♡┆capítulo 03: hyung.
La próxima vez que el omega y alfa se reúnen, es una semana después de haber filmado su contrato, Jimin llega a la sala de descanso (ya limpia y organizada) junto a un amigable beta.
—¿Yoongi-ssi? —toca la puerta entreabierta y entra con una sonrisa, el alfa se levanta del suelo donde se estaba amarrando el cordón de su zapato y hace una leve reverencia— Quiero presentarte a alguien, él es Kim Minseok; tu tutor y este de aquí es Yoongi, tu aprendiz.
Señala a ambos como presentación y Jimin sonríe ante la mirada llena de ilusión que el alfa le da al beta. Al omega le parece una situación cómicamente tierna, el alfa mira a su hyung como si estuviera presentándole un ídolo o un dios.
—Mucho gusto, señor Minseok. —y el alfa vuelve a reverenciar.
—El gusto es mío —le sonríe amablemente—, y la primera lección es que no me digas señor, puedes llamarme Minseok.
—E-Está bien.
—Bueno, los dejaré para que hablen tranquilo —dice el omega caminando hacia la puerta, cuando se voltea y señala al alfa— y Yoongi-ssi, no te preocupes por el horario que te dará Seokie hyung luego podemos arreglar eso, así que ve a buscarme a la oficina del presidente cuando termines con tu trabajo.
El pelinegro blandea la mano en despedida y sale con una sonrisa. El beta carraspea su garganta para llamar la atención del alfa que mira por dónde salió el omega y este voltea ruborizándose.
—Y-yo... podemos sentarnos aquí. —señala el banco viejo que está pegado a unos casilleros en mal estado. Minseok lo sigue y se sientan frente a frente, con el maletín en el medio.
—Podemos empezar por hablar de ti, si no te incomoda. —ofrece con una sonrisa— aunque Jimin ya me dijo sobre porque me contrato quiero escuchar el trasfondo la historia.
—Ah, está bien con eso. —asiente con una sonrisa—. Yo fui adoptado a los 15 por unos granjeros en Daegu, nunca pude aprender a leer o escribir porque éramos de bajos recursos y los tutores no son precisamente baratos, pero nunca exigí nada porque por ellos no me volví un vagabundo. Así que decidí mudarme para Seúl con su ayuda y conseguir un tutor por aquí, pero me lleve la sorpresa de que son aún más caros —explica con una risa floja, así que Minseok ríe asintiendo—, aunque claro que mis padres trataron de enseñarme ciertas cosas, dicen que tengo memoria fotográfica.
—Sí, eso es así, será pan comido enseñarte. Lo más importante es ser un aprendiz con muchas ganas de aprender y por lo que veo, eres uno. —dice el beta con una sonrisa.
→ ☆ ←
La puerta de la oficina es tocada con tres golpes suaves y el omega rueda los ojos, pasando la hoja de la revista donde está una foto de él. Me veo bien aquí.
—Adelante.
—Señor. Sé que me pidió que no lo molestará, pero llegó su invitado; Min Yoongi. —anuncia, Yeri, la secretaria de Namjoon.
—¿Oh? —ante la mención del alfa, Jimin se levanta por completo del sofá y alisa su ropa con una sonrisa y sus mejillas bañándose con un poco de calor. ¿Por qué me comporto así? Es solo un alfa. — Sí, hazlo pasar.
—Como guste, señor. —abre la puerta haciéndose de lado y le hace una señal al peli naranja que entra con una sonrisa tímida. La asistente se va luego de una reverencia.
—Uh, ya hablé con el señor Minseok.
—Te tomo mucho tiempo. —veo el reloj de la pared y marca la hora del almuerzo. Cinco horas, hablaron cinco horas.
—O-oh, yo no hable tanto tiempo con él. Solo quise hacer mi trabajo antes de venir aquí, d-disculpé la tardanza. De haber sabido que me quería de inmedia-
—Ah, un chico responsable. —bromea el omega con una sonrisa que hace poner al alfa tímido —. No te preocupes, ¿ya comiste?
—No, yo... Me gusta terminar mi trabajo ante de tomar mi hora de descanso. —explica Yoongi viendo alrededor con curiosidad.
—Te comprendo, pero no es bueno dejar pasar la hora del almuerzo. —reprocha el pelinegro—. Estaba esperando a un amigo, pero creo que sigue atrapado en una reunión. ¿Puedes acompañarme? Así podremos hablar de tu horario de estudio.
—S-sí, yo iré a buscar mi almuerzo y vengo aquí... ¿O dónde nos vemos?
—En el estacionamiento en cinco minutos, así que ve a cambiarte. —ordena el omega palmeando el hombro del alfa.
