Me encanta las vistas que tiene este departamento, anoche me quedé mirando las estrellas apoyada en el balcón. Tenía miedo ya que es de cristal y me daba la impresión de que caería al abismo.

Hablé por videollamada con mi madre y René. Les enseñe toda la casa y se quedaron impresionados. Mi madre se notaba preocupada pero traté de dejarle claro que estoy bien.

Mile y yo nos quedamos dormidas juntas hablando de todo un poco. Me contó bien la historia del novio tóxico que había tenido. Ella me había hablado de él por teléfono pero en persona nos explicamos mejor.

Al abrir los ojos miro hacia todos lados, recordando de que este es el primer amanecer de mi nueva vida. Me levanto y voy directo a la cocina.

En la nevera había una pequeña nota que decía:

Me surgió algo en el trabajo, se que es domingo pero debo tenerlo listo para mañana. Lo siento por dejarte sola. Come todo lo que quieras y disfruta el día. Besos Mile.

<<Pues ni modo, estoy sola>>pienso al leer la nota.

Hice café y fui a tomarlo en la terraza. Los amaneceres aquí deben ser bonitos. Al salir hay un aire fresco, como de lluvia.

<<Que suerte la mía, ya empecé mal el día>>Digo al ver que el cielo está nublado.

Tomo mi tasa de café y me la llevo a la boca mojándome los labios. Esta todo muy tranquilo hasta que el vecino pone música por todo lo alto. Cómo existen personas que a plena hora del día hacen tanto ruido sin importar si hay alguien durmiendo.

<<Ya me cae mal>>digo haciendo una mueca y volviendo a dar otro sorbo de café para relajarme.

Es imposible estar calmado con plena escandalera. Respiro profundo y entro a la casa para no tener la engorrosa necesidad de ir y cantarle las cuarenta.

Al entrar dejo la tasa en la cocina y me pongo a ver las noticias; pero no logro concentrarme totalmente ya que me ha parecido ver una sombra en la terraza.

No le prestó atención ya que debe ser imaginación mía. Pero algo dentro de mi no me dejaba estar tranquila así que decido ir y mirar para estar totalmente segura de que no había nadie. Cómo en efecto salgo y miro a todos lados y no había nada. Regreso adentro y voy directo a mi habitación para darme una ducha.

Me quito la ropa frente a la cama dejando todo encima de esta y entro al baño para ducharme.  Apenas me había dejado caer un chorro de agua y se escucha un gran estruendo afuera. Me asusto así que me coloco la toalla y salgo a revisar.

<<El clóset estaba cerrado>>digo al ver las puertas abiertas de par en par.

Ya me estoy asustando así que camino hacia la sala a pasos agigantados.

—¿Quién anda ahí?—pregunto nerviosa, pero no encuentro respuesta.

Sigo avanzando y me encuentro con una de las sillas tirada en el suelo. Pero solo eso, no había rastro de nadie. Creo que esta casa está embrujada.

Salgo disparada hacia mi habitación y cierro con seguro. Le pongo la oreja a la puerta y no se escucha nada. Me ducho lo más rápido posible y salgo pitando hacia la terraza ya que al ser un lugar abierto me siento más segura mirando a todos los rincones.

Ya que no podré salir de casa porque está a punto de llover me coloqué uno de mis pijamas de pantalón y pulóver ancho para estar más cómoda y no resfriarme. Registro la nevera y me encuentro con un paquete de gomitas.

<<Ahhhhh>>automáticamente mi cerebro chilló de la emoción. Amoo las gomitas.

Cojo el paquete y salgo a sentarme afuera. Estoy entretenida comiendo gomitas y revisando mis redes sociales. Posteo una foto mía y de Mile en el aeropuerto cuando llegué.

Chateo con mi mamá y le mando una foto de cómo estoy ahora.

—Estas de vaga, ponte a trabajar.—me dice agregando un emoji enfadado.

—No estoy de vaga, mañana voy a ver lo del trabajo a la empresa.—respondo poniendo un emoji con la lengua afuera.

—Esta bien, un beso, tengo clientes en la tienda. Hablamos luego.— manda un sticker de una niñita china mandando un beso. Le encanta esa niña.

—Besos.

Apagó la pantalla del teléfono y me acuesto en el sofá mirando a la piscina. Se ve tan rica, pero hace algo de frío. La curiosidad me mata y voy y me acerco para mirar la profundidad ya que no puedo estar donde el agua me sobrepase los hombros.

Es increíble, como no había dado cuenta que tiene calefacción obvio en un lugar tan elegante como este hotel tendría que aver algo de esto.

Me emociono ya que estoy sola y trataré de aprender a nadar. Digo a chapoletiar por eso no lo hago delante de nadie me avergüenza porque paresco una rana en tanga.

Me quito la ropa quedándome en sujetador y en blumer. De todos modos es paracticamente  igual que un biquini, me estresan esas mujeres que andan en traje de baño por todo el mundo y entonces cuando la ven en ropa interior se mueren, por dios es lo mismo.

Entro al agua y está muy buena. Siento como va mojando todo mi cuerpo hasta que me queda por debajo de los senos. Perfecta para mi.

Me undo agarrando mi nariz por miedo. Cuando salgo me pasó rápidamente la mano por la cara para quitar los restos de agua que tenía en mis ojos. Y no podía creer lo que veía.

Estoy delirando, me estoy volviendo loca. Me vuelvo a pasar la mano por la cara pero sigue ahí y con su estúpida sonrisa en su cara.

—Hola vecina.—me dice moviendo su mano y acostándose en mi sofá.

—¿Vecinos? Ho no, no puede ser.—murmullo maldiciendo a todos los dioses.

Hola bomboncitos ❤️

Me pueden dejar en los comentarios que les parece este nuevo capítulo 😁

¿Que opinan de estos dos?😏

No olviden dejar su estrellita ✨ nos vemos en la próxima actualización.