6.- POR UNA CHICA QUE SABÍA DEMASIADO
-BLAINE-
Hace una semana pensaba en que quería matar a Kurt Hummel... Ahora pienso que es mi aliado.
Aún siento, algo inexplicable cuando estoy con él, ya no es como los primeros días... Simplemente ya no es como antes.
-No entiendo... ¿Como es que dejaste a Jason sólo?
-Kurt... Él me aventó dijo que volvería... Él dijo que nos encontraría.
-Y si le hace algo... ¿Como vas a responder? ¿Qué vamos a hacer si no tenemos a Jason? Era el único que nos tenía acordé... Era el único que tenía un plan.
-Kurt... Ahora tenemos que trabajar por nuestra cuenta. Yo no pensaba que Jason me dejaría tirado en la carretera.
-Es... ¡Es inútil Blaine! ¿Como pudiste dejarlo ir? ¡Él era mi única esperanza y ahora por tú culpa se ha ido!
-Kurt... Yo también quiero encontrarlos a todos, pero tenemos que tranquilizarnos.
-Es inútil ¿Cuantas veces nos ha amenazado? Les hará algo y necesitamos encontrarlos antes de que les haga algo, por favor Blaine.
-Bueno... Entonces dime ¿Qué vamos a hacer?
Se acerca al auto dónde está Elliot dormido, se ha cansado de tantas vueltas que hemos dado por Ohio, cuando los encontré llendo al Kessler los detuve en seco, y prácticamente desde ese momento no hemos parado de conducir llevamos toda la noche haciéndolo. Al igual que Elliot, Kurt tambien está cansado, y a decir verdad yo también, pero no quiero volver a la casa de Jason ni ir a la casa de Kurt... Bueno a decir verdad ya en ningún lugar estamos seguros, así estemos en lo más escondido del estado el nos encontrará, a veces pienso que tenemos un GPS incrustado en la piel. Qué por eso logra saber dónde estamos todos y cada uno de nosotros, pero Jason no quiso creerme. Cuando Kurt regresa trae consigo una caja negra con un moño.
-¿Qué es eso?- le pregunto.
-Ya lo verás.- se lo lleva y lo pone en el cofre de la camioneta y lo destapa.
El bonito regalo se ha convertido en un tablero de juego, solo que este es muy peculiar. Bastante, es como un juego personalizado que solo un loco estaría dispuesto a hacer.
-¿Esa es mi casa...?- le digo a Kurt. Pero él se queda callado. Hasta que después de unos minutos de apreciar la maravillosa maqueta, dice:
-Si, y no solo eso, sí no también la casa de Scott, la mía, según tus coordenadas de noche supuse que esa casa era la de Sebastian. Todo está aquí... -dice Kurt señalando el tablero.
-Tambien está el Kessler destruido.
-Si... Ese también.
Realmente es impresionante. Como todo está en un pequeño pedazo de madera.
-Entonces -K ¿Quiere que juguemos?
-Si... Pero yo no quiero hacerlo, creo que hay otra manera, realmente creo que la hay.- en esos momentos pensaba que realmente Kurt tenía razón, podemos encontrarlos jugando otro juego.
-Bueno si crees tú, que hay otra manera hagámoslo a la tuya. Yo estoy contigo en lo que tú hagas.
-¿Qué hacemos primero?
-Pensé que tenías un plan... -le digo mirándolo de reojo, no podía quitar la vista del tablero. Realmente era algo impresionante.
-Realmente no tengo ninguno, pero por ahora sólo quiero descansar un momento.
-Vamos a mi casa... Digo... ¿Quieres volver a la casa de Jason?
-Si las personas o la persona que les disparo está cerca, lo único más probable es que vaya a la casa de Jason... ¿No lo crees?
-Kurt... -escucho un gemido proveniente del auto pequeño en el que venían.
-¿Qué pasa?-dice Kurt girandose para quedar a la dirección del coche.
Elliot le hace una señal, y este se acerca a él. Empiezan a hablar, estoy seguro de que ahora ya que no está Jason dictando órdenes será Elliot quien nos diga que hacer. No es un tipo malo... Pero no confío mucho en él. En el único que confío ahora, y solo un poco es en Kurt. Pero ¿Como sé que no me miente? En la primera oportunidad que tenga hablaré bien con él. A solas, sin Elliot. Sin alguien que nos pueda interrumpir.