Yoongi le toma unos minutos procesar lo que dice el omega, así que asiente y sale de la oficina, baja apresurado las escaleras y se cambia el uniforme por la ropa que trajo puesta, se ve en el espejo y frunce el ceño por su aspecto.
Parece un delincuente con las ojeras, labios resecos y cabello indomable.
Se moja un poco la cara para frenar el sudor que brota de su cuerpo por los nervios y luego se pone su gorro gris porque no puede hacer nada por su cabello, saliendo directo al estacionamiento donde ve al omega recostado de un auto negro.
También se cambió de ropa y bueno, el alfa admite que se ve más impresionante que hace rato con el chándal gris y sudadera verde. Ahora todo vestido de negro, se ve como una deidad –para el alfa–. Jimin porta un pantalón pegado a las gruesas y tonificadas piernas, una camisa manga largas de aspecto suave y cadenas plateadas en su cuello. Con un maquillaje suave.
Yoongi comienza a sentirse un poco fuera de lugar al estar al lado de Jimin, que se ve absolutamente impresionante y él seguramente se ve como un saco de basura con su camisa negra que ha tenido sus mejores momentos, chaqueta verde, pantalones desteñidos y con aberturas en las rodillas, y zapatos viejos.
—¿Estás listo? —pregunta el omega inspeccionándolo a través de sus lentes oscuros.
—S-sí.
—Adelante, sube. No te olvides de usar el cinturón de seguridad. —dice subiendo en su auto, se acomoda en el asiento del piloto y luego de echarse un poco de brillo en los labios sale del estacionamiento con una sonrisita.
—¿A dónde iremos? —pregunta el alfa.
—¿Cuál es tu favorito? —cuestiona el omega—, de comida.
—¿Brochetas de cerdo agridulce?
—¿Acabas de responder dudosamente? —Jimin suelta una risita y golpea su dedo en el GPS, escribe brochetas de cerdo y le da a buscar al lugar de comida más cercano.
—N-no, es que me gusta cualquiera cosa... pero en Daegu comíamos mucho las brochetas y.... creo que sí son mis favoritas. —concluye el alfa con una sonrisa quedita, ah, se siente tan avergonzado por balbucear.
Pero no pueden culparlo, el aroma del omega está por todos lados en el auto y eso parece adormecer sus sentidos y a su lobo, que está boca arriba mostrando su pancita.
—Bien, tengo tiempo sin comer carne y eso podría funcionar.
Jimin conduce en silencio mientras el alfa mira por la ventana un poco nervioso.
—¿Yoongi-ssi, tiene teléfono? —habla el omega luego de unos minutos, cuando frena en un semáforo en rojo. Ah, es de las personas que no pueden viajar en silencio. Se les hace incómodo—, es que intente contactarte durante la semana, pero el número que hay en tu cv sale apagado.
—Oh, eso, es un número fijo que viene con el alquiler de la habitación, pero ahorita está desconectado porque no he pagado la factura. —explica encogiéndose de hombros con un poco de vergüenza.
—Eso explica mucho. —el omega golpea el volante con sus dedos y avanza cuando se coloca la luz verde.
Cuando se baja en un restaurante de aspecto casero, Yoongi sonríe aliviando su preocupación de haber terminado en un algún lugar elegante. En el momento que Jimin abre la puerta son abordados por una amable señora que los guía a una mesa del fondo.
—Saben que pedirán o puedo venir en un momento.
—Mh, un combo de brochetas agridulce para azar, también dos tazones de sopa de res y tteokbokki. ¿Quieres algo? —pregunta el más joven.
—Estaré bien así.
—Bueno. —la señora asiente y se va con una sonrisa.
—¿Hablaste del horario con Minseok?
—Mh, sí. Es agradable y me dijo que iba a pasárselo por correo en la noche. Aunque arreglamos los encuentros cuatro veces a la semana durante dos horas y medias, luego del trabajo.
—¿Y a qué hora sales de la empresa?
—A las 8:30 de la noche.
—¿Qué? —murmura atónito hacia el alfa— ¿Por qué tan tarde? ¿Están cortos de personal o es que se ensucia mucho?
Jimin se siente tan perdido por estos pequeños detalles en su empresa, es verdad que Namjoon maneja la mayor parte de los asuntos, ya sean importantes o no, pero el omega tampoco es ajeno a su trabajo como presidente.
—No, hay mucho personal y realmente no se ensucia mucho... Mi trabajo fuerte termina luego de las doce, hay veces que me toma menos, es dependiendo que tan ocupado esté la sección que me da ese día.
—Vaya, entonces qué haces hasta las ocho. —frunce el ceño el omega
—Esperar a que me llamen si me necesitan.
—Modifica tu horario, que sea a partir de las cuatro, yo me encargaré de recursos humanos. Si estudias tan tarde y cansado no aprendes nada, toma consejo de un ex universitario. —dice sabiamente y luego ríe— Curse la carrera dos años de más por lo mismo.
