Capítulo 2 (CORREGIDO)
Dedicado a http_shxncy gracias por leer mi novela :)♡
¡Hola mis pequeñ@s lector@s!.
De primera gracia por leer mi nueva novela (os llevo en el cora♡)
Tambien a deciros que los dias de publicación seran lunes , miércoles y domingos!. Publico el domingo si llegamos a 10☆ y comentarios :)
-Mel
-Oye tsss, tssss.- mientras intentaba pensar un plan de huida sin ser descubierta vi cómo de nuevo entraba Chad.- Barbie.- crucé los brazos nerviosa.
-¡Dónde cojones está Derek!.- chillé. Este me tapo la boca con la mano y yo se la mordí.
-¡Bruta!.- se cogió la mano adolorido.- Ni yo mismo sé donde está, seguramente ya esté en otro país.- abrí los ojos. Se rió por mi reacción.- Tranquila, está aquí, solo que no le apetece ser el nuevo de la clase y se está escaqueando.- apreté los puños.
-Pues dile que salga de su puto escondite porque yo me meteré en un lío grande.- sacó su walkie talkie.
-Derek sal de tu escondite.
-No.- se escuchó de respuesta.
-¡¿Cómo que no?!, ¡sal ya!.- Chad caminaba de un lado mirando a cada segundo a los lados por si acaso no venía la directora.
-No me apetece.- di un puñetazo a un casillero.
Chad me vio entre sorprendido y aterrorizado.
-¡Tio deja de joder, una tía buena te esta esperando aquí!.- tapó el walkie y me miró.- Tranqui no estoy hablando de ti.- sonrió.
De nuevo escuchamos los tacones de la directora.- Mierda mierda mierda.- susurró.- Bien Barbie, toma y buscalo tu misma, adiós.- tiró el walkie talkie y yo lo cogí al vuelo.
Los dos huimos. Cada uno para una dirección distinta. Yo me escondí en la sala de música que por suerte estaba vacía.
-¿Chad estas ahi?.- casi me mata del susto el cacharro este.
-No, dime donde estas Derek.
-No
-Si
-¡No!.
-¡¿Qué no?!, ¡madre mia te digo yo a ti que si!.- oí como suspiraba.
-Solo te diré que estoy en un sitio rodeado de pelotas.- en otro momento seguramente me estaría descojonando. Pensé y chasqueé los dedos sonriendo.
¡La cancha de baloncesto!.
Antes de que pudiera decir otra cosa corrí hacia ese sitio. Estaba muy lejos de donde estaba. Así que me apresure antes de que tocara la campana.
Por fin después de unos minutos vi la puerta roja que conducía a la cancha. Con fuerza abrí la puerta. Dentro se encontraba un chico de cabello negro y ojos claros botando la pelota. Me miró y sonrió.
-Hola rubita.- gruñí como un animal.- ¿Me has estado buscando mucho?.- agrandó su sonrisa más (cosa que lo veía imposible).
-Gracias a que un niñato no le dio la gana ir al colegio.- rodó y me tiró la pelota, por suerte la cogí.
-Tu que sabras, ¿alguna vez has sentido ser el nuevo?.- repasé toda mi vida y es que la verdad es que en esta ciudad todos me conocían.- Por tu silencio veo que no lo sabes asi que callate.- furiosa me acerqué a él y le tiré a los pies su calendario.
-Ahí lo tienes, si eso lo coges yo me largo.- salí de la cancha y con paso firme me dirigí a lo poco que me quedaba mi clase. Historia. Genial.
Por obra maestra tocó el timbre. No se como demonios puedo haberme perdido dos clases. Resople y miré mi calendario, me tocaba Matemáticas. El dia no hacia mas que mejorar. Sarcasmo puro y duro.
-¡Tu rubita!.- miré detrás mío y por un segundo vi a el verdadero nuevo, Derek.
La gente empezó a fijarse en mí ya que era natural lo malo que también se fijaban en Derek. ¡¿Que pensaria la gente si me viera con él?!. ¿Que salía con este chico a espaldas de Matt?. Quedaría como la chica que puso los cuernos a su....ah no, espera, que él me los puso.
Me disponía a girarme para ver que quería pero una cosa pesada cayó sobre mi.
-¡Pero qué demonios!.- grité asustada.
-¡Rubita!.- miré lo que se había caído encima mio, Derek.- Por fin te encuentro, quería preguntarte donde estaba la clase de Matemá...- se calló al igual que yo deje de intentar zafarme de él.
Un flash nos cegó a los dos. ¡Lorem!.
Vi a la pequeña pelirroja que al hacernos la foto salió como alma que lleva al diablo. Perfecto.
-Suéltame.- le ordene.- se zafo de mi y me levanté como pude.-Eres un gran idiota.
Alzó los hombros.- Tal vez.
Limpie mi ropa del polvo y me fijé en la parejita a la cual les dejaban pasar como si fueran los reyes. Genial, pero si son los capullos de Rose y Matt. Rose pegada como una lapa a Matt y él hablando con uno de sus amigos. Rose también hablaba con un chico.
