♡┆capítulo 06: consejos.
Seokjin mira al alfa desviar la mirada cuando vuelven hacer contacto visual, frunce el ceño un poco preocupado. El gamma ha estado trabajado para el supermodelo Park Jimin durante un mes, sin ningún incidente de por medio; a excepción de ese alfa dominante. Siempre que Jin se encontraba en la habitación, este definitivamente sentía vibras extrañas que venía de parte del CEO, aunque no sabe exactamente como asociarla.
Era extraño que no pudiera percibir si son buenas o malas.
Por supuesto que en antaño su casta era repudiada por omegas y alfas, pero eran otros tiempos y ya nadie perdía el tiempo odiando a los gammas; aunque claro que quedaban eso supersticiosos y anticuados, pero no los cazaban. Tampoco pasaba el tiempo suficiente al alrededor del alfa como para hacer algo grave o que lo ofendiera, ¿qué era entonces?
Sin contenerse más, se voltea hacia el director ejecutivo y murmura:
—¿Hay algún problema, CEO Namjoon?
—A-ah, ¿sobre qué? —el pelinegro arregla su corbata, un poco nervioso y sin tener el contacto con el asistente de su amigo, se centra en la sección que se lleva a cabo.
—Bueno, siempre está mirándome y quiero saber si hice algo para ofenderlo.
—No, qué va. Yo lo siento, tu trabajo es impecable y no tengo queja.
—¿Seguro? Puede decirme cualquier cosa que lo moleste y lo arreglaré.
—E-es tu olor.
Jin alza una ceja y voltea por completo a ver al alfa, huele superficialmente para comprobar si su olor es muy fuerte o está de manera agria, sin que él se dé de cuenta. Pero no, su esencia está apaciguada como le pidió Jimin que lo mantuviera y eso confunde más al chico.
—¿Uh? ¿Hay algo que no percibo?
—No es desagradable, pero sigue colocando a mi alfa nervioso. Perdón, no es algo que puedo controlar y me genera curiosidad. —Namjoon murmura un poco avergonzado y aunque claramente no está mintiendo al respecto, sabe que está colocando en una posición incómoda al nuevo asistente de su amigo.
Había algo extraño con Jin o eso quería pensar el CEO, su lobo que siempre permanecía en total calma, se sentía como un torbellino cuando el chico se encontraba cerca.
—Oh, y-yo...
—¡Jin hyung! Te llama Jimin y va directo a su camerino, dijo que lo alcanzarás allá. —Taehyung se acerca hacia el par y le sonríe al asistente cuando este le da una mirada rápida al alfa moreno y luego se va a donde está el modelo omega.
—¿Interrumpí algo? —engancha su brazo en los anchos hombros y menea las cejas hacia su amigo.
—Sabes que no.
—No te creo nada, puedo olerte Namjoon y también soy alfa, huelo así cuando Jungkook se desn-
—No seas asqueroso —coloca su mano en la cara del más joven y lo aleja con una mueca—. Y no quiero escuchar detalles sórdidos de mi primo.
Taehyung ríe.
→ ☆ ←
Jimin quita sus botas Chelsea al entrar en casa, quita también las capas de ropa extra dejando un rastro de la misma para luego lanzarse en su sofá y almohadas suaves. Gime estirándose y el omega piensa que al fin puede descansar de su agenda llena.
En serio tuvo una semana ajetreada, sin contar que tampoco pudo ver a cierto alfa –sus encuentros en el pasillo no contaban– y su lobo se sentía agonizar, bueno, tal vez exageraba un poco. Sin embargo, no mentía cuando decía extraña al alfa Yoongi. Desde que lo conoció siempre encontraba tiempo para verlo o almorzaban juntos en el pequeño cuarto de mantenimiento, y si tenían tiempo salían a algún restaurante.
Y Jimin ya se había acostumbrado a la presencia del pálido.
—¿Encargaste pollo frito y cerveza?
Jimin levanta la cabeza del sofá, un poco somnoliento y sonríe cuando divisa la figura de Namjoon con bolsas en la mano y Jungkook escribiendo en su teléfono.
