♡┆capítulo 05: ¿el verdadero jimin?
Jimin lo sabe, sabe que no debe caerle bien a todos porque esta sea su agencia. Él sabe que no todos respetan o están de acuerdo que un modelo con sobrepeso sea el jefe, él sabe que la mayoría de los modelos lo desprecian o juran que él toma los trabajo solo por ser el dueño, porque que ninguna de esas reconocidas marcas quieren su obeso culo posando sus productos y por mucho que quisiera sacar toda esa basura fuera para que la empresa se mantenga funcionando debe haber empleados.
Pero de eso, a tener que soportar que quieran arruinar su imagen o trabajo, es cruzar el límite y no lo piensa tolerar.
Entra al comedor gruñendo, algunos se levantan de su puesto haciendo una reverencia que Jimin pasa por alto y cuando nota al grupo de tres chicas riéndose, ve rojo y se acerca furioso.
Sin decir nada, vierte el líquido de la taza encima de la omega, quien deja de reír y sus amigas las ven con horror. En la sala se escucha un jadeo colectivo y comienzan los murmullos, la estilista se levanta gritando.
—¿Qué dem-?
—Te diviertes haciendo bromas de secundaria, a mí también y puedo ser más cruel que tú.
—J-jimin-ssi.
—No pido caerle bien a nadie en la agencia, pero pido el respeto que me merezco; como tu jefe y como persona. Te quiero fuera de mi empresa y me aseguraré de que nadie te contrate, ni para fregar un piso. —la señala.
—Y-yo lo siento, fui tonta en hacerlo...
—Fuiste más que tonta, pusiste mi vida en riego con ese tinte. Y sabes, puedes ir corriendo a la prensa a decirles que hice esto, jugar el papel de víctima. Sin embargo, dudo que llegues ante de la denuncia de mis abogados.
La omega se tensa ante lo último y comienza a negar, mientras el tinte se liga con sus lágrimas. Jimin la mira con el ceño fruncido, en otros casos sentiría lástima o se reprendería por humillar a alguien, sabe que está mal, pero no puede evitar sentirse satisfecho.
—... No, no puede denunciarme. No quiero ir a la cárcel.
El omega pelinegro resopla una risa, mientras se agacha.
—Cariño, no irás a la cárcel —con su dedo en la barbilla levanta el rostro y mira directamente a sus ojos—. Te demandaré por dinero, una gran suma de dinero que tendrás que hipotecar tu casa y no es porque lo necesite, sino por satisfacción de verte en ruina
El omega se levanta, mira hacia las amigas y al resto que se encuentra en la sala.
—Para todo aquel que quiera volver hacer alguna tontería contra mí, espero que sea tan bueno para afrontar las consecuencias.
Cuando se da la vuelta, los ojos de omega se abren de más cuando nota la figura de Yoongi en la puerta, quien se encuentra viendo la escena estupefacto y Jimin siente su cara arder debajo de la mascarilla, acomoda su gorro y sale sin mirar atrás.
El alfa mira la escena en el comedor y luego hacia el omega que se aleja por el pasillo. ¿Es el mismo Jimin que conoce? ¿Debe haber una razón para que actúe así, cierto?
A su lado pasa la chica llorando, seguido de dos modelos y luego todo el comedor estalla en susurros.
Yoongi sacude la cabeza y mientras comienza a limpiar el piso, no puede evitar escuchar los murmullos de la habitación. Algunos le dan la razón a Jimin de actuar así, otros defienden a la otra omega.
—Yo también fuera hecho lo que hizo Jyeo, ese omega obeso se lo merece. Le quito la oportunidad a Hanna de modelar para Dior, ahora es el embajador de la marca.
—Y para horror de la industria comenzó una campaña para que más obesos sean modelos, ¿te lo imaginas? Ya veremos más culos gordos por aquí.
—Cierto, no le basta con quitarnos los trabajos, sino que hace dinero a través de nosotras. Solo es famoso porque su padre era dueño de la agencia.
—El nepotismo, nenas, el nepotismo. —murmura otra para dar una mordida a una rodaja de pepino.
El alfa frunce el ceño, ¿por qué hablan así de Jimin? Siente que se está perdiendo de mucho. ¿Es el verdadero Jimin el que vio hace rato? Piensa Yoongi.
