Pero Theo...-protestó Hermione.-...no sé si será buena idea pasar las navidades con tus padres.

- Oh, vamos Hermione.-intentó convencerla Theo.-Ya he comunicado nuestro noviazgo a mis padres, recuerda que ellos ya están enterados de lo que te hizo la comadreja y vieron la agresión.

- Pero...-protestó Hermione, pero los argumentos de Theo eran demasiado sólidos, además de que a su novio le hacía mucha ilusión pasar las navidades con sus padres, por lo que no podía negarse.-Ah, está bien, tú ganas, Theo.

- ¡Perfecto!-sonrió Theo.-Porque ya se lo he comunicado a los demás y te están esperando para ir de tiendas.

- ¿QUÉ QUÉ?-preguntó Hermione incrédula.

- Shhh...-dijo Madame Pince.-Esto es una biblioteca.

- Pero Catherin.-dijo Barty Crouch jr.-Nosotros no podemos aceptar esa invitación. Nuestra relación con Granger no es que sea demasiado amigable...

- Barty, ¿es que no ves la oportunidad que se os está presentando?-preguntó Catherin.-Cuando fuí a Hogwarts a protestar por el artículo que Rita Skeeter escribió sobre la relación entre la Sangre Sucia y mi hijo, sólo podía pensar en que la sacaran de Slytherin, pero más tarde, Los Malfoy, los Lestrange, mi marido y yo vimos como el menor de los Weasley la agredía físicamente e intentaba violarla, al igual que a Parkinson.

- ¿Y?-se atrevió a preguntar Antonin Dolohov.-¿A nosotros eso que nos importa?

- ¿Es que no lo véis?-preguntó Catherin.-Mi hijo está saliendo con la ex-mejor amiga del Niño que Vivió, la que conoce a la perfección el escondite de la Orden del Fénix, la que tiene toda la información de los puntos débiles de Potter y toda su escuadra; si tan sólo consiguiéramos convencerla de que se una a nosotros y que se vengue de todo lo que la comadreja y Potter la hicieron...Nuestro Señor quedaría más que satisfecho con nuestro trabajo.

- ¿Estás insinuando que manipulemos a Granger?-preguntó Walden Macnair sonriendo maliciosamente.-Me gusta el plan.

- De lo poco que conozco a Granger cuando la di clase hace un par de años, sé que no es fácilmente manipulable.-dijo Barty.

- Pero lo que no sabéis es que un corazón destrozado es mucho más fácil de manipular, porque el dolor y la sed de venganza vence a su buena voluntad y a todas sus leyes morales.-dijo Catherine.

- ¿Estás insinuando que nos aprovechemos de la debilidad que está pasando Granger para ganarnos su confianza y transformarla en una traidora sin que se de cuenta?-preguntó Macnair sonriendo con malicia.

- Eso mismo.-dijo Catherine Nott.-Las mujeres somos armas de doble filo, ponemos la lealtad en donde ponemos el cariño, y ella no es la excepción.

- Entonces lo que tenemos que hacer es ser amables por una noche.-dijo Dolohov asqueado.-¿Me estás diciendo que tenemos que comer al lado de una Sangre Sucia sin atacarla?

- ¡Eso mismo!-dijo Catherine.-Y de paso convencemos a Theodore de que se una a los mortífagos, por eso tiene que salir todo perfecto. No puede fallar ni un sólo detalle.

- ¿Y qué hacemos con ella si sospecha?-preguntó Barty.-No creo que sea tan estúpida como para confiar en nosotros de buenas a primeras.

- Pues la echamos un Imperius y listo.-dijo Catherine Nott.

- No te gusta como nuera ¿verdad?-preguntó Barty burlón.

- Es una Sangre Sucia, no está a la altura de mi hijo.-dijo Catherine sonriendo maliciosamente.-Pero Theodore no se puede enterar de lo que planeamos, porque podría rebelarse y arruinar el plan.

"Maldita sea" pensó Ron furiosamente. "Lovegood ha conseguido escapar. ¡Maldita zorra! Estúpida, yo la enseñaré de lo que soy capaz".

