CAPÍTULO 70

Cuando yo fui estudiante de Hogwarts...-empezó Minerva una vez todos se hubieron sentado.-...no era muy hermosa, pero era muy inteligente. Contestaba con destreza a todas las preguntas de clase y ganaba muchísimos puntos para mi casa. Pero desgraciadamente, había asignaturas que se me daban algo peor que el resto. Una de ellas era la de Adivinación. Aprobé con un aceptable, y Dumbledore me envió a su despacho...una vez allí, me dijo que me aprobaría sólo si me...si me acostaba con él.-todos contuvieron la respiración, mirándola fijamente y sin pestañear. Minerva apretó las manos.-Me negué, pero el insistió y amenazó con expulsarme...empezó a tocarme, y yo sólo podía sentir asco y repulsión. Me asqueaba sobre todo porque yo tan sólo tenía trece años y aún confiaba en encontrar el verdadero amor.-sonrió un poco.-Tuve que seguir acostándome con él hasta séptimo año, después pensaba que jamás lo volvería a ver en mi vida...pero estaba muy equivocada...dió la orden para que no me aceptasen en ningún otro colegio de magia. Mi gran ilusión siempre había sido ser profesora, ¡y él lo sabía! Por eso me ofreció el puesto en Hogwarts. Yo quería rechazarlo, pero sabía que no encontraría nada mejor. Por aquella época, igual que actualmente, Dumbledore tiene mucho poderío.

- ¡Pero esto no puede ser!-dijo Remus.-¿Porqué no nos lo has contado antes?

- Porque Albus me amenazó con echarme.-contestó Minerva.-Si decía una sola palabra de lo que me hizo, me echaría y se encargaría de hacer mi vida un infierno.

- ¿Porqué has esperado hasta ahora para reaccionar?-preguntó Snape agarrándola la mano y mirándola fijamente a los ojos.

- Porque ya han sido muchísimas las víctimas de Dumbledore.-confesó Minerva.-Cuando Lily Evans, más conocida como Lily Potter, fue a Hogwarts, Dumbledore se interesó mucho en ella. ¿Sabéis?

- ¿Lily?-preguntó Sirius incómodo.

- Sí, se interesó en Lily.-confesó Minerva.-Siempre le habían gustado las pelirrojas. El caso es que, como a Lily siempre la estaba rondando James, Dumbledore decidió desistir con ella. Se conformaba sólo con mirarla. Pero él quería estar cerca de ella de alguna manera...fue así que se presentó en la casa de los Evans y conoció a la hermana de Lily, Petunia Evans. Ella también era joven y quería entrar a Hogwarts. Pero él no podía permitirlo. Por aquel entonces, Lily estaba muy estresada con los exámenes. Recuerdo que la adivinación tampoco se la daba bien, porque la consideraba estúpida. Fue entonces cuando Dumbledore se dió cuenta de que podía chantajear a Petunia con las notas de Lily. Sabía que por mucho que se odiasen, Petunia ayudaría a su hermana si era necesario...por eso, Albus se aprovechó de ella...al igual que lo hizo conmigo. Durante los siete años que Lily estuvo en Hogwarts, fue Petunia la que tuvo que soportar las constantes visitas de Dumbledore, sus toques...todo.-se limpió algunas lágrimas. No quería mostrar debilidad, pero no podía evitar sollozar un poco.-Un día, Petunia se negó. Lily ya había salido de Hogwarts y no había necesidad de seguir soportándole...pensando que su hermana estaba a salvo, decidió dejarle las cosas claras a Dumbledore y negarse a hacer lo que quisiera con ella. Dumbledore la amenazó diciéndola que se arrepentiría, pero ella no le hizo caso. Días después, se profetizó la profecía de El Niño Que Vivió; Dumbledore sabía que estaban hablando de Lily y de James, también había visto a Colagusano en Cabeza de Puerco, pero decidió no avisarles, no salvarles, para que Petunia recordase siempre que era él el que mandaba...luego le entregó a Harry y la hizo cuidar de él, le recordaba todos los años que la muerte de su hermana y de James habían sido por su causa y que Harry se había quedado huérfano gracias a ella. También dejó que te atrapasen y te enviasen a Azkaban.-miró a Sirius.-Tan sólo le estaba enseñando una lección a Petunia.

- ¡Ese maldito bastardo!-bramó Sirius furioso.-¡ESE HIJO DE SU MALAMADRE! ¿Cómo pudo dejar morir a Lily y a James? ¡Pasé los peores años de mi vida en esa maldita celda! ¿Cómo pudo?

- Myrtle fue un caso muy parecido.-prosiguió McGonagall.-La muchacha estaba enamorada de Peeves, pero no se atrevía a confesárselo. No era ni guapa ni inteligente, y Dumbledore la engatusó con sus palabras. La amenazó, la chantajeó y por poco la viola. Empezó a tocarla, pero Myrtle le dijo claramente que no quería ser ese tipo de chica. Dumbledore la amenazó, pero estaban en un oscuro pasillo poco transitado; aún así fue suficiente para que Peeves lo escuchara. Myrtle se puso a llorar desconsoladamente, siempre estaba triste por culpa de Dumbledore y por eso se metían con ella llamándola llorona. Peeves fue el único que se atrevió a desafiar a Dumbledore y ofrecer su amistad a Mirtle. Dumbledore estaba demasiado furioso con ellos y les dijo que se arrepentirían. Una semana más tarde, el basilisco atacó a Mirtle...y murió. Después se ensayó con Peeves. E incluso, mandó que envenenasen su comida...por eso Peeves también murió. Dumbledore le echaba pequeñas dosis de poción de la muerte en su comida durante varios meses, prolongando su muerte y haciendo que fuese muy dolorosa.