El castaño deja de hablar con su amigo y se dirige de nuevo a mi.
-Elliot dice que vayamos a tu casa que ahí estaremos seguros, y si, yo también creo eso.
-¿Sabes cómo llegar? Tal vez cuatro meses en el infierno pueden ayudarte a perder la memoria.
-Si... Sí se llegar. -mi comentario lo ha hecho enojar, no me importa me gusta que se enoje, que se ponga rojo y no sepa que decirme, tal vez le hierve la sangre. Es como un niño pequeño al cual han acusado de una mentira. Es gracioso verlo actuar como tal.
-Ve con cuidado, si necesitas algo llámame.-le digo antes de que abra la puerta de su auto. Y se suba aventando humo de las orejas.
El castaño solo asiente un poco y se mete, habla con Elliot se prepara y enciende el automóvil, los dos se me quedan mirando y ya se, yo debo ir primero para guiarlos.
Me meto a la camioneta y la enciendo enseguida. Nunca pensé que conduciría una camioneta, estoy acostumbrado a él auto de Cooper.
El tiempo se ha pasado enseguida, tal vez en una autopista sola y llena de árboles a los laterales hagan que el tiempo pase más rapido, tan rápido que no me he había percatado de que Kurt ya me había rebasado. Tal vez iba tan lento, como iba algunas veces Jeremiah. Cuando salía con él. Era tan lento y ponía en el reproductor canciones que hacían dormir a cualquiera. Hasta mamá lo decía. Tiene gustos por la música, muy refinados. Los contrarios a los que tiene Cooper. Por eso algunas veces nos burlabamos de Jeremiah, tenía los mismos gustos que la abuela. Papá siempre nos contaba de la música que lo obligaba a escuchar, la extraño, la extraño ver en mis sueños.
También extraño a mis hermanos. Los extraño mucho y no puedo ser capaz de pensar en que les estará haciendo el tal -K.
Ahora que lo recuerdo. No le he llamado a mi madre, debe estar preocupada por mi. Siempre llama al teléfono de casa y ahora que no hay nadie, debe haber mil llamadas, ni siquiera he llamado a Tren. Y hace dos días solo me salí de su casa como si nada. Genial ahora me siento la peor persona.
El coche blanco empieza a pararse de a poco y eso me pone alerta, que ha pasado... ¿Kurt se quedó dormido o algo así? Tal vez solo se paró a atender una llamada. Cuál quiera que sea la situación tengo que pararme a atenderla.
Salgo de la camioneta, giro mi cabeza a un lado y después al otro para asegurarme de que no hay nadie, pero es inútil por lo menos en la autopista no hay nadie, pero puede que en el bosque allá alguien que nos este esperando para hacer su primer movimiento. Con -K en los bosques es difícil saber cuál será su próximo movimiento.
Me subo de nuevo a la camioneta y la pongo del lado izquierdo del auto de Kurt, si hay alguien armado del lado izquierdo del bosque, por lo menos la camioneta servirá de escudo y no le dará al ojiazul.
Me paso al asiento del copiloto y bajo la ventanilla para poder hablarle a Kurt, cuando yo lo hago el hace lo mismo.
-¿Qué ha pasado?- le digo algo preocupado, pero no solo yo estoy así, si no también ellos dos. Tienen cara de haber visto a un fantasma.- Kurt... ¿Qué sucede?
- -K... -respira agitadamente como si lo hubieran hecho hacer una maratón.
- -K... ¿Qué Kurt? ¿Qué tiene?... -Le insisto pero el chico se ha quedado helado.- Elliot... ¿Qué pasó?
- -K... Nos amenazó...
-¿Con qué?... Elliot, ¿Con que los amenazó?, ¿Qué pasó?
Ninguno de los chicos reacciona, es una mala idea el gritarles, pero ahora me han puesto más nervioso a mi.
-¡Dime por favor! ¿Que ha pasado?
Elliot toma el celular de Kurt de sus manos y me lo entrega tambaleando.