→ ☆ ←
Minseok mira al alfa peli naranja y frunce el ceño. Llevan veinte minutos de clases y Yoongi parece disperso, para nada concentrado en lo que dice el profesor, lo cual preocupa al beta; ya que Yoongi siempre llega alegre y dispuesto para aprender algo nuevo.
—¿Te sientes bien, Yoongi-ssi? —toca su mano encima de la mesa de madera—, si lo deseas, podemos aplazar la clase para mañana.
—Estoy bien, quiero la clase hoy. ¿Puedo preguntar algo que no está relacionado con lo que me enseñas?
—Por supuesto, para eso estoy.
—¿Qué significa nepotismo?
—Oh, el nepotismo es la preferencia que se da a parientes, amigos o allegados para los empleos sin evaluar si la persona posee las habilidades necesarias para dicho cargo.
—¿Cómo el favoritismo por alguien?
—No, es diferente porque el favoritismo no implica que el favorecido esté relacionado con algún familiar o persona allegada, ¿lo comprendes? —el alfa asiente, ¿Jimin no es un buen modelo o porque le dice así? —. ¿Puedo preguntar dónde escuchaste la palabra?
El beta arregla sus gafas que ruedan por el puente de la nariz, teniendo a sospecha de donde Yoongi pudo haber escuchado dicha palabra.
—Estaban hablando sobre Jimin en el comedor y lo llamaron así —se encoge de hombros —, ¿no es bueno, cierto?
—Entiendo. Es malo si se usa bajo el término equivocado y es verdad que su padre era dueño de la agencia y la heredo luego de su muerte. Pero conozco a Jimin del primer año en la universidad, puedo decirte que es sumamente inteligente y capaz para el cargo de presidente —el beta toma un sorbo de su jugo—. Además, se sabe que Namjoon maneja casi todo porque Jimin ama modelar.
Yoongi observa sus manos con los ojos abiertos de par en par, ¿Jimin es presidente de la agencia? Joder, está fingiendo salir con un supermodelo y su jefe... ahora todo cobra un poco más de sentido para el alfa, cuando el omega le decía que él se encargaría de hablar con su superior, de organizar su horario y cuando pedía verlo en la oficina central.
—Minseok-ssi, ¿estás seguro de que Jimin es el pre-presidente?
—¿No lo sabía? Heredo a los veinte y a los veintiuno se hizo cargo por completo. ¿No hablan de esas cosas?
El beta lo mira frunciendo el ceño y el alfa solo niega con la cabeza. De todos modos, no es como si su relación fuera real y Yoongi necesite saber todo sobre la vida de Jimin. Así que decide decir una mentira a medias.
—No estamos empezando a conocer, supongo y no es un tema que he tocado.
—Bueno, creo que deberías hablarlo con él y saber en lo que te estás metiendo, Yoongi-ssi —se encoge de hombros y abre su libro—. Sigamos con la clase.
→ ☆ ←
Los siguientes días pasan de manera lenta para el alfa. Yoongi no sabe nada de Jimin, no se lo encuentra en ningún momento por los pasillos y cuando Namjoon lo invita a comer no puede evitar preguntarle para calmar la ansiedad que lo carcome.
—¿Jimin se encuentra bien? No lo he visto durante la semana.
—Pensé que nunca ibas a preguntar —se burla el alfa más joven y Yoongi siente sus orejas calentarse, se encoge de hombros—, fue a Busan a visitar a sus madres, hacer un proyecto y durante su estadía se presentó su celo y tuvo que alargar el viaje. Pero está bien.
—Me alegra saberlo, entonces. Lo que sucedió antes de irse fue muy...
El alfa hace un ademán de manos y frunce el ceño por no saberlo explicar, pero aun así Namjoon asiente.
—Me contó sobre lo que viste en el comedor, estaba bastante avergonzado y sé que no debo intervenir, pero no quiero que te hagas una idea equivocada. Jimin es una persona amable y eso que viste allá es una fachada que ha aprendido a construir con los años, el mundo de moda es tóxico y si no te sabe defender puede acabar contigo. Casi lo logran con Jiminie.
—Lo sé, o al menos eso supuse, ¿por qué cómo alguien que me defendió de ser humillado haría lo mismo? — No tiene mucho sentido.
Namjoon asiente y en ese momento suena su teléfono, le pide a su amigo que espere un momento y atiende en altavoz.
