CAPÍTULO 6- "Presente"
CAPÍTULO 6
"Presente"
Si de sorpresas se trata, ésta definitivamente lo era. Ni en un millón de años me hubiese imaginado que apareciera en mi puerta, pero aquí estaba, y ya no sabía si eso era algo bueno o malo.
─Wow. Esto... Esto... Bueno, estoy sin palabras.
─Sé que dije que avisaría antes de venir pero quise darte una sorpresa y creo que lo logré ¿verdad?
─Pues... sí. De hecho estoy bastante sorprendida Sally.
Realmente me había quedado sin palabras. Con todo lo que estaba pasando en mi vida, me había olvidado por completo de que Sally vendría en las vacaciones. De verdad soy una mala amiga, porque lo peor de todo es que ella ni siquiera sabe por todas las cosas que tuve que pasar durante el año pasado. ¿Cómo iba a hacer para explicarle que un espíritu se había adueñado del cuerpo de mi novio? Era indudable que me tomaría por loca. O quizás debía mantener la fe en que ella entendería cuando se lo contara todo, porque al fin y al cabo ella era mi amiga, y las amigas deben apoyarse incluso si una de ellas está complementa loca, ¿verdad? Bueno, quizás ya estoy loca por solo pensar eso. Lo cierto era que no podía seguir mi amistad con Sally sin decirle la verdad. Ocultarle cosas terminaría alejándonos mucho más que solo la distancia que separaban a Black River de Atlanta.
─Perdona Sally. Soy la peor anfitriona de todas. Por favor pasa. Siéntete como en tu casa.
Sally llevaba dos maletas enormes consigo. Eso era algo que ambas teníamos en común. Nunca sabíamos cuánto era suficiente cuando se trataba de ropa. Al menos así era antes de que todo cambiara con el accidente.
─¿Quieres algo de comer o de tomar? O creo que será mejor si te llevo a tu habitación así comiences a instalarte y descanses un poco. Creo que eso sería lo mejor o...
─Lya, para un poco. Deja que Sally decida. Por cierto, mucho gusto. Soy Lenny.
─¿Lenny? ─preguntó Sally un poco confundida.
─Lenice Emory. Lenny es mi sobrenombre.
─Pues, mucho gusto Lenny. Galya no me contó nada de ti. ─Rayos. Sally estaba molesta. No podía culparla. No la tuve al tanto de mi vida en Black River, y sé que ella mantuvo su distancia para no incomodarme, probablemente a la espera de que yo decidiera contarle lo que sucedía conmigo. Cosa que no pasó. Ahora que lo pensaba bien, yo era la culpable de que ambas nos alejáramos, pero también sabía que no lo había hecho de manera consciente.
─En realidad es mi culpa Sally. Debí haberte contado hace tiempo de Lenny. Y también muchas otras cosas sucedieron y están sucediendo con mi vida. A decir verdad, no supe encontrar el momento. Todo lo que me estaba pasando me llevó por caminos que hicieron que nos separáramos y lo lamento muchísimo Sally. ─Llegado a ese momento yo ya era un mar de lágrimas. Estaba sumamente apenada por haber arriesgado mi amistad con Sally, y ahora solo esperaba que ella lograse entender por lo que yo estaba pasando.
─Yo... ─Pude ver cómo sus ojos comenzaban a llenarse de lágrima, y supe que Sally había comprendido por qué actué cómo actué. Ella no necesitó más palabras, porque llenó su silencio con un abrazo que eliminó todas las distancias que nos separaron durante estos largos meses─. No puedo creer que ambas estemos llorando. No pensé que fuésemos tan blandas.
Una pequeña sonrisa apareció en su rostro y eso hizo que las dos pudiéramos relajarnos. El ambiente cambió radicalmente, para mejor.
─Sé que debimos tener esta charla hace mucho, pero...
─No tienes por qué explicarme nada Galya. Eres mi amiga y no importa qué haya sucedido, eso quedó atrás. Lo que importa es que ahora estamos juntas de nuevo. Podemos retomar nuestra amistad donde quedó, o tal vez retomar no sea la palabra correcta porque nuestra amistad nunca se cortó.
Sally estaba en lo cierto. A pesar de todas mis dudas, en mi corazón ella seguía siendo la amiga incondicional de siempre, y ahora yo tenía que corresponderle de la manera en la que ella se lo merecía.
─Bien. Ya que hemos dejado de llorar te mostraré tu habitación.
Le indiqué a Sally que me siguiera por las escaleras. Mientras íbamos subiendo podía escuchar que Lenny y ella cuchicheaban, lo cual para mí era reconfortante. Que ellas se llevaran bien era todo lo que quería, y de verdad esperaba que así fuera.
─Sally, esta será tu nueva habitación. ─Abrí la puerta lentamente, a sabiendas que estaría inmunda. Como Sally no me había avisado que vendría no preocupé por limpiarla. Grave error─. Pero... Todavía no está lista así que esta noche dormirás en mi habitación, ¿te parece? ─Era la única opción que me quedaba. No permitiría que Sally durmiera en semejante suciedad.
─Ohhh, está bien ─respondió insegura─. ¿Sabes que me doy cuenta cuando estás mintiendo verdad?
Cierto. Había olvidado por completo que Sally sabía que mentir se me daba fatal.
─La verdad es que no te esperaba tan pronto amiga. Dijiste que avisarías antes de venir, entonces no me preocupé por la limpiar la habitación.
