casi arrastra por aquellas escaleras. Me sujetaba tan fuerte que me dolía el brazo.

Al llegar frente a un cuarto abrió la puerta y me empujó dentro de ella. Al verme sola con él en esa habitación me puse algo nerviosa, el olía a alcohol y eso no era una buena idea estar ahí solo los dos.

Apena iba a pronunciar una palabra cuando él me empuja hacia la cama y se pone encima de mí, lo intento quitar y él me sujeta las manos. Hyun-Su, es muy alto y más fuerte que yo, ni dándole coñazo me lo iba a poder quitar tan fácilmente de encima.

Por un momento despues de tanto forcejear nos quedamos en silencio en  esa habitación, acostados entre suaves sabanas que había desordenado por tanto resistirme a sentir su cuerpo sobre mí. Ahí estamos los dos mirándonos frente a frente con la respiración acelerada y el corazón a todo galope, nos veíamos sin decir ni una palabra, ya que nuestras mirada estaban diciendo todo lo que sentíamos en ese momento.