La primera historia tuya que nos llamó la atención y que destacamos fue La chica que solo podía ver el lado bueno de las personas. En ella una vecina que ejercía de bruja en los ratos libres, motivada por la envidia, condena a Dulce a que jamás desconfíe de nadie. ¿Cómo te imaginas que influiría esta maldición si a alguien le pasase lo mismo en nuestro mundo actual, dominado por la tecnología?

Sería un auténtico desastre. Por desgracia no se puede confiar a ciegas en las personas, cuanto menos no en todas, solo en un círculo muy pequeño. La vida te enseña a ser prudente y a no pecar de demasiado inocente. Opino que esta maldición sería peligrosa en cualquier época histórica, si bien con tanta publicidad engañosa y demás triquiñuelas que circulan por las redes sociales, hoy en día, alguien con esa lacra tendría sus días contados, claro.

¿En qué te inspiraste al escribirla?

Una buena amiga atravesaba un complicado proceso de separación y, un día, en una intensa conversación me dijo que ella tenía un serio problema: solo podía ver el lado bueno de las personas. Aquella frase encendió un interruptor en mi cabeza y enseguida imaginé una especie de cuento clásico o fábula que podría ilustrar su historia de forma alegórica. Redacté el primer capítulo, después el segundo y desde aquel día no he parado de escribir. Esa fue la historia con la que me inicié en este universo que me tiene abducida.

También nos sorprendió por su originalidad El Anverso del mundo, microrrelato ganador de nuestro quinto desafío. Solo diremos que el protagonista cae en una corriente ilógica que lo eleva hacia un cielo de verano. ¿De dónde surgió la idea?

El disparador decía que imaginaras que abrías una puerta e ibas a parar a un mundo fantástico... y justo eso hice yo. Cuando la escribí estaba en la playa, con lo que el tema del océano salió solo, aunque debo reconocer que en la mayoría de mis historias el agua tiene mucha importancia en las tramas, es algo que me apasiona. Como punto de partida me situé en una sensación, suelo empezar así todas mis historias, y me dejé llevar por ella pero dándole la vuelta a cualquier realidad posible y así es como nació este micro.

Tenemos que reconocer que nos emocionó muchísimo El laberinto de la desolación, el microrrelato con el que terminaste vencedora de nuestro sexto reto. Allí se dice que a quien supera el laberinto se le concede un deseo, ¿cuál sería el tuyo, Laura?

Pues situándonos en la intención del relato, el deseo es el de la superación. Para ser exactos, esa historia cuenta el viaje hacia la superación del dolor por la inminente pérdida de alguien amado. Si eres de los optimistas, como yo, el final te lleva a pensar que ese alguien que padece se va a salvar, aunque otra visión podría ser la de la propia superación de la pérdida, por amarga que esta sea. Este micro lo escribí en el coche de viaje por tierras cántabras, evocadoras por naturaleza, y con la noticia real de que alguien cercano estaba muy enfermo. Es un texto fantástico que tras ese viaje épico esconde un padecimiento real. Pero dejando atrás tanta tristeza... ¿cuál sería mi deseo? Pues está claro, el de superarme, crecer, aprender y tratar de flotar siempre por encima de las adversidades en busca de la felicidad de mis seres queridos y de la mía propia. Creo que no puede haber un deseo mejor.

En Ondina, que va de la relación entre esta criatura y un humano, nos dejaste con millones de preguntas al llegar al final y con un poco de resquemor, todo hay que decirlo. ¿Qué opinas de ese tipo de amores en el que para estar juntos un miembro de la pareja debe abandonarlo todo?

Opino que como relaciones amorosas están abocadas al desastre, por supuesto. Pero, aunque sea triste, en realidad todos conocemos parejas y "amistades falsas" que se comportan así en nuestro entorno. Hay personas muy absorbentes, intransigentes y tiranas capaces de someter con malentendidos lazos amorosos a los que se les acercan. Yo no podría soportarlo, para mí la base del amor debe ser la generosidad por el bien del otro, si no ni es amor ni es nada. De todas formas, el final de este relato está un tanto abierto a que cada uno lo cierre a su gusto...¡o a su disgusto!

Nos encantaron, también, tus obras LGBTQ. Tanto El Café del Gato Pardo, donde Finn y Leo inician una relación gracias a su amor por los mininos, como La X de Alejandro, en la que dos amigos se reencuentran después de muchos años y les cambia la vida. ¿Qué fue lo que supuso un desafío para ti en cada una de ellas?

En El Café del Gato Pardo  el máximo desafío fue armar una historia cuyos ingredientes fueran tan ricos que, aunque el final fuera muy previsible, todo ese envoltorio consiguiera aportar el valor añadido y el suficiente carisma como para compensar la falta de sorpresa en el desenlace. Partía de un disparador aportado por las bases del concurso que definía el final, así que volqué todo mi esfuerzo en crear una ambientación peculiar, envolvente, y unos personajes muy definidos y entrañables donde disfrutaras ya del color, la textura y la forma del paquete a sabiendas de que era una caja de bombones.