ID DESCONOCIDO:
QUE HARÁS SI SEBASTIAN MUERE...
ME ENCANTARÍA DESCUBRIRLO.
BESOS.
-K
Lo único que se me ocurre hacer es apretar el antebrazo del asiento. K sabe dónde golpear para que causar dolor. De eso no tengo ni la menor duda.
-Subanse a la camioneta. Nos vamos ahora.
Tomó a Kurt de los brazos y lo ayudo a subir, mientras que Elliot se baja del auto y toma el asiento del piloto.
-Cuida a Kurt, yo manejare, solo dime hacia donde.
-De acuerdo.
Tomó a Kurt y lo acerco a mi pecho.
-Tranquilo Kurt, él no le hará daño, te lo prometo.
Por un momento siento que es mi culpa... Sí no hubiera tenido todo ese odio hacia los Hummel, ese odio que me hizo cometer esa estupidez, tan solo si esa noche del cementerio, no hubiera tenido tanto enojo acumulado, creo que Sebastian no estaría en la situación de ahora y sería más fácil recuperar a Scott y a mis hermanos.
-Solo quiero llegar y tomarme un baño, muy caliente. -me dice al fin Kurt, antes de quedarse completamente dormido. Después de un tiempo. Dejo a Kurt acurrucado en el asiento, siento dejarlo, pero tengo que ir a ver a Elliot.
-¿Voy bien?-me pregunta, se le ha pasado lo preocupado ya tiene la cara igual ha vuelto a su color natural.
-Si... ¿Cómo sabes el camino a mi casa? ¿A caso -K no es mi único acosador?
-Eres un idiota Blaine Anderson.
Empieza a reír un poco, me le quedó viendo un momento y noto como sus manos en el volante empiezan a temblar.
-Lamento lo de Daniel... -la respuesta de cómo sabe el camino a mi casa puede esperar.
-No fue tu culpa... Es solo que si Kurt no hubiera salido de casa... El estaría aquí con nosotros. Él no sabe dónde está, debe tener miedo. Aún que no lo creo es una persona valiente, muy valiente a decir verdad.
-Si... Estoy seguro de que lo era.
-¿Por qué lo dice si no lo conocías? -pregunta Elliot sin despegar la vista del camino.
-Por la forma en la que hablas de él. Te gusta... Lo he notado.
-Me gusta desde que lo conocí... Fue amor a primera vista.
-Algo así me pasó a mí... Con Kurt...
-¿En serio?, ¿Como lo conociste?
-¿Tu y Jason no lo vigilaban las 24 horas del día?
-No... Yo no...
-Bueno... Aún hay cosas que no puedo confiarte... Así que solo espera un momento ya llegará el momento de que te tenga confianza
-De acuerdo... Y solo quiero que sepas que yo no soy el enemigo...
-Aun no se... Pero la idea no suena descabellada.
-Entonces piensa lo que quieras- me dice el mirando el camino de nuevo.
-Da vuelta en esta avenida, y después sigue, en el vecindario es la única casa color marrón.
Al llegar a casa, y despertar a Kurt, una tarea muy difícil pues decía que tenía varios días sin escanear bien. Al salir los tres de la camioneta, me quedo mirando hacia mi casa y veo como alguien en la ventana de la sala se asoma un poco. Después apaga la luz de mi habitación, y después apaga la luz de la cocina... Se mueve rápido.
-Mierda... Cubranse en la camioneta, creo que sabían que vendríamos aquí.- tomó a Kurt del brazo y lo arrastró hasta la parte trasera de la camioneta. Elliot abre la puerta y de la maleta que llevaba Jason, saca otra pistola.
La puerta suena con su chirrido peculiar y de ella sale un mujer... Después el estruendo del arma. Después me doy cuenta que la mujer de la puerta era mi madre.
-STORYTELLER-
No sabía que era lo que le tenía, que sus hijos no estuvieran en casa o qué ya llevará dos días queriendose comunicar con ellos y no le contestará ninguno de los tres.
Sus números sonaban ocupados y la mandaban directo al buzón de voz.
Hasta que recibió una llamada de un número desconocido decía que era amiga de Blaine una tal Santana López.
-Hola... ¿Quién habla?-dice Pam, mientras corre a algunos de sus asistentes de su oficina.
