Capítulo 11 ✨

Ya habíamos terminado de comer y nos íbamos a ir cuando salió Erick de la cocina nuevamente.

- ¿Ya se van tan temprano? - dice Erick que se acercaba a nosotras con una botella y unos vasos en sus manos.

- ¡Si, ya Helen se quiere ir a encerrarse a su departamento como una ermitaña! - protesta Eun-Jin muy divertida con Erick, creo que era la primera vez que la veia hablar tan suelta y sin tanta formalidad.

- ¡Así de mal te tratamos que ya te quieres ir Helen!, que les parece si tomamos unos tragos de tequila chicas, esta noche está fría no nos caería mal unos tragos, ¿Les parece?.

- Claro que sí, ¡Vamos a tomar tequila! - grita Eun-Jin entusiasmada de quedarse a tomar, estaba sorprendida de ella, nunca pense que le gustará salir a tomar; siempre tenía una imagen de niña tímida y con lo que me salió la encantadora Eun-Jin.

Nos volvimos a sentar y la verdad yo ya me quería ir a casa, apesar que el lugar era muy agradable y Erick era un amor ya sentía la necesidad de encerrarme en mi cuarto y dormir, eso era lo único que quería en ese momento.

- ¡Vamos Helen son solo algunos tragos! ¡Anímate! así nos conocemos mejor podemos hablar de lo que quieras - Erick llena tres vasitos con tequila y nos dice que lo bebamos los tres al mismo tiempo y hasta el fondo, el sabor del tequila era fuerte pero me gustó, por lo menos con el tequila no pase pena como con la comida picante.

- Cuéntame Eun-Jin¿Ya comenzaste la universidad? - pregunta Erick

- Si ya comencé a estudiar medicina y Helen está también en mi clase - mi amiga le hace gesto a Erick para que me hable.

- Así que tú también vas hacer una doctora - dice el chico con una pequeña sonrisa

- Eso es lo que más anhelo convertirme en una gran doctora - le digo mientras me tomo otro trago.

- Helen ya que estás estudiando medicina ¿Puedo ser tu primer paciente?.

- Mi primer paciente ¿acaso estás enfermo? - me asombro al escuchar a Erick. Él no se veía que estuviera enfermo al contrario se veía muy saludable.

- Hace un año alguien me rompió el corazón, aunque ya no duele me gustaría que tú, Helen, lo terminarás de sanar - la mirada de Erick se perdió en un momento viendo el cielo para luego mirarme con aquellos ojos encantadores y sonreír tan tierno

Yo que siempre era tan introvertida este chico me dejaba sin palabras, no sabía que responder cuando él me hablaba.

- Helen ¿Porque te quedaste muda? - dice el chico sonriendo y algo nervioso.

- No sé si pueda sanar tu corazón, pero, lo intentaré como buena médica que quiero ser - No podía creer lo que le había respondido, me sentía como una tonta pero era lo más razonable que le pude contestar en un momento asi.

Por haber estado hablando casi toda la noche con Erick no me fijé que Eun-Jin estaba borracha, ella se había tomado casi toda la botella de tequila y estaba a punto de colapsar en la mesa donde estábamos.

- Amiga, despierta - por más que muevo a Eun-Jin ella ni puede abrir los ojos - Ven vamos al baño - le digo llevándola casi cargada para lavarle el rostro y para que vomitara todo ese alcohol que bebió.

Apesar de que casi la baño no logré que Eun-Jin mejorara de la borrachera que tenía, está chica de verdad que era más fiestera que yo y no lo parecía.

- ¿Helen están bien? ¿puedo entrar para ayudarte? - dice Erick que se encontraba a fuera del baño.

- Si, porfavor entra, necesito ayuda con mi amiga - le digo mientras sentaba a Eun-Jin en el piso, ya no podía con ella, mis brazos se estaban entumeciendo por el peso, tan delgada que se veía pero esos huesitos si que pesaban.

Erick entro al baño y me ayudó a llevarla a su auto, era obvio que ella en esas condiciones de borrachera extrema no podía conducir. Yo también me sentía algo mareada por los tragos así que Erick se ofreció a llevarnos a casa.

Primero dejamos a Eun-Jin en su casa. Ahí fue algo arriesgado porque nos tocaba entrar a esa casa sin hacer ruido, dejar a la chica en su cuarto y salir rápido antes que sus padres se dieran cuenta y nos fueran a confundir con unos ladrones.

Después de dejar a mi amiga "la borrachita" en su casa era mi turno que me llevarán a mi apartamento. Le indico a Erick mi dirección y como ya era más de media noche no había tráfico y llegamos rápido.

- ¡Gracias Erick por traerme!, disculpa lo que pasó con Eun-Jin fue una locura esos tragos - le sonrió y abro la puerta para salir del auto.

- ¡Espera Helen! - dice Erick sujetando mi brazo.

Volteó a verlo y se veía algo nervioso, no tenía ni idea que me quería decir y eso me hizo sentir algo nerviosa a mi también.

- Me puedes dar tu número, si quieres, no es obligado, sino quieres no imp... - interrumpo a Erick que estaba tan nervioso que sudaba, este chamo de verdad que era muy tierno.

- Claro que te puedo dar mi número - le digo con una sonrisa haciendo que Erick bajará un poco el nivel alto de nervios que tenía.

Le pido su celular para anotar mi número y ya el ambiente entre él y yo se hacía algo pesado, así que me bajo de su auto sin decir nada más dejándolo ahí solo.

Subo al apartamento y al abrir la puerta consigo a la señora Choi dormida en el mueble, parece que se había quedado dormida viendo una película; "asi de aburrida sería esa película que se durmió".

Apagó el televisor y la despierto, no podía dejarla dormir en ese mueble con el frío que estaba haciendo.

- Señora Choi, señora Choi porque no va a su cuarto y duerme más comoda en su cama.

- ¡Ya llegastes Helen!, me quedé dormida con esa película - sonrió y se levantó para irnos las dos juntas hasta nuestras habitaciones.

Había sido un día largo y había pasado muchas cosas, pero la mejor fue haber conocido a Erick.

Ya estaba casi dormida cuando escucho sonar mi celular había un mensaje entrante.

<< ¡Hola otra vez!, soy Erick, este es mi número guárdalo porfavor, no lo borres, guárdalo. Me gustaría mucho que me escribieras Helen, bueno que duermas bien y sueñes con los angelitos >>

Ese mensaje hizo que sonriera como una tonta, eso era lo que producía el efecto Erick en mí, que me pusiera como una niñita tímida.

<< Tu también descansa, hablamos después >>

Le respondo el mensaje y me acuesto a dormir.

°°°°°

Ya había amanecido y me alistó para ir a remodelar la biblioteca de, Hyun-Su y salir lo más rápido de ese trabajo que tenía que hacer. Me estoy despidiendo de la señora Choi cuando suena mi celular, no se porque en mi mente dije animada "¡Ese es Erick!" Para después llevarme la fea sorpresa que no era él, era lamentablemente Hyun-Su.

- Te espero a las nueve, no llegues tarde, no me gusta la gente impuntual - dic, Hyun-Su, y cuelga. Ni si quiera me dejó hablar el grandísimo idiota.

Esa llamada ya me había amargado la mañana y eso que todavía no lo había visto.

Agarro un taxi y voy camino a ponerme de mal humor por culpa de ese chamo, eso era lo más seguro que pasaría; no es que este exagerando es que él y yo somos como el agua y el aceite, como perros y gatos, para nada éramos compatibles y eso estaba más que claro.

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