Capítulo 5
Capítulo dedicado a Ivaleriax (lo pormetido es deuda!) Voten muchisisiamo y comente mucho mas. Siento no poder publicar antes (ya que aqui en España ya es jueves) pero me he pasado toda la tarde filosofía pero buenoo disfruten! Y muchas gracias el apoyo, ¡¡ya casi llegamos a los 100!!
Hoy era viernes, después de una semana llena de trabajos grupales y exámenes se acababa esta semana. Aunque no me podía olvidar que todavía tenía el castigo con Taylor. El cual había estado raro toda esta semana.
Era última hora así que me podía sentar con Ally. Me senté en la mesa de atrás esperando a mi amiga.
-¡Aquí llegó la fiesta!.- gritó a pleno pulmón Chad.
Después de hablar con él hace unos día entendí porque estaba en este instituto. En pocas palabras le habían expulsado de su antiguo instituto y como su tía es la directora de nuestro instituto le enchufo a este.
Empezó a tirar unos panfletos al aire. Mientras todos los presentes intentábamos coger una.- No, no Barbie.- sonreí al verle.- Toma.- me entregó una tarjeta dorada- Tu eres V.I.P.- me guiño el ojo.- ¡Todos los que cogisteis el panfleto estáis invitados a mi fiesta en mi casa este sábado!.- empezaron los gritos de emoción.- la temática será angeles y demonios.- las chicas chillaban de emoción.
-¿A qué viene esta fiesta Chad?.- miré la tarjeta dorada con curiosidad.
-Es simple, es mi cumpleaños.- abrí los ojos.
Osea que este veintiocho de octubre sería su cumple, dios, ¡¿que le podía regalar?!.
-¿Y el de Derek cuando es?.- arrugó la frente.
-El veinticuatro de diciembre.- entró el profesor.
Al final me senté con Chad ya que ni Derek ni Ally llegaban. Por un momento pensé que esos dos podrían estar liados pero me negué.
-Barbie.- di un brinco en el asiento.
-¿Qué?.- Chad se empezó a poner colorado.
-Verás, no sé qué ponerme para la fiesta.- reí por lo bajo.
-Chad pero si es tu fiesta.- chasquee los dedos.- Ponte lo que quieras.
-Ya pero quería que tu me acompañaras al centro comercial para ver algo.
-Oh.- ya sé a dónde quería llegar.
-Yo..- no me dejó terminar.
-Dejalo tendrás cosas que hacer.- tocó la campana y se levantó.
-No es eso.- junte mis manos.- Estoy castigada con Taylor así que seguramente salga tarde de aquí.
-¿Es por eso que no puedes salir?.- asenti.- Tranquila yo lo arreglo en un pis pas.
Vi como hablaba con Matthew que estaba acurrucado con Rose.
No se que le dijo Chad ya que Matthew saltó como un animal. Esto no iba a acabar bien.
Matthew todavía tenía la cara hecha una cristo.
-¡No te metas con ella!.- gritó. Chad tranquilo le propino un gran puñetazo. Matthew cayó al suelo.
El profesor se activó y fue corriendo para parar la pelea.
-¡Señor Brain al despecho de la directora!.- agarró de la sudadera a Chad y lo echó de clase.
Dios. Este chico era todo un caso.
Vi su mochila tirada en el suelo y la recogí mientras todos se largaba.- ¡Usted también señor West!.- le miré y él me miró sonriendo.
Definitivamente hoy todos estaban locos.
Rodé los ojos al ver como Rose salía detrás suyo.
Me llevé la mochila de Chad y le esperé en la entrada. En de diez minutos tenía que estar con Taylor en la sala de gimnasia para limpiarla.
-Veo que estás aquí.- tiré la mochila de Chad al suelo y crucé los brazos.
-¿Que demonios quieres Matthew?.
-¿Sabes que estás muy sexy con esa falda?.- rodé los ojos.
-Siempre estoy sexy West, ahora, ¿qué quieres?.- alzó los hombros.
-Tu querido amigo como ves me ha dejado un ojo morado y nos han castigado a los dos a limpiar contigo y Taylor el gimnasio.- Genial. Simplemente genial.
-¡Barbie!.- Chad corrió hacia mi.- ¡Adivina a quien han castigado!.- se señaló a sí mismo.- Así podremos pasar más tiempo juntos eh.- me dio un codazo que casi me deja sin pulmón.
-¿A ti?.- asintió con energía.
Se puso su mochila y me cogió de la mano.- Vámonos ya que aquí hay mucha chusma.- Matthew frunció el ceño.- Si, va para ti simio.- intenté no reírme pero fue en vano.- antes de que se comenzará la tercera guerra mundial empezamos a correr.
Le indique donde era. Entramos y nos encontramos a Taylor limpiando el suelo.
-Hombre, ya llegan los refuerzos,por fin.- dijo mirándome.- ¿Qué hace aquí el?
