❤️Capítulo 32❤️

Estoy de los nervios, el avión nos espera y todos tienen cara de emoción. Pero yo, yo estoy a punto de infartar.

Es que nada de esta locura puede salir bien, mi madre es muy selectiva y sobre todo muy protectora conmigo. Cuando hablamos por cámara se quedó algo rara, y esa mirada me la conozco. Es la típica "deja que llegues a  casa" que nos pone a temblar.

Se que quiere lo mejor para mí, pero es capaz de oler las mentiras a distancia.

—Todo estará bien.—comenta Mile sentándose a mi lado en el avión.

En los asientos de al lado Branly y Brian.

—Nada de esto saldrá bien.—comento de forma negativa mirando de reojo a mi futuro esposo quién tiene una sonrisa de oreja a oreja.

¿Acaso no está nervioso?

—Ada.—me agarra la mano y la miro con atención.—Todo saldrá bien, confía en mí.

Asiento pero no muy convencida.

—Mi madre explotará de felicidad al verte.

—Si es cierto ya tantos años que no nos vemos.

—Chicas ¿quieren algo de comer?—ambas negamos.

—Ada, deberás contarme más sobre tu madre si queremos que esto salga bien.—habla mi jefe haciéndome una seña algo extraña.

Pero creo que la he pillado y quiere que nos sentemos juntos para que Milena y Brian también lo hagan. Ahora se cree cupido.

—Bien, siéntate aquí a mi lado. —Milena me mira aterrorizada al ver que tendría que sentarse al lado de Brian.

—Eres muy malvado.—susurro a su oído.

—Necesitan un empujoncito.—habla de igual manera sonriendo.

—Bien.—miro en dirección a mi amiga y ya están con un tema de conversación valla que estos Ruscher son rápidos. —¿Que quieres saber de mi madre?

—Pues no lo sé, lo esencial.

—Pues es una adicta a que todo esté en orden, sabe cuando mientes, es un don que Dios le dio y pues mataría a cualquiera que dañe a su bebé así que supongo que deberías andarte con cuidado.

Veo que traga saliva y luego sonríe.

—Nada que no podamos controlar. —retuerzo los ojos.—Ada, va a salir bien, tu madre me aceptará, nos casaremos y así felices todos.

—Feliz tú. ¿O se te olvida que todo esto es solo y únicamente por tu bien. —alzo una ceja.

—Si no quieres casarte pues no te cases y listo.

—Aja y me dices eso hasta ahora, cuando estamos de camino a que conozcas a mi madre. —le pegó en el hombro.—Eres un imbécil.

—Estoy hablando en serio Ada.—me doy cuenta como Brian y Milena nos miran y trato de calmarme.

—Ya estamos en esto y no me voy a rendir ahora, total solo será un año de mi vida perdido, al fin y al cabo no es tan grave no. —dejo caer mi cabeza en el espaldar y dejo salir un resopló.

—Ada.—le hago un gesto con la mano.

—No quiero hablar ahora mismo, así que mejor callate.

No se si es porque los dioses hoy están a mi favor pero lo hizo, se calló.

No se por cuánto tiempo dormí pero ya hemos aterrizado.

Ai mi dios, los nervios han empeorado. Nos pillamos un taxi hasta mi casa y ahí estábamos, a segundos de tocar la puerta.

—Pues bienvenidos a mi humilde hogar. —trato de sonreír pero no me sale.

Todos me siguen y esperan detrás de mí mientras tocó el timbre.

—¡Cariño!—mi madre me abraza y me da millones de besos, yo también estoy muy feliz de verla. —¡Mile, mi niña cuánto tiempo!

Sale disparada a abrazar a Milena mientras los hermanos Ruscher esperan su saludo calmadamente.

—Madre, este es Branly mi prometido y su hermano Brian. 

—Un gusto conocerlos.—los saluda con un beso en la cara.—No nos quedemos aquí, por favor pasen.

—El gusto es nuestro suegrita.—habla Branly y mi cuerpo se retuerce, si el supiera lo mal que esa palabrita le cae a mi madre no la hubiera dicho.

Espero su reacción pero no aparece, sin embargo es la primera en entrar a la casa.

Al menos todo va bien por ahora.

—Tomen asiento. —nos indica.—¿Desean algo de beber?

Todos negamos.

—Mamá dónde está mi padrastro. 

—Esta trabajando se incorporará con nosotros para la cena.—asiento. —Y entonces cuál de todos me va a explicar de donde salió la idea de una boda.

Todos quedamos paralizados.

Branly me mira y yo lo miro a el.

—Pues señora, si quiere le puedo contar todo desde el comienzo.

—No, del comienzo comienzo no.—lo freno, ya que mi madre le cogerá odio si sabe que por su culpa perdí mi trabajo aquí y tuve que irme lejos de ella.

—Pues es mi jefe mamá, y además de eso es mi vecino. El roce de vernos en el trabajo, en la casa, en algunos lugares que frecuentamos ambos nos fueron acercando poco a poco. Y si nos enamoramos.

—Pues si, de una forma resumida es eso.—asiente.

—Pero no llevan tanto tiempo como para andar comprometidos.—expresa mi madre.

—El tiempo es lo de menos señora. Lo que su hija y yo hemos sentido en estos meses es más fuerte que cualquier sentimiento que haya tenido yo en toda mi vida.

—¿Y tú Ada? Hija mía se que no eres de enamorarte fácil, antes de irte de aquí estabas renuente al compromiso y ahora de la nada me dices que te vas a casar.

—Mamá es que no hay explicación que valga, simplemente así pasó. La conexión y la química que hay entre nosotros dos es inexplicable solo se que paso. Me enamoré.

—¿Y ustedes dos no tienen nada que decir?—se dirige a Mile y Brian que están muy callados en una esquina.

—Señora yo solo puedo decirle que nunca he visto a mi hermano de tal manera, es complicado de entender pero no es necesario entenderlo. Sólo con saber que esto los hace feliz ya es suficiente.

Asiento.

—Es verdad, Ada está renovada, es muy feliz con el te lo aseguro.

Mi madre deja salir un suspiro y luego hay un silencio enorme.

—Pues supongo que tendremos que planear la boda más hermosa para mi princesa. —todos nos miramos al unísono.

—Prometo que haré muy feliz a su hija.—Branly se acerca a ella y besa su mano.—Lo prometo.

—Tu y yo hablaremos luego jovencito.—sonrío.

—Gracias mamá por entenderme, no sabes lo feliz que me haces. —la abrazo y ya siento como mis pulmones se van llenando de aire nuevamente.

—Ada lleva a Milena y a Brian al cuarto de huéspedes y tú y prometido dormirán en tu cuarto. —asiento pero veo como Milena y Brian se miran raro.

—Mamá, es mejor que yo y Milena durmamos juntas, creo que será incómodo para ella dormir con su jefe.

—¿No son novios? —pregunta curiosa y niego— Te juro que pensé que si, por supuesto que pueden dormir como mejor les parezca aunque creo que lo de dormir con su jefe no es tan grave porque tú lo haces.

—Pero es diferente yo y Branly si estamos juntos. —le reclamo.

—Y yo pensé que ellos también lo estaban, es que hacen tan linda pareja. —dice la doña bien feliz.

—Mejor subamos ya.—indico y me siguen.

Si, fue incómodo el momento para todos.

Por ahora todo va bien, pero no sé por qué tengo la sensación de que mi querida madre aún no está muy satisfecha.

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top