- ¡Ronnie!-saludó Lavender acercándose a él.

- ¡Lav!-dijo Ron agarrándola de la cintura y mordisqueando su cuello, sonrió cuando ella gimió. La verdad es que Lavender era todo lo que él siempre quiso, una amante sensacional, buenas curvas, su inteligencia no le opacaba, por lo que apenas discutían y siempre terminaban en la cama. Pero ella no era la única mujer en su vida, él ansiaba más, no quería dejar a Lavender porque la amaba, pero tampoco podía dejar de forzar a las demás chicas. Él lo quería todo, necesitaba sentirse superior a la que había osado desafiarle con su inteligencia, quería ser superior a Hermione Granger, hundirla en la miseria, pero cada vez que lo intentaba, ella salía a flote. ¡Maldito Nott! Ya cobraría su merecido el mortífago de pacotilla y toda la escoria que les acompañaba. Hermione era SUYA, sólo suya y él había conseguido quitársela, pero eso sería por poco tiempo, porque una vez que tuviese a Hermione, la humillaría de la peor forma posible y ni siquiera Nott se acercaría a ella porque hasta él la trataría como una basura. ¡Cuanto odio le tenía a esa Sangre Sucia! Por ser más inteligente que él, por creerse superior a él, por tener más dinero que él, por tener a todos los tíos a sus pies e ignorarle olímpicamente durante todos los años que habían pasado juntos y verle sólo como un amigo, pero ella se vería sola, ya había conseguido que nadie se le declarase en los años anteriores y lo volvería a hacer si era necesario. Nunca podría olvidarse de ella, Hermione Granger era su obsesión desde que la vió por vez primera en el vagón del Expreso de Hogwarts, una obsesión que había ido creciendo conforme pasaban los años.- ¿Qué vas a hacer estas navidades, Lavender?-preguntó Ron besando a su novia en los labios.

- Supongo que quedarme en el castillo.-respondió Lavender antes de mordisquear levemente el cuello del pelirrojo.-¿Y tú, cariño?

- Estaba pensando en irme a la Madriguera con mi familia.-dijo Ron.-Si quieres puedes venir y de paso te presento como mi novia oficial.

- Oh, Ronnie.-dijo Lavender con voz melosa.-Eso me encantaría.

Ron se acercó con una sonrisa maliciosa a Lavender, quien le sonrió pícaramente. Él empezó a desabrocharla la camisa mientras la besaba apasionadamente. Ella retrocedió hasta el sofá de la Sala Común, Ron se tumbó encima de Lavender y puso sus dedos por debajo de la falda de ella, jugueteando con el tanga de la muchacha. Ella gemía, después volvió a besarle furiosamente.

Harry miraba atentamente como Ginny manejaba su escoba, ¿quién lo iba a decir? La menor de los Weasley, la hermana pequeña de su mejor amigo. ¡Y ya llevaban varios meses saliendo en secreto! Aunque todavía no lo habían echo público, no podían evitar ruborizarse cada vez que Lavender bromeaba cuando decía que hacían una bonita pareja. Pero el que nadie supiese de sus encuentros clandestinos, no quería decir que no él no la mirase y admirase cada vez que tenía oportunidad, ella siempre tan perfecta...incluso ahora, ella parecía un ánglel, con sus cabellos pelirrojos ondeando con el viento, ¡Merlín que la amaba! Más que a nadie en el mundo, y era por eso por lo que había llegado a una conclusión.

- Ginny ¿tienes un segundo?-preguntó Harry dirigiéndose a Ginevra Weasley cuando ella bajó de la escoba.

- Claro Harry.-dijo Ginny sonriendo.-¿Qué sucede?

- Verás, he estado pensando mucho y...creo que deberíamos hacer público lo nuestro.-dijo Harry acercándose a Ginny.

- Me encantaría.-dijo Ginny agarrando a Harry de la camisa y tirando de él para besarlo apasionadamente.