—Oh, entiendo. Gracias, Jimin-ssi.
—Bah, no te preocupes. Oh, nuestra comida. —aplaude el omega cuando ve que colocan las brochetas crudas y los tazones de sopas.
—Eres tú. —señala el alfa a la pared que está en el fondo. Jimin se voltea y sonríe cuando ve el cartel donde está posando con una botella soju y una sonrisa radiante.
—Oh, es de la campaña pasada. Notarás el cambio. —señala su cabello largo negro, en ese tiempo era rubio y corto— ¿Bebes alcohol? Puedo pedirte una botella.
—No creo que deba beber a esta hora, ¿tú lo haces?
—En secreto, se supone que con las dietas no debo ligar alcohol. Pero ya ves que no sigo bien las reglas. —señala la mesa— Hay ciertos días que me los permito, no es como si fuera un modelo de talla 0.
Jimin saca su celular cuando suena y lo revisa para luego escribir, y volverlo a guardar.
—Ok, comamos.
→ ☆ ←
Una hora después de una charla trivial y un buen almuerzo, cuando están por salir del local, Jimin se detiene y con eso agarra el antebrazo del alfa y lo acerca a su costado, tomando su mano mientras caminan al auto. Y lo hace tan natural que desconcierta un poco al alfa, quien se sonroja.
—Hay dos paparazis, s-solo quédate cerca hasta que subamos al auto.
—E-está bien.
—Iremos al centro comercial a retirar algo, no hace falta que bajes porque será rápido. —menciona una vez dentro del auto, se coloca el cinturón de seguridad y se voltea hacia el alfa con un puchero—. Lo siento por eso, no me di cuenta de que esos carroñeros estaban ahí.
—Ah, Jimin-ssi, no pasa nada. Estoy bien —el alfa muerde su labio y luego sonríe— de todas formas, es algo que va en el contrato, ¿no?
—Mh, s-sí. Pero tampoco quería exponerte. El mundo de la farándula puede ser jodidamente cruel y tú eres muy amable como para merecer esto. —señala al frente.
—No pueden decir cosas peores de las que me dijeron cuando estaba en las calles. Créame, ya soy como inmune a eso. —se encoge de hombros y palmea suavemente la mano del omega—. Ahora vamos.
—Igual lo siento. —se disculpa otra vez.
El omega conduce solo unos minutos para luego detenerse frente un edificio grande, le dice al alfa que espere mientras se pierde entre las puertas del lugar. Yoongi solo se queda tarareando y viendo los autos pasar a su lado.
Seúl es agitada y al mismo tiempo solitaria, piensa el alfa cuando ve autos ir y venir, al igual que transeúntes. Todos ignorándose el uno al otro.
Nunca ha tenido la oportunidad de pasear libremente, su poco tiempo y dinero no se lo permite, pero si le gustaría. Explorar un poco, perderse en las calles, comer de los puestos callejeros o simplemente sentarse en un parque a ver a la gente.
Tal vez algún día.
La puerta del auto se abre de golpe que hace que Yoongi salte sobre su propio asiente, volteando y mira entrar al mega con una risita.
—Lo siento.
—Está bien, y-yo estaba un poco perdido en mi mente.
—¿Sí, sobre qué? —cierra la puerta dejando todo el ruido de la ciudad afuera.
El alfa responde meneando la cabeza para quitarle importancia. —Las calles de Seúl son grandes y la gente parece estar en una burbuja, al mismo tiempo es solitario.
—No te equivocas en eso, la mayoría de los citadinos prefiere no meterse en asuntos ajenos —explica el omega y luego le tiende una bolsa blanca—. Es para ti. Es un teléfono.
—¿Q-qué?No, no puedo dejar que hagas eso. No lo necesito, además no sé ni escribir.
—¿Y? Hay pequeñines que tampoco y saben usar un teléfono mejor que yo —bromea con una risita—, y ya aprenderás a escribir con Minseok.
—No tengo dinero para pagarlo.
—Puedes tomarlo como parte del contrato o pagármelo en cuotas de 1.000 won, ya está a tu nombre —cuando ve que el peli naranja no lo toma, hace un puchero y comienza a sacarlo de la caja— hey, a veces necesitaré comunicarme contigo y esto será de ayuda. Además, es más fácil de lo que parece y no es necesario saber escribir porque puedes activar el manejo por comando de voz.
—Estoy bien así, Jimin-ssi.
—Solo tómalo, te ayudaré en lo que no comprendas, hyung.
los capítulos cada vez se hacen más largo. es que solo me dejo llevar por la inspiración, pero no se acostumbren que a veces me da bloqueos horribles.
también hice unas fichas para que no se me olvidará algunos detalle y bueno, las comparto con ustedes :)
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