Capítulo 3 (CORREGIDO)
Capítulo dedicado a gelgelys 💕
Gracias por votar y comentar babys ♡ el próximo día que actualice dedicare a otr@ el cap, 10 ☆ y continuo♡♡♡♡
Aca abajo os dejo el reparto :)
Dos días. Dos días han pasado desde el bombazo de la nueva parejita.
Verlos tan juntos, tan como nosotros antes... duele más que mil puñaladas. Ahora pienso que cómo no pude ver todo esto antes; antes de que me humillaran y me dejaran por los suelos.
Dejé de pensar en eso y me puse un gorrito de lana. Estábamos comenzando la semana de Noviembre y ya se notaba el frío.
Me había despertado demasiado temprano, por lo que pude utilizar la ducha antes que todos; eso me hizo la chica más feliz del mundo debido a que siempre tenía que esperar mínimo para entrar, una hora y media.
Bajé las escaleras hacia el salón. -Rose, soy tu amigo, por eso te digo que lo que vas a hacer está mal -me paré en seco al escuchar la voz de Taylor. Estaba en una llamada. -Está mal, supéralo -escuché sus pasos viniendo hacia mí y me metí a la cocina.
-¡Déjala en paz, bueno, ésta bien, adiós!
Nerviosa me puse a hacer café en la cafetera. Taylor entró a la cocina y la cafetera casi se me cae. Estúpida de mi...
-¿Hay un poco para mí? -arrugué la frente.
Su tono de voz era mucho más sereno que hace segundos.
-Claro -susurré.
Cogí dos tazas de café y las llené.
-Hmm, ¿qué tal con el tema de tu ex? -me di la vuelta con las dos tazas.
-Tú deberías saber la respuesta porque tu amiga, la roba novios, debe saberlo perfectamente -se sentó en un taburete y apoyó las manos en la encimera.
-Ella no tuvo la culpa, Scar. -¿desde cuándo me llamaba así? En los diez años que llevábamos viviendo juntos, el apodo más cariñoso que me ha dicho es mi propio apellido. -¿Te pasa algo? -miró mi rostro con preocupación. Ahora sí que tenía miedo.
-Ella tuvo la culpa, Taylor, no lo niegues -bebí un poco de café. -Y muy a pesar de todo, también la tiene Matt.
-No -negó con la cabeza. Esta conversación me estaba irritando. -Todo esto es culpa tuya -el tono dulce desapareció.
-¿Mía? -me señalé a mí misma. -¡Ja, la culpa la tiene la perra y los cabrones de tus mejores amigos, que han destrozado mi vida! -dije en un suspiro con la voz quebradiza. De los nervios tiré, sin querer, mi taza al suelo.
-Scar... -susurró e intentó acercarse a mí.
-Sé que tú nunca me has apoyado, sé que me tienes un asco tremendo, pero todo lo que yo pensaba que era seguro, lo he perdido en un abrir y cerrar de ojos -estaba empezando a marearme -Y nunca más me insultes si no sabes nada de... -me atrapó en su brazos.
Estaba en estado shock. Intenté soltarme, pero no me dejó.
-Vaya... -miramos a la entrada de la cocina y vimos a nuestra madre sorprendida. -Mis súplicas han sido escuchadas.
Nos separamos incómodos.
-Yo me voy -Taylor no me miraba. Mi madre lo paró.
-Para el carro, muchachito -me señaló. -Os tenéis que ir juntos -le entregó las llaves de su coche.
-Dios santo, Scarlett, qué estropicio me has hecho -se tocó la frente con un dedo. -Anda vayan que yo limpio esto -asentimos.
Regresé a mi cuarto y cogí mi mochila más la bufanda que me puse, escondiendo el collar de Matt.
Bajé y esperé a Taylor, que no me habló.
Al entrar al coche, yo me senté en el asiento del copiloto. Queda todavía mucho tiempo para que dieran la primera campanada.
Taylor seguía sin hablar y eso me mataba de curiosidad.
Debido a que quedaba trayecto, saqué de mi mochila, mi pintalabios rojo y un espejito.
Taylor me miró. -¿De dónde has sacado ese pintalabios? -alzó una ceja.
-Se llama Red Velvet y lo llevo utilizando desde los catorce, ¿por? -desvió la mirada.
-Por nada, me suena haberlo visto en algún sitio.
-Por supuesto en casa -negó la cabeza.
-No precisamente en la nuestra.
Detuvo el coche y por fin me di cuenta de que estábamos en el instituto.
-Gracias por traerme -le dije.
-No ha sido nada -se bajó y se fue con su grupo de amigos.
De lejos pude ver cómo me miraba Matthew y sonriente, abrazaba a Rose.
Seguí mi camino. -¡Scarly! -chillaron detrás mío. No me giré. De nuevo venían a suplicar clemencia mis "mejores amigas". Llevaban los dos días intentando estar conmigo.
En estos dos días no había visto a Derek, ni a Ally.
