Debiste haber dejado que lo mandara a San Mungo.-dijo Theo cuando salieron todos del Gran Comedor.

- No, es mejor así.-dijo Hermione.-La influencia de Harry es grande y, como Ron es su mejor amigo, sólo os causaría problemas.

- Aún así, la comadreja pequeña no debió haberte pegado.-dijo Draco.

- ¿Estás bien?-preguntó Theo preocupado, examinando el rostro de Hermione de cerca. Entonces se fijó en cosas que antes le habían parecido desapercibidas, como que ella tenía tres pecas debajo de su ojo derecho, los labios gruesos e incitantes listos para ser besados, los ojos de un marrón que parecía miel, llenos de inocencia...¿Pero qué demonios estaba pensando? Deshechó esos pensamientos rápidamente.

Hermione también pudo apreciar mejor el rostro del chico. Vió sus ojos azules, donde se perdió en las profundidad de su mirada; sonrojada, ella bajó su vista hacia los labios del chico y deseó probarlos y morderlos hasta la saciedad. ¿Pero qué estaba pensando? Ella no debía pensar esas cosas. Apenas lo conocía ¿y ya se desviaba su imaginación?

Blaise, Pansy y Draco miraban la escena con una sonrisa. Llevaban así unos minutos y parecía que ninguno quería apartarse del otro.

- ¡Eh, tortolitos!-dijo Blaise.-Iros a un aula.

Pansy, Draco y Blaise se rieron del comentario, y Hermione y Theo se separaron rápidamente, ambos sonrojados.

- ¡Blaise!-dijeron Hermione y Theo al unísono.

- Jajaja.-rieron los Slytherins.

- Bueno, ¿qué tenemos ahora?-preguntó Pansy.

- Pociones con los Gryffindors.-respondió Draco.

- ¡Genial!-dijo Blaise con sarcasmo.-Otra vez vamos a ver a la comadreja.

- Sí, genial-dijo Hermione con ironía.

- Tranquila, Herms.-dijo Theo.-No dejaré...digo, no dejaremos que te ocurra nada.

- ¿Herms?-dijo Pansy.-¿Desde cuándo la llamas así, Theo?

- Bueno...yo...pensé que talvez...como ya es de los nuestros...-dijo Theo visiblemente nervioso.

- Tranquilo.-dijo Hermione sonriendo.-Puedes llamarme así.

- De todas formas, Hermione.-dijo Pansy.-Lo que ha dicho Theo es verdad, no dejaremos que te ocurra nada.

- Gracias, chicos.-dijo Hermione visiblemente emocionada.

Llegaron al aula de pociones con Snape, quien aunque no lo pareciese, estaba muy ilusionado y contento con su nueva alumna, pues estaba ganando un montón de puntos para su casa. ¡Al fín las tornas habían cambiado y Slytherin ganaría la copa de la casa! En esa clase, tuvieron que trabajar en tríos, pero como el número de la clase era par y Draco, Blaise y Pansy se pusieron juntos para elaborar la poción, a Hermione y a Theo les tocó juntos. ¡Y valla clase! Pues se organizaron de maravilla con el trabajo, y de vez en cuando, sus manos se rozaban, provocando un sonrojo por parte de la castaña y una mirada pícara por parte de Theo en la que escondía su nerviosismo. Ante la mirada celosa de Ron, quien no paraba de observarlos. Al fin acabó la clase, Theo y Hermione consiguieron un extraordinario y muchísimos puntos para la casa, ante la furiosa mirada de los Gryffindors, quien la cosideraban una traidora.

- Señorita Granger ¿puedo hablar con usted un segundo?-dijo el profesor Snape cuando se aseguró de que los demás alumnos habían salido.

- Claro, profesor Snape.

- Verá, me gustaría saber, porqué se ha cambiado de casa.

- Los Gryffindors no me podían ofrecer más, asique pensé que si me cambiaba a Slytherin podría ofrecerme otra perspectiva de mirar las cosas.

- Un cambio demasiado drástico.

- Eso parece.

- ¿Se encuentra agusto?

- Por supuesto, gracias al cambio de casa, ha cambiado también mi forma de pensar sobre algunas personas.

- Por lo que he visto, ya ha echo amigos.

- Así es.

- Son buenos chicos.

- Sin ninguna duda.

- ¿Pero sólo se ha cambiado por eso?

- Así es.

- ¿Está segura de que no me está ocultando nada?

- Se lo aseguro, sé que es un cambio demasiado drástico y que me va a ser difícil adapatarme, pero le aseguro que ese es mi motivo.

- Entonces, déjeme darle la bienvenida, señorita Granger.

- Muchas gracias, profesor Snape.

Como era de esperarse, los rumores de porqué el cambio de casa de la castaña se hicieron de esperar: unos decían que era porque se había unido Al que no debe ser nombrado, otros que ella había engañado a su novio Ron con un mortífago, quien la había lavado el cerebro y otros decían que sólo quería llamar la atención. ¡Bobadas! Nada más lejos de la verdad.