—Eres un ángel, Namjoon, ¿te lo he dicho? —se sienta a ver a sus amigos y cuando ve que no llegan los alfas de Kook, arquea una ceja— ¿Dónde están tus dos pegoste de alfa?
—Ay, no le preguntes eso o comenzará a chillar.
Se queja Namjoon ante el puchero pronunciado del joven omega.
—Hoseok está ocupado creando diseños para el próximo desfile de otoño, casi no duerme en casa y Taehyung se quedó trabajando con una última modelo por remplazar a Juhyun, pero llegará pronto.
—Claro, dile que traiga más pollo picante, por fa.
Namjoon trae tres vasos, los cuales llena de cervezas y luego tira un shot de soju en cada uno. Los omegas celebran mientras dan un mordisco a su pollo.
—Esto debería ser una reunión/pijamada de omegas, pero como somos dos, ni al caso. —murmura el omega más joven mientras toma de su vaso un largo sorbo, dejando el trago hasta la mitad.
—Namu cuenta por qué le encanta chismear como una abuela. —Jimin señala al alfa con su pata de pollo y ríe cuanto este rueda los ojos con fastidio.
—Que no actúe como un típico alfa prepotente, no me hace menos alfa y solo quiero que ustedes, mis queridos amigos omegas se sientan cómodos.
—Namjoon puedo tumbarte de culo si quisiera —presume el de hebras moradas—, y hablando de chisme, Taehyung me contó que...
Un gemido exagerado interrumpe las palabras de Jungkook, el omega pelinegro voltea hacia el alfa y ríe cuando ve su cabeza enterrada en unos de sus cojines y sus orejas manchadas de rojo.
—¿Qué te contó? Ignora al bebé alfa.
Jimin comienza a destapar otra cerveza y en vez de vaciarla en su vaso, se lleva la botella directamente a la boca.
—Me dijo que Namjoon hyung está pendiente de tu nuevo y bonito asistente.
El omega mayor arquea una ceja ante eso.
—¡E-eso no es cierto! —gruñe, enfrentando al omega—. A tu alfa deben cortarle la lengua por ser una mierda mentirosa.
—Dijo que olías un poco excitado cuando fue a buscarlo y mi osito no es un mentiroso, hyung.
Jimin mira en silencio la discusión en la que se ciernen sus amigos. ¿Namjoon mostrando interés en un gamma? Eso sí sería una gran noticia; ya que, según conoce, el alfa no es de mostrar interés en los omegas, ni en ninguna otra de las jerarquías.
—Jin hyung es tan bonito y buena persona que si empiezas a salir con él no me sorprendería en absoluto, hyung. Hasta pagaría por la boda. —bromea guiñando un ojo, lo que hace al alfa ahogarse con su cerveza y comienza a toser.
—Jimin hyung no te rías mucho, tú te ves igual de coladito por el alfa pelirrojo.
—Su cabello es naranja y no es cierto.
El pelinegro luce ofendido, pero sus mejillas se colorean de rosa y desvía su vista a la gota de agua que resbala por la botella hasta la mesa. Hace poco estaba añorando por la presencia de dicho alfa, pero por supuesto que no le dará la razón a sus amigos. Eso jamás.
—Aquí si estaré de acuerdo con Jungkook. Llevas a Yoongi hyung a citas y no has desmentido ni una sola vez a la prensa sobre su noviazgo, ya llevan más de un mes.
—Cuarenta y siete días. Y no lo estoy desmintiendo porque ese es el plan, duh —coloca los ojos en blanco ante las miradas poco impresionada de sus amigos—. Yoongi está bien con esto y dijimos que le daríamos un poco más de tiempo antes de cortar "oficialmente".
—Si claro.
Murmura los primos para luego escuchar el quejido del modelo.
—Cállense y beban, mañana es fin de semana y podemos tener resaca.
El tiempo pasa entre charla amistosa, un juego de carta donde Jungkook gana todas las partidas y Jimin lloriquea algo sobre que el dongsaeng hace trampa. Un par de botella se convierte en seis, ocho hasta que el trío se encuentran tirado en la alfombra peluda con un total de doce botellas de cerveza y soju rodeándolos.
