Hermione se levantó apresuradamente de la cama y cautelosamente bajó las escaleras. Tenía que salir de allí ¿quién la aseguraba que no volverían a borrarla la memoria? Esos malditos mortífagos...sabía desde el primer momento que no debía confiar en ellos.

- ¿Se puede saber qué está haciendo, Granger?-preguntó Rabastan.

- ¡Usted!-seladó Hermione. Estaba furiosa. ¿Dónde diablos había puesto su varita?

- ¿Buscaba esto?-preguntó Rabastan sosteniendo su varita. Hermione palideció.-¿Se encuentra bien?

- ¡Usted!-volvió a decir.-¡Todo es por su culpa!-Rabastan la miró extrañado.-¡Sé que me borrásteis la memoria después de sacarme información! ¡Malditos! ¡Me disteis Veritaserum!

- Sinceramente, Granger.-dijo Barty subiendo las escaleras. Hermione los miró con horror. ¡Estaba acorralada!-¿Qué esperaba? ¿Qué jugáramos limpio? Somos mortífagos, Granger.

"¡Merlín! ¡Merlín! ¡Esto no está pasando!" se repetía Hermione mentalmente.

- ¿Quiere hacer el favor de tranquilizarse?-preguntó Barty acercándose a ella.

- ¿Qué me tranquilice?-preguntó Hermione. Estaba comenzando a perder la paciencia.-¿Quiere que me tranquilice enserio? ¡Oh, vale! Ahora mismo me tranquilizo para que usted y los suyos puedan sacarme información y después borrarme la memoria. ¡Me habéis utilizado desde el primer momento! Joder...

- Granger, relájese.-continuó Crouch.-Sincéramente. No sé lo que esperaba al relacionarse con mortífagos, pero si esperabas que desperdiciáramos la ocasión de sacarte información, has sido completamente estúpida.

Hermione se congeló al escuchar esas palabras. Es cierto. Ella nunca había confiado del todo en los mortífagos y siempre había tenido la guardia alta...Pero echarla Veritaserum en la comida...eso ya era otra historia.

- También quería decirla...-continuó Crouch.-Que estamos dispuestos a ayudarla a derrotar a Dumbledore y a nuestro Señor.

- ¿Y porqué debería confiar en vosotros?-preguntó Hermione.-¿Cómo sé que no intentaréis atacarme?

- No puede asegurarlo, señorita Granger.-respondió Barty.-Pero tendrás que confiar en nosotros, porque no tienes a nadie que te cubra las espaldas. Hace unos momentos fuiste atacada por Bellatrix y casi terminas como los Longbottom. ¿En serio crees que haces lo correcto al rechazar nuestra ayuda?-levantó una ceja.

Hermione lo meditó unos segundos.-Está bien, señor Crouch. Voy a fiarme de vosotros. Pero como se os ocurra hechizarme...os aseguro que os acordaréis de quien es Hermione Granger.-dijo fríamente.

- De acuerdo, señorita Granger.-dijo Barty.-Ahora...deberías descansar.

- No, gracias.-respondió Hermione.-Tengo que volver con Ronald antes de que alguien más se de cuenta de mi ausencia.

- No es algo que yo la aconseje.-comentó Rabastan.

- Lo sé.-dijo Hermione.-Pero no tengo elección.

- ¿Se da cuenta de que si se marcha ahora y Ronald la ve podría comenzar a sospechar?-preguntó Walden.-No es que me importe mucho, pero no es algo que le aconsejaría.

- ¿Y qué me aconseja?-preguntó Hermione levantando una ceja.

- Que se tranquilice y que descanse.-respondió Crouch.-Ya le he enviado una lechuza a Theodore para que sepa que estás aquí. Prometo que no te dañaremos...de momento.

Hermione asintió y se dirigió de nuevo hacia la habitación que la habían asignado.

TN:

HG ha sido atacada por BL. Está bien. Sólo necesita descansar. Está en MC con nosotros.

BCJ.

- ¿Qué ocurre señor Nott?-preguntó Severus.

- Hermione ha sufrido un ataque de Bellatrix Lestrange y ahora se encuentra en la Mansión Crouch con el resto de los mortífagos.-respondió Theodore.

Severus se levantó, al igual que McGonagall. Ella lanzó un patronus y el profesor de pociones se marchó a buscar a Luna, Blaise, Draco y Pansy. Pasaron unos minutos donde Minerva y Theodore se sumieron en un incómodo silencio.

- ¿Es la hora?-preguntó Theodore.

- Sí.-respondió Minerva.-Prepárate, porque dentro de unos momentos, en cuanto el señor Black y el señor Lupin vengan, iremos a hacerla una visita.

- Sí, profesora.-dijo Theodore.

- ¡Ya estamos aquí!-dijo Remus.-Hemos visto el Patronus y hemos venido lo más rápido que hemos podido. ¿Ha sucedido algo?

- Nos vamos a hacer una visita a Granger.-respondió McGonagall.-Ha sufrido un ataque de Bellatrix.-Sirius y Remus empalidecieron.-No se preocupen, ella está bien. Ahora se encuentra en la Mansión Crouch.

- Pues es hora de irse.-dijo Severus entrando apresuradamente y seguido por los Slytherins.

Todos se pusieron en círculo y se agarraron de las manos. Pronto se aparecieron en la mansión Crouch.

- Hola.-saludó Regulus cortesmente.

- Hola Reggy.-saludó Sirius alegremente. Pero pronto, su alegría se ocultó tras una máscara de frialdad cuando se dió cuenta de que Barty, Macnair, Antonin, Augustus, Rabastan, Evan y Rodolphus los estaban rodeando. Intentó coger su varita, pero la mano de Theodore se lo impidió.

- No estamos aquí para pelear.-le recordó Theodore.

- Es cierto lo que dice el muchacho.-dijo Barty.-Deberías escucharle, Black.

- Estamos aquí para planear la manera de derrotar a Dumbledore y al Señor Tenebroso.-dijo una voz proveniente de las escaleras. Todos se giraron para ver a Hermione Granger, notablemente cansada, pero bajando las escaleras para llegar hasta ellos.

- ¿Otra vez levantada?-susurró Dolohov con disgusto.

- ¿Qué espera si hay trabajo por hacer?-le contestó Hermione.-No puedo permitirme el lujo de descansar cuando hay un violador suelto que cada vez se vuelve más violento con sus víctimas y que está respaldado por el director de la escuela. Asique decirme...¿por dónde empezamos?

- Creo que lo mejor es que conozcáis un poco más a Dumbledore...-dijo Minerva.-Yo...tengo algo que contaros. Voy a contaros tres casos...y cuatro muertes. Os contaré el caso de Petunia Evans o Petunia Dursley, como se apellida actualmente; el de Myrtle la Llorona...y el mío propio.

Snape abrió muchísimo los ojos.

- Creo que será mejor que nos sentemos.-dijo Barty haciendo aparecer unas sillas.