-Hola... ¿Pam? ¿Cierto?
-Si... ¿Qué pasa?
-Solo quería decirte que tus hijos están conmigo, ahora no pueden hablar por qué están en una alberca, pero cuando salgan les doy tu mensaje...-la chica estaba apunto de colgar cuando Pam lo interrumpió.
-¿Con quién tengo el maravilloso gusto?
-Santana López... Lo que necesite saber... Sólo mandé un texto a este número.
La madre hizo caso y tomó un vuelo a Ohio para esperar a sus hijos en casa y regañarlos lo que ella no sabía era que, todo lo que le habían dicho por el teléfono era una gran mentira.
El disparo se escuchó en todo el vecindario, no tardaron cinco minutos cuando ya todas las personas estaban afuera, preocupadas, pensando que alguien había disparado a los niños que se encontraban jugando afuera, unos siendo interrumpidos comiendo, otros solo saliendo a ver qué pasaba. Todas las personas que estaban afuera no se percataron de la persona con mono negro y pasa montañas que iba caminando hacia ellas tratando de salir de la gran multitud. Sólo Kurt, que fue quien le vio los ojos... Eran tan penetrantes, tan fríos que nunca había sentido una mirada así.
Elliot soltó la pistola enseguida, Blaine corrió deprisa dejando a Kurt ahí, El moreno se asustó demasiado pues él no había presionado el gatillo de su pistola, el disparo no pertenecía a su arma si no a la de otra persona. Pam estaba bien, no le había dado oportunidad a su atacante de darle en alguna parte de su cuerpo pues estaba en una posición difícil de acertar, la persona de pasa montañas ya no tenía otra oportunidad, la gente salió antes de lo previsto, así que lo dejo ya no gastaría más sus balas así que se fue corriendo por el callejón de la avenida principal.
Las personas se sobresaltaron llamaron a la policía, y está no tardó en llegar. Estaba cerca, de hecho Tyler estaba cerca, para ir a ver qué pasaba. Sabía que la única persona que puede meterse en problemas es Kurt Hummel.
-¡Kurt! ¡Kurt! -le gritó el policía y este se levantó de prisa. Con la cara roja y bañada de sudor. Blaine lo había aventado provocando que este se calles al suelo.
-Tienes que seguir a alguien... de pasa montañas negro... Se... Se fue por allá. -señala la calle que da a la heladería de su amiga Tory.
-Pero tú... ¿Estás bien?
-Si... Sólo ve... Por favor.
-Teniente Caine, tenemos a un sospechoso, se dirige a la avenida Meyer. Fue el dueño de un disparo. Qué probablemente hirió a una mujer de mediana edad.
-Entendido Palmer te veo allá.
Él policía baja el radio y se dirige a Kurt.
-Algún día... Sólo uno pido. Para poder pasar un rato contigo y conocerte. Sin que haya cosas malas arruinandolo.
Y se va hacia su auto para ir por la pista que le ha dado Kurt. Él solo se queda apoyado en la puerta de la camioneta desconcertado. No sé a percatado de que todas las personas no están ahí por los disparos o gran parte si, pero la otra parte está ahí por él... Murmuran cosas que no es capaz de escuchar por el ruido que crean los demás, pero con las miradas que le lanzan es más que suficiente, saber que su teatro se a caído por la coladera. Ahora la mitad del vecindario saben que el rumor de que el hijo de la reina de los medios, realmente estaba vivo.
Sale de ahí, dándole la espalda a las personas.
Se dirige a Blaine y Elliot, Kurt luce algo preocupado pues Elliot no sé a movido en vario tiempo, una idea loca cruzó la cabeza del ojiazul... Y sí el disparo iba para él... ¿Quién rayos querría muerta a Pam?
-¿Tu madre está bien?-le pregunta a Blaine, cuando llega a una distancia donde pueda escucharlo, el ojimiel solo asiente con la cabeza agachada, tal vez quiera llorar o tal vez tenga tanta rabia acumulada que este buscando con quién echarla.- ¿Dónde está ahora?
-Adentro, está sentada en el sofá, dice el impacto y el susto fueron demasiado para ella.- le dice Elliot.- Kurt creme que yo no le hice daño. Lo juro.-esto último lo dice mirando a Blaine.
