Me encanta molestarla, pone cara de niña chiquita como cuando se le cae el caramelo al piso. Mirándola bien, tiene unos ojos preciosos: son oscuros pero reflejan una luz muy bonita, son profundos y tiene las pestañas muy largas.

Se ha cambiado al aciento de alante para librarse de mi, pero aún así le jalo el pelo a cada ratos, me mata con sus miradas. ¿Enserio le caeré tan mal?

Cuando vamos a cinco horas de vuelo ya ella está totalmente dormida, parece estar bien cansada así que decido realizarle una broma.

-Señorita.-le hablo bajo a la chica que está a su lado.-Le importaría cambiar de asientos.

-Por ti, cualquier cosa bombón.-me dice sonriendo.

-Pues que suerte la mía.-le respondo mientras me muerdo el labio. Cuando se levanta puedo ver sus curvas delineadas, es una rubia alta, de ojos tan azules como los míos.

-Toma, esta es mi tarjeta; llámame.-me dice dándome una pequeña tarjeta con su nombre y número, Melody.

-Te llamaré, Melody.-digo volviendo a ver la tarjeta.-Gracias por lo del asiento.

-No hay de que.-responde muy coqueta.

Me vuelvo a colocar el cinturón de seguridad y la azafata me mira incrédula. Ambos nos cambiamos de asientos, pero la pequeña bicha que tengo dormida a mi lado no lo sabe.

Me acomodo de forma que no se despierte y me voy pegando poco a poco a su hombro, quedando semi acostado. Así cuando se levante veré su reacción. Estuve algo incómodo los primeros minutos luego ni me sentía el malestar porque también quedé dormido.

-¡Maldito imbécil!-me despierto al escuchar un grito de espanto.-¿Qué haces a mi lado? Eres un acosador de mierda. ¡Alejate de mi!

Veo a la castaña más alterada que nunca, miro a su cuello y puedo verle la vena a punto de explotar. Y no puedo evitar reír.

-¡Te da gracia! Cómo no, ser un acosador imbécil es tu pasatiempo. -grita aún más enojada.

-Debo admitir que pensé que esto sería divertido pero ver tu cara superó mis expectativas.-le digo aún riendo.

-¡Señorita! Puede volver a cambiar de asiento conmigo.-le dice a la señora de atrás.

-Lo siento señorita no puede moverse el avión está a punto de aterrizar y debe permanecer en su asiento.-le responde la azafata al escucharla.

-¡Mierda! -oigo que resopla por lo bajo.

-No te agobies, tienes un buen compañero de vuelo.-le sonrió.

No encuentro respuesta de su parte; solo una mirada de asesina y su silencio. Esta fija al frente y no ha movido ni un dedo.

-¿Sabes que? Creo que necesitas ayuda.-menciono, mientras giro mi vista hacia ella.-Tienes que aprender a controlar tu genio, apuesto a que morirás de un infarto.

-¡No necesito ayuda! ¡Tu si necesitas ayuda! Eres un acosador y un maniático que te gusta molestar a los demás. -me dice, tiene razón en lo último, pero eso no es un delito...creo.-Ademas ni siquiera me conoces, quién te da el derecho de perseguirme y molestarme deberías ir a la cárcel por maltrato hacia mi persona.

Miro a mi alrededor y todos en el avión están fijo en nosotros, esto se está poniendo bueno.

-¿Maltratador? No he tocado ni una sola parte de tu cuerpo.

-Ja, si no me digas y cogerme por mi pies y lanzarme a una piscina en la cual casi me ahogo no es tocarme.-responde inmediatamente.

Gracias a Dios los altavoces comenzaron a sonar y desvío la atención hacia el aterrizaje. A mi me salvó de no saber que responder y a ella de un infarto porque veo que está híperventilando y tratando de calmarse.

Al aterrizar, salió disparada del asiento cogió sus cosas y se fue rápidamente. Ni pedirle el número me dio tiempo. Aunque pensándolo bien no me lo daría. Ya me considera un acosador, no creo que sea tan estúpida para darle su número a su supuesto acosador.

(...)

Al bajar del avión fui directamente a casa de mi padre, necesito verlo antes que nada.

-Al fin llegas hijo.-dice mi padre al verme cruzar la puerta.

-Padre, qué alegría verle.-lo abrazo.

-Estas muy fuerte.-dice tocando mis brazos.-Debes ser todo un Casanova.

-Igual que tú en tus tiempo-le sonrio. Además estás muy bien ahora, pensé que estabas muy enfermo.

-Entonces debes tener muchas.-dice riendo respondiendo a mi alago.- Y encuanto a lo de la enfermedad por ahora está controlada pero solo era la única forma de traerte hasta aquí.

-¿Me han mentido?-pregunto desconcertado.-Solo hace tres años que me fui, para que me quieren aquí.

-Si, hace tres años te fuiste de vacaciones y hoy es que regresas.-dice haciendo una mueca.-Que vacaciones más largas.

-Papá es que soy un alma libre, viajé por todo el mundo, conocí los mejores hoteles, las mejores playas, las mejores chicas.-digo y sin darme cuenta una sonrisa sale de mis labios.- Fueron los mejores años de mi vida.

-Y no extrañabas tu casa, a tu padre y tus hermanos.-dice bajando la cabeza.

-Por supuesto que sí. Además les traigo muchos regalos.

-Pero eso no cambia el hecho de que te desapareciste tres años, llamabas a duras pena.-veo que esto lo ha afectado mucho y ya me siento mal, tiene razón en todo.

-Lo siento padre. -fue lo único que dije.

-Sabes que siempre te lo he dado todo, nunca te he puesto un pero, ni un castigo. -habla mientras me hace una señal para que me siente a su lado.-Ya va siendo hora de que te ocupes de tus obligaciones como un Ruscher.

-Padre usted sabe que eso no es lo mío, soy joven aún.-digo tratando de convencerlo ya que no quiero trabajar.

-Tu joven y yo viejo. Pero yo me iré de esta tierra y no habrá nada que me haga más feliz que verte al lado de tu hermano liderando la empresa.

-Pero papá...-trato de reclamarle pero me interrumpe.

-Ademas ya es hora de que te busques una buena esposa.

Sus palabras me tomaron por sorpresa nunca esperé que dijera algo como eso. Si hubiera sabido que quería que regresara solo para esposarme y según el convertirme en un hombre responsable y liderador de una de las empresas más famosas del mundo no hubiera puesto ni un pies en el avión.

¿Ahora que hago?

Hola mis bomboncitos❤️

¿Que tal les ha parecido este capítulo?

¿Que opinan de la mentira que le dieron a Branly para que regresara?

Y mucho más....

¿Que opinan sobre lo de buscar esposa?