En La X de Alejandro me desafié a mí misma por completo porque es mi primera novela y a través de su escritura es como he ido aprendiendo a redactar. Con ella aprendí a planificar, a ser constante, a resolver problemas con las tramas, a dibujar personajes... Pero es que lo disfruté tanto y tengo unos lectores tan fieles y maravillosos que hasta en ese desafío me he sentido siempre tan arropada que no puedo sentirme más plena con la experiencia.

Respecto a que ambas sean historias con relaciones LGBTQ no me ha supuesto un reto añadido. Yo me enamoro de mis historias de amor, valga la redundancia, pero si los personajes y sus conflictos me conquistan, me da igual el género. Te confieso que siento debilidad por los amores complicados, a fuego lento, prohibidos y creo que mis historias lo suelen reflejar.

¿Consideras que la homofobia hoy en día es un problema que no se ha erradicado? Si la respuesta es afirmativa nos gustaría saber por qué.

Lamento decir que no se ha erradicado. Por fortuna, cada vez hay más respeto, tolerancia e inclusión en el mundo, pero siento que aún hay mucho camino por recorrer, así que si a través de mis historias puedo aportar un granito de arena en pro de derrumbar esas barreras, me sentiré más que feliz. Ya habrás visto que mi máximo deseo es conseguir esa felicidad, creo que es el mejor estado al que puede aspirar un ser humano en su corta existencia, así que si alguien es feliz amando a quien sea ¿quiénes somos los demás para privarle de esa felicidad?

En la descripción de tu perfil dices que tu abuela María te contagió su amor por la lectura. ¿Qué otros valores crees que te transmitió?

Quisiera pensar que el noventa por cien de lo que soy ahora es fruto de los valores que ella me transmitió. Yo la adoraba, ella tenía todo lo que yo quisiera que los demás vieran en mí. Era una mujer de mente abierta, moderna y con un gran sentido del humor. Era impensable estar a su lado y no reírte. Adoraba a la familia, era trabajadora, siempre tenía el refrán adecuado para cada situación y estaba dotada de una suspicacia envidiable. A veces nos decía: "esa/e no me hace nada de gracia" y nosotros le respondíamos que ya estaba con sus manías incomprensibles cuando esa/e se veía tan normal... Pues siempre acababa teniendo razón y el/la susodicho/a acababa saliendo rana. Como veis era imposible no quererla.

¿Dentro de qué género disfrutas más escribiendo?

Yo soy la loca de los géneros. Me encanta retarme y probar cosas nuevas, pero igual que la cabra tira al monte, yo siempre vuelvo a la fantasía salpicada con romance. No entiendo una obra sin una relación emotiva en ella, eso sí, tanto para leerla como para escribirla, y como mi cabeza es muy imaginativa, en los mundos fantásticos es donde más libre me siento. El suspense, misterio y terror son géneros que se me resisten porque soy demasiado miedosa, aunque yo nunca digo que de esas aguas no beberé. Y como podrás ver, para reforzar la respuesta anterior acabo de colar dos refranes en esta.

Cuéntanos cuáles son tus proyectos para lo que resta del 2021 y para el 2022. Siéntete libre de hacer todo el spam que desees.

Ahora mismo estoy con la resaca de haber acabado mi segunda novela, El Príncipe Bengalí. La redacté en el verano de 2019 como una participación breve de tres capítulos para un concurso del perfil de Romance de Wattpad y, un tiempo después, decidí continuarla. En su momento le di un final abierto que hizo que mis lectores pensaran en matarme, y yo, con tal de evitar mi muerte, no tuve más remedio que ponerme manos a la obra en esa continuación ;-)

De corazón te diré que es una obra que me ha hecho sudar tinta. El trabajo de documentación es apasionante, pero duro a la vez. Además, yo soy muy cabezota y, si empiezo algo, debo acabarlo y de la mejor manera posible. Así es como redactar esta historia ambientada en 1867 entre Calcuta, Bombay, Suez, Londres, París y Edimburgo ha hecho que me explote la cabeza en más de una ocasión. Me metí en un jardín muy frondoso, pero quiero pensar que he salido airosa, cuanto menos mis lectores me han perdonado la vida y ya puedo respirar tranquila.

Para el 2022 me espera la publicación de mi primera novela La X de Alejandro  a manos de una editorial, con lo que estoy deseando continuar con mi proceso de aprendizaje en este campo de correcciones, maquetaciones, etc. Me siento muy afortunada por adentrarme en este terreno agarrada de una mano tan profesional. Es toda una aventura para mí.

Y, por supuesto, empezaré a redactar algo nuevo en breve. Ahora que me he dejado devorar por el gusanillo de la escritura ya no tengo escapatoria y algo me dice que mi nuevo proyecto formará parte de la fantasía, sí o sí. Porque es lo que me gusta, me apetece y lo que me pide el cuerpo, ya está, ya lo he dicho ;-)

Felicitaciones, Laura, porque pronto veremos publicada La X de Alejandro  por la Editorial Selecta del grupo Penguin Random House.

Infinitas gracias por haberme considerado la autora destacada de este mes en el perfil que me vio nacer. Este detalle me hace flotar en una nube y me llena de energías para seguir aprendiendo y trabajando duro. Me habéis hecho muy feliz y ya sabéis que para mí no hay nada mejor.

El honor siempre es nuestro.

Te invitamos a que visites el perfil de Lauradadacuentista y que te maravilles con sus historias.