Luna caminaba por los pasillos de Hogwarts atenta a cualquier movimiento, desde el encuentro con Ronald Billius Weasley, se sentía intranquila, pero sobre todo cuando estaba sola, tenía la impresión de que él lo volvería a intentar. Había tenido suerte al escapar la primera vez de él, pero no estaba segura de poder evitarlo una segunda vez.

- ¡Luna!-la llamó una voz haciendo que se girase para encararlo con la varita en la mano.

- ¡Blaise!-dijo ella calmándose y esbozando una sonrisa.-¡Me has asustado!

- Lo siento, esque venía caminando por los pasillos y te vi, asique decidí saludarte.-dijo Blaise sinceramente.-¿Te molesta si te acompaño?

- No me molesta, Blaise.-dijo Luna sonriendo.-Es más, lo agradezco, así tengo algo de compañía. ¿Pero no te importa lo que digan de ti? Digo, eres un Slytherin y yo una Ravenclaw.

- No me importa, además si dicen algo siempre podremos excusarnos en que ambos somos amigos de Hermione ¿no crees?-preguntó Blaise provocando que Luna hiciera un amago de sonrisa.

- Claro, esa es una buena idea.-dijo Luna. Ambos se quedaron envueltos en un incómodo silencio.

- Por cierto ¿a dónde te dirigías ahora mismo?-preguntó Blaise.

- A ver a Hermione.-dijo Luna.-Me imaginé que estaría en la biblioteca.

- Sí, está allí con Theodore.-dijo Blaise maliciosamente.-Pasan allí la mayor parte del tiempo, aunque no sé lo que le verán a la biblioteca, talvez no ven todo el rato a los libros...

- ¿Insinúas algo, Blaise?-preguntó Luna mirándolo expectante.

- Que talvez se lo monten allí y nos dicen que han estado leyendo para disimular...-dijo Blaise con malicia.-Eso explicaría que aguantasen tantas horas metidos en la biblioteca sin aburrirse.

Luna soltó una carcajada ante las insinuaciones del Slytherin y Blaise sonrió encantado. Había conseguido su propósito, que la chica riese. Él la miró y se dió cuenta de lo melodiosa que sonaba la risa de la rubia y de como la brillaban los ojos. Esa chica era tan...interesante.

- O talvez algún duende de Pinbuto les esté hechizando para que no puedan despegar su mirada de los libros.-dijo Luna pensativa.-Suelen habitar en las bibliotecas.

Blaise la miró desconcertado ¿de qué estaba hablando la Ravenclaw? ¿Qué era eso de los duendes de Pinbuto? Nunca lo había escuchado antes. "¡Chica extraña, pero interesante!" pensaba. Caminaron durante unos minutos más en silencio, hasta que él decidió romperlo.

- ¿Porqué estabas tan tensa cuando te llamé?-preguntó Blaise mirándola.

- Porque...-titubeó Luna.-...desde lo que me pasó con...ya sabes...no puedo estar tranquila cuando voy sola.

- No dejes que te acobarde.-dijo Blaise seriamente.-Los hombres como él son basura, pero tú tienes que recuperar tu personalidad, no te permitas flaquear delante de él, porque no se lo merece. Además, si tanto te asusta estar sola...siempre puedes contar conmigo para acompañarte...-dijo Blaise, después puso una sonrisa pícara y alzó una ceja.-...o para cualquier otra cosa.

- Gracias por la oferta, Blaise...-dijo Luna algo sonrojada.-...lo tendré en cuenta.

- Albus, tenemos que hacer algo.-dijo Minerva en el despacho de Dumbledore acompañada de Snape.-¡Esto no puede seguir así! Ronald Weasley es un peligro para el alumnado femenino del colegio. ¡Hay que tomar medidas al respecto! Las chicas no están seguras en este castillo...

- Minerva, tranquilízate.-dijo Albus.-Sé razonable, el señor Weasley es el mejor amigo de Harry Potter, su compañero de aventuras, ¿cómo crees que afectaría a Harry si hiciésemos algo contra Ron? No creo que de saltitos de alegría, más bien se cogería una depresión y Voldemort podría aprovechar esa debilidad para acabar con él y eso significaría terminar con la esperanza de la comunidad mágica y muggle y darle la victoria en bandeja de plata. ¡Y no pienso permitirlo! Para que Harry Potter sea derrotado antes habrá que pasar por encima de mi cadáver.

