♡┆capítulo 13: ¿no quieres besarme, alfa?
La próxima vez que se encuentra con Jimin, el omega lo está esperando con una sonrisa frente del edificio donde reside el alfa.
—¡Buenos días, hyung!
—Hey, pensé que íbamos a reunirnos en la oficina. —saluda acercándose al pelinegro.
—Yah, te estás quejando cuando vine por ti.
—No pedí que vinieras. —dice la voz plana del alfa, tan contraria a sus acciones dulces, que toma la mano que Jimin le extiende.
—Estuve lejos por tres días y fui el único que extraño al otro —hace puchero—. Eres malvado, Yoongi.
—Mh, un hyung malvado.
—No desayunaste, ¿verdad? —Jimin pregunta una vez que están sentados dentro del auto.
—Me pediste que no lo hiciera.
—Un alfa malvado y obediente, qué extraño comportamiento. —Jimin sonríe burlonamente mientras enciende el auto.
—De verdad que eres un mocoso.
—Actúas molesto, pero sé que te gusta o no estuviéramos aquí.
—Sí, tienes suerte de que me agrades —resopla con falso pesar—. ¿Cómo estuvo el viaje?
—Más de lo mismo, no me dio chance de pasear por la apretada agenda.
—Si querías pasear podrías quedarte un día más, Jimin. —Yoongi mira al modelo que se ve tan a gusto, con una mano envuelta alrededor del volante, mientras que la otra descansa sobre la ventana abierta, apoyando la cabeza contra su puño.
—No es lo mismo de cuando tú vas a trabajar y te quedas a ver, a que vayas desde un principio con las energías al cien y solo a vacacionar. También cuenta la compañía, y no quiere decir que la de Jin sea mala; sin embargo, es tan formal que da escalofríos.
Yoongi ríe ante el estremecimiento exagerado que hace Jimin.
—Bueno, pero puedes viajar cuando tengas el tiempo.
—Ah, agradablemente tengo la agenda despejada por un tiempo... ¿Tú que harás en vacaciones? Serán pronto.
—Visitaré a mis padres y caminaré para conocer Seúl —el alfa mira sus manos y recuerda su travesía de ayer mientras compraba el regalo del modelo—. Ayer me perdí mientras compraba y patéticamente tuve que llamar a Namjoon para que me guiara en el metro, no sabía que era tan difícil.
Al menos, había conseguido el regalo perfecto. O eso creía.
—¿Te perdiste?— Jimin lo mira por unos segundos antes de mirar la carretera—. Hyung, podías esperar a que llegara e ir juntos.
—No puedo depender de ti todo el tiempo, Jimin. Tengo que aprender a valerme por mí mismo.
—Lo sé —asiente, porque es cierto y tampoco quiere eso—. Pero no puedo evitar preocuparme.
—Estoy bien.
Jimin suspira, el alfa está frente a él e ileso, no había porque preocuparse.
—¿Y qué necesitabas comprar?
—Son libros para mi papá, le gusta leer por las noches. —y tu regalo, pensó el alfa.
—¿No le comprarás un regalo a tu mamá?
—Lo haré otro día, faltan semanas para cuando tenga que ir.
No dicen nada más durante el resto del viaje, que es relativamente corto. Pero Yoongi no puede quejarse cuando tiene una vista estelar.
El perfil de Jimin es algo de admirar, el resplandor del sol saliendo arrojan una suave luz melocotón que acentúa el rizo de sus pestañas cortas, pendiente de su nariz y los labios abultados que brillan por el labial. Jimin es tan bonito, Jimin es arte ante los ojos del alfa.
Sus ojos se despegan del omega cuando el auto se detiene frente a un restaurante de aspecto lujoso, el servicio de estacionamiento una vez más lo espera.
—Estaremos solo para ordenar, no lo lleves tan lejos. —informa al valet mientras le da las llaves.
Mientras esperan a que sea su turno para ordenar llegue, el omega le lee las opciones al alfa y le habla de las que ha probado, y cuáles le recomienda. Cuando se decide y su pedido es tomado, ambos se sientan en una mesa a hablar más sobre el viaje del modelo.
Al momento de pagar la cuenta, Yoongi busca pagar la mitad a lo que Jimin niega, y el alfa mantiene cualquier protesta enterrada dentro de la cavidad de su pecho porque, vamos, ya sabe como termina.
—Jimin, no lo dije antes, pero también te extrañé. —murmura el alfa una vez que están dentro del auto.
→ ☆ ←
De: Yoongi
Minseok-ssi dijo que soy bueno con las palabras
Y me ayudo a escribir un poema
Para: Yoongi
muéstrame alfa.
