Capítulo 11
En el capítulo anterior (no si la novela AHHH)
-Estás obsesionada conmigo, ¿eh?.- la misteriosa chica se quitó la capucha y por un momento se me heló la sangre.
-¿Rose?
Por raro que sonara su voz sonaba aterradora.
La miré por unos segundos.
-¿Te crees que voy a ir persiguiendo a una patética como tú?.- Por fin pude recuperarme del susto que me había pegado.
Vi como se acercaba a los botones del ascensor en silencio, cada paso suyo me estremecía un poco más.- ¿Qué crees que estás haciendo?
-Nada, tú y yo tenemos que hablar.- empezó con rapidez a tocar todos los botones. Corrí a su lado para apartarla.
-¡Para vas a estrope...!.- se escuchó un pequeño "crack" y como la luz blanca se cambiaba a una roja y parpadeante luz.-¡Qué diablos has hecho Rose, estás loca!.- se sacó la capucha y por fin pude ver su rostro sonriente.
-¿Yo?, has sido tu querida.- señaló su cara y dejó de sonreír.-No te gustan los espacios cerrados, ¿verdad?
En cuanto escuche eso mi corazón empezó a latir rápido, era verdad, desde pequeña era claustrofobica y mirarla no hacía mas que incrementar mi desesperación.
-Dime Scarlett, ¿cuántas veces me humillaste delante de todos?.- mis manos empezaron a temblar, las apreté en un puño.
-Eso da igual conseguiste lo que querías, mi vida.- al parecer eso la hizo entrar en cólera ya que me agarró mi muñeca.- ¡Suéltame!.- le di una patada en el estómago lo que hizo que me soltara.- ¡Estas loca!.- vociferé.
-Eres una perra.- sentí una punzada en mi cuello y todo empezó a volverse borroso.
Caí directo al suelo mientras todo se quedaba en negro. Lo último que pude escuchar o imaginar fue un
"Aléjate de Derek"
Al día siguiente
-Cariño, despierta.- abrí los ojos lentamente y tuve que taparme la cara por la fuerte luz del lugar. Mire a mi derecha.
-¿Mamá?.- estaba en una habitación de hospital.-¿Por qué estoy aquí?.- quite la sabana que me arropaba.-¿Qué tal está Ally?
-¿Quien es Ally cariño?.- froté mis manos en mi cara, mierda, no le había hablado de Ally a mi madre.- Afuera están Lauren y Natalie, menos mal que harías sin ellas.
"Estar mejor" pensé y rodé los ojos.
-Dejaré que pasen.- sentenció.
En un abrir y cerrar de ojos el silencio del cuarto se convirtió en gritos insoportables. Nunca me había fijada en lo tanto que me molestaba la voz de mis supuestas amigas.
-¡Scarli!.- gritó Natalie se abalanzó a mí y yo no pude apartarme de su pegajoso abrazo.-Te he traído pastel de cereza, tú favorito.- puso el odioso pastel en la mesa.
No sé cuantas veces tendría que decirle que era alérgica a las cerezas. Hice el gesto de que las tiraran a la basura pero Lauren lo interpretó mal y pensó que quería un abrazo suyo.
Suspiré y se separaron de mi.
-Qué susto nos diste Scarli.- Lauren secó una lágrima falsa de su rostro.- Pero como pudiste ser tan torpe.- alze una ceja.
-¿Perdón?
-¿No recuerdas?, te quedaste encerrada en el ascensor.
-¿Yo?, si fui a comprar una botella cuando estaba con..- me callé al momento ya que si nombraba a Ally la podrían acosar por intentar romper nuestra "amistad".- fui a comprar una botella, no recuerdo estar en un ascensor.
-Pues lo estabas.- aclaró Natalie poniendo los brazos en jarra.- Te vinimos a visitar después de clase, ayer te la pasaste sedada al parecer se paró y te desmayaste del miedo.
Me senté en la cama.- ¿Solo habéis venido vosotras?.- asintieron.
La verdad me sentía mal, siendo la mas popular del instituto que solo vinieran ellas me daba en lo más profundo de mi orgullo.
-Ahora debemos dejarte que tenemos una cita grupal con dos chicos del equipo de fútbol.- empezaron a dar saltitos.
Tranquilice mis impulsos de echarlas del cuarto ya que habían tenido la molestia de visitarme aunque sabía perfectamente que era solo una fachada para quedar bien.
Una hora después ya estaba con mi madre de camino a casa, los doctores solo me dijeron que había sido un desmayo sin importancia y que no debía darle más vueltas.
Nada más llegar a casa recibí el caluroso abrazo de mi padre.- Lo siento por no haberte ido a visitar pequeña se me dificultó por el trabajo.
-No pasa nada papá, lo entiendo.
Lo entendía perfectamente, era más importante el trabajo que su única hija estuviera en el hospital.
-Cariño ve a darte una ducha y relájate.- asentí a las órdenes de mi madre y subí al segundo piso no sin antes preguntarle algo.