—¿Namjoon-ssi? Kim Seokjin llegó a su cita.
—Uh, dame dos minutos y lo haces pasar, Yeri —cuelga y maldice rodando la silla hacia su computadora, busca el formulario para solicitantes y lo imprime mientras mira a Yoongi sentado frente a él —. Despacharé a este chico rápido y luego vamos a cenar, ¿bien?
Seguido la puerta se abre, Yeri anuncia al invitado y esté pasa mostrando un cabello castaño esponjoso, cara afilada, labios rellenos y piel tersa. Yoongi piensa que es un hombre muy guapo, una belleza digna de un modelo y su olor a lavanda suave es reconfortante de algún modo.
En cambio, Namjoon parece hipnotizado. Siente su garganta secarse, sus manos y estómago bajo cosquillear, se levanta de la silla y extiende su mano. El castaño sonríe abiertamente y acepta el saludo con una reverencia.
—Toma asiento, Seokjin-ssi —ofrece el alfa—, me da gusto conocerte, soy Kim Namjoon; director ejecutivo y Jimin me pidió el favor de entrevistarte, ¿qué puesto estás solicitando?
—Asistente el presidente.
—Bien, permíteme tu hoja de vida que Jimin no me las envió y mientras te haré unas preguntas sencillas. —el alfa comienza a revisar según lo más importante para él, las experiencias, formación académica, edad y el subgénero hace que se detenga, levanta la mirada aclarándose la garganta.
—¿Pasa algo?
—¿Eres gamma? —Jin asiente, Yoongi levanta la mirada ante eso y ve la espalda del extraño con genuina curiosidad. Es la primera vez que conoce a un gamma— ¿Jimin sabe sobre eso?
—¿Hay algún problema con mi subgénero?
—N-no, me disculpo si te ofendí —las mejillas se colorean de rosa ante la vergüenza del alfa—. Es que Jimin-ssi acostumbra a contratar betas para el puesto de su asistente, pero supongo que vio algo en ti. Y-yo te daré una planilla para que rellenes con tus datos y solo debes esperar la llamada de Jimin cuando vuelva.
→ ☆ ←
Jimin se acurruca en su cama de la infancia y abraza la almohada llenando sus pulmones con su propio aroma. Sin el celo nublando su juicio, se siente un poco avergonzado de lo que hizo.
Había huido de tener que enfrentarse al alfa peli naranja luego de escena en el comedor y durante su visita en la casa familiar su rutina se había hecho presente y se siente sonrojar cuando bajando la calentura pensó muchas veces en Yoongi.
Se masturbó pensado en un alfa que apenas conoce.
¿Cómo iba a ver a su hyung a la cara sin recordar esos momentos? Su lobo estaba totalmente aferrado al alfa. Estúpido omega calenturiento.
Relame sus labios secos y se sienta entre las sabanas limpias de la cama, guinda sus pies al borde de la cama dispuesto a salir, pero antes de levantarse se vuelve acostar. Realmente no quiere enfrentar la vida real, maldición.
—Cariño, ¿bajarás a comer o debo traerte el desayuno?
—No, madre, yo iré en un segundo.
El omega se da un largo baño, se da su tiempo en exfoliar su piel, aplicar mascarillas y quita los últimos y pegajosos restos de su celo, cuando baja a la cocina su madre y pareja están terminando de desayunar.
—Buen día, madre —deja un beso en su mejilla y se voltea hacia la omega— y a ti también, Wheein.
La omega lo ignora por completo, ya acostumbrado a sus silencios, no desanima a Jimin que revolotea por la mesa hasta su puesto. Su boca se hace agua ante la panceta de cerdo humeante frente a él y aunque sabe que está a dieta, se dice que debe recuperar la energía perdida en su calor.
Agarrando dos tiras con sus palillos y una cucharada de arroz se detiene cuando la voz gruesa de Wheein llega desde el otro lado.
—Deberías dejar de comer tanta grasa. Que seas un modelo plus no quiere decir que debas engordar más.
—Bueno —el omega mira alrededor y debajo de la mesa como si buscará algo para después encontrar la mirada afilada de la mujer —, no veo quien pidió tu opinión.
—¡Jimin! —gruñe su madre en advertencia y el menor se gira haciendo un puchero.