- Albus, comprendo que quieras proteger a Potter.-dijo Severus intentando hacer entrar en razón a Albus.-Pero estamos hablando de dejar a un violador suelto por los pasillos de Hogwarts. ¿Acaso crees que se detendrá por las buenas? ¡Claro que no! Lo volverá a intentar otra vez hasta que ocurra algo más grave aún. Recuerda lo que ocurrió con Tom Riddle, ¿verdad que lo recuerdas? También empezó así, violando a una alumna ¿o no recuerdas porque Myrttle se quedó con el sobrenombre de "La Llorona"? Nadie sabía porque lloraba, excepto unos pocos, pero no nos dignamos a ayudarla, El Barón Sanguinario te avisó una vez de que el joven Riddle la estaba violando, pero hiciste caso omiso de ello y te lavaste las manos, hasta que fue demasiado tarde y no pudiste dejar pasar el tema, porque Riddle abrió la Cámara de los Secretos y a la primera a la que mató fue a ella.

- Tom Riddle también fue tu alumno favorito, Albus.-dijo Minerva apoyando a Snape.-Le dejamos demasiada libertad en vez de tomar medidas al respecto y pasó de la violación al asesinato, convirtiéndose así en Lord Voldemort, el terror del mundo mágico. ¿Vas a esperar a que Ronald Weasley se una a él o se convierta en un monstruo peor para darte cuenta de que has vuelto a cometer el mismo error dos veces?

- No decís más que tonterías.-dijo Albus.-Recuerdo lo que ocurrió con Myrttle, pero no va a volver a ocurrir, porque el señor Weasley ha sido criado en una familia que le quiere, él nunca será un monstruo como Tom Riddle.

- ¡Pero ya ha violado a dos alumnas y lo ha intentado con una tercera!-dijo Severus.

- Además de que no me deja de mirar el trasero durante las clases y no puedo dejar de estar intranquila.-dijo Minerva.-Albus, porfavor, haz algo.

- Lo siento, Minerva, pero no voy a mover ni un sólo dedo porque eso significaría que Harry se quedaría sin uno de sus más fieles aliados y ahora es cuanto más lo necesitamos.-dijo Albus.-Si tanto miedo te da un alumno, Minerva, estate siempre acompañada. Aunque créeme, si te capturan los mortífagos te harán cosas peores.

- No es cuestión de que me de o no me de miedo un alumno, Albus.-dijo Minerva ofendida.-He luchado contra mortífagos y soy perfectamente capaz de luchar contra un alumno y ganarle sin ningún problema, pero no puedo estar vigilando constantemente a cada una de las alumnas para que no las viole Ronald, ni tampoco puedo estar vigilándole a él todo el tiempo, porque empezaría a sospechar.

- Pansy...¿no crees que esto de las compras es un poco raro?-preguntó Draco a su novia.

- En absoluto.-dijo Pansy besándole en los labios.-Las compras son perfectas para charlar y conocernos mejor entre nosotras.

- Ya, pero...recuerda que los padres de Theo están obsesionados con la pureza de la sangre.-dijo Draco.-¿No crees que es un poco sospechoso que de buenas a primeras acepten invitar a una hija de muggles a su casa?

- Pues tienes razón.-dijo Pansy pensándolo detenidamente.

- Además, ¿qué hace Hermione en una fiesta de sociedad?-preguntó Draco extrañado.-Allí acudirán amigos de la familia Nott, es decir, mortífagos. Y todos sabemos que Hermione no está de acuerdo con nada de lo referido al Señor Oscuro.

- Mirándolo así, todo esto es muy raro.-dijo Pansy suspicaz.-Hay que avisar a Theo.

- No creo que nos escuche...-dijo Draco.-...son sus padres.

- Pues entonces, nosotros tendremos que vigilarla.-dijo Pansy.