En algún momento de la noche, Taehyung se les une con una queja sobre tener que remplazar a su compañero, más pollo frito y cerveza en mano. Namjoon y Jimin celebran ante los bocadillos y no está demás decir que el omega peli morado brinca encima del alfa, apenas lo ve, el par restante se quejan y se sumergen en más charlas triviales, comiendo pollo y bebiendo de vez en cuando, hasta que el reloj marca las doce y los gemidos de Jungkook sube el volumen.
—En serio, alfa. Yo amo tu bonita polla, pero extraño la de Hobi hyung —chasquido—. Necesito a los dos para sentirme completo.
—Yo también lo extraño, tal vez debamos ir a darle una sorpresa a su trabajo. —el omega tararea de acuerdo y vuelven a sumergirse en la boca del otro.
—¡Yah! Ustedes dos, bastardos calenturientos —se queja el omega y lanza un hueso hacia la pareja que se besa apasionadamente en el sofá—. No perdonaré por segunda vez que cojan en mi sofá, las machan son difíciles de quitar.
—Vayan a su casa, ahora.
—Primero sacaremos a Hobi del trabajo y luego si iremos a casa. —murmura Taehyung
—Llama a un conductor si no te sientes capaz de manejar, Taehyung-ah. —aconseja el mayor y el alfa asiente mientras carga como un koala a su pareja y salen besándose.
—Aish, esos dos son verdaderamente una cosa. —se queja Jimin tirándose de costado en el suelo.
—Gracias a Dios tienen a Hobi que es racional y maduro por los tres.
—Cierto o serían peor.
La sala queda en silencio, ambos metidos en sus pensamientos. El alfa piensa en qué debe hacer con su lobo para controlarlo alrededor del asistente Seokjin, ¿debe volver al especialista? No quiere tener que reanudar el tratamiento con fármacos. Por su parte, Jimin solo se imagina qué estará haciendo cierto alfa y por cuánto tiempo podría seguir la falsa sin salir lastimado.
Bueno, ambos. Tampoco quiere lastimar a su bonito hyung.
Dios mío. No se lo perdonaría jamás.
—Namjoonie, quiero que seas sincero conmigo.
—¿Sobre qué?
—¿Qué opinas sobre mis citas con Yoongi? —ante la pregunta el alfa alza una ceja y voltea hacia al más joven.
—¿Por qué tendría que opinar sobre eso? Es tu vida, Jimin.
—Porque quiero saber la opinión de alguien externo y que no me juzgará.
—Creo que te esfuerzas mucho para algo que es una mentira.
—¿Eso es malo?
—Lo es, si uno de ustedes termina mezclando sentimientos reales y el otro no, ambos son mis amigos, y odiaría verlos lastimados.
—Es un consejo para que lo termine. —pregunta el omega, un poco temeroso porque la respuesta sea positiva. No quiere terminarlo, no ahora que se siente feliz por la compañía de Yoongi.
—No te diré que hacer, Jimin. Pero si te sugiero que hables con Yoongi, ver que se encuentran en las mismas páginas y saber si ambos se sienten cómodos con lo que está pasando o si deben dejarlo.
—Mhm... entiendo.
—No debes hacerlo ahorita, pero tampoco esperes mucho, ¿bien? —el omega asiente y se refugia en los brazos del alfa cuando este se los ofrece.
—Nam, mi omega se siente ansioso cuando estoy con Yoongi hyung y no manera negativa, no sé en qué termine esto y ya tengo miedo de ese final —murmura oliendo las feromonas relajantes que le transmite el pelinegro mayor—, estoy como orbitando a su alrededor. Esta tarde estaba tan cansado que solo quería dormir y me baje en el piso donde él tiene su cuarto de cambio y gracias a dios no estaba cerca, salí corriendo de ahí. Y bueno, antes que entraran, estaba pensando en él —admite avergonzado—. Es como una fuerza atrayéndome a él.
Namjoon ríe ante el inusual bochorno de su amigo, acaricia su cabello sin saber si decirle lo siguiente o no.
—No te quedes callado, hyung.
—Bien, voy a decir algo que no quiero que sobre pienses, pero tampoco te cierres a la idea. —cuando siente al menor asentir, continua:— ¿Te has puesto a pensar que pueden ser destinados?