—¿Qué? Dile que no arruine mi desayuno con comentarios innecesario.
—Es un consejo de modelo a modelo. No quise ofenderte.
Jimin rueda los ojos y vuelve a mirarla. Odia esa mirada de cachorro que pone para que su madre se coma sus cuentos de mosca muerta.
—Fuiste modelo hace dos décadas, dudo que me sirvan tus consejos. Las épocas cambian, querida Wheein. También asisto al gimnasio y tengo nutricionista, no me hacen faltas tus consejos porque si lo hiciera ten por seguro que los pediría.
Mira el rostro de la mujer sonrojarse, voltea a ver a su alfa en busca de ayuda y Jimin también voltea hacia su madre, quien lo mira en silencio, aunque puede ver el orgullo en su mirada. Por supuesto que lo está, entreno a su hijo para que no se dejará de nadie.
Vuelve agarrar su primer bocado en días y en ese momento su teléfono suena, gruñe tirando los cubiertos al plato y mira el recordatorio que debe llamar a su nuevo asistente.
—Madre, ¿puedes ponerme esto para llevar? Debo irme a Seúl, tengo una reunión con mi nuevo asistente, ya que el último era un completo inútil.
Dice levantándose de la silla y cuando va por el pasillo escucha un gruñido de la omega, ríe balanceándose hacia su cuarto para recoger sus cosas, debe llegar en al menos cuatro horas y ponerse al día con su trabajo.
Bajándose del auto con grandes gafas oscuras, ignora las pregunta de los paparazis que le preguntan cosas como donde estaba, sobre rumores y entra al edificio murmurando una maldición. Joder, ¿no se le permite encelar en paz?
Camina directamente al ascensor, pero se detiene cuando un olor familiar se filtra a través de la mascarilla, voltea siguiendo dicho olor y se encuentra con la mirada de Yoongi. Alza una mano en manera de saludo y se siente aliviado cuando este le regala una sonrisa con una inclinación de cabeza. Eso quiere decir que no está molesto o con algún sentimiento negativo hacia él.
Eso es bueno.
→ ☆ ←
La próxima vez que se ven, es ese mismo día, pero más tarde. Jimin está siendo seguido por el gamma que vio en la oficina de Namjoon, lo saluda con una reverencia cuando el omega le agradece y lo despide por el resto del día.
—Hey.
Saluda el omega.
—Hey.
—¿Podemos hablar?
—Y-yo iba de salida, pero podemos entrar y-
—Oh, entonces vamos. Yo también estaba terminando mi día. —señala el camino hacia el ascensor y el alfa lo sigue, Jimin aprieta el botón del ascensor y luego se vuelve hacia el mayor luciendo un poco nervioso—. Quería hablar contigo sobre l-lo del comedor.
—No es necesario, Jimin.
—Si lo es, no quiero que tengas una idea equivocada de mí. —el omega no dice nada más cuando las puertas anuncian que se abren y nota las tres figuras dentro que hacen una corta reverencia. Yoongi se da una palmada en la cabeza, por supuesto, ¿por qué no lo noto antes? Las voces silenciándose, cortas inclinaciones y miradas expectantes siguen al omega por donde van.
Entrando y acomodándose en una esquina del ascensor, Yoongi retiene el aire cuando nota al omega cerca, su aroma almendrado con miel y frescura del ylang arrullan al alfa que siente a su lobo extasiado.
Jimin tampoco queda atrás, inclina su cuerpo hacia el alfa y lo huele, relame sus labios y sonríe cuando siente su lobo estar más adormecido, clamando sus miedos. Jimin se inclina un poco más hacia la fuente del olor y cuando nota lo cerca que está de la glándula odorífera, de cómo Yoongi se tensa y recuerda que no están solos, su cara explota coloreándose de un rojo brillante. Oh, dios, acaba de olfatear a alfa como si fuera su pareja realmente.
—Yo lo siento por eso.
Exclama cuando se encuentran solos, apoya su frente del espejo y gime. Malditas secuelas del celo.
—Jimin, no te preocupes, no es como si fueras cometido un crimen.
—Igual es irrespetuoso si no estoy autorizado para olerte. Tu aroma es rico.
—Gracias, me alegra saber qué piensas eso.
Cuando las puertas se abren en el subterráneo, Jimin se voltea y sale mordiendo su labio, camina hacia su auto y cuando nota que Yoongi no lo sigue se da la vuelta.