De: Yoongi
Me gustan las cosas sencillas
Ver tu rostro mientras hablas,
Oír las melodías de tus palabras,
Ver como tus labios se curvan para sonreír...
Me gustan las cosas sencillas Tomar tu mano mientras caminas,
Abrazarte mientras atardece y esperar ver tu mirada que me enloquece...
Me gustan las cosas sencillas
De esas que no se tocan, sino que se viven
De las que no se compran sino que se atesoran para siempre
De las que vivo contigo a cada instante, esas son las cosas me gustan...
Para: Yoongi
Hyung, decir que eres bueno se queda corto... el poema es muy lindo 🥰🥰
De: Yoongi
Lo hice pensando en ti
→ ☆ ←
Cuando llega el día del cumpleaños de Jimin, Namjoon envía al chófer del modelo a que pase por él. El sol está abriéndose paso en el cielo en el momento en que Yoongi toca el timbre en el pent-house de Jimin.
—¿Qué mierda, hombre, no sabes qué hora es? —gruñe la voz ronca del omega a través del intercomunicador.
En cambio, Yoongi ríe y dice en voz alegre.
—Tengo una entrega para el cumpleañero.
—¿Yoongi hyung?
—Sí.
La puerta se abre después de un zumbido y el alfa entra. Es la primera vez que viene a casa de Jimin y es tan elegante como imaginaba. El pasillo de mosaico beige está decorado con retratos de Jimin en la pasarela, secciones fotográficas en la que se ve impresionante.
Yoongi sonríe cuando mira a Jimin esperarlo al final de pasillo de entrada. Su rostro libre de maquillaje y ojos entrecerrados e hinchados por el sueño, su cabello es un desastre de direcciones pese a que este recién despierto se ve hermoso. Entonces los ojos del alfa recorren como cascada el cuerpo de Jimin, apreciando como el camisón de seda abraza su figura y curvas, deteniéndose segundos de más en las piernas desnudas del omega.
—¿Qué haces aquí? —Jimin sonríe.
—Seré tu acompañante del día, o como diría Taehyung, el sacrificio.
—Mm, sigue siendo temprano —se queja, haciendo puchero y estira la mano hacia el alfa, que la toma con una sonrisa—. Acompáñame a tomar café.
Aun si es la primera vez de Yoongi estando en la casa de Jimin, el alfa no presta atención a detalle, las ventanas que van desde el piso al techo dejan una agradable vista a la ciudad, la sala está en el centro de la habitación con muebles blancos, lámparas de forma de anillo cae de forma agraciada y seguido se muestra un minibar que el omega pasa por alto, se adentra al corto pasillo que muestra la estrecha cocina.
—Te traje un regalo como recompensa.
—¿Un regalo?
El alfa asiente mientras deja una caja de joyería al lado de Jimin.
—Felices 27, Jimin. —el omega deja la taza vacía de lado, mientras se recuesta de la encimera, abriendo la caja y sonríe hacia la gargantilla con un pequeño dije de copo de nieve.
—Está muy bonito, hyung. Será mi nuevo favorito —mira el accesorio y con una sonrisa, se lo da al alfa—. Pónmelo.
Yoongi se pone detrás de Jimin, toma la pequeña cadena dorada y rodea con suavidad el terso cuello del modelo. En esta posición, Yoongi está más cerca de la glándula de olor, cerca de la fuente del delicioso aroma omega. Sus dedos rozan la zona y Jimin no puede evitar estremecerse, y cuando termina de abrocharlo, Jimin se da la vuelta.
—¿Y, cómo se ve?
—Se ve muy bonito.
—Gracias por el regalo, alfa. Me encanta. —dice Jimin. Seguidamente, sus labios se presionan en la mejilla del alfa, haciendo que el resto de su cara se caliente. Aunque su respiración se entrecorta cuando los dedos del hombre se deslizan por la parte posterior de su cabello, uñas rascando el cuero cabelludo—. Eres precioso, Yoongi. ¿Lo sabías?
No, Yoongi no lo sabe, sin embargo, viniendo de Jimin que es una belleza absoluta, se siente bien escucharlo.
—Viniendo de ti es bueno saberlo.
—¿A qué te refieres?
Jimin se irgue e inmediatamente retoma la preparación de su café. Yoongi lo mira tararea entre cada paso que da, no sabe cómo sonará lo que piensa del hombre que tiene en frente, pero igual lo dice.
—Eres deslumbrante, Jimin. Y no solo me refiero a tu físico, sino como persona. Eres hermoso.
Los ojos de Jimin se ensanchan y ladea la cabeza para ver al alfa que mira sus manos, sintiéndose avergonzado. El modelo camina hacia él y deja una taza de café.