- ¡Es un cabrón!-dijo Regulus.-¿Y se puede saber porqué nos enteramos ahora?

- Y os puedo asegurar que la lista de alumnas violadas por el profesor Dumbledore, es interminable...incluso fijó sus ojos en ti, Hermione.-admitió la profesora de Transformaciiones.

- ¿En mi?-Theodore la agarró la mano y frunció el ceño.

- Así es.-contestó Minerva.-A ti te admiraba, pero a la vez quería hundirte...y lamento decir también, que la señora Crouch, también fue víctima de sus abusos.-dijo mirando a Barty.

- ¿Mi madre?-preguntó Barty.

- Sí, tu madre estaba enferma de una enfermedad que Dumbledore la transmitió.-confesó Minerva.-Esta vez no hubo chantaje. Recuerdo como Dumbledore se pasó con las jarras de Whisky de fuego. ¡Estaba demasiado borracho! Desgraciadamente, siempre había estado obsesionado con la señora Crouch...por lo que se apareció en su casa. El señor Crouch estaba en una reunión que terminaría tarde y...bueno...ella tenía la varita, pero él era más poderoso que ella y la desarmó con facilidad. Después...la violó, no le importaba cuantas veces la golpeó para que se callase y dejase de pedir ayuda. Cuando te encerraron.-dijo mirando a Barty.-Tu madre fue a San Mungo para pedir la medicación para tratar la enfermedad, pero se la denegaron porque Dumbledore había intervenido. El señor Crouch lo sabía todo, pero no quiso hacer nada para ayudar a su esposa. Pocos meses después, la señora Crouch murió.

- ¿Pudo haberla salvado?-preguntó Barty.

- Sí.-respondió Minerva.-Pudo haberlos salvado a todos.

Todos miraron a Barty. Él cerró los ojos fuertemente y apretó los labios.-Vamos a acabar con ese viejo cabrón.-prometió.-Quiero que me digas todos los puntos débiles y trapos sucios que tenga.

- No os van a admitir estas declaraciones en ningún sitio.-reconoció Minerva.-Todos están bajo el control de Dumbledore.

- Eso lo vermos.-desafió Barty con una mirada de loco.-Dumbledore es mío.

- Mi señor.-dijo Ronald arrodillándose. Voldemort le hizo un gesto para que prosiguiese.-Bellatrix y yo caímos en una emboscada y ella...ha sido asesinada.

Voldemort le miró y entrecerró los ojos.-Bella...-se levantó.-¡Esos malditos! ¿Quién fue?

- No lo sé, mi lord. No le vi el rostro.-tartamudeó Ron.

- No hagas tonterías, Crouch.-dijo Severus.-Está claro que el viejo no es tan santo como parece, pero no deberías dejarte influenciar por tus sentimientos.

- Primero deberíamos hundir la reputación de Dumbledore.-propuso Hermione.-Porque si le matas, morirá como un héroe y te encerrarán en Azkaban. Y eso es lo último que queremos.

- Pero él...-dijo Barty.

- Sé racional.-dijo Hermione.-Si le matas ahora, no podremos destruir al Quien No Debe Ser Nombrado porque Potter estaría demasiado distraido y triste con la muerte del director.

- Yo propongo matarle ahora y hundir su imagen después.-dijo una voz entrando en la sala.

- ¿Qué haces aquí, papá?-preguntó Draco.

- Yo les he pedido que viniesen, Draco.-respondió Snape.-Necesitamos ayuda para esto.

- Buenas noches, Draco.

- Buenas noches, madre.-respondió Draco.

- Narcisa.-dijo Rabastan levantándose para cederle su asiento. Narcisa lo rechazó educadamente e hizo aparecer otras sillas.

- ¿Les has contado lo que le pasó a los Longbottom, Minerva?-preguntó Narcisa.

- Todavía no.-admitió Minerva.

- ¿Y lo de Bellatrix?-volvió a preguntar Narcisa. Rodolphus se tensó.

- ¿Me estáis diciendo que ese maldito cabrón...se atrevió a tocar a mi exmujer?-preguntó Rodolphus.

- En realidad, todo es lo mismo.-respondió Narcisa.-Si conoces un caso, conoces todos. A los Longbottom les ocurrió lo mismo que a los Potter y fue por culpa de Dumbledore, y también fue Dumbledore quien chantajeó a Bellatrix con expulsarla de Hogwarts si no se acostaba con él, por eso Bellatrix es tan sádica. Aún no ha podido superar el trama que le hizo pasar Dumbledore.

- Era.-dijo Barty.-Maté a Bellatrix esta mañana después de verla atacando a la señorita Granger. Weasley estaba presente pero no me vió.

La sala se quedó en silencio.

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