Gritos

Yoon había preparado un bonito gimbap para todos, lo había arreglado de una forma tan aniñado que esperaba ayudarles a entrar en su Little Space a Hobi y Kook.

Sin embargo, fue un gran problema cuando Hoseok no dejaba de preparar su próxima clase y se negaba a comer hasta terminar. La preocupación de Yoongi fue en aumento porque llevaba horas bailando en la clase de aquel día, no había comido nada y continuaba bailando en casa...

No lo pensó mucho, apagó la tele en la que estaba viendo la coreografía que iba a enseñar.

— ¡Te dije que me dieras un momento ! – gritó Hoseok molesto.

— ¡De eso hace media hora! Ahora ven y acompañanos a cenar algo – instruyó Yoongi.

— Puedes ser mas amable, ¿sabes? – siguió aún en un tono fuerte.

— ¡Oh! ¡¿En serio?! No sabía – le contestó el mayor sarcásticamente.

— ¡Tampoco tienes porqué ser un idiota!

— ¡La amabilidad tiene un límite cuando el idiota eres tú!

Los gritos siguiero y ninguno se dio cuenta de que estaban afectando a uno de sus novios.

Seok-min se había hecho un ovillo en la silla tapándose los oídos con las manos y repitiendo una y otra vez en un murmullo "Por favor no griten , por favor no griten..."

Solo Kook se había dado cuenta de esto, se disculpó un poco con Seok-min por lo que iba a hacer pero no había otra forma de hacer que ellos dos pararan.

— ¡PUEDEN CALLARSE LOS DOS! ¡MIREN A SEOK-MIN! – gritó con todas sus fuerzas para llamar la atención de ambos.

Seok-min había a comenzado a llorar, aunque ya nadie estaba gritando no apartó sus manos de sus oídos... Todo aquello le recordaba una sola cosa: su infancia. Sus padres solían gritarse y siempre le echaban la culpa...

— ¡Al niño le gustan las cosas rosas por tu culpa ! – gritaba su padre.

— ¡¿Mi culpa?! ¡Del lado de tu familia hay muchos raritos! ¡Si el niño me sale así, será culpa tuya! – solía contestar su madre.

Cuando quería alguna muñeca recibía un manotazo y ponían en su mano algún súper heroe... Si quería usar un moñito le cortaban en cabello... 

Los gritos también le recordaron la vez que lo encontraron abrazando a su mejor amigo durante la secundaria, le gustaba pero no se confesó nunca... Había sido un abrazo inocente pero a sus padres no les pareció que abrazara a otro hombre....

Le recordaban a la primera vez que entró a un centro de conversión. Los predicadores gritaban que estaba mal tener pensamientos lascivos hacia otros hombres, que era el demonio el que intentaba tentarlos y se irían al infierno si le hacían caso. Tuvo mucho miedo de sus palabras...

Le recordaba a los gritos de los chicos  que eran castigados por seguir amando a un hombre que conocieron en su estadía... Los azotes sonaban para después escuchar un grito ensordecedor suplicando que pararan, que serían mejores y dejarían de amar a cualquier hombre porque ahora sabían que estaba mal...

Recordó sus propios gritos al ser azotado varias veces en diferentes centros... Así que sí... Los gritos de cualquier tipo le daban mucho miedo...

Sintió las manos de alguien sobre las suyas y abrió los ojos de inmediato. Era Jungkook...

— Está bien, Minmin. Estás a salvo – le dijo  haciendo que retirara sus manos de sus orejas.

Kook pasó su mano por su cabello como una caricia y le dio un beso en la frente. Continuó diciendo que estaba a salvo y nadie le iba a hacer daño. Fue hasta ese momento que también se dio cuenta que había tenido un pequeño accidente...

Ahora tenía mucha vergüenza... Había manchado aquella silla y sus pantalones... Quiso llorar más.

Hobi se acercó a él... No... Seokie se había acercado a él.

— No preocupes, Minmin. Seokie siempe tiene accidentes... Nu pasa nada, Yoonie baña y pone pañalito – le había explicado el pequeño que también tenía los ojitos llenos de lágrimas.

Fue entonces que también volteó a ver a Yoon. Podía notar que intentaba no quebrarse... Solo por eso se atrevió a alzar los brazos, no se sentía pequeño pero tal vez no estaba de más intentarlo...

Yoon lo cargó en ese momento y lo acomodó. Le pidió a Seokie y Kook que fueran al sillón a esperar y no pelearan. Limpió la silla aún cargando a Minmin y después lo llevó al baño para darle un buen baño... Sin embargo, ahí tuvo otro problema pues no quería quitarse la playera.

— No pasa nada, Minmin. No importa lo que estés escondiendo, no lo diré hasta que tú estés listo y tampoco tienes que contarme lo que pasó – le aseguró Yoon para convencerlo.

Solo así dejó que le ayudara a quitar su ropa y meterlo a la bañera. Aunque fue difícil no mirar la espalda del menor Yoon no preguntó, no dijo nada... Seok-min seguía abrazando sus piernas incluso en la bañera y se recargó en sus rodillas.

— ¿Me disculpas por gritar? – preguntó mientras lavaba su espalda con mucho cuidado.

— Si... – dijo en voz muy bajita — ¿Puedo... Hoy... También ser... Pequeño?

— Sabes que si, cariño... Intenta relajarte... Que se vayan esos pensamientos, intenta pensar en cosas lindas. En cosas que te hubieran gustado cuando eras pequeño...

Ahí fue cuando se preguntó ¿qué le gustaría si pudiera volver ser pequeño en un buen ambiente como ahora...?

Y recordó algo... Una prenda que había comprado en secreto y logró llevarse a su nueva casa.

— ¿Puedo... Pijama... Rosa? – pidió y Yoon sonrió al ver que los ojitos se le iluminaban.

— De acuerdo, tu pijama rosita será – aseguró Yoon — ¿Quieres un chupete?

Minmin lo pensó de nuevo... ¿Le gustaría eso...?

— No sé... Pero... Si... Pañalito...

Min Yoongi estaba un poco mejor al ver que podía ayudar nuevamente pero... Ahora tenía la duda más grande del mundo...

¿Cómo se supone que cuidaría a tres mocosos solo?

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top