Jimin deja de respirar por un segundo y luego se separa del abrazo. Namjoon mira cada movimiento del omega y comienza a lamentarse de ser tan bocazas. Sin embargo, lo sabía, la atracción estaba presente y aunque el par fueran ciego, él no lo era.
—¿Por qué lo dices?
—Estás diciendo que tu lobo se siente ansioso cuando estás con él y te siente atraído sin pensarlo por Yoongi hyung, tal vez haya más cosas que estés pasando por alto; puede que al final no sea nada y solo tu omega se sienta bien con él, aun así no deseches esa posibilidad.
El alfa sabía, solo estaba sembrando la semilla para que florecieran las dudas y así Jimin estuviera al tanto de las posibilidades, el omega era inteligente e intuitivo y Namjoon confiaba en que lo descubriría por sí mismo.
→ ☆ ←
Yoongi lo siente antes de verlo, su nuca siente un cosquilleo que recorre toda su columna vertebral. Dos toques en la puerta y la cara del omega se asoma con una gran sonrisa.
—¿Puedo pasar?
El alfa no había visto a Jimin desde hace dos días, el pelinegro lo había llevado hasta su departamento luego de una pequeña cita en el parque.
—No tiene que preguntar.
—Bueno, solo me aseguro que estés decente antes de entrar. —bromea entrando al cuarto, Yoongi detiene lo que está masticando, sintiendo su cuello y cara calentarse.
Jimin se ríe y palmea su hombro, tomando asiento al lado del alfa avergonzado. Hace dos días, Jimin había invitado al alfa a un paseo y acordaron en que el omega iría a buscarlo, entonces por la tarde el pelinegro había entrado sin tocar y tarareando feliz cuando escucho un grito que no sería considerado digno de un alfa. Resulta que Yoongi estaba en bóxer cuando Jimin entro y se había puesto tan rojo que preocupo al más joven, quien había tomado la situación graciosa. Tan acostumbrado a ver a otros modelos en poca ropa.
—Entonces, sé que podía enviarte un mensaje, pero estaba cerca —murmura el pelinegro, aunque sabe que es mentira, había terminado de tomarse unas fotos para su portafolio nuevo y solo subió al ascensor, terminando frente a la puerta donde descansaba su hyung—, y quise venir a desearte suerte en tu día de estudio. Minseok me dice que lo estás haciendo bien.
—Ah, ¿en serio? —rasca detrás de su oreja como gesto nervioso, el alfa no está acostumbrado hacer el tema principal en una conversación. Bueno, no con comentarios positivos— Minseok es bastante paciente conmigo, así que me esfuerzo para que no se enoje.
—¿Es posible enojarse contigo?
—¡Yah, mocoso!
—Oh —Jimin voltea hacia el alfa con una sonrisa— ¿Ya hay suficiente confianza para llamarme mocoso?
—Creo que sí, ya que me viste en ropa interior.
—¡Oye! Eso fue sin querer.
—Nunca sabré tus cochinas intenciones, Jimin —bromea con el semblante serio, Yoongi nota las mejillas del omega coloreándose en un pálido rosa y ríe—, es broma.
—Bueno, ¿qué harás luego de tus clases?
—A casa, supongo.
—¿No quieres acompañarme a un lugar? —pregunta jugando con sus manos—. No es una cita, solo dos amigos saliendo.
—¿Mhm?
—La cosa es que Namjoon se aburrió de esperar por mí durante horas para tener que elegir un traje y como odio ir solo, quería invitarte a la tortura. —bromea el omega con una sonrisa y el alfa se la devuelve mientras guarda el envase de su almuerzo.
—Me encantaría ir, así tengo la oportunidad de conocer la ciudad.
Yoongi se recuesta de los casilleros, a descansar su estómago lleno y se sobresalta ante el jadeo de Jimin.
—¿No conoces la ciudad? —boca y ojos abiertos de manera incrédula hace que las orejas del peli naranja se sonrojen de vergüenza— ¿Cómo es posible?
—No he tenido la oportunidad.
—¡Oh! Puedes usarme como guía turística, te llevaré donde quieras —chilla emocionado—, aunque será después de comprar mi traje. Mañana tengo un evento de moda y no tengo con que ir.
—¿Modelará?
—No, solo soy un invitado vip.