-Tranquilo yo sé que no fuiste tú... En serio te creo. Fue alguien más, la policía ya está tras él, lo ví corriendo con un pasa montañas cubriéndole la cabeza.
-¿Hacia donde se fue?- pregunta Blaine excesperado.
-Fue hacia la avenida de la heladería de Tori.
El ojimiel no se detuvo a pensarlo dos veces y salió corriendo en la dirección que Kurt le había dicho.
-¡No Blaine, espera!
El chico no hizo caso salió corriendo directamente hacia la multitud que empezaba a dispersarse.
-Elliot cuida de Pam... Iré por él. Hagas lo que hagas, no descuides el tablero del juego.
Elliot seguía consternado, no pensaba que llegaría a tomar un arma, así que las palabras de Kurt solo las paso por alto.
El ojiazul sale corriendo y toma la pistola del suelo y se la pone en la cintura con el temor de meterse un disparo que le vuele la pierna en pedazos.
-BLAINE-
Los gritos de Kurt por la avenida se escuchaban preocupados, pero aún así no quería detenerme, quería saber quién era el maldito que casi mataba a mi madre. El disparo estuvo tan cerca, qué bueno que no le dió.
-¡Blaine detente por favor! ¡Necesito que te tranquilices!
Sigo corriendo más rápido hasta que mi cuerpo me pide descansar. Pero no me detengo por él cansancio, si no por algo que brilla a mis pies con la luz del sol de medio día.
Me estiró para tomarlo y lo sujeto en mis brazos, siento como Kurt llega y me abraza.
-No vuelvas a salir así... Por favor.
Pero no le hago caso ni siquiera de su abrazo. Sólo tomó el celular y lo enciendo.
-Lo encontré tirado... Puede ser de la persona que huyó... Se estrelló... Probablemente era por qué iba corriendo, tal vez si es de él...
-O ella...-responde él.
-Realmente no me importa que sea, solo quiero encontrarlo y saber quién quería dañar a mi mamá.
-Pero tiene código... No podemos abrirlo si no sabemos cuál es el código.-me dice Kurt, y tiene razón el celular tiene un código.
-Elliot es inteligente... Tal vez pueda...
-Ya no lo alcanzaría ¿Verdad?-interrumpo a Kurt de una manera que ni yo soy consciente.
-No... Pero te prometo que sea quien sea lo haremos pagar por todo.
Al regresar a casa el camino ya está sólo, todas las personas se han ido y los autos siguen fluyendo como antes. Como si nada hubiera pasado, ya podemos estar tranquilos.
-Lamento que toda la ciudad se enterará de que estás vivo... Un chico lo grabo... Ya debe estar colgado en Internet...
-Tarde o temprano se iban a enterar. Era inevitable.
Cuando llegamos a la casa marrón nos encontramos con la sorpresa de que Elliot seguía afuera de la casa. Tenía la cabeza baja y sus piernas estaban cruzadas. Estaba triste. Pero ahora no solo por Daniel, ahora está así por qué tiene miedo de que agarrando una pistola matará a alguien.
-¿Qué pasa? -le dice Kurt acariciandole la cabeza.
-No, nada es solo que la madre de Blaine quería estar sola. Creo que sería bueno que hables con ella Blaine, cuéntale que es lo que está pasando. La primer pregunta que te hará será ¿Dónde están tus hermanos? Dile que un loco los tiene. Cuéntale la verdad.
Kurt y yo nos quedamos sorprendidos. Elliot ya está cansado, falta poco para que diga que ya no nos ayudará, y lo entiendo, es como si le pudieramos a personas que no conocemos del todo bien. Qué arriesguen su vida por nosotros.
-Creo que tiene razón... Dile a tu madre... Y yo ire con Cathy a decirle lo de Sebastian. Tal vez pueda ayudarnos.
-¿Estás seguro de eso?-le digo a Kurt provocando que él me vea de manera extraña.
-¿Por qué? ¿Estaría mal decirle?
-No... No todo lo contrario... Sabes está bien... Dile.
-Suerte con tu madre... Dile de la mejor manera.-me dice sