♡┆capítulo 12: un regalo de cortejo.
Jimin no sabe que es lo que causa su atracción a las manos de Yoongi, pero la última semana ha estado viéndolas tan atentamente. Como el alfa recoge los palillos para comer, toma el vaso de su café frío, sosteniendo el lápiz mientras estudia, sostiene la puerta para él o como la pasa entre su suave cabello y más.
Yoongi tiene manos bonitas y grandes.
Jimin no era de los que calificaban las manos de las personas, pero las del alfa se le hacían sumamente atractivas. También ha querido agarrar sus manos mientras caminan en sus salidas, quiere sentir sus dedos entrelazados otra vez, pero sin excusa de por medio.
No sabe qué pasa con él, es un omega dominante y confiado; sin embargo, se vuelve tímido cuando se trata de tener algún tipo de contacto físico con Yoongi.
—Hyung, ¿crees que este enfermo?
Namjoon deja de escribir el correo en su celular, levanta la vista y ve a Jimin acostado boca abajo en el sofá, mirando una revista. El alfa voltea hacia Jin que también lo mira extrañado y se encoge de hombros.
—Ah, ¿por qué lo dices?
—Es que me gusta Yoongi y mi lobo se vuelve tímido ante su presencia, sabes bien que no soy alguien tímido cuando me gusta alguien.
—Jimin, no considero que eso sea motivo de una enfermedad.
—¿Seguro? Es que en muchas ocasiones quiero estar agarrando su mano, abrazarlo o besarlo, pero no quiero parecer desesperado. Todavía ni me confieso o sé si él siente lo mismo.
—Estás enamorado de tu predestinado y es normal que quieras manifestarlo con contacto.
Jin parece ahogarse en su asiento, mientras mira a su jefe y al alfa sentado detrás del escritorio.
—¿Yoongi es tu predestinado? —Jimin asiente con una sonrisa orgullosa—. Guau.
—¿Qué? —pregunta a la defensiva.
—Oh, eso explica mucho y es que nunca antes conocí a una pareja de destinados, pero me alegro por ti y Yoongi —asiente—. Sé que no me preguntaste, pero si se me permite opinar, opino que también le gustas a Yoongi.
—¿Cómo lo sabes?
—¡Ay, por favor! Yoongi es una persona fácil de leer y cuando está contigo, siempre está atento a ti; con lo que haces o dices, sus ojos brillan, sonríe y sonroja con frecuencia.
Jimin parece pensar en ello, hasta que asiente.
—Puede ser, pero no quiero asumir.
—¡Entonces confiésate y pregunta! —anima Namjoon.
Obvio, siempre sonaba más fácil decirlo que hacerlo, reflexiona el omega recelosamente.
Cuando tiene suficiente de estar encerrado en la oficina, le pide a Jin que le consiga cita en su spa favorito. Debe relajarse y pensar de manera parcial. El modelo sale del ascensor cuando es abordado por su madre, con una sonrisa grande.
—Querido mío. —saluda la alfa mientras lo aprieta en un abrazo.
—Mamá, ¿qué haces por aquí?
—Wheein y yo estábamos en una reunión, pero se cansó y decidió irse a descansar. Yo vine a verte a ti, por supuesto.
—¿Seguro que es solamente para visitarme?
Jimin conoce a su madre, no es de venir a la agencia tan fácil. Siempre lo esperaba en casa, así que había algo más. La mujer suspira derrotada.
—Venía a invitar a ese novio tuyo a una cenar esta noche.
—Madre, Yoongi está ocupado y no creo que le guste un plan tan espontáneo.
Se excusa con una mentira blanca, como si todas sus salidas fueran planeadas con antelación.
—Park Jimin, te dije hace un tiempo que lo llevaras a casa e ignoraste mi petición, no lo lograras ahora —la mujer suelta irritada—. ¿Por qué ocultas a tu novio? Lo he visto en fotos y es bastante guapo, pese a lo desaliñado que se viste.
—¡Mamá, basta! —se queja—. Es por eso que no te lo presento, todo lo ves desde el ojo de la moda y no todos se sienten cómodos vistiendo elegante como tú.
—Amor, la vida de las celebridades es una pasarela.
—Él no es una celebridad y dudo mucho que le guste estar de boca en boca por su forma de vestir.
—Me disculparé si le ofenden mis palabras, ahora iremos a conocerlo —y como si escuchará las palabras de la alfa, las puertas de ascensor se abren nuevamente—. Te sugiero que entres, cariño.
Jimin zapatea en su lugar y se coloca al lado de su madre mientras se cruza de brazos.
—Jimin, no eres un niño. Deja los berrinches.
—Me criaste de esta manera, madre —le da una mirada sobre su hombro, a lo que la mujer menea la cabeza.
Mientas bajan del ascensor, Jimin cae en cuenta lo decidida que está su mamá cuando camina con la confianza que la caracteriza hacia el cuarto de descanso que usa Yoongi, antes que toque el modelo se coloca dentro de la puerta.
—Espera un segundo, yo le avisaré que estás aquí. —abre la puerta y entra de espalda, dándole una sonrisa a su madre y cuando cierra, suelta un suspiro.
—Jimin, debes dejar de entrar cuando me estoy cambiando. —es lo primero que escucha y el omega se voltea. Yoongi está descalzo, con la camisa negra en mano y su pantalón desabrochado, el modelo aclara su garganta y lleva su dedo índice hacia sus labios, para que no diga nada más, toma asiento al lado del alfa, que se coloca la camisa con rapidez—. Mi madre quiere conocerte.
—¿Qué? ¿Por qué?
—A ella no le conté que nuestra relación es falsa.
—Y ahora quiere conocerme.
—Sí, te quiere invitar a cenar.
—Sería sospechoso si no acepto, ¿cierto? —pregunta más para sí mismo—. Estoy bien con ir.
—Qué bueno que aceptes, porque quiere hacerlo personalmente y está esperando afuera.
—¿¡Qué!? —grita el alfa y luego se cubre la boca, mirando la puerta— ¿Ahora?
—Sí, ahora.
Jimin no puede evitar sonreír ante el evidente nerviosismo de Yoongi, que pasa una mano entre su desordenado cabello y alisando la camisa, por lo que el modelo aprovecha a acercarse, toma su mano y lo sienta.
—Oye, no te preocupes por mi madre, la mayoría del tiempo es inofensiva y eres libre a rechazar su invitación. Puedes decir que tienes clase hoy.
Antes que pueda responder, hay tres toques en la puerta seguida de una voz.
—Park Jimin, ya te di mucho tiempo para hablar con tu novio.
—También es impaciente, al parecer. —el omega ríe y abre la puerta.
—Mamá, este es mi novio; Min Yoongi —se siente tan bien decir eso, piensa Jimin mientras el alfa hace una reverencia de noventa grados.
—Un gusto conocerla.
—Me alegra conocerte por fin, Min Yoongi —estira la mano con una sonrisa—. Soy Park Jieun.
—Ah, mucho gusto —vuelve a saludar mientras toma la mano de la alfa.
—Supongo que Jimin te comentó de mi visita, y no te sientas presionado en aceptar, si ya tienes planes podemos dejarlo para otro día.
—Realmente no tengo planes para esta noche y no quiero ser descortés.
—Oh, entonces podemos hacerlo esta noche —mira a Jimin con una sonrisa triunfante—. Jimin-ah, sabe la dirección de mi departamento en la ciudad. Pueden ir alrededor de las nueve y, mi omega y yo estaremos esperándolos.
—Muchas gracias por invitarme personalmente.
—No te preocupes, hasta más tarde. —la alfa se despide y sale del cuarto.
—¿Qué te parece ir de compras? —pregunta de repente el modelo.
—Te acompañé de compras hace poco, ¿no tienes que ponerte? —bromea Yoongi.
—Yah, si Park Jieun te invita a cenar, el vino corre por nuestra cuenta.
→ ☆ ←
Cuando el auto está estacionando frente al enorme edificio, Yoongi seca sus sudorosas manos con la tela de su pantalón. Jimin toma una de las manos de dicho alfa y le da una caricia en sus nudillos.
—No dejes que el lugar te intimide y si no te sientes cómodo, necesito que me lo digas y saldremos de inmediato. —el alfa asiente y Jimin le da una última sonrisa antes de abrir la puerta del auto.
Saludan al portero al entrar en el edificio y el alfa sigue a Jimin hacia el ascensor, que abre sus puertas de inmediato. El pelinegro marca el botón del piso 15 y le sonríe a Yoongi.
—¿Estás bien?
—Un poquito nervioso, pero estaré bien.
—Solo dime si quieres cancelarlo, mi madre no se enojará por eso.
—Jimin, estoy bien y no le cancelaría a tu mamá cuando ya estamos en el ascensor —el alfa murmura—. Además, te pusiste tan guapo esta noche que sería un desperdicio no lucirlo.
El omega voltea a verlo con los ojos abiertos, un rubor de asombro colorea su rostro y se aclara la garganta. Por supuesto que Jimin también se veía deslumbrante esta noche; llevaba una camisa de seda manga larga de color turquesa y del cual tenía dos botones sueltos, enseñando su elegante cuello junto a una cadenita dorada, a su vez combinaba con el pantalón blanco de talle alto y ceñido a la cintura. Su cabello estaba prolijamente peinado, con el flequillo de lado y el resto de su frente expuesta.
—Gracias. Tú también te ves muy guapo, hyung.
Yoongi mira su reflejo cuando las puertas se abren y aunque confiaba en las palabras del modelo, el alfa no se encontraba seguro si se viese decente ante la mirada de la alfa. Dios santo, la mujer era una diseñadora retirada y sabía lo que era moda de verdad. Esa noche se había decidido por una camisa negra simple que su madre le había regalado antes de venirse a Seúl, el cual cubrió con un cárdigan grueso del mismo color y botones blancos junto a un pantalón oscuro y unos zapatos que el modelo le había regalado entre sus tantas salidas de compra.
Yoongi tenía tanta ropa cara que el modelo le había comprado –como pretexto de que era regalos por haber mejorado en la lectura y escritura–, que ya su pequeño armario estaba apretado, toma la bolsa de regalo entres sus dedos en el momento en que el omega sale del ascensor y le da una mirada nerviosa antes que comience a ingresar el código de su puerta.
Entran en un amplio pasillo con luces cálidas, cuadros y retratos decorando las paredes blancas. Cuando se están quitando los zapatos, una mujer alta y delgada con un vestido elegante camina hacia ellos, le da una mirada de arriba abajo a Yoongi para sonreír mostrando una hilera de dientes blancos.
—Cariño, ya llegaron los chicos —anuncia sobre su hombro—. Jimin-ah, es bueno verte de nuevo.
—Hola, Wheein —el omega sonríe tan falsamente como la mujer frente a ellos, se voltea hacia el alfa y toma su mano vacía—. Te presento a mi novio; Min Yoongi.
Yoongi siente el calor asentarse en su cuello y mejillas. Era tan débil cuando Jimin lo llamaba su novio y no sabía si el modelo estaba al tanto de lo que provocaba en él, pero había estado haciéndolo últimamente.
—Un gusto conocerla, Wheein-ssi —hace una reverencia, una vez erguido ofrece la bolsa—. Trajimos el vino y tarta de nuez.
—Es un gesto muy dulce de su parte en traer el postre favorito de mi alfa. Pasen al comedor, Jieun-ah servirá la cena pronto. —la omega se da la vuelta, caminando de regreso por el pasillo.
Jimin resopla, un poco incrédulo ante el tono amable de la mujer y su actuar casi dulce. Sin tan solo Jimin no conociera lo víbora que es, estuviera convencido en su buena actuación. Apretando la mano de Yoongi, se colocan las pantuflas y sigue el mismo camino que Wheein.
El departamento es amplio, de paredes altas y blancas, la decoración minimalista y de concepto abierto. En el momento en que entran en el comedor, Yoongi visualiza a la madre de Jimin moverse en la cocina.
—¡Qué bueno que llegaron! —apaga la estufa y se acerca a los más jóvenes—. Lucen bastante formales para una cena en casa. Jimin ríe mientras ve a su madre envuelta en un traje vintage de falda tweed rosa, blanco y negro de Chanel—. Me da gusto tenerte aquí, Yoongi-ssi.
—Es todo un placer aceptar su invitación.
—Huele delicioso, ¿qué preparas? —Jimin camina hacia la cocina y siente que se le hace agua la boca ante las costillas estofadas.
—Siéntense, serviremos la mesa. —indica la mujer omega, Jimin se acerca a Yoongi y lo sienta en la mesa del comedor.
—¿Todo bien hasta ahora?
—Sí, tus madres son agradables.
Luego de que la cena está servida, las copas llenas de vino es cuando la madre de Jimin hace la primera pregunta a Yoongi. Aunque las preguntas son personales, no rozan el nivel de incomodidad; es sobre sus padres y a que se dedican. Como es la vida en el campo y como fue su infancia, Yoongi les habla de todo un poco, de cómo llegó a conocer a sus padres adoptivos y la dura vida en una granja en ruinas, que termino siendo de cultivos para ellos mismos o si era buena la cosecha vendían algunas piezas.
Cuando pasa más de una hora, la mesa está recogida y solo charlan de cosas triviales, Jimin se sorprende que Wheein no haya soltado su veneno. Supone que su madre le dijo que se comportará, sin embargo, se da cuenta cuán equivocado está, ante la mirada que le lanza al alfa en el momento en que su madre se levanta a buscar otro vino junto al postre.
—Oh, Yoongi —deja la copa vacía en la mesa y deja su mano encima de la de Jieun—. Youngbae nos comentó que entre semana ves a un profesor en la agencia.
—Si, es un ex compañero de Jimin.
—Wow, estudiando mientras trabaja. Es algo de admirar, ya que a nadie le gusta estudiar hoy en día, ¿en qué te estás especializando?
—No —Yoongi mira a la omega y seca el sudor que se agrupa en las palmas de sus manos—. Por ahora, no me especializo en nada, Minseok-ssi me enseña a leer y escribir. Aunque tengo pensado...
—Entonces, ¿es cierto? —la mujer finge estar sorprendida mientras lo interrumpe.
—¿Mh? ¿Qué quiere decir?
—Youngbae, nos advirtió de tu falta de conocimiento al escribir y leer.
—Creo que Youngbae debe meterse en sus asuntos y no en los míos ni los de mi alfa. —la voz mordaz de Jimin corta a la omega y es cono si Wheein lo tuviera todo calculado, porque su madre entra con la botella en una mano y el postre en la otra.
—Solo trato de hacer conversación con el joven, Jimin, no deberías ser grosero.
—Tú estás siendo grosera en hacer preguntas a base de los chismes que te da tu sobrino. ¿Es por eso que insiste en que lo mande lejos de la agencia?
—¡Jimin! —habla la alfa mientras saca el corcho de la botella.
—¿Qué? —mira a su madre—. No estoy diciendo algo que no sea cierto.
—Debes hablarle con respeto a Wheein.
—Respeto a las personas que me muestran o merecen tal respecto.
—Park Jimin, basta. —la alfa le da una mirada dura.
—Solo estoy preocupada por tu bienestar, no quiero que alguien de su clase se aproveche de ti. El amor puede cegar a la persona más inteligente. —la omega mira a su pareja con una sonrisa abierta.
—¿Hablas de mi bienestar? Cuando nunca mostraste un interés por mí y ahora quieres ser una buena samaritana... ¡Oh! Es que quieres hablar desde tu propia experiencia. —Yoongi que se mantiene en silencio hasta ahora, agarra la mano de Jimin por debajo de la mesa cuando su madre parece gruñir.
—Jimin, basta de hablarle así a Wheein.
El omega hace caso omiso a la alfa e y sigue mirando a la mujer que tiene enfrente, mientras la señala.
—Y por supuesto que Yoongi no es de tu clase, es mucho mejor que tú, es amable, humilde y empático, aspectos que faltan en tu vida. Quieres sentirte poderosa mientras menosprecia a los demás y está bien, entiendo que es tu complejo de inferioridad hablando.
Ante el gruñido de la alfa, el modelo la mira y cuando ve los colmillos crecidos de su madre, se levanta depositando la servilleta en la mesa.
—Bien, veo que la cena llego a su fin.
Yoongi se levanta de la silla y dando una suave inclinación, dispuesto a seguir a Jimin.
—No te irás hasta que le pidas disculpas a mi omega.
Los hombros del modelo tiemblan mientras se ríe sin gracia alguna.
—Madre, sabes que eso no pasará. No me disculparé con alguien que ofende a la persona que me gusta cuando no estás y actúa como la víctima cuando si estás presente —se cruza de brazos—. Me enseñaste a defender lo que me importa y Yoongi es parte de ello.
Ignorando el jadeo falso de la omega, Jimin arrastra al alfa fuera de la casa.
—Siempre me había contenido a hablarles así, pero se sintió tan jodidamente bien. —Jimin dice una vez que están dentro del ascensor.
—Gracias por defenderme en casa de tu madre, aunque no era necesario.
—Claro que lo era. Wheein siempre quiere rebajar a todos lo que no son de sus estatus económicos —rueda los ojos—. No es una adolescente para que hable con tan poca prudencia.
—Jimin, no es algo que no me hayan dicho antes y no quiero que crees conflictos con tus madres.
—No me importa, antes no te conocía para defenderte y ahora no dejaré que alguien lo haga —toma su mano y hace puchero—. No mereces palabras feas, hyung. Y Wheein no es mi madre, gracias a Dios.
—Jieun sí lo es y parecía bastante molesta por cómo le hablaste a su pareja.
—No vivo en su casa ni de su dinero, y ella es quien me dijo que si quería estar en este mundo no me dejara de nadie, ni de mi familia. Eso aplica en muchos casos, no solo en la fama.
—Mocoso, tienes respuesta para todo.
—Siempre. —sonríe mientras entran al auto— ¿Quieres ir a casa o hacemos algo más?
—Te tomaré como guía turística, así que vamos a un karaoke. No hace falta leer para saber cantar.
—¿Sabes cantar?
—Sé algunas canciones que escuché en la calle, premiaciones que veía con mi padre y la radio.
—Estamos yendo ahora mismo, hyung. —sus dedos golpean el volante.
→ ☆ ←
Yoongi sigue a Namjoon hasta su oficina y no debería estar tan sorprendido de ver al resto reunidos en el suelo, lo que no sabes es que hace ahí. Jimin está de viaje por unos días junto a Jin. Y aunque fue bien recibido en la reunión pasada, no creía que estos lo consideren un amigo para que viniera a tales reuniones.
—Llegamos —anuncia Namjoon mientras se sienta en el suelo para mirar la pantalla también y es cuando el alfa cae en cuenta que Jin está en video llamada.
—Bien, aprovecho que me quedo solo y decirles lo que harán cada uno por el cumpleaños de Jimin.
—¿El cumpleaños de Jimin? —el peli naranja mira a todos, sintiéndose todavía más perdido.
—¿No lo sabías? Es en cinco días. —Hoseok es el que explica cuando Yoongi niega.
—No lo menciono.
—Bueno, no te sientas mal por no saberlo. Estoy seguro de que tampoco se acuerda, hoy en día su mente parece centrarse en otro tema. —Jungkook lo consuela con una sonrisa abierta.
—Te pongo en contexto, Yoongi-ah —el que habla esta vez, es Jin y revisa su teléfono—. La fiesta no es sorpresa, ya que todos los años lo celebra a lo grande, lo que no sabes es cuando, donde y como se realizará.
—Y ahí es donde entramos nosotros. —Taehyung aplaude.
—¡No me interrumpas, mocoso! —el asistente grita por el altavoz—. Yo me encargaré de encontrar el lugar, Jungkook y Hoseok son encargados de la decoración, si se deciden por una temática espero que sea innovadora. Namjoon es quien mejor lo conoce, así que se encarga de los invitados, Taehyung de abastecer las bebidas favoritas del cumpleañero y Yoongi será el sacrificio.
Todos comienzan a reír y el alfa solo los mira, sin entender el chiste.
—¿A qué te refieres con sacrificio? —pregunta cuando la risa de los chicos se calma.
—Estarás con Jimin todo el día, probándose vestuarios, en el spa, peluquería y a donde sea que él quiera ir.
