❤️Capítulo 22❤️
Es inexplicable lo que estoy sintiendo, me siento usada y sobre todo muy tonta. Cómo pude dejar que me envolviera en todo esto pero él tiene razón debo afrontar esto de una vez. Al parecer está decidido a que sea su maldita esposa y aún tiene ese vídeo.
Así que debo vigilarlo y borrar de su móvil el vídeo, es sencillo. Luego me liberaría de todo está mierda. El regreso al hotel fue más silencioso aún que el de ida hacia el local donde construirán el próximo hotel.
—¿Qué haces?—me pregunta.
—Me voy a recoger mis maletas.—niega.
—No saldremos mañana.—coge su móvil en la mano.—Hay pronosticada tormenta.
—¡Qué fastidio!
—Mejor disfruta de este maravilloso hotel o si quieres sal a caminar París, estaría encantado de acompañarte pero dudo que quieras mi compañía.
—Me encantaría.—acepto ya que sería perfecto en alguno de esos momentos borrar el vídeo de su móvil.
—Vale está bien.—responde sorprendido.—Hablare con mi padre, debo decirle que haremos una cena para comentarle algo importante el fin de semana.—me guiña un ojo, está hablando de mi.
Voy a la habitación y me quito los zapatos, agarró unos altos negros y dejo los sucios en el suelo mientras me recuesto en la cama agarró mi teléfono y le escribo un mensaje a Mile.
¿Cómo estás?
Enseguida me da las dos flechitas azules y sale escribiendo.
M: Trabajando y ¿tú qué haces?
Agonizando lentamente.
Me manda unos emojis riendo.
M:¿Qué ha pasado ahora?
Me está chantajeando el muy imbécil.
M:¿Chantajeando con que?
Nos grabó mientras follabamos y ahora me está obligando a casarme con él.
M: ¡Qué! Retrocede un poco no entiendo nada.
Te contaré cuando vuelva, tengo un plan después hablamos.
Me desconecto y lo veo venir.
—¿Aún quieres salir? —asiento mostrándoles mis zapatos.—Ya estás lista, eres rápida.—sonríe y se ve tan lindo.
<<Ada concentrate y vendate los ojos>>
—¿A dónde iremos?—pregunto mientras salíamos de la habitación.
—Será sorpresa.—me gustan mucho las sorpresas pero definitivamente me asusta todo lo que tiene que ver con él.
Enrialidad creo que le doy mucha importancia en general a todo lo que tiene que ver con él y eso antes no me había pasado. Para mi los hombres no eran importantes, solo era sexo y punto pero todo lo de él me preocupa.
¿Será la forma en que llegó a mi vida?
Qué desde el minuto uno lo cambió todo y lo hizo mierda. Desde ese día ha estado presente en todo momento, lo veo en la empresa, en la casa, es mi jefe y es muy sexi y folla como nadie y...
¡Mierda! Creo que me he enamorado.
No puede ser, no puedo enamorarme de un idiota, chantajista, cerdo e imbécil.
¿Quién es tan miserable para grabar a una mujer teniendo sexo y luego chantajear para que sea su esposa? Solo él.
—Estas muy callada. —lo miro y puedo notar como mi vista pasa inmediatamente a sus labios.
—Solo estaba pensando.
—¿En mi?—niego.
—No te creas tan importante.—miro hacia delante y aprieto mis manos.
—Ada.—llama mi atención. —Realmente siento haber utilizado el chantaje pero quiero que seas mi esposa, aunque sea de mentiras.
—¿No sólo podías pedirlo?—el niega.
—Me hubieras dicho que no.—me lo pienso un poco y tiene razón. No hubiera aceptado perder un año de mi vida fingiendo.
—¿Por qué yo?—indago.
—Porque en realidad no quiero casarme, no quiero ataduras y sé que tú carácter es igual al mío y aunque pienses que quieres tener algo serio tu biología no fue creada para eso.—asiento, realmente somos muy parecidos.—Así que se que no encontraré a nadie como tú para ocupar ese puesto, tendríamos nuestras libertades y por supuesto tú también pondrías tus ideas y tus cláusulas.
—¿Realmente haremos un contrato?—el asiente y mantiene su vista al frente.
—Un contrato donde los dos expondremos nuestros puntos de vistas. —vale al menos podré poner límites. —Hay otra razón por la cual quiero que seas mi falsa esposa.
—¿Cuál?—me mira por unos segundos y cuando iba a hablar.—¡Cuidado!
Gritó pero es demasiado tarde, hemos chocado con otro auto. El impacto ha sido grande me he golpeado la cabeza y apenas puedo abrir los ojos. El auto se ha dado una vuelta y estamos boca abajo, puedo ver unas botas a lo lejos pero siento como mis ojos no resistirán más y comienzan a cerrar. El dolor de mi cabeza es muy fuerte y me duele todo el cuerpo.
—Branly.—balbuceo pero no puedo mirarlo me duele mucho el cuello.
—Ada.—oigo apenas su voz en un susurro y me alegra que al menos este conciente. —Resiste Ada, resiste.
Su voz se va haciendo cada vez más lejana, tengo ganas de dormir, mis ojos se me cierran y los párpados me pesan.
Un accidente.
Pienso al quedar todo totalmente en negro. Ya no escucho nada, no siento nada y no veo nada. Todo es oscuridad y tranquilidad.
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