Taylor. Mi hermanastro, que desde que llegó Rose no se ha despegado de ella. Ahora son "mejores amigos" y a mi me hace la vida imposible para que no haga nada a su mejor amiga. La relación con mi hermanastro nunca a sido buena pero desde que llegó ella a sido peor.
Justo cuando pasaron le puse la zancadilla a Matt que cayó con su querida novia al piso. Todo el pasillo estalló en carcajadas hasta Derek el cual estaba a mi lado.
-¡Scarlett, deja de hacerme la vida imposible!.- vociferó entre llantos Rose.- ¡Yo no te hecho nada!.
Matthew me miraba con decepción y asco. Esto dolía esta vida y la siguiente.
Como pude hice una mueca.- Yo no te hecho nada, en cambio tu si.- les enseñé mi sonrisa y cogí de la mano a Derek.- Vamos de aquí cari.- ahora sí que todo el pasillo gritó. ¿no tenían otra cosa mejor que hacer?.
-¿Cómo que cari?.- Matthew estaba furioso.- ¡¿Estás saliendo con él?!
Rose alzó una ceja y lo miró.
-¿Y a ti que importa?.- mi sonrisa incremento al ver como la parejita feliz peleaba.
-Vamonos.- Derek asintió.
Después de una hora intensa explicandonos el profesor cosas que nadie entendía por fin pude salir a la cafetería ya que era la hora del descanso.
En toda la hora que estuve con Derek no dijo ni una palabra. Lo que más dolió fue ha ver a mis mejores amigas consolando a Rose mientras me miraban con asco.
¿Donde había quedado eso de amigas para siempre?. Aunque ya lo entendían. Ellas solo buscan la popularidad y ahora Rose es para ellas el camino fácil a conseguirla.
Moví mi cabeza y alejé todos esos pensamientos de mi cabeza y llené mi bandeja con una manzana , cereales con chispitas de chocolate y un batido de fresa.
Ahora venía la parte más difícil. ¿Donde me iba a sentar?. Ni de coña me iba a sentar de nuevo en la mesa de los "populares". Y estar con la pareja de capullos, mi hermanastro que me odia y mis ex mejores amigas.
Desde la mesa Rose me daba una sonrisa triunfadora agarrada del brazo de Matt. No era ninguna de sus sonrisas dulces que daba a todo el mundo. Alcé una ceja y vi a mi salvador.
Derek, que miraba las mesas confundido de dónde sentarse.
-¡Cari!.- hice mi voz lo más chillona de lo posible para que se notara mas.
El ojos claros sonrió.- ¡Rubita!.
Matthew agarró su cuchillo mientras yo me agarraba del brazo de Derek. Estaba furioso.
Me encanta.
Lleve a Derek a una mesa la cual tenía unas vista increíbles al campo de fútbol americano.
No se porque nunca me había sentado aqui. Viendo la mesa de los popus me di cuenta que estaba en todo el centro donde había más bullicio y aquí se estaba más tranquilo.
-Una pregunta rubita.- di un mordisco a mi manzana.
-¿Porque me llamas cari? y ¿como te llamas?.- desvié la mirada.
-Me llamo Scarlett Palm.- al estar al lado de la ventana y con toda la claridad puede ver que sus ojos eran de color verdes
Eran bonitos. Pero no tan bonitos como los de Matt. Joder, otra vez.
-No me has contestado a la primera pregunta.
-Tu me has dicho "te puedo hacer UNA pregunta".- enfatice la palabra una.
-Quiero saber porque una chica de nada cuando le da la gana me llama cari asi de simple.- vencida le iba a contar lo que sucedía pero vi a Ally y por primera vez en toda mi vida me alegré de verla.
-¡Ally siéntate aquí!.- Ally se giró y caminó hasta mí.
-H-Hola.- empezó a tartamudear de nuevo y me puse tensa ya que pensaba que todavía me tenía miedo, pero no, tartamudeaba por Derek. Dios.
-Siéntate.- le medio ordene.
Se sentó. Empezó hablar con Derek y en menos de diez minutos se le fue la vergüenza. Hoy me estaba fijando en todo, cosa que nunca había hecho hasta ahora.
Ally era una chica muy habladora aunque siempre que la veía se alejaba de mí y nunca hablaba. Verla así de suelta me producía una sensación de alivio. Ya que eso significa que yo no había sido un monstruo con ella.
Se acabó la hora y todos nos fuimos a nuestras respectivas clases
Casi hago un baile de la alegría al escuchar la última campanada de todo el dia. Como si fuera una bala guardé todas mis cosas en la mochila y haciéndome paso entre la multitud salí del instituto.
Respire hondo y sentí un golpe brusco en el hombro. Joder que dolor.
-¡Mira por donde vas incompetente!.- miré atrás pero ya no había nadie
Con de nuevo un humor de perros saqué de mi chaqueta mis auriculares y toqué también otra cosa. Saqué mis auriculares entre ellos había un papelito.
Lo abrí. Ponía.
"Alejate de Derek, perra"
No pude fijarme en todas las personas que estaban fuera ya que mi madre me llamó desde el coche. Tiré al suelo el papel y lo acabé de destrozar con mis bailarinas.
Nadie me daba órdenes
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