CAPITULO 19

No sé cual te queda mejor, Hermione.-dijo Pansy.-¿Usted qué opina, señora Nott?

- Oh, no sé, querida.-dijo la señora Nott.-Los dos te quedan de maravilla. ¡Llévatelos!

- Pero...-intentó decir Hermione totalmente desesperada. Llevaban más de dos horas y media en esa tienda y se estaba comenzando a exasperar.

- Oh, no te preocupes por el dinero, querida.-dijo la señora Nott.-Te lo puedo pagar yo si quieres.

- ¿Qué? No hace falta, señora Nott.-dijo Hermione.-No quiero causar molestias.

- No es ninguna molestia, Hermione.-dijo la señora Nott.-Estás saliendo con mi hijo, por lo tanto eres parte de la familia. Llámame Catherine. Ahora no hay tiempo que perder, hay muchas tiendas en las que entrar y muy poco tiempo.

- Sybill, ¿qué te ocurre?-preguntó Albus Dumbledore.

- Estoy muy inquieta, Albus.-dijo la profesora de adivinación.

- Tranquila.-dijo Albus.-Siéntate, te sentarás mejor. ¿Has visto algo en las runas?

- Así es.-dijo Sybill.-Ayer, cuando Harry Potter tiró las piedras, vi algo horrible: su muerte.

- ¿Qué estás diciendo, Sybill?-preguntó Albus alarmado. Pero la profesora de adivinación no contestaba, se había quedado estática mientras miraba fijamente a la nada.-¿Sybill?

- Muerte, sangre y destrución amenazan el futuro del Niño que Vivió.-empezó a decir la profesora de adivinación.-Traición y deslealtad acompañan a ambos bandos. Nadie está a salvo. A ambos bandos hay espías, infiltrados. El Señor Tenebroso se alzará en toda su gloria si El Niño que Vivió no lo detiene a tiempo. La batalla se acerca y hay que estar preparados, la desconfianza entre los miembros del mismo equipo llevará a más de uno a la muerte. Hay una fuerza mucho más poderosa que El Niño que Vivió y que el mismísimo Señor Oscuro, es una líder que alzará a quienes se unan a ella. Ella es el peligro y terror de ambos bandos, porque posee un conocimiento más allá de lo extraordinario. Pide venganza, debido a que su corazón está destrozado por el desamor, y eso mismo es lo que llevará a ambos bandos a la perdición. Si no se impide de alguna manera, del mundo mágico tomará posesión. Hogwarts y El Ministerio cederán bajo su control. De los traidores de ambos bandos su ejército será formado. Ella es el auténtico peligro, pero al mismo tiempo es la salvación. No posee un corazón malvado, pero sus ansias de venganza podrían volver su corazón helado. Ella obtendrá lo que quiere en el momento preciso. Y todos los que la han echo daño serán castigados, sin importar el rango que tengan en la sociedad.-Sybill se quedó unos minutos en silencio. Después parpadeó un par de veces, confundida.-Perdona, Albus ¿qué estaba diciendo?

- Al parecer, una nueva profecía.-dijo Albus pensativo.-Sólo que no sé de quien estabas hablando, aunque tengo una ligera sospecha. Voy a comunicar urgentemente una reunión del profesorado y de la Orden del Fénix. Si estoy en lo cierto, y esa persona de la que habla la profecía es quien yo creo que es, entonces tenemos que conseguir que esté en nuestro bando.

- Te veo muy solita, Luna.-dijo Blaise sentándose al lado de la rubia.

- Estaba buscando Plinfis.-respondió Luna con la mirada perdida.-Pero no encuentro ninguno.

- ¿Plinfis?-preguntó Blaise intentando no mirar a la chica como si se hubiese fumado algo.

- Son unas criaturas pequeñitas y juguetonas.-respondió la chica.-Si coges alguno, te concederán tres deseos si les prometes que los soltarás cuando te los hayan concedido.

- ¿Y qué le pedirías?-preguntó Blaise.

- Eso no te lo puedo decir, Blaise, si no no se cumplen.-respondió Luna sonriendo.

- Pero no has cogido ninguno, Luna.-dijo Blaise.

- Eso es cierto.-dijo Luna desviando la mirada.

- ¿Entonces, me los dirás?-preguntó Blaise.

- No puedo, te vas a reir.

- No lo haré, te lo prometo.-respondió el Slytherin.

- Mi primer deseo es poder olvidar.-dijo Luna mientras una silenciosa lágrima caía por su mejilla.-El segundo es que alguien me quiera por como soy realmente.

- ¿Y el tercero?-preguntó Blaise.

- El tercero no es precisamente bueno.-dijo Luna mirándole a los ojos y sonrojándose levemente. Él se acercó un poco más.

- ¿Cuál es tu tercer deseo, Luna?-preguntó Blaise.

- Que Ronald Weasley pague por todo el daño que ha echo a las chicas que él...y que sufra mucho.-respondió Luna.-Sé que probablemente dirás que esa clase de deseos son peligrosos, pero...

- Shh...-susurró Blaise.-Tranquila, Luna. Yo también quiero que la comadreja pague por todo. No puedo reprocharte que desees eso, cuando te ha causado tanto sufrimiento. Y si se da el caso, te prometo que te ayudaré a vengarte de él.

- ¿Me ayudarás?-preguntó Luna.

- Por supuesto, cuenta con ello.-dijo Blaise.

- ¿Porqué te comportas así conmigo?-preguntó Luna.-Te tomas demasiadas molestias por mi, Blaise.

- Te infravaloras demasiado, Luna.-respondió Blaise.-Además, para eso están los amigos.

- Nunca los he tenido.-contestó Luna sinceramente.-Todo el mundo piensa que estoy loca.

- Pero ahora eso ha cambiado.-dijo Blaise.-No hagas caso de la gente, Luna, ellos dicen eso porque tienen envidia, están celosos de que con todo el desprecio que te hacen cada día, no te hayas derrumbado aún. Tú eres única tal y como eres y eres más inteligente que cualquiera de ellos, pero la mezquindad siempre estará presente en los grupos sociales, es por eso por lo que muchas personas se rinden fácilmente en vez de ir a contracorriente. Tú eres una de las pocas personas que siguen adelante. Si dices que ves a nogmos jimux o llimsen, entonces te creeré, ¿porqué no hacerlo? Este mundo no es como el muggle, que tiene a la ciencia para demostrar que la magia y los milagros no existen. No pueden decirte que los seres que buscas no existen, porque este mundo es el de la magia y he podido comprobar personalmente, que nada es imposible. Por lo tanto, Luna, sigue creyendo en esos seres y no hagas caso al resto de la gente, que sólo que fracases para poder reirse de ti cuando hayan alcanzado la cima.

- Gracias, Blaise.-dijo Luna sonrojada.-Por todo lo que haces por mi.

- ¿Desde cuándo lleváis saliendo Theo y tú?-preguntó Catherine cuando terminaron las compras.

- Desde hace un par de días.-contestó Hermione.

- ¿Y qué tal estás después de lo de Weasley?-preguntó la señora Nott. Hermione cambió su cara a una más seria. Catherine ocultó una sonrisa y fingió lamentar sus palabras.-Lo siento, tal vez no debí...

- No se preocupe, señora Nott.-contestó Hermione.-Estoy mejor.

- ¿Porqué no mejor cambiamos de tema?-preguntó Pansy, sabiendo que la señora Nott había querido atacar a Hermione.

- ¿Sucede algo, Albus?-preguntó Minerva cuando la Orden y todo el profesorado acudieron a la llamada del director.

- Al parecer hay una nueva profecía.-dijo Albus.

- ¿Una profecía nueva?-preguntó Molly.-¿Sobre Harry?

- Sí y no.-dijo Albus.-Me explico, Sybill la ha profetizado apenas unas horas antes. Según la profecía, hay una fuerza mucho más poderosa que Harry y Voldemort.

- Pero eso no es posible.-dijo Tonks.

- La profecía habla de una chica que posee un conocimiento más allá de lo extraordinario con el corazón destrozado por el desamor.-dijo Albus.-Que formará un ejército formado por los traidores de ambos bandos y que será el terror de Harry y Voldemort.

- ¿Una chica con conocimientos más allá de lo extraordinario?-preguntó Remus abriendo mucho los ojos.-¡No puede ser! Albus, ¿me estás diciendo que esa chica es..?

- Así es, Remus, si mi intuición es correcta, esa chica es Hermione.-dijo Albus.

- ¿Y porqué va a estar destrozada por el desamor?-preguntó Arthur.

- No lo sé, señor Weasley, dígamelo usted.-dijo Minerva.-Fue su hijo el que la violó.

- ¿Qué Hermione ha sido violada por Ron?-preguntó Tonks con cara de horror.

- Bueno, dejemos ya ese tema, Minerva.-dijo Dumbledore.-No estamos aquí para discutir si Ron es o no un violador. Estamos aquí para discutir que vamos a hacer con Hermione.

- ¿Como dices, Albus?-preguntó Severus.-¿Me estás diciendo que estamos aquí para decidir que vamos a hacer con una víctima de vilación en vez de con su violador?

- Hermione ya nos ha traicionado al cambiarse a Slytherin.-dijo Molly.-Además, mi hijo no es ningún violador. Lo que pasa es que Snape no tiene otra cosa que hacer que inventarse esas cosas porque Ron es un Gryffindor y todos sabemos el motivo por el que Snape se mete tanto con los Gryffindors ¿o he de recordarte lo que te pasó con James?

- Eso es un golpe bajo, Molly.-dijo Severus.

- Deja en paz a mi hijo, Snape.-dijo Molly.

- ¡Haya paz!-propuso Remus.-Vamos a ver, Albus. ¿La violó si o no?

- Sí.-dijeron Snape y Magonagall al mismo tiempo.

- No.-dijeron los señores Weasley al unísono.

- ¿Sí o no, Albus?-preguntó Remus

- Draco ¿puedo hablar contigo un minuto?-preguntó Blaise.

- Claro, Blaise ¿qué pasa?-contestó Draco.

- Es sobre la iniciación a mortífagos.-dijo Blaise.-Me ha llegado una carta para recordármelo.

- A mi también me ha llegado.-dijo Draco seriamente.-He rechazado la iniciación de Navidad, no quiero convertirme en mortífago, pero no sé si podré rechazarla todas las veces.

- Yo también he rechazado la de navidad.-dijo Blaise.-Pero no sé si podré rechazar las siguientes, la presión que estoy recibiendo por parte de mis padres es horrible. Me han dicho que me desheredarán si no me uno A Quien Tú Ya Sabes, pero si lo hago, me convertiré en un asesino y eso es algo que no quiero.

- ¡Theo!-dijo Blaise viendo que el retrato se abría y por él entraba su amigo.-¿Te ha llegado la carta?

- Sí, pero la he rechazado.-dijo Theo.-Porque si fuera un mortífago, tendría que cortar con Hermione por su seguridad.

- ¿Se lo vas a decir?-preguntó Blaise.

- De momento no.-dijo Theo.-No quiero preocuparla.

- Pero se va a enterar tarde o temprano.-dijo Blaise.-Además de que la harás más daño si no se lo dices. Recuerda, que si te unes al Innombrable, tendrás que casarte con Daphne Greengrass.

- Y tú con Astoria Greengrass.-dijo Draco burlón.-No sé cual de las dos hermanas es peor. Realmente os compadezco.

- Que gracioso, Draco.-dijo Blaise fulminándolo con la mirada.

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