—¿Vienes?
—Oh, ¿es para una cita? —mira su ropa desaliñada mientras llega donde el pelinegro —. No creo estar decente para-
—No es una cita si no quieres verlo así, pero si quiero aclarar lo de la oficina mientras compartimos una comida.
—De acuerdo.
Ambos entran al auto, Jimin le ofrece una mascarilla y lentes al alfa.
—Afuera hay paparazis y si no quieres quedar ciego, póntelos.
—Oh.
El omega sale del edificio y Yoongi parece preocupado cuando luces blancas alumbran en interior del auto, personas se ponen frente al auto o tocan las ventanillas del mismo. Vaya. Cuando logran salir, Jimin conduce suavemente por la carretera.
—Mira, lo que viste ese día es como me conocen los de afuera, pero realmente no soy así. Suena como una excusa de mierda —el omega ríe negando, Yoongi sonríe viendo su perfil y se encoge de hombros—. Papá antes de fallecer dijo que para permanecer en este mundo debo ser cruel o lo serían conmigo, y joder sí que lo fueron. Llegue a la agencia sin decir mi apellido, mi existencia era un secreto para la prensa, ya que mi madre no quería ligarme al mundo de la fama si yo no lo deseaba.
El omega relata mientras no despega la mirada de la carretera.
—Lo que me hizo ser como un modelo más, sin privilegio por ser hijo de los Park, y tan solo tenía 12 años cuando fui juzgado de manera cruel delante de todos, diciendo que sufría de sobre peso y que no tenía madera de modelaje. Me arrojaron a la cara un montón de mierda cuando solo quería ser un modelo de ropa infantil, no debían ser tan duros y aun así lo fueron. Después de eso llegaron los problemas; bulimia, depresión, algunas drogas y largos días donde odiaba mi cuerpo, donde me odia por ser yo. —la voz del omega se quiebra— Quise morirme durante toda mi adolescencia y cuando estaba al borde del abismo mis padres me internaron en rehabilitación, dure un año antes de salir y darme cuenta de que era un problema hormonal, no era porque tragaba como cerdo.
En algún punto, se detienen en el borde de la carretera. Yoongi mira a Jimin, ve su ceño fruncido y sus ojos ponerse brillosos por lágrimas contenidas. El alfa agarra una de las manos que aprieta el volante y la sostiene como apoyo, un silencioso estoy aquí.
—Sé que mis problemas son insignificantes comparados con otros, que mi...
—No. No, Jimin, porque tus problemas no afecten al mundo entero, no los hacen menos válidos. La pasaste mal y tuviste una adolescencia mala, pero lo superaste y eso es lo que te hace increíble. —consuela el alfa, acariciando sus nudillos y repitiendo las palabras que sus padres betas siempre le ofrecían para calmar su corazón herido.
—En fin, lo que quiero decirte es que ofrezco respeto a los que lo merecen y se lo ganan.
—Lo sé, lo sé. Gracias por contarme tu versión.
—¿Puedo abrazarte?
—Dios, sí. No es necesario preguntar. —estira los brazos y aunque es incómodo, el omega parece encontrar la forma para acurrucarse correcta para encajar a pesar de la consola en el medio de ellos.
Pasan unos minutos en silencio, el pelinegro oliendo un poco el aroma del alfa en su hombro y luego se separa con una sonrisa avergonzada.
—Estoy mejor, gracias. —mira la mancha húmeda en la camisa de Yoongi—. Llene tu camisa de mocos.
—No tienes que agradecer y no es nada. —mira al frente— Puedo preguntarte algo.
—Claro, hyung.
—¿Por qué no me dijiste que eras dueño todo el lugar?
—A-ah, bueno, no es secreto para nadie. —ríe achicando sus ojos— De la historia fue lo único que te quedó, ¿eh?
—No, Minseok-ssi me contó y me quedó esa duda. Es tonto, perdón.
—No te preocupes, vayamos a comer. Te lo mereces por soportar mi lloradera.
cómo ven es un capitulo transitorio, pasa el tiempo rápido y veremos como evolucionan los sentimientos del yoonmin.
también habrá narraciones de personajes secundarios por si no ha quedado claro.
me disculpo por la demora y agradezco a los que se quedan esperando, mil besos.
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