—Uh, hyung, no me lo pones tan fácil.
El modelo se recuesta en el hombro del Yoongi, tratando de ocultar sus mejillas encendidas mientras sopla su taza de café y luego toma un sorbo.
—Ahora yo te pregunto a ti, ¿eso qué significa?
—Te lo diré al final de la noche si no lo captas todavía.
Luego de que ambos tomen su café en un cómodo silencio, el cumpleañero dice el primer plan del día. Ir a Saint Laurent para sus trajes de esta noche.
Es cuestión de segundos de entrar a la tienda que Jimin tiene personas a su alrededor, tomando sus medidas, tono de piel y altura. También lo hacen con Yoongi. Y seguidamente lo están guiando a los vestidores con más ropa de la que tiene el alfa en su armario.
Jimin luce bien con todo el proceso, descarta con una mano lo que no le gusta y toma lo que le parece bien. Para Yoongi todo es incómodo, probándose prenda tras otra, sintiéndose temeroso de rasgar una costura o romper un botón y cuando cree que termina de probarse un puñado de prendas, Jimin constantemente cuelga otras sobre la puerta agregando palabras de alientos.
Pienso que esto te quedaría bien, alfa. Pruébate este para mí. Oh, este azul resaltaría con tu piel.
Cuando el omega le pregunta que opina con cada cosa, Yoongi rechaza muchas cosas, sin miedo a expresar lo que piensa y más cuando hay tanto dinero en juego. Tampoco no tiene muchas oportunidades para usar ropa tan elegante, así que no se motiva a dar su visto bueno. Sale del probador con una camisa manga larga blanca, combinado con un chaleco corto y un pantalón clásico negro.
—Me gusta este. —dice parándose frente al espejo, por el rabillo ve a Jimin dejar su copa de lado y se levanta quedando detrás del alfa.
—También me gusta. ¿Te sientes cómodo con ese?
—Sí, y es simple.
—Muy simple —hace puchero, en tanto arregla el cuello de la camisa—. ¿No quieres agregarle algo de color? Estaba pensado en llevar una pieza del mismo color que tú.
—Ah, la camisa azul que me probé antes también me gusta y se vería bien, supongo.
—No es un mal color y te ves guapo en él —le sonríe a través del espejo y luego se voltea hacia la dependienta—. Nos llevaremos este y que mi saco sea del mismo color que la camisa.
Cuatro horas después están entrando a un salón de belleza y pese a que Jimin es bien recibido, la atención no es tan abrumadora como en la tienda de ropa. Son recibidos por una beta con sonrisa amigable. El modelo le señala que está en buenas manos y que irá a la parte del spa, y que es libre de ir cuando termine.
—Empezaremos cambiando el color de tu cabello, al menos que quieras mantenerlo y lo retoquemos —murmura la chica que pasa las manos entre el cabello recién lavado del alfa—. Y si tienes un corte en mente, me lo dices luego de teñirlo.
—Quiero cambiar el color.
—Perfecto, elijamos un nuevo color.
La beta trae un libro con diferentes tonos, desde colores excéntricos a los más banales, Yoongi se fija bastante en el color menta, sin embargo, lo descarta totalmente cuando la chica le dice el proceso por el que tendrá que pasar y él no quiere estar tanto tiempo sentando en una silla; así que, se va por el color seguro: negro.
Si bien, Jimin y él se encuentra en el mismo establecimiento, no logran verse por estar en cada lado de la tienda, pero Yoongi si se deleita con la cantarina risa que flota hacia él de vez en cuando.
→ ☆ ←
Jimin jamás creyó que un simple cabello negro lo arruinará tanto, ¿tan azotado se encontraba por el alfa? Pero bueno, tampoco es novedad de que Yoongi parece ser la excepción en muchas cosas.
Honestamente, el cabello de Yoongi lucia más largo ahora que estaba planchado, mostrando su frente y el rapado por los cortados podía apreciarse mejor, ya que el alfa tenía lentes negros reposando encima de su cabeza. Era una vista bastante agradable. Sexy.
—¿Tengo algo en la cara? —pregunta Yoongi, una vez que la mesera se aleja luego de tomar su orden.
—¿Qué? No, no tienes nada. —Jimin baja la vista hacia sus uñas recién pintadas.
—Y, sin embargo, no dejas de verme desde que salimos del salón de belleza. —Yoongi ladea la cabeza mientras la recuesta en la palma de su mano.
—¿Recuerdas que dije que el azul y el morado te favorecían? —Yoongi asiente—. Me equivoqué, definitivamente es el negro.
—¿Mh?
—El cabello negro se te ve bien y ese corte, es increíble.
—¿Te gusta?
La pregunta va acompañada de un tono dulce, era casi seductor, haciendo que Jimin se pregunte si acaso Yoongi estaba coqueteándole.
—Sí, me gusta mucho —Jimin sonríe—, ¿Qué hay de ti, te gusta?
—Por supuesto, pero me gusta más que a ti te guste.
Definitivamente, no era imaginación de Jimin, Yoongi le estaba coqueteando.
—No creo que hacer falta que te lo diga, pero tú también te ves bien. —vuelve hablar el alfa un momento después.
—Ah, un corte de cabello y un buen masaje ponen radiante a una persona.
Después de que su almuerzo es traído, se sumergen en una conversación tranquila hasta que Yoongi le pregunta sobre sus fiestas anteriores, a lo que Jimin le cuenta que suelen ser más tranquilas de lo que dicen los medios, nada parecido a las fiestas que muestran las películas y que tampoco hay muchos invitados.
—¡Hyung, no tenías que saber eso! —se cubre el rostro con vergüenza—. Debo conseguir nuevos amigos si están ventilando mis vergüenzas tan libremente.
—¿Por qué? —pregunta riendo ante lo abochornado que se ve el más joven.
—No me avergüenza decir que he fumado cannabis porque era una de las mejores sensaciones del mundo, pero es vergonzoso que me diera una pálida en plena fiesta de veintitrés años, cuando ya tenía años de práctica —ante la carcajada que suelta Yoongi, el modelo hace puchero mientras le da una mirada indignada—. Lo peor es que entre en una puta crisis delante de todos, y de verdad creía que iba a morir, fue Namjoon quien me saco de ahí pese a que lo había vomitado.
—Bueno, mi padre dice que ni el más experto se salva en su propia área. —hace un gesto desdeñoso con su mano.
—Opino que tu papá es un hombre sabio.
Las horas pasan como un borrón, a partir de ese momento, hacen una última parada en una joyería de donde Yoongi sale con un reloj nuevo y un par de pendientes; cuando ni siquiera tiene perforación y cuando están en el auto, Jimin sugiere ir a su pent-house.
—Así no ahorramos el viaje doble y debes estar todo el día conmigo, ¿no?
Por lo que el alfa está de acuerdo y si es sincero consigo mismo tampoco quiere dejar el lado de Jimin, aun cuando ha pasado la mayor parte del día con él, se siente bien. Reír a su lado, tomar la pequeña mano de Jimin o hablar desde como las nubes se ven bonitas hasta alguna anécdota de su vida.
Por supuesto que el cumpleañero se hace esperar, cuando Jimin baja del auto, sus labios se estiran en una sonrisa amable, toma la mano de Yoongi que lo espera al lado del auto con una sonrisa minúscula. Comienzan a caminar hacia la entrada cuando el brazo de uno de los reporteros se envuelve en el brazo del omega.
—Aleja tus manos de mi omega. —gruñe Yoongi interponiéndose entre el modelo y el reportero.
Jimin mira la espalda del alfa y sonríe, entretanto se estira para entrelazar su mano con la de Yoongi, nuevamente y da un apretón para llamar la atención del alfa.
—Ven, cariño, entremos a divertirnos.
—Park Jimin, unas palabras. —gritan los reporteros, a lo que el omega se voltea antes de entrar.
—Lo siento, chicos, pero no doy entrevistas el día de mi cumpleaños, lo saben. Están aquí solo para tomar fotos y crear chismes.
Dándose la vuelta, entran al edificio y rápidamente la música los envuelve de manera estruendosa. Jimin le sonríe a Yoongi mientras señala hacia arriba, el alfa mira el segundo piso, una pared de vidrio muestra a personas bailando y riéndose, seguidamente caminan hacia las escaleras.
Desde abajo no se ve por las luces estrambóticas, pero una vez que entran, Jimin nota que el humo está bastante concentrado en la habitación y la música no es tan fuerte como abajo, pero aun así es bailable.
Hay al menos cien personas y cuando Hoseok grita que llego el cumpleañero, todos aplauden y vitorean en bienvenida. El alfa se tambalea hacia el modelo con una enorme sonrisa.
—Oh, ustedes serán ese tipo de pareja, ¿no? —exclama Hoseok apenas llega a ellos. Bajando la mirada hacia las manos entrelazadas de los recién llegados.
—¿De qué tipo? —Jimin arquea una ceja.
—Tortolitos cursis que visten prendas del mismo color o se combinan. —Taehyung, que viene acercándose, habla mientras exhala el humo de su porro.
Jimin rueda los ojos.
—Dios, Taehyung, déjame oler bien por un par de horas. —dice en tono quisquilloso, no obstante, la sonrisa en su rostro solo se ensancha.