Yoongi sonríe ante la emoción que muestra el pelinegro y asiente, aunque no sabe con exactitud a lo que se refiere el omega.
Pasan las horas y el alfa se despide de Minseok con una reverencia. Sube hasta el piso donde se encuentra la oficina del presidente y espera afuera como le dijo el omega, todo el piso se encuentra vacío, ya que las horas laborales se acabaron y de vez en cuando se escuchan suaves pasos dentro de la habitación.
Minutos después, Jimin aparece con una sonrisa, despidiendo a un hombre mayor y luego blanquea los ojos de manera divertida hacia el alfa.
—Pasa, hyung. Nos iremos en unos minutos.
El pelinegro comienza a archivar unos papeles a los que Namjoon debe echarle unos repasos, apaga la computadora y luego de ponerse sus zapatos deportivos, está remolcando al alfa hasta su auto y esta vez no maneja el más joven, sino su chófer los lleva hasta una tienda donde Yoongi mira sorprendido a los empleados que esperan a Jimin en la entrada.
—Buenas tardes, Jimin-ssi. —una beta se apura en saludar y hacer una reverencia cuando Jimin pasa frente a ella, sin parecer molesta por la falta de saludo, la mujer lo sigue y se detiene cuando el omega hace lo mismo.
Jimin mira directamente hacia el alfa y estira su mano para que la tome.
—Yoongi hyung, no te quedes atrás.
Cuando Yoongi da una paso adentro, se siente inmediatamente fuera de lugar. Todo es tan elegante, pisos brillantes que resuenan con cada paso que dan y el sitio tiene un ligero olor a limón artificial.
Primera vez que se encuentra en una tienda tan cara y no quiere ni mirar los trajes que yacen en los maniquíes. Toda su ropa es comprada de segunda mano y nunca de marcas tan costosas.
—No te dejes intimidar por estos bastardos, Yoonie.
Susurra al oído del alfa. La respiración de Yoongi parece quedar atascada, pero sin saber si es por el aliento del omega en su oído o el dulce apodo.
Jimin se acerca a los trajes más formales, pasando de largo la ropa más casual, pero igual de elegante. El alfa no puede imaginarse a Jimin con un traje porque nunca lo ha visto en uno.
Cuando nota los ceros de las etiquetas, traga. Un traje de cuatro millones de wones, carajo. Yoongi se mantiene cerca de Jimin, muy consciente de que su camisa barata y los jeans más lindos que tiene cuestan el equivalente a un puño de uno de los trajes aquí.
Jimin elige dos estilos diferentes de traje y se los da a la dependienta de la tienda, que parece estar temblando de nervios. Yoongi puede sentirse identificado. El menor sigue andado por la tienda y se acerca a la sección de los zapatos, observa los tacones en silencio y le hace un gesto al alfa para que se acerque.
—¿Qué talla de zapatos eres? —Jimin pregunta mientras mira por encima de las zapatillas de deporte, luego hacia las gastadas converse de Yoongi.
—Uh, ¿dos setenta? ¿Dos setenta y cinco?
El pelinegro tararea de acuerdo.
—Nos vemos de la misma talla. Pero eres un poco más grande que yo, solo quería estar seguro —y luego procede a agarrar un par de zapatillas altas de cuero negro y las pide en un dos siete-cinco y es cuando cae en cuenta.
—Jimin-ssi, no es necesario — se apresura Yoongi rápidamente mientras lo sigue hacia los vestidores—. Vine acompañarte, no quiero nada a cambio. Esto es ridículo.
El otro se vuelve hacia él, con una dulce sonrisa en el rostro, pero sus ojos diciendo lo contrario.
—¿Me estás llamando ridículo? — pregunta gentilmente y Yoongi siente su sangre helarse en sus venas. Cuando no dice nada, Jimin procede, una vez más enfrentándose a él—. Sé qué no viniste a recibir nada y aunque hagas una rabieta, yo siempre saldré victorioso en estas pequeñas peleas que insistes en tener cuando quiero pagarte algo, así que debes ahorrarte el aliento y entender que eventualmente me saldré con la mía. ¿Está bien?
El alfa comienza a sentirse como un ciervo frente a unos faros. Solo puede asentir en silencio, rindiéndose con su garganta seca. Jimin él sonríe de nuevo.
—Qué buen chico —arrulla, dándole un pequeño pellizco en la mejilla—, ahora siéntate y prueba tus zapatos nuevos. ¿Puedes ser paciente conmigo? Porque necesito probarme una ropa.
El alfa solo asiente y toma asiento donde le indica un alfa más joven.
Aquí vamos.
Durante al menos dos horas ve al omega desfilar fuera del vestíbulo, distintos trajes y distintos colores, pero para Yoongi sigue viéndose tan hermoso. Cuando pregunta por su opinión, le responde lo mismo: está bonito, Jimin-ssi. Ese color te favorece, resalta tu figura y demás cosas que se le ocurran en el momento para hacer sonrojar al omega.
Cuando salen de la tienda, van directo al auto y Jimin le dice que deje sus cosas dentro para pasear cómodamente. Le instruye al chófer que se quede cerca del parque para cuando quieran irse.
Jimin camina cerca del alfa, esquivando los cuerpos de los transeúntes apresurados, y cuando Yoongi tropieza del hombro con un alfa más grande y lo desestabiliza, el omega ríe agarrándolo del brazo.
—¿Debo arrastrarte cómo un bebé? La gente es grosera cuando van apurados, hyung y debes tener cuidado al caminar.
—Lo siento.
—Está bien, no te preocupes —le sonríe mostrando sus dientes y sin soltarlo lo lleva hacia el lado donde no transitan tantas personas—, caminemos por aquí, es más tranquilo.
El peli naranja mira a su alrededor con los ojos abiertos y una enorme sonrisa, en cambio, Jimin cubre con su mano su risita; un poco encantado por la adorable reacción del alfa.
Mira las grandes pantallas y cuando ve un rostro conocido aparecer en una de ellas, voltea hacia Jimin.
—Eres tú. —señala y el modelo asiente con una sonrisa satisfecha y su omega, acicalándose orgulloso de que el alfa lo reconozca.
—Soy yo, otra vez en mí era rubia.
—Te ves bonito, rubio o no, te ves bonito.
—Me halagas, Yoongi hyung.
Lo siguiente que el alfa registra es que Jimin lo lleva de un lado a otro, contándole datos innecesarios, respondiendo a lo que sea que le pregunte Yoongi siempre con una sonrisa o se burla de otras, pero no manera maliciosa. El pelinegro compra en algún puesto y le ofrece la mitad a su acompañante, caminan por el parque hasta que el sol reposa en el horizonte, listo para ocultarse y es cuando Jimin; un poco triste, despide a su hyung frente a su edificio.
—La próxima podemos ir al río Han, sé que te gustará.
—Ah, de acuerdo. Me divertí hoy.
—Gracias por acompañarme. —el modelo se acerca depositando un beso en la suave mejilla del alfa, quien sale del auto avergonzado, con el rostro rojo, corazón arrítmico y manos sudorosas.
Cuando su cuerpo parece calmarse, ya ha cenado y lavado la poca ropa sucia que tiene. Yoongi se acuesta en su futón listo para dormir, mira el techo dañado por la filtración y humedad, cuando su teléfono suena cerca del enchufe y lo recoge, sonríe en el momento en que nota un mensaje de Jimin sin leer –escuchar–.
Presiona reproducir.
—Sé que soy irritante cuando hago compras de última hora, así que agradezco profundamente por tu compañía y paciencia —suspira el omega—. Y-y espero que no te haya molestado que te obsequiara los zapatos, acostumbro a regalar a mis amigos. Descansa, alfa Yoongi.
Se aclara la garganta y le da a grabar como le enseño el pelinegro.
—No me molesto, solo no estoy acostumbrado a que me den algo y menos gratis. Pero muchas gracias por aclararlo, sabes y sobre hoy, me divertí tanto. Puedes contar conmigo para salir cuando quieras y no importa si son compras de último momento. Descansa, Jimin-ah.
mierda, estos capítulos cada vez se vuelven más extensos.
a jimin no se le niega nada, y yoongi no será el primero. estos dos comienzan a acercarse, pero oh-oh ¿qué seguirá...?
nos vemos dentro de 15 días, son días de actualización.
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