Cap. 34: Mentiras y verdades (Parte I)


1 mes después...

- Buenos días Decana Irasue

- Buenos días Kimura, toma asiento... - La estudiante obedeció nerviosa y se sentó en una silla frente a su escritorio, mientras la mayor dirigía su mirada a su mano vendada. - ¿Puedes contarme qué fue lo que ocurrió?

- Ayer en la tarde le llevaba unos exámenes corregidos de economía al profesor Kobayashi, cuando entré en su oficina él... Comenzó a actuar de manera extraña, se puso muy insistente al ofrecerme algún tipo de recomendación o a ayudarme a encontrar un buen trabajo cuando termine mis estudios. Me dijo que si él me hacía ese favor, yo tenía que... Hacerle un favor a él también. No era la primera vez que me hacía ese tipo de insinuaciones, pero ayer fue más directo y en ese momento le dije que no estaba interesada en ningún favor que él pudiera ofrecerme y que yo era perfectamente capaz de encontrar un buen trabajo por mi cuenta. Se molestó y comenzó a acercarse más a mi, noté que tenía olor a alcohol, como si hubiese estado bebiendo y me puse muy nerviosa... Él se acercó más y me agarró la cara con fuerza, como si quisiera besarme y en ese momento yo... Yo intenté defenderme y le pegué. Me gritó un par de cosas que no logré escuchar y... Salí de ahí lo más rápido que pude. - Dijo con su voz temblorosa. - Eso fue lo que pasó.

- Comprendo... Hoy en la mañana Kobayashi se acercó a mi oficina enfurecido, acusando que tú lo habías golpeado porque él te despidió como ayudante y tú te molestaste.

- ¡¡Eso no es verdad!! - Gritó con molestia.- ¡Eso no fue lo que pasó! 

- Dijo que haber pasado dos meses con mi hijo te volvió una persona agresiva como él y que pensaba demandarte y asegurarse de que no encuentres trabajo en ni un lugar.

- ¿Demandarme? ¡Fue él el que intentó abusar de mi! ¡Dioses! ¡Estaba ebrio en su lugar de trabajo! ¿Y qué tiene que ver Sessh... El señor Taisho en todo esto?

- Rin, necesito que te calmes... Te voy a ser sincera, Kobayashi es un desgraciado. Lleva años intentando quedarse con mi trabajo y después de esos escándalos no pierde oportunidad para sacarme en cara que crie a un hombre agresivo, violento y sin emociones.

- ¿Qué escándalos?

- ¿Acaso no ves las noticias, niña? - Ella negó con la cabeza. - Que raro, pensé que por eso cuando te dije que harías tu pasantía con él, estabas tan... "asustada" - Rin se sonrojó levemente al recordarlo. - Hace algunos años, Sesshomaru pasó por un período complicado luego de la muerte de su padre. No se lo tomó de la mejor manera y se involucró en varias situaciones complicadas, algunas peleas y otras cosas... Lo demandaron en varias ocasiones y al ser una persona tan reconocida, un hombre tan joven dueño de una de las empresas más importantes de Japón, bueno... Salió en la mayoría de las noticias, intentaron entrevistarlo en más de una ocasión y no salió muy bien que digamos. Él se reúsa bastante a hablar en público... O a hablar en general para decir verdad... En fin, voy a asegurarme de que Kobayashi no siga con el tema de la demanda, así que no te preocupes más por eso, pero... No puedo hacer más que eso. No puedo despedirlo y él lo sabe muy bien, no hay "pruebas" de lo que él te hizo a ti, más que tu palabra... Y no me malentiendas, yo te creo, pero no es suficiente para despedir a una persona que lleva trabajando aquí prácticamente desde que se creó esta carrera. Lo siento mucho, Rin.

La castaña apretó sus puños con fuerza y asintió con sus ojos brillantes, intentando retener sus lágrimas de impotencia.

- Y si lo necesitas, puedo devolverte tu trabajo como ayudante.

- No será necesario, en lo posible, no quiero volver a acercarme a él.

- Comprendo.

- Mañana haré la última clase, porque tienen examen esta semana y no me gustaría dejarlos a la deriva, pero eso será todo...

- Bueno Rin, siento no poder hacer más por ti... Pero tengo que admitir que me sentí bastante satisfecha al ver a Kobayashi entrar con un ojo morado a mi oficina esta mañana. En varias ocasiones quise hacerlo yo misma. - Rin no pudo evitar sonreír al escuchar su confesión. - ¿Tu mano está bien? 

- Si, sólo un poco inflamada, mi compañera de departamento es enfermera, ella me ayudó con eso. 

- Qué bueno. Rin... Antes de que te vayas, aprovechando que estas aquí me gustaría hacerte unas consultas. 

- Si claro, dígame.

