CAPÍTULO 3- "Confusión"

CAPÍTULO 3

"Confusión"

Corrí. Corrí porque no sabía qué otra cosa hacer. Me faltaba el aliento pero no paré. No paré incluso cuando escuché que él gritaba mi nombre. No paré porque si paraba sabía que enloquecería. Todo era demasiado. Lentamente iba superando mi capacidad de entendimiento. Sabía que había visto cosas que para cualquier ser humano sería imposible de creer, pero saber que Lucas estaba en el cuerpo de Josh no era algo para lo que estaba preparada.

Continué corriendo hasta que me di cuenta de que me había metido en un callejón sin salida. Francamente no me importaba. Me apoyé en la pared y poco a poco me fui deslizando hasta quedar sentada en el frío y sucio piso. Me encogí hasta quedar en posición fetal. Abrazándome tan fuerte que incluso la intensidad del frío no lograba penetrarme porque tanto mi cabeza como mi cuerpo se habían ido a otro lugar. Un lugar oscuro y confuso, donde mis pensamientos estaban tan alborotados, tan profunda y completamente alterados por lo que había descubierto. Él había regresado. Regresado en un cuerpo que no le pertenecía. Usurpando el cuerpo de alguien que me amaba, pretendiendo ser él ante los ojos de todos los demás. Pero no conmigo, porque sabía que tarde o temprano lo sabría. Tarde o temprano descubriría la traición de la que ahora era objeto. Él lo sabía.

Aun así, no tenía idea qué quería lograr ocupando el cuerpo de Joshua. ¿Cuál era el motivo por el cual lo había hecho? ¿Qué buscaba? Ahora que sabía la verdad lo único que deseaba era que el verdadero Josh, mi amor, regresara. Pero no podía ser tan ingenua, Josh se había ido. Él había muerto y ahora Lucas ocupaba su lugar. Con todos esos pensamientos en mi mente un vacío se abrió paso en mi pecho hundiéndome lentamente. Había permitido que el amor llegara a mi vida y ahora el destino, el cielo o quien fuera que estuviese a cargo de arruinarme la vida, se llevaba la otra mitad de mi corazón que había logrado revivir después de perder a mis padres.

Mientras me debatía en una crisis personal de la que no podía salir, la pequeña parte consciente de mi cerebro que quedaba activaba, me hizo reaccionar. Alguien se acercaba. Podía escuchar pasos y aun así, seguía acurrucada, inmóvil. Los pasos se intensificaban y ahora se agregaba una voz que me llamaba. Podía escuchar mi nombre con claridad aunque mi mente fuese un torbellino.

─¡Galya! ¡¡¡Galya!!! ─Era un grito lleno de desesperación, y en esa desesperación pude reconocer que se trataba de Johnny. Pero mi cuerpo seguía sin reacción─. Galya, ¡por favor! ¡Responde! ─No sé qué era lo que Johnny me había dicho. No sabía qué debía responder. Me quedé tal cual como había estado durante... Ni siquiera sabía cuánto tiempo había estado así, pero mientras Johnny me levantaba en sus brazos, apoyé mi cabeza en su pecho y cerré mis ojos. Me zambullí en la neblina de mi mente, tratando de desenmarañar el conflicto intenso que sentía. Comencé a irme lenta y profundamente, abrigándome del calor que emanaba el cuerpo de Johnny. Al fin, todo estaba calmo, todo había vuelto a su lugar.

Pero nada dura para siempre. Desperté en mi habitación sintiéndome confundida y con la cabeza dándome vueltas. Nunca antes me había emborrachado pero estaba segura de que así debía de sentirse. Un dolor punzante quemaba mi cerebro y lo único que podía hacer fue gritar. Gritar a viva voz y con la poca fuerza que me quedaba. No discernía bien qué o a quién le gritaba, mi consciencia era poca e inconstante. De todos modos grité, tal vez como una forma de expulsar la confusión que albergaba. De repente, el calor de unos brazos me rodeaba, y caí en la cuenta de que otra vez Johnny había venido a mi rescate. Yo gritaba frenéticamente pero él no me soltaba. Yo trataba de zafarme de su agarre pero él me sostenía con tanta fuerza que me era absolutamente imposible. Aun así seguí intentando que me soltara, y seguí hasta que la poca reserva de fuerza que tenía me abandonó. Dejé que el calor de los brazos de Johnny me contuviese. Comencé a llorar como tantas otras veces. Esta vez no supe cómo iba a superar la pérdida de Josh. No sabía cómo podría ponerme nuevamente en pie. ¿Por qué cada vez que pensaba que mi vida estaba tomando el rumbo que necesitaba todo se descalabraba tirando lo poco que había logrado construir? ¿Por qué toda persona buena que tenía a mi alrededor tenía que morir?

Ahora solo me quedaban Johnny y Lenny. Las dos únicas personas en quienes podía apoyarme para superar esta nueva pérdida. A la única que podía contarle que Josh había muerto y que ahora Lucas estaba en su cuerpo era a Lenny. Solo a ella. Contarle a Johnny sería demasiado, no sabía si él podría asimilar algo así. No quería ni podía arriesgarme.

Poco a poco dejé de llorar. Miré a Johnny y su expresiónera de preocupación. Yo no dejaba de ponerlo en situaciones en donde tenía quepreocuparse por mi salud mental. Ahora tendría que actuar el mejor papel de mivida y mentirle descaradamente para encubrir lo que en realidad me pasaba. 

─Perdón ─susurré, tratando de evitar que algún sollozo se escapara─. No sé qué me pasó. Yo... Yo... Creo que fue demasiado Johnny.

─¿A qué te refieres Lya? ¿Qué fue demasiado? ─Claramente Johnny estaba desconcertado. No podía culparlo.

─Me refiero a que fue laprimera navidad que pasé sin mis padres y yo... Yo simplemente no lo pudemanejar. ─Rápidamente bajé la mirada. No quería que Johnny viese a través mío. Porque en los últimos meses él había llegado a conocer la peor parte de mí, quizás mucho más que la mejor, y era precisamente por eso que sabía que notaría si le estaba mintiendo.

Jonny me miró todavía más desconcertado de lo que estaba. Yo bajé nuevamente la mirada, rogando que me creyera.

─Tienes razón Galya. Lo siento. De verdad lo siento.

Miré a Johnny y sus ojos se habían puesto un poco rojos, juntando las lágrimas que no quería soltar. Me había creído. Y eso solo hacía que me sintiera culpable. Pero ahora no podía lamentarme por mentirle. Ahora tenía que luchar con otro fantasma. Un fantasma que me había acechado previamente y que me había hecho trizas.

Un nuevo round se avecinaba en mi vida. El fantasma de la pérdida quería dejarme tendida en elsuelo y, realmente, no estaba segura de si esta vez, se lo permitiría.


Bueno, después de muchooooooo tiempo puedo actualizar, y por eso, quiero pedirles MIL DISCULPAS. Mis obligaciones con la universidad me mantienen muy ocupada y es por eso que no puedo escribir tanto como quisiera. Aquí les dejo un nuevo capítulo, el cual espero les guste y disfruten.

PD: quisiera pedirles un pequeño favor. Si les gustan mis historias síganme en mis páginas de Facebook y dénme su apoyo. Se los agradecería muchísimo!!! Los links de mis páginas están en mi perfil de wattpad.

¡Los quiero!



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