Harry y Ginny no dirigían la palabra a Hermione, los Gryffindors, Ravenclaw y Huffelpuff la rehuían. Mcgonagall y Hagrid la ignoraban, porque no querían concederles puntos a los Slytherins. Ron hacía su papel de víctima de maravilla. Cuando alguien se acercaba a él a preguntarle por el cambio de su novia, él ponía cara de dolor y tristeza y decía que Hermione no le avisó, que ni siquiera cortó con él y que ella le traicionó acostándose con Theodore Nott, el Slytherin y que próximamente se uniría a los mortífagos, pero que ni siquiera estaba seguro de que no se hubiese unido y tuviese la marca. Así confirmó todos y cada uno de los rumores que surgieron, la tachó de puta, de zorra, de sabelotodo compulsiva y marisavidilla. No contento con eso, su historia fue publicada en El Profeta y En el Quisquilloso.

ALARMA IMPORTANTE EN LA SOCIEDAD MÁGICA:

Ha ocurrido un suceso devastador, queridos lectores. Una de las integrantes del Trío de Oro de Hogwarts, recordemos que estaba constituido por el famosísimo Niño que Vivió, es decir, Harry Potter, y sus queridos y fieles amigos, Hermione Granger, una nacida de muggles y Ron Weasley, hijo de Arthur y Molly Weasley, se ha separado del Trío.

Os preguntaréis quien, pues la famosísima Hermione Granger, hija de muggles que acompañó a Harry Potter en multitud de aventuras para derrotar al que no debe ser nombrado, aunque talvez la recordéis porque estuvo saliendo con el Niño que Vivió y con el famosísimo jugador de Quiddich Viktor Krum a la vez, en su cuarto año de la escuela de Hogwarts, colegio de magia y hechicería.

Al parecer, ahora la señorita Granger fijó los ojos en Ron Weasley, quien se enamoró de ella y la pidió salir. Ella aceptó, pero la cosa no quedó ahí. Resulta que la joven Hermione Granger, traicionó a su novio Ron Weasley y a toda su casa Gryffindor cuando se unió a las filas del que no debe ser nombrado y se cambió a la casa de Slytherin, provocando así, la separación del Trío Dorado y dejando a Ron totalmente devastado.

A la señorita Granger se la ha visto rodeada de los hijos de los mortífagos más famosos del mundo mágico, siendo acompañada de Theodore Nott, Draco Malfoy, Pansy Parkinson, Blaise Zabini.

¿Estará seguro el Mundo Mágico ahora que Potter ha sido traicionado por uno de sus amigos? ¿Qué se propondrá la señorita Granger? Y lo más importante ¿esto influirá en el resultado de la guerra?

Les informa: Rita Skeeter.

¿Resultado? A Hermione le llegaron notas de todo el mundo, amenazándola e insultándola. Blaise, Pansy, Draco y Theo estaban que trinaban. ¡Condenada mujer! ¿Es que no podía dejarla en paz ni siquiera un segundo? ¿Porqué se empeñaba en arruinarla la vida?

- ¿Os ha gustado el reportaje?-preguntó Ron muriéndose de risa.

- ¿Tú sabes algo de esto?-preguntó Hermione con lágrimas en los ojos.

- Claro que sí. Fuí yo quien lo mandé publicar.

- ¿Serás cabrón?-dijo Theo.

- Maldita comadreja, me las vas a pagar.-dijo Blaise.

- Decir lo que queráis, pero no soy yo el que tiene las de perder.-dijo Ron.

- Eres un maldito desgraciado.-dijo Pansy.

- Y tú eres muy bonita.-dijo Ron acercándose a ella, mas Draco se interpuso entre ellos.

- Ni te atrevas a mirarla.-dijo el rubio.

- ¿Sabes? Me gustan las chicas que se resisten.-dijo Ron antes de irse.-Cuida a tu novia, Malfoy, porque no sabes de lo que soy capaz.

- Lo siento mucho, chicos.-dijo Hermione.

- ¿Porqué pides perdón, Hermione?-dijo Theo.

- Porque si no me hubiese cambiado de casa, él se seguiría fijando en mi y no habría amenazado a Pansy y no tendríais estos problemas.

- No pidas perdón por eso, Hermione.-dijo Pansy.-Recuerda que me sé cuidar sola.

Esto pasó hace una semana, pero los correos siguieron llegando, poniendo harta a la castaña. Aunque eso no fue lo peor, gracias a ese artículo, los padres de los chicos se enteraron de las compañías con las que andaban sus hijos. La señora Weasley lloró desconsolada cuando leyó el reportaje y las familias de los jóvenes Slytherins estaban totalmente indignadas. Siendo tal, que decidieron irse todos a hablar con sus hijos y con el director de la escuela.

Pero esa noche ocurriría lo que nadie se esperaría y que todos recordarían por el resto de sus vidas...esa noche cambiaría el punto de vista de algunas personas, e incluso de los padres que con tanto ahínco defendían la pureza de la sangre...