—Lo que sea, —se encoge de hombros y se voltea hacia Hoseok—. Deberíamos buscar a Jungkook antes que alguien intente llevárselo y el cometa un homicidio.
—Por supuesto. Diviértanse, chicos, los veo en un rato. —Hoseok sigue a Taehyung hacia las escaleras.
—¿Ellos estarán bien? Se ve un poco fuera de sí y es muy temprano. —Yoongi mira la hora en el reloj y son apenas las once de la noche.
—No te preocupes, solo están dopados, el efecto se les pasará en unas horas —explica el modelo—. Bebamos algo.
Camina hacia el pequeño bar improvisado en una esquina y pide una cerveza de malta.
—Hay que empezar con algo suave y así la noche no termina rápido. —explica Jimin.
—También quiero una, por favor.
Entretanto esperan a que sirvan sus cervezas, el modelo se inclina hacia el alfa.
—Hyung, ¿actúo demasiado pegajoso contigo?
—¿Qué?
—Quisiera saber si te incómodo de alguna forma mi personalidad pegajosa.
Yoongi arruga el entrecejo y niega.
—Nunca, me gusta que lo seas. —agradece al bartender cuando deja ambos vasos de cerveza y luego sigue al modelo hacia un juego de sofá que se encuentran vacíos.
—¿En serio, no lo dices solo para complacerme?
—Jimin, sabes que jamás haría eso. ¿A qué viene la pregunta?
—Sé que puedo ser bastante intenso en algunos momentos y no quiero incomodarte de alguna manera, y si en algún momento lo llego hacer necesito que por favor me lo digas. Lo último que quiero hacer es incomodarte.
—Mierda, Jimin, no me incomodas. Me gusta tu forma de ser, al principio era un poco abrumador porque no estaba acostumbrado a la atención de alguien —toma la mano del omega y la aprieta—, pero llegué acostumbrarme e incluso mi alfa se siente halagado con tu atención. Me di de cuenta que es tu manera de demostrar cariño y me gusta, mucho.
—Ah, en serio eres bueno con las palabras. —Jimin agradece que las luces led oculten su rostro sonrojado.
→ ☆ ←
Yoongi cierra los ojos, sintiendo un ligero dolor de cabeza ante las luces parpadeante y el ritmo techno, aun así, un sentimiento de placidez alberga su cuerpo. No ha tomado lo suficiente para estar borracho, sin embargo, también un poco de mareo y está sudoroso. Abre un ojo en el momento en que siente que el sofá se hunde a su lado, pensando que es Jimin, su sorpresa es cuando ve a un Jungkook que se tambalea mientras coloca una botella de whisky.
—Yoongi, me dijeron que te gusta el whisky y te traje un poco —se acerca y susurra como si fuera secreto— Es de los caros y está añejado.
El alfa arquea la ceja hacia el más joven, un poco confundido con la actitud del omega, luego de mira con determinación el rostro de Jungkook y una inhalación fuerte basta para darse cuenta del olor a hierba.
—¿Dónde están tus alfas, chico? Apestas a ellos.
—Es lo que pasa cuando se tiene sexo en un espacio reducido y los deje en el baño, estoy cansado y quiero irme a casa. —balbucea Jungkook, encogiéndose de hombros.
—Dime la verdad, mocoso.
—La es verdad que estoy cansado, mi cuerpo no siempre soporta a dos alfas con la libido alto. Sin embargo, soy un buen amigo y vine a darte un consejo. ¿Ves a ese alfa de allá? —señala hacia el grupo donde Jimin está conversando.
—¿El de azul?
—Sí, es el idiota de Seo Daniel.
—¿Por qué me darías un consejo por ese sujeto?
Yoongi devuelve la mirada hacia Jimin y el ceño del alfa se frunce cuando nota al hombre intentando poner su brazo alrededor del modelo, que se inclina hacia el lado contrario mientras ríe.
—Sé que le gustas a Jimin y también sé que es alguien fiel cuando está enamorado, pero ese idiota fue su amante hace un par de años y parece que aún no se rinde.
—Oh.
—Entonces, el consejo es, querido amigo, que vayas a marcar territorio. Haz que ese imbécil retroceda y que le quede claro quién manda.
—Jungkook, hay dos razones por la que ignoraré tu consejo. Unos, la relación de Jimin conmigo es falsa. Y dos, estás drogado y borracho, no eres racional.
—Solo drogado, no bebo alcohol.
—Agrego una tercera razón —el alfa ignora la interrupción del omega—. Jimin puede salir con quien quiera.
Yoongi cierra los ojos cuando siente a su lobo enojado por las últimas palabras, no estando de acuerdo.