- Leí tu informe de la pasantía... Muy bien escrito por lo cierto, pero hay algo que no incluiste, me gustaría saber qué opinas de él.

- ¿De el señor Taisho?

- Si, los últimos estudiantes que pasaron por ahí, se encargaron de recalcar que trabajar junto a él había sido una experiencia... "traumante" por no decir menos. Sé que es un hombre complicado y agresivo... Recuerdo haber leído la palabra "dictador" en varios informes. Pero tú no incluiste nada de eso, me gustaría conocer tu opinión al respecto, porque al parecer pasaste bastante tiempo con él. Son informes confidenciales, él no lo sabrá, al igual que lo que me digas ahora. 

- Trabajar con él fue... Ciertamente algo que no olvidaré. Creo que el señor Taisho es el empresario más inteligente que he conocido, con dos meses a su lado aprendí más que en muchos años de carrera. Jamás vi a alguien decirle que no, siempre logró exactamente todo lo que quería, era admirable. Si es complicado y quizás tiene un carácter fuerte, pero creo que la palabra dictador está demás. Es verdad que quizás no tiene mucha tolerancia a las equivocaciones, pero puedo comprenderlo, el trabajo que él hace es simplemente impecable y perfecto, y no espera menos de quienes trabajan con él. Pero eso para mí no es una mala señal, todo lo contrario, es porque respeta a las personas con las que trabaja, por algo las escogió, cree que están a su altura, confía en ellos y no le gusta sentirse decepcionado. Él es... como nadie que haya conocido. Quiero decir, como ningún empresario que haya conocido. Bueno, por alguna razón está donde está hoy en día. 

- Es la primera vez que escucho algo así de él, no puedo negar que estoy algo... sorprendida. - Rin movió sus dedos con nerviosismo al escucharla. - Bueno, eso es profesionalmente... ¿Y personalmente, qué opinas de él? Esto no tiene que ver con tu informe, es sólo... curiosidad. 

- Ehmm... Lamento decir que no lo conocí tanto como para poder opinar de él más allá del ámbito profesional. 

- No sé por qué, pero hay algo que me dice que quizás no es tan así... Pero no me hagas caso, sólo estoy divagando. Bueno Rin, me pone feliz hablar contigo, la verdad es que había estado evitando hablar con Sesshomaru este último mes porque antes de aceptarlos me dijo que si algo salía mal con ustedes no volvería a aceptar estudiantes en su empresa, y no había querido llamarlo para pedirle que me entregue tu evaluación y la de tus compañeros, porque pensaba que iba a querer terminar el convenio que tiene con la universidad, pero después de hablar contigo, creo que esta vez quizás las cosas sean distintas. 

Rin se sintió muy nerviosa al escucharla. Pensó que seguramente se llevaría una gran decepción al hablar con su hijo. 

- Bueno, eso es todo Rin. Espero que te vaya muy bien en los meses que te quedan, pero sé que no tendrás problemas, puedo verlo, eres una mujer fuerte, eso me gusta, tienes mucho por delante.

- Muchas gracias Decana Irasue. - Se reverenció levemente ante ella. - Que esté bien, hasta luego. 


***

- Sesshomaru, lo siento, pero no tengo tiempo para hacer lo que me pides y mi trabajo al mismo tiempo, tienes que contratar a un asistente que haga el trabajo que Rin hacía.

- No voy a contratar a nadie, Koga. Antes no estaba Rin y las cosas funcionaban bien. Haz lo que te pido.

- Eso es porque antes no se hacía nada de esto...

- No tengo tiempo para estar enseñándole a algún inútil todo lo que hay que hacer.

- No es necesario. - Dejó una carpeta con marcadores de colores sobre su escritorio. - Aquí está todo, tú no tendrás que enseñarle nada. 

- ¿Qué es eso?

- Esto es todo lo que Rin hacía mientras estuvo aquí. Me dejó todo explicado por si necesitaba algo, es lo que he estado usando para hacer todas las cosas que me has pedido en este último mes.

Sesshomaru tomó la carpeta en sus manos y comenzó a hojearla. Todo estaba ahí, perfectamente explicado y detallado, información sobre sus clientes, información sobre sus socios, qué hacer y qué no hacer en reuniones y cómo hacer cada cosa que él pudiera necesitar, exactamente como él lo hubiera querido. 

Tensó su mandíbula y dejó la carpeta sobre el escritorio.

- No voy a contratar a nadie.

- Que terco eres... - El moreno suspiró. - No entiendo cómo dejaste que se fuera así nada más, Sesshomaru. Y ya no estoy hablado de trabajo... ¿Tanto te molesta no tener siempre lo que quieres? Te dije que Rin no era como el resto de las mujeres a las que estabas acostumbrado...

- Por eso dejé que se fuera.

- ¿Qué? 

- No la merezco, le estaba haciendo mal y eso es lo que menos quería. - Dijo sin dirigirle la mirada.

- No la mereces, en eso estamos de acuerdo, pero ¿Qué mierda fue lo que pasó? Pensé que ibas a intentar solucionarlo, pero al parecer lo arruinaste aún más. Las mujeres hablan, Sesshomaru. Kagome le contó a Ayame que fuiste a ver a Rin, pero que te fuiste sin decir nada cuando la viste llegar con el doctor ese, ¿De verdad hiciste eso? Fuiste tú quien lo arruinó, ¿Con qué derecho podrías molestarte tú con ella?

- No estaba molesto con ella, no podría. Ese día me fui porque era lo mejor... Le mentí.

- ¿Le mentiste?

- Cuando Rin me preguntó que había entre Zero y yo, le dije que no había nada, nada serio al menos... No fui capaz de decirle la verdad porque sabía que si se lo decía, ella no me iba a perdonar jamás, así que preferí mentirle. 

- ¿Y qué es lo que tienes con esa mujer? No sabía que fuera algo más serio... 

- Hace varios años atrás, con Zero acordamos casarnos una vez hecho el convenio entre nuestras empresas, como una forma de evitarnos trabas que pudieran salir más adelante entre ambos países. Las dos empresas son muy importantes y era una forma de saltarnos algunas legalidades y poder acelerar todo el proceso sin tantos impedimentos. Nunca volvimos a tocar el tema, hasta la última vez que nos vimos antes de que yo fuera a China. Zero me preguntó si nuestro trato seguía en pie y yo le dije que si. 

- ¡¿Por qué harías algo como eso?! 

- En ese entonces no me pareció una mala idea, nos llevábamos lo suficientemente bien y encontraba que Zero era una mujer independiente y desapegada, como yo. Jamás iba a esperar de mi una vida en familia ni nada por el estilo, iba a ser más que nada un acuerdo formal para facilitarnos el trabajo... No viviríamos juntos, cada uno tendría lo suyo y sólo nos veríamos de vez en cuando... Nunca me importó, porque nunca pensé que iba a encontrar a alguien a quien quisiera a mi lado de verdad... Hasta que llegó Rin.

- ¿Y qué piensas hacer? ¿No te vas a casar con Zero, o si? 

- No.

- ¿Entonces por qué no hablas con Rin? 

- Cuando pasó todo y Rin terminó las cosas entre nosotros, no sabía qué hacer. Nunca había estado en esa posición y pensé que lo mejor sería alejarme por un tiempo para darle su espacio, hasta que se tranquilizarla todo y quizás así, más adelante podría volver a intentarlo... Pero ese día ya no lo soportaba más, necesitaba arreglar las cosas, la necesitaba conmigo de nuevo y estaba decidido a hablar con ella.

 - ¡¿Y por qué no lo hiciste?! - El albino lo miró molesto ante su interrupción. 

- Ese día llegó Zero a mi oficina y... Cuando Rin entró y nos vio, me di cuenta de que estaba haciendo las cosas mal. Con ella y con Zero. Nunca hablé bien las cosas con Zero, nunca terminé todo como correspondía y nunca le di una explicación. Rin tenía razón, todo lo que pasó, fue porque yo lo permití, debí haber hecho las cosas de otra manera... Así que ese día, decidí que antes de intentar solucionar las cosas con Rin, tenía que hacer las cosas bien y eso significaba decirle la verdad. Sabía que iba a romperle el corazón y que me iba a odiar por mentirle, sabía que después de esa conversación me iba a tener que alejar de ella... Fui hasta su casa y la estuve esperando, hasta que la vi llegar con ese idiota. Vi como le sonreía y simplemente no pude. No pude volver a ver su mirada llena de decepción cuando se lo dijera, verla triste de nuevo por mi culpa, no podía volver a lastimarla, así que sólo... Me fui.

- Bueno, adivina qué, la lastimaste igual. La única diferencia fue que no lo hiciste en su cara. Rin pensó que estabas jugando con ella.

 - Lo sé, hiciera lo que hiciera la iba a lastimar igual, pero lo preferí así. Preferí que pensara que simplemente era un idiota, porque lo soy. Pensé que quizás así se le iba a hacer más fácil olvidarse de todo... Es lo mejor que podía hacer por ella. Porque es verdad, no la merezco.

- Jamás pensé que iba a ver el día en que te viera a ti sufrir por amor. 

Sesshomaru lo miró con el ceño fruncido y antes de poder decir algo al respecto, sintió su celular sonar.

- Koga, si te conté todo esto fue únicamente porque espero que ahora que lo sabes dejes de hablarme del tema. Y espero que no le digas nada de esto a tu novia, no quiero que Rin se entere.

- Está bien... Como digas.

- Ahora deja de perder el tiempo y vuelve a trabajar.... Irasue me está llamando. 

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