Oh.
—¿Por qué es un sacrificio eso? Estaré bien.
—Cariño, no sabes en qué te metes —Taehyung le soba la espalda—. Jimin se vuelve un ogro si nada sale como él quiere en su día.
—Estaré bien. —afirma el alfa.
—Si tú lo dices. —Hoseok se encoge de hombros con una sonrisa.
—Volviendo al tema, necesito que se pongan en acción porque si puedo hacerlo el mismo 13, no quiero atrasos de su parte.
—De acuerdo, hyung.
—Bueno, me iré a comprobar que Jimin no haya decapitado a alguien del staff. —agita la mano y luego se desconecta.
—Bueno, ahora que Jin nos dio tareas para hacer, debemos ponernos manos a las obras. —Namjoon agarra una carpeta y se la muestra a Hoseok—. Es una lista de los invitados pasados, estoy pensando en eliminar algunos y agregar otros.
—No te olvides de incluir a la prensa —señala Jungkook—. Y un buen proveedor.
—¿Este año también lo harán? —el alfa mayor abre los ojos.
—Por suerte ya realizaron los exámenes de control, y todavía falta para los próximos —Taehyung se acuesta en el piso y mira a Yoongi—. Hyung, ¿tú fumas?
Yoongi aún no puede acostumbrarse a los cambios tan drásticos de conversación el Taehyung, es un poco risible.
—No, ah, nunca me llamo la atención.
—Entonces, no tienes problemas con que la gente fume a tu alrededor —Hoseok lo mira a través de sus gafas.
—El humo de cigarro es molesto, pero suelo tolerarlo. —se encoge de hombros.
—No están hablando de cigarrillos —Namjoon lo mira—. Si no de hierba.
—Muchos de los invitados de Jimin fuman, incluyéndonos. —esta vez Jungkook señala a sus parejas.
—¿Jimin también?
—Nop, dejo de hacerlo hace tres años luego de una pálida y a Namjoon nunca le gusta divertirse.
Taehyung lo mira desde abajo.
—¿Por qué, te molestaría que Jimin fume hierba?
—No dije eso, Jimin es adulto y puede hacer de su vida lo que quiera.
—Mierda, ahora entiendo el sentimiento de Jimin contigo —Jungkook lo señala y une sus manos—. Eres una cosita linda, Yoongi hyung.
Las mejillas del alfa se sonrojan y desvía la vista hacia sus zapatos. Seguidamente, recuerda que si se acerca el cumpleaños de Jimin no puede no darle un regalo cuando prácticamente el omega siempre le está dando regalos caros.
—Bueno, ¿pueden darme una idea para un regalo de cumpleaños?
—No creo que sea necesario un regalo —Namjoon habla mientras tacha algunos nombres de la lista—. Estarás haciendo todo lo que él quiere en un día, será suficiente. Jimin es de lo que gusta regalar cosas caras, pero se conforma con la compañía de personas que quiere.
—Cállate, Namjoon —el omega peli morado rueda los ojos—. También le gusta la joyería, tiene un montón, sin embargo, solo usa pocas y más si son significativas.
—Mierda, le pones empeño a tu cosa con Jimin. Estoy seguro de que serás bien recompensado. —los chicos ríen nuevamente, ante las palabras de Taehyung y Yoongi siente que se pierde de algo más, otra vez.
Honestamente, para él no es un sacrifico pasar el día con Jimin, es una cosa buena.
Esa noche, cuando Yoongi se encuentra acostado en su cama, sus dedos se deslizan en la pantalla de su teléfono, buscando el regalo perfecto para el modelo. No le regalara cualquier baratija, utilizara sus ahorros para conseguir una joya digna para el omega.
Al nivel de un regalo de cortejo. Y de cumpleaños, obviamente.
El alfa deja caer el celular cuando nada parece gustarle. No hay nada lo suficientemente bonito y brillante que le guste, así que supone que usara su próximo día libre para buscar alguna joya bonita, brillante y digna de que Jimin la lleve.
2/3
La obsesión con las manos de yoongi, es realmente mía.
4k palabras, el próximo es más largo.
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