—Agh, eres realmente, realmente ciego —Jungkook suena enojado—. No quiero que mi amigo caiga en manos de ese perdedor, otra vez. No después de todo lo que paso.
—¿De qué hablas?
—Ese imbécil intento extorsionar a Jimin con publicar fotos privadas para que le renovaran el contrato y cuando no funciono, lo acoso en su oficina e intento golpearlo.
—¿Y por qué sigue siendo invitado o merodeando por la empresa?
—No es invitado, ni a sus fiestas ni a la empresa, pero de alguna manera logra entrar y Jimin solo lo evita para no causar una escena.
Yoongi se levanta decidido, se dirige hacia Jimin y en el momento en que cae en cuenta de que está actuando bajo sus instintos, retrocede. Pero es tarde, porque Jimin voltea y su sonrisa se agranda.
—¡Yoongi hyung, ven! Te presento a Hyuna, Yuta y Nari, son modelos que trabajaron conmigo en una campaña pasada con Louis Vuitton en Japón —la mano del modelo se envuelve en el bíceps—. Y este es Min Yoongi; mi alfa.
—Me alegra conocerlos. —Yoongi inclina la cabeza en forma de saludo.
—Dios, Jimin-ah, perdiste tus modales, preséntame. ¿O tu novio se pone celoso de nuestro pasado?
El pelinegro mentiría si dijera que no siente un poco de celos, sin embargo, no piensa darle el gusto al imbécil alfa. Así que pone de frente y el rostro se le hace familiar, pero no le da mucha atención cuando se dirige hacia el hombre.
—No, simplemente no me gusta conocer idiotas y Jimin lo sabe.
Jimin resopla a su lado, mientras hunde su rostro en el hombro de Yoongi para oculta su sonrisa.
—¡Yah! —gruñe el alfa.
—Dices una palabra más y te arrastraré hasta la prensa, Seo —Jimin señala al alfa con mientras su voz es templada—. Disfruten el resto de la fiesta.
Jimin se despide de sus amigos y dando un apretón en el agarre que tiene sobre el alfa se voltean.
—Mh. Probablemente, no necesitabas ser rescatado, pero Jungkook me contó lo que pasó con ese alfa.
—Gracias, Yoongi —su mano toca la mejilla del alfa—. Aunque no lo creas, Daniel es inofensivo. Considera que por ser alfa todos deben obedecerlo, pero patee su trasero con facilidad cuando quiso agredirme.
—Igual deberías ponerle una orden de alejamiento o una denuncia. —mira encima por encima de su hombro y el alfa sigue viéndolos.
—Su madre alfa es ministra en el Ministerio de Justicia e hizo que la denuncia no fuera procesada. Hyung, no te preocupes, en una semana se conseguirá una nueva novia y no lo volveremos a ver.
—Igual no deberías dejar hasta que el problema se vuelva más grande.
—Lo sé.
→ ☆ ←
Después de que termina de tomar un trago, Jimin baja la copa de su cóctel vacía y se lame los labios mucho más sugerentemente de lo necesario, los golpea juntos, y Yoongi siente que sus dedos se contraen contra el vaso de cerveza en su mano. Menea la cabeza ante la idea de que Jimin esté coqueteando con él se afiance en su cabeza y su lobo imprudente tome el control y haga algo tonto.
Jimin se levanta del sofá, estira su mano hacia Yoongi y mueve sus dedos para que el alfa la tome.
—Ven conmigo. —pide el omega con una sonrisa y Yoongi la toma sin dudar.
—¿A dónde?
—Estamos bailando —anuncia con una sonrisa mientras bajan las escaleras, la música cambia cuando llegan a la pista y Jimin le da una sonrisa al alfa situándose enfrente del mismo.
—Debo advertirte que no soy un buen bailarín.
—Descuida. Pon tus manos en mi cintura y solo siente la música, alfa.
El corazón de Yoongi late al compás del pesado bajo de la música, sus dedos se curvan en la parte posterior de la cintura de Jimin, sintiendo como el calor del cuerpo del omega se filtra a través de la camisa delgada, sus cuerpos comienzan a moverse al nuevo ritmo de la canción.
Y, a partir, de ese momento, es como si sus cuerpos ya no pueden separarse, bailan entre risas y se turnan para buscar bebidas para ambos, en un momento bailan con junto a todos los chicos, sin embargo, cuando Jimin regresa a los brazos del alfa, sus mejillas están sonrojadas por el esfuerzo –y parte del alcohol–, y sudor perlando su frente y pecho, adhiriendo la camisa a ciertas partes del cuerpo que tienen hipnotizado a Yoongi.
—Hey.