─Eso no es problema Lya. Seguro que podré... ─Sally se abrió paso en la habitación y contempló el desastre que allí había─... pues, esto necesitará unos días para quedar bien, pero lo lograremos.
Las tres nos reímos porque lo que dijo Sally era verdad. La habitación sí era un completo desastre, o mucho peor que eso. Habían cajas y cajas, polvo por doquier, telas de araña, la cama había desaparecido por todas las cosas que habían encima de ella. Era evidente que no sería un trabajo de uno o dos días, aunque quizás, si trabajáramos todas juntas podríamos lograrlo en menos tiempo.
─Oye, no tienes que preocuparte Lya. Todavía es de mañana. Tenemos todo el día para ocuparnos de limpiar la habitación. Estoy segura de que terminaremos antes de que anochezca si todas colaboramos.
Miré a Lenny y ella asintió al instante, por lo que acepté la propuesta de Sally. Dejamos sus maletas en mi habitación y nos pusimos manos a la obra. Entre las tres nos pusimos a sacar la gran cantidad de cajas que había, y nos sorprendimos cuando en ellas encontramos juguetes, ropa de bebé, álbumes de fotos, cartas, e incluso lo que parecía ser un testamento. Todas estas cosas formaban parte del rompecabezas de la vida Lucas. En algún momento hubiese estado deseosa por ver todo eso, pero ahora, después de lo que había pasado, después de lo que le había hecho a Josh, estaba segura de que no quería volver a tener nada que ver con él. Lo único que podía darme era algo que ni él ni nadie podían regresarme, y ese era Josh.
Continuamos limpiando hasta que se hizo de noche. En el medio paramos un par de horas para comer y tomar algo. No conversamos demasiado, solo lo suficiente para contarle a Sally que la ciudad no era muy grande pero que habían algunos lugares donde podíamos divertirnos.
Casi eran las siete de la tarde cuando Johnny llegó. Había pasado casi todo el día fuera, pero no me molesté en llamarlo para preguntarle por qué no había venido a almorzar. De todos modos se disculpó trayendo consigo hamburguesas, papas y gaseosas. Todas nos disponíamos a comer cuando Johnny nos interrumpió.
─Emmm, no quiero sonar aguafiestas pero.... Tú eres nueva. ─Johnny señaló a Sally y todas comenzamos a reírnos.
─Johnny lo siento. Olvidé decirte que Sally había llegado. Ella es una de mis mejores amigas, y vino de visita desde Atlanta.
─Wow, eso es genial. Podrías haberme avisado que vendría y le habríamos dado una bienvenida apropiada.
─Fue mi culpa señor Hart. Galya no sabía que vendría. De hecho, quería sorprenderla. Lo lamento. ─Sally se veía apenada.
─¿Tan viejo me veo? Este es el momento en el que empiezo a preguntarme si esas malditas canas comienzan a notarse. ─Todas reímos con la broma de Johnny─. Por favor Sally, solo dime Johnny. Apenas le llevo diez años a Lya. De hecho, podría ser mi hermana.
─Ja ja ja, ya quisieras tener una hermana tan cool como yo Johnny. ─Johnny rió y yo también.
─Ten un poco de respeto por este pobre viejo Lya. Ahora vayan a dormir que se hace tarde. Y por cierto Sally, me alegra que hayas venido a visitar a Lya.
Johnny trataba de comportarse como si fuese mi padre. Podía darme cuenta que intentaba aparentar ser una figura paterna, tal vez porque estaba Sally y él sabía que ella formaba parte de mi pasado, y que por ende conoció a mi padre. Entendía que de cierta manera intentara parecerse a él, probablemente para demostrarle que él también estaba capacitado para criarme.
Las tres subimos hasta mi habitación. Con nosotras allí, la habitación al fin parecía estar llena. Nunca me había dado cuenta de las verdaderas proporciones que tenía, era bastante grande para ser ocupada por una sola persona, casi demasiado solitario si lo pienso bien.
─No sé si es una buena idea pero ¿qué les parece si hoy dormimos todas aquí? Haremos una especie de pijamada ─propuso Lenny. De hecho no me parecía una mala idea, pero todo dependía de lo que Sally quisiera. Ella era la invitada así que haría lo que ella decidiera.
─¿Qué opinas Sally? ¿Te parece una buena idea? ─pregunté expectante.
─A decir verdad, creo que es la mejor forma de pasar la noche que se les podría haber ocurrido. ¡Hagámoslo!
El entusiasmo de Sally nos contagió de inmediato. Trajimos a cuestas el colchón de la habitación de Lenny, algunas frazadas, y ordenamos pizza. Hacía mucho que no tenía una noche de chicas, o mejor dicho, una noche normal, siendo una adolescente normal. Decidí que lo mejor sería disfrutar esta noche y no pensar en el pasado, no pensar en el futuro. Solo mantener mi cabeza en el presente, aferrándome a una paz que se me escapaba de los dedos al tiempo que los minutos pasaban. Pero aun así, una paz momentánea.
Les pido disculpas por no poder actualizar seguido, y les agradezco con todo mi corazón por no abandonar mi historia. También los invito a unirse a mi página personal de facebook y a las páginas de mis novelas, los links están en mi perfil de wattpad y sería de mucha ayuda contar con su apoyo. ¡Los quiero!
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