-¡Venga, Scar, somos amigas desde la primaria! -Lauren agarró mi mano. -Perdónanos, sin ti no podemos ser la SLN -suspiré.
-¡Perdónanos! -Natalie me entregó unos cupcakes de cereza. Yo era alérgica a la cereza.
-Está bien -chillaron con sus voces de fresas.
-¡Genial! -gritaron a la vez. --Entremos -me cogieron del brazo cada una y llegamos al pasillo. Levanté mi mirada y hice como si nadie existiera, como si yo fuera la superestrella.
No sé porqué hacer esto me producía un mal interno. Con la mirada intenté buscar a Ally. No la encontré, ni tampoco a Derek.
Con resignación entré a mi clase. Tampoco estaban ninguno de los dos, así que me senté con Natalie y Lauren.
En medio de la clase sonó la puerta.
Entraron Derek y Ally. Cerraron la puerta, pero entonces se abrió de nuevo. Mis ojos no podían creérselo. El chico sacado de un videoclip de trap entró tambien: Chad.
-Vaya, chusma -me dijo Lauren. Desperté de mi estado de alucinación.
-¿Qué? -ella se limaba las uñas.
-Qué vaya chusma, o sea, ¿no lo ves? -señaló la mesa donde estaban sentados. -La guarra, el pringado y el nuevo que tiene cara de drogadicto.
Apreté los puños. -Tú que sabras de ellos, Lauren.
-Pues yo sé que la madre de Ally se ha enrollado con media ciudad -contestó Natalie.
-Pues mira tú, qué bien que ya tienes cosas en común con su madre, Natalie -ésta abrió los ojos indignada.
-¡Scarlett, no te metas con ella! -Lauren abrazó a Natalie.
Sonó la campana de finalización y me levanté de la silla.
-Pues vosotras no os metáis donde nos os importa -me fui de la clase.
Apoyé mi cuerpo en mi taquilla, después de un momento la abrí. Empecé a buscar mi libro de Matemáticas.
-¿Dónde demonios lo tengo? -saqué todos los libros pero nada.
-Hola -di un bote en el sitio. Cerré mi taquilla y encontré a Derek con mi libro de matemáticas en la mano. -Te lo olvidaste ayer en clase y lo cogí.
-Gracias -lo cogí y me fui directo a la clase.
-¿Ya no me llamas "cari"? -se sentó a mi lado e intenté por todos los medio que mis mejillas no se pusieran del color de mi pintalabios. -Tranquila, Ally me lo ha explicado todo -entró el profesor y empezó a hablar mientras yo intentaba hablar con Derek.
-Define «todo».
-Bueno, que tu novio te había dejado por otra y que me estabas utilizando para darle celos -hizo una mueca con lo último.
-Lo siento, no era mi intención -sonrío.
-No pidas perdón si no lo sientes de verdad, además, no importa, me he sentido guay siendo el muñequito de una popular -reí.
Toda la hora estuvimos bromeando sobre la forma de explicar del profesor.
La última hora antes del descanso era educación física, era mi oportunidad para acercarme a Ally. Entré al vestuario con mi ropa de gimnasio ya puesta.
Busqué por todos los rincones, pero nada. ¿Dónde estaba?
El profesor nos mandó a correr quince minutos, rodeando todo el instituto. Al fin pude ver su mata de pelo color azabache.
-¡Ally! -en cuanto me vio, aceleró el paso. La perseguí, esquivé a unas cuantas y llegué a su lado -Ally, ¿por qué no me hablas? -ésta aceleró de nuevo. -¡Ally!
-¡Déjame en paz! -empezó a caminar más despacio y cayó al suelo.
-¡Dios, Ally! -la miré, estaba roja del cansancio.
-Mi... -al instante lo pillé. ¡Su inhalador!. -Está en mi mochila -asentí mientras se hacía un círculo alrededor de ella y el profesor intentaba que no perdiera el conocimiento.
Busqué en su mochila y nada.
-¡Scarlett, yo tengo! -Liu, la asiática de la clase, me entregó su inhalador.
Quité a toda la gente y le entregué el inhalador, ésta empezó a toser y a volver a su color natural.
-Palm, llévala a la enfermería -Ally apoyó su cabeza en mi hombro y yo le di el inhalador a Liu.
Después de diez minutos, en enfermería todavía no había llegado nadie.
Por lo menos ella estaba bien.
-Scarlett -la miré. -Gracias -me abrazó y sonreí.
-De nada -nos separamos.
-Oye, Scar.
-Dime -tocó la silla donde estaba sentada.
-El inhalador que me diste no era el mío, ¿verdad?
-Exacto -se puso pálida. -El tuyo no estaba, casi tiro todo pero nada, ¿por?
-Yo siempre tengo mi inhalador en la mochila desde primer año de primaria -tocó mi mano. -Creo que alguien me quiere hacer daño. -me entregó un papelito.
"Aléjate de Derek, perra."
Agrandé los ojos. Esto no podía estar pasando.
//Capítulo corregido por jxn_mirallegro♡//
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