-Mamá, ¿Taylor está en casa?.- negó con la cabeza
-Dijo que después de clase tenía unas cosas que hacer.- caminé hacia mi cuarto y me quite toda las prendas.
Agradecía con todo mi ser tener baño propio y preparé la ducha mientras me miraba al espejo. Siento ser tan narcisista pero era guapa, para que negarlo, como decía RM "Love yourself" y yo ese lema lo llevaba a raja tabla.
-Pero que cojones.- arrugué la frente y me acerqué mas al espejo.- ¿esto que es?.- toque mi cuello y vi un rasguño.- maldita sea.
Seguramente al desmayarme me di contra algo y de ahí el rasguño. Después de ducharme curé el rasguño con algo de algodón y alcohol.
Lo poco que quedaba de tarde me la pasé viendo algunas películas con mi madre ya que mi padre se había encerrado en su estudio. Tampoco pare de mandarle mensajes a Ally que ella veía y dejaba en visto. ¿Qué le pasaba?.
Ya a las doce de la noche estaba harta de tantas películas de amor y decidí irme ya que mañana empezaría de nuevo las clases para mi.
"Estaba en un pasillo oscuro, no había nadie o eso suponía yo. Escuche unos pasos que cada vez se hacían mas claros y pesados.
-¿Quien eres?.- no podía ver nada
-Soy tu peor pesadilla Scarlett.- esa "cosa" por llamarla de alguna forma se tiró encima de mí y sentí un solo horrible en mi cuello"
Desperté asustada mirando por inercia a todos lados. Había tenido una pesadilla. Toque mi frente llena de sudor.-Iugh.- agarre mi movil de la mesilla y mire la hora, seis de la mañana.
Otro día hubiera preferido decirle a mi madre que todavía me encontraba indispuesta y saltarme otro día de clases pero esta vez estaba temerosa de acostarme y tener otra vez esa pesadilla así que me levante y me dispuse a prepararme para el instituto.
Llevaba unos vaqueros ajustados y un jersey rosa de lana me mire como siempre en el espejo he hice una mueca de disgusto.
El rasguño seguía ahí y por mi color de piel se notaba más rojo. Agarre de mi tocador el corrector verde y el de mi color y los mezclé, daba gracias que Natalie me había enseñado este truco para ocultar ...ya saben que...lo tape un poco con mi pelo y ya estaba, ¡bravisimo!.
Recogí mi mochila del suelo y la chaqueta negra. Baje las escaleras al son de la música de mi móvil y esperé en la puerta a Taylor o a mi madre para que me llevaran.
Después de quince minutos nadie apareció, pero dos minutos después llegó alguien que me sorprendió.
-¿Papá?.- dio un beso en mi frente.-¿Qué haces aquí?
-Taylor tenía que irse más temprano y tú madre está dormida no quería despertarla no ha descansado muy bien.- seguí sus pasos hasta el coche y me puse en la parte de atrás.
Su comportamiento era extraña, no me malinterpreten papá era bueno dentro de lo que cabe pero llevaba tres años sin llevarme en su coche al instituto.
-¿Y que tal con Matthew?.- con todo esto de los chismes y engaños no había dicho que rompimos.- ¿Scarlett?.- tragué saliva.
-Yo..- no dejó ni tan si quiera que terminara la frase cuando empezó ha hablar.
-Scarlett sabes que los hombres tenemos nuestras necesidades.- le di una mirada de no entender lo que quería decir.- Ya sabes...- se hizo un silencio.- si él a hecho algo con otra mujer.- abrí los ojos de par en par. ¿Él sabía que Matthew estaba engañándome?.- tienes que perdonarlo ya llevan varías años juntos y no puede acabar por una tontería.
-Y porque es hijo de unos de tus accionistas.- susurré. Me miro por el espejo y alzo una ceja.
-¿Qué dijiste?.- vi como ya nos acercábamos al instituto.
-Qué yo no soy como mi madre y voy a perdonar la infidelidad de mi ex.- recálquele la palabra "ex".- No pienso dejar que me pisotee nadie.- hice el esfuerzo por abrir la puerta del coche pero estaba puesto el seguro.- Déjame salir.
-Haz lo que sea para volver con él si es necesario hasta ponte de rodillas, sabes que su padre es alguien importante.
-Esta bien padre.- quitó el seguro y salí del coche, mire como se iba el Mercedes de mi padre.- Ni en tus mejores sueños volveré con ese idiota.
En la entrada no vi a nadie especial y no iba a esperar ya que estaba haciendo frío.
Nada más entrar al pasillo vi a Ally que corría con un pie escayolado hacia mí.- ¡Scarlett!.- la vista de todos estaba sobre nosotras y al final del pasillo pude ver a Matthew, hablando del rey de Roma y a su lado a Rose que sonreía a su novio.
Ver esa sonrisa me produjo un fuerte pitido en mi cabeza, el abrazo de Ally no se hizo esperar pero en ese momento una imagen vino a mi.
Una bolsa de medicamentos.
Siento no publicar muy a menudo, disfruten! Atte: Mel
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