-¿Qué tal tu día?-me preguntó como si me conociera de toda la vida y ni siquiera sabe mi nombre.

-Que te importa, sal inmediatamente de mi terraza.-digo enfadada mientras salgo de la piscina.

-Técnicamente es nuestra terraza porque es corrida.-habla el muy imbécil.

-Técnicamente me importa tres pepinos, ahora vete.-digo firme parándome enfrente de el con los brazos cruzados.

-Técnicamente deberías bañarte en bikini y no en ropa interior.-dice mirándome de arriba abajo.

No me había dado cuenta que estaba en ropa interior. Me miro y me avergüenzo totalmente, se que dije que me estresan esas mujeres que diferencian los bikinis de la ropa interior pero en este momento quiero que la tierra me trague. Ni se porque dejo que me afecte.

-¡Vete!-grito furiosa.

-No se altere señorita. Recuerda lo del infarto.-habló mientras salgo camino a su casa y al parecer me tiene pronosticado un infarto porque no deja de repetirlo.

-Definitivamente eres un acosador.-le digo deseando que choque con las flores y caiga al piso.

-Un acosador bien atractivo.-me responde el muy creído.

-¡Lárgate y no me vuelvas a dirigir la palabra!-grito lanzándole el cojín con que me estaba tapando. Aiii no estoy muy mal, necesito un psicólogo.

-Me pides que me valla y te dejas a la vista. No juegues así que eso podría terminar mal.-me dice y ya puedo imaginarme a lo que se refiere.

No le respondo porque me conozco y sé que esto llegaría a otro nivel y no quiero. Así que entró corriendo a la casa para evitar que me siga mirando.

No entiendo nada, porque entre tantas mujeres que hay en el mundo precisamente tiene que molestarme a mi. Ni tampoco entiendo cómo puede ser que todo sea casualidad. Enserio él me asusta, primero en el hotel, luego el avión y ahora es mi vecino. No puede ser solo una casualidad.

Cuando me bañé y me vestí salí y le coloque el seguro a la puerta. Nadie sabe por lo que a ese loco le daría por hacer.

El resto del día me la pasé leyendo un libro que me llamó la atención del librero de Mile. Tenía una portada preciosa. Era una novela de romance. Para ser sincera amaba leer, era parte de mi, no podía parar de leer, la historia era tan atrapante que no podía parar. Hasta que lamentablemente mis ojos no dieron más. Me sentía la vista cansada y me dolía la cabeza.

<<Apenas me recupere vuelvo a leer>>pensé mientras cerré el libro y lo deje en la mesita de noche.

Miro mi celular y tiene 10 notificaciones.
2llamadas perdidas: Mom
7 llamadas pérdidas: Mile
1 un sms de Mile: cuando veas el sms llámame.

Rápidamente le di al botón de llamar.

-¿Qué ha pasado?-pregunto preocupada al ver tanta insistencia.

-¿Dónde estabas? Me tenías preocupada.-me dice.

-Estaba en la piscina.-respondí evitando la otra parte de la historia.

-Te estaba llamando para decirte que no llegaré temprano a casa, ser la mejor empleada tiene sus trabas. -habla y se nota algo cansada.

-¿Has comido algo? -pregunto.

-Si, no te preocupes estoy bien, solo llamaba para avisarte y que no te preocupes. En la nevera hay comida o si quieres puedes pedir pizza. -dice mientras se escucha otra voz.-Tengo que dejarte, después hablamos, duerme temprano que mañana es el día.

-Vale more, cuídate.-cuelgo.

(...)

Hoy es lunes, el lunes de la entrevista para mi nuevo trabajo. Estoy tan emocionada. La verdad estar en la casa no se hizo para mi, soy una persona activa en todas las formas posibles.

Me miro en el espejo y me pruebo por encima varios vestidos pero no me agrada, quiero algo que cause buena impresión. Así que llamó a Mile para que me ayude.

-Definitivamente esto es perfecto.-menciona ella.

-¿Tú crees?-digo no muy convencida.

-Sii anda póntelo y apresúrate no quieres llegar tarde.-rie.

Me pongo el vestido negro de encaje de mangas largas que escogió mi amiga. Agregándole unos zapatos de tacón pero no tan altos del mismo color. Dejando mi pelo lacio caer por toda mi espalda.

Me mire varias veces en el espejo y me parecía muy formal pero ella es la máster y conoce la empresa. Así que cogí la cartera con los papeles y mi teléfono.

-¿Lista?-me pregunta bajando el elevador.

-Lista.-dije muy segura de que el trabajo sería mío. Trabajaba como camarera pero tengo mi título de comunicación social. Con ese título puedo trabajar en cualquier lugar donde tenga que tratar con personas, por eso puedo ser perfectamente una secretaria.

Bajamos y Mile me llevó en su coche. La empresa no está muy lejos del Hotel. Llegamos más rápido de lo que esperaba y entonces entramos.

El lugar es extremadamente grande y elegante. Todos andan de traje y en conjuntos formales, Mile tenía razón este es el atuendo perfecto.

Camino acompañada de esa morena llena de rizos que me guía por dónde debo ir. Subimos a la segunda planta y aquí arriba hay distintas oficinas. Todo es tan colorido y abstracto. Dan ganas de trabajar en este lugar se nota la profesionalidad de todos y la gran organización que hay.

Mile saluda a varias personas mientras nos abrimos paso a la tercera planta.

-¿Falta mucho?-pregunto.

-La verdad dos pisos más arriba.-dice sonriendo.

-¿Por qué no cogemos el elevador?-la miro seria.

-Porque quería darte un recorrido.-habla risueña.

-Ya tendré tiempo para recorridos si me aceptan, por ahora cojamos ese elevador y vamos a ver si me dan el trabajo.-digo riendo también.

Cogimos el elevador dos pisos más arriba, estamos en la quinta planta. Al abrir las puertas del elevador avanzamos a una de las oficinas que había.

-Permiso.-habla Mile tocando la puerta.

-Adelante.-se escucha desde adentro.

Al entrar habían dos personas en la habitación, un desconocido y uno que lamentablemente ya conozco. Parecían estar discutiendo pero a él imbécil la cara le cambió al verme ahora se está riendo a carcajadas como un loco maniático.

-¡Esto ya es demasiado!-exclamo rodeando los ojos.

Nota de la autora:

Haaaa, solo paso a decirles que gracias por el apoyo que le están dando a esta nueva historia. Espero y les guste mucho.❤️

No olviden dejar su estrellita y comentarios 😆❤️

Besos.