-¿Tu debes ser Taylor el hermano de Barbie, no?.
-Hermanastro.- le corrigió.
-Bueno hermanastro, soy Chad.- le tendió la mano pero este le rechazó. Le mande una mirada asesina a Taylor.
-¿Qué pasa? ¡A saber que ha hecho con esa mano!.- Chad se sonrojó.
-Hombre, Taylor, ¿tu que haces aqui? .- preguntó Matthew mientras entraba a la sala.
-Lo mismo te digo West.- Chad los miró sin entender.
-Bueno, aqui la tensión se podría cortar hasta con unas tijeras para niño de cinco años me largo a limpiar las taquillas.- mal amigo. Malisimo. Mi supuesto amigo me dejó entre mi ex y mi hermanastro. Matenme.
En estas situaciones estaría comentando con Ally las posibilidades que tendría Matthew contra Taylor mientras bebíamos un zumo de manzana. Pero no estaba. Solo yo con dos chicos los cuales me odiaban.
-Yo creo que me iré con Chad.
-¿Ya cambiaste a Derek por Chad?.- Matthew. No otra vez no.- Que rápido cambias de chico.
-Lo mismo digo West.- terminada esa conversación me puse a fregar el suelo mientras los demás se encargaban de ordenar.
A las siete de la tarde llegó puntual el conserje para cerrar todas las puertas del colegio.
Concluida la primera semana de castigo. Todos nos fuimos por distintos caminos.
Estaba ya montada en el coche esperando a que Taylor recogiera sus cosas de las taquillas cuando sonó el pitido de mensaje nuevo.
“siento no haber estado contigo hoy Scar, tenía medico a última hora, ¿este finde harás algo?
-Tq Ally”
Sonreí como una niña pequeña y empecé a escribirle. La extrañaba y eso que solo nos hemos separado un dia.
Ahora la incógnita era donde estaba Derek. Era más escurridizo que un animal. Se me olvidó preguntárselo a Chad. Pero bueno.
Al final Ally también me confirmó que iba a ir a la fiesta de Chad. Estaba tan ilusionada que no me enteré cuando Taylor entró al coche.
-¿Podrías poner la radio?.- preguntó.
-Claro.- la encendí y el arranco el coche.
Llegamos en diez minutos. La casa estaba totalmente en silencio. Hoy era viernes osea que mis padres no estarían en casa por cuestiones de trabajo.
Vi como Taylor tiraba la mochila en el sofá.- Yo me voy.
-¿A donde?.- juntó sus brazos.
-Con Rose, ¿algún problema?.- ninguno solo que eh a tu hermanastra la odia.
-No, pasatelo bien.- rodó los ojos..
-Lo dudo.- sorprendida por su respuesta subí las escaleras hacia mi cuarto.
Me puse un chándal cutre rosa, era solo para estar en casa y acomode mi cuerpo en la cama.
¡Como en casa en ningún sitio!
Después de dos horas intentando buscar una peli o serie buena me di por vencida. Ya eran las diez y mi tripa pedía comida a gritos. Como todos los viernes que me quedaba sola cogí dinero de la cocina. (Nuestros padres dejaban el dinero en la mesa para que nos compraramos la cena).
Tenía tanta pereza que lo único que hice fue hacerme un moño e irme con el chándal.
Mientras escuchaba música iba pensando en…¿pasta o hamburguesa?. Llegué a la plaza de la ciudad donde se concentraban todos los establecimientos de comida rápida.
Me decante por unos espaguetis con albóndigas y una Sprint. Este si era un momento feliz. Movía cuidadosamente la bolsa con mi comida.
Algunas veces pienso que tengo un fantasma que me hace tropezar de una manera absurda ya que ahora mismo me había resbalado con una rama fina de uno de los árboles de la plaza.
Miré el contenido de la bolsa. Suspiré aliviada.
-Tranquilo nadie se enterara.- escuché esa frase en uno de los tantos arbustos que había en la plaza. Lo raro era que esa voz me sonaba.
¿Irme y hacer como si nada o quedarme y chismosear?.
Soy Scarlett obviamente iba a chismosear. Con mucho cuidado me escondí detrás un árbol. Entre unos arbustos vi a una pareja dándose el lote.
Casi poto. Me iba a ir cuando vi la cara de la chica. Rose. Ahora si que me largaba.
-Matthew no lo sabrá.- fruncí el ceño. ¿Cómo que Matthew no lo sabría?
Como si fuera un dibujo animado una bombilla se encendió en mi cabeza. ¡Le estaba engañando!.
Saqué mi móvil con nerviosismo.
Estaba segura que era Taylor. Había quedado con ella.
Apreté el botón rojo y empecé a grabar todo.
-Bueno, adios Rose.- abrí la boca y casi se resbala mi movil de mis manos.
No...todos menos él.
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