—Hey —Yoongi devuelve el saludo una vez que Jimin le entrega su siguiente bebida—. Esta será mi última bebida de la noche, comienzo a sentirme cansado y con hambre.
—Creo que el humo de la marihuana también nos ha afectado. —informa Jimin entretanto sus cuerpos se balancean lentamente al mismo tiempo, sonrisas suaves adornan sus labios y Yoongi siente el cálido aliento de Jimin abanicando su rostro. El alfa puede oler la bebida de melocotón que está tomando Jimin, cálido y suave junto a la esencia propia del omega.
En los altavoces comienza a sonar una canción movida y Jimin abre los ojos, brillando de emoción y Yoongi bebe su trago en un sorbo porque sabe lo que viene, empuja la copa vacía a Namjoon que sube las escaleras con Jin y sigue al modelo que bajan brincando las escaleras.
Jimin una vez más, baila entre los brazos de Yoongi y sintiéndose eufórico, decide ser un poco más osado, presionando su trasero contra la entrepierna del alfa mientras inclina el resto de su cuerpo hacia adelante, moviéndose al ritmo de la música.
Y Yoongi debería estar sintiéndose mortificado, pero su lado nervioso parece estar adormecida con el alcohol porque sus manos se enroscan más fuerte alrededor de las caderas de Jimin, su mirada fija donde sus cuerpos están presionados. Las caderas de Yoongi se mueven hacia adelante para encontrarse con la lenta rutina de Jimin y si el modelo se da cuenta de que se está poniendo duro como un adolescente en plena pubertad, no le presta atención. Sin embargo, presiona más fuerte hacia atrás, manteniendo su espalda arqueada, entretanto se levanta y envuelve su mano en la nuca de Yoongi, y deja caer la cabeza en su hombro.
Yoongi por instinto presiona sus labios al lado del cuello expuesto de Jimin, no como un beso, sino que solo para mantener su boca cerca y rozando su nariz por la glándula odorífera, embriagándose con su olor.
—Alfa. —Jimin se voltea sin separar ni un centímetro entre sus cuerpos.
—¿Sí?
Hipnotizado ante los movimientos y las feromonas de Jimin, relame sus labios cuando sus ojos se encuentran.
—¿No quieres besarme, alfa? —murmura con los labios abultados.
—Yo, eh, sí quiero.
—Entonces, ¿por qué no lo has hecho?
—No estaba seguro de que tú lo quisieras.
Jimin mira hacia el techo mientras sus hombros tiemblan de la risa.
—No sé cuántas indirectas he dejado caer, cariño. Solo eres un tonto —Yoongi asiente. Desde luego que es un tonto si no se dio dé cuenta de las intenciones de Jimin—. Hazlo, por favor. Bésame.
Las manos del hombre rodean el cuello del alfa mientras cortan la distancia, moldeando sus labios juntos y haciendo presión en un beso dulce, no es más nada que eso. Los labios de Yoongi son cálidos contra los suyos, casi familiares de una manera extraña. Jimin siente que han hecho esto mil veces antes y, sin embargo, nunca tendrá suficiente.
No muy alejado del mismo sentimiento; Yoongi siente el bombeo frenético de su corazón en sus oídos, envuelve los brazos alrededor de Jimin cuando los belfos contrarios comienzan a moverse, la húmeda lengua traza el labio inferior de Yoongi y un gemido se escapa de los labios del pelinegro, devolviendo el beso al instante. Sintiendo como Jimin casi se derrite contra su pecho.
El beso continúa de manera dulce, chasquidos y lamidas suaves, hasta que Jimin se aleja para respirar con las mejillas sonrojadas, la respiración rápida y los ojos brillantes.
—E-eso fue asombroso, tus labios son suaves y dulces. —Yoongi murmura, para luego sonreír.
—A esto me refería con que no me la pones fácil, con cada halago que me haces me dan ganas de besarte y estuve esperando mucho tiempo porque hicieras un movimiento —se inclina para dejar un casto beso en la sonrisa del alfa—. Vamos a descansar un poco, hemos bailado por bastante tiempo.
Cuando suben, ven a Namjoon recostado de Jin mientras el alfa parece estar a punto de hacer un berrinche, con el ceño fruncido y hasta los labios abultados en un puchero.
—Jin hyung, por favor, te lo suplico.
—Namjoonie está borracho, hablemos al respecto cuando estés sobrio. —acaricia las mejillas del alfa y este parece derretirse ante el suave toque.
—Estoy siendo serio, cásate conmigo.
Los ojos de Jimin se abren ante las palabras de su amigo, en que momento avanzaron tan rápidos.
—Namjoon, ni siquiera somos novios y ya me pides casarnos...—se ríe con cierta ternura—, es un tema para después.
—La etapa de ser novios está sobrevalorada, podemos saltarlas. Yo prometo hacerte plenamente feliz. Te amo, Jin.
—Cariño, ni siquiera tienes un anillo para proponérmelo.
—Entonces, iré a comprarlo ahora mismo.
—Alto ahí, semental. —Jin detiene al alfa por los hombros cuando el hombre está dispuesto a salir—. Son las tres de la mañana, creo que la noche para ti acabo.
—Hagamos una pijamada en mi casa y mañana vamos por tu anillo.
—Acepto lo primero, lo otro sigue siendo discutible —deja un beso en los labios—. Adiós, chicos... Llevaré a Namjoon a casa.
—De acuerdo, creo que nunca se había puesto tan borracho. —Jimin murmura para Yoongi.
—Creo que quiere demostrar que sí se sabe divertir. Y deberías levantar a ese trío o amanecerán peor de lo que se acostaron.
Miran el enredo de extremidades que son Taehyung y Jungkook encima de Hoseok, acurrucados en el sofá.
—Sí, de acuerdo y luego iremos a casa... ¿Te quedarás conmigo, verdad?
—¿Quieres que lo haga?
—Por supuesto, hyung. Es peligroso estar tan tarde solo.
Yoongi asiente.
Les toma una media hora levantar a Jungkook y sus alfas, subirlos a un taxi y darles la dirección correcta. Y luego otros minutos para conseguir un taxi disponible para ellos, cuando ya están dentro del pent-house, Jimin parece realmente afectado por el alcohol, así que, Yoongi le ayuda a vomitar, lavar sus dientes y sacar el maquillaje para seguidamente arrastrarlo a la cama, una vez que su pijama está puesto.
—Hyung, no me dejes. Duerme conmigo, por favor. —el murmuro somnoliento sorprende a Yoongi.
—Ah, Jimin, no quiero incomodarte. Puedo dormir en otra habitación.
—¡Ven a dormir conmigo! Te necesito aquí —palmea el lado vacío del colchón—. Si no te quedas aquí, iré a donde te acuestes y solo quiero que sepas que odio dormir en habitaciones que no están perfumadas con mi olor. Realmente me levanta de mal humor y no quiero que conozca mi lado quejumbroso tan pronto. Por favor.
Yoongi se ríe cubriendo su cara, divirtiéndose de la versión borracha del pelinegro y asintiendo, se quita el chaleco.
—Está bien.
—Puedes tomar alguna ropa cómoda para que duermas, hay cepillos de repuesto en algún cajón del baño. No me hagas buscarte.
Yoongi asiente divertido y cuando ingresa en el vestidor del modelo, sus ojos se abren ante la cantidad de ropa, zapatos, carteras y accesorios que hay. Pero entre tantas prendas hay una en particular que llama su atención, saca una camiseta de aspecto viejo y se sonroja al darse cuenta de que es la misma camisa que desapareció de su casillero.
Sabía que Jimin la había tomado, sin embargo, no pesaba que la conservará. Ya no olía su esencia, solo la de Jimin. Dejándola en el perchero, toma la de al lado junto a un pantalón deportivo.
Cuando regresa a la habitación, Jimin se voltea sonriéndole. El alfa sube con cuidado y se coloca de lado, mirando los hermosos ojos del omega y devolviéndole la sonrisa.
—Me divertí mucho esta noche, Yoongi. Gracias por pasarla conmigo. —es lo que murmura el omega mientras se va quedando dormido.
Yoongi sonríe mientras le acaricia el cabello, agradece mentalmente por todo lo que Jimin le ha dado, ya que no quiere interrumpir el sueño del hombre y también piensa en los sucesos de la noche, sus celos y actuar bajos instintos, el beso, las caricias y palabras de Jimin.
¿Ahora qué? Es cierto que todo había empezado con un trato de por medio, siendo una relación falsa, pero ¿después de ese beso lo seguía siendo?
3/3
Paso algo con Word que no me guardo el capítulo y por eso no lo pude subir con los anteriores, después vinieron los trasnochos con los conciertos finales de Yoongi, planear el cumpleaños de mi hijo y luego un poco de tristeza por la noticia de Yoongi y su enlistamiento (aun sigo triste de que se lleven a mi bias).
pido perdón-
¿Quién cree que fue el guerrero mas fuerte, Jimin o Yoongi?
Jimin enamorándose (aún mas) de los pequeños detalles de Yoongi, ¿por qué no?
Los hice esperar bastante por este beso, pensé que iba tardar más, pero simplemente fluyó. Creo que a partir de ahora, estos dos estarán pegados a la cadera y a algo más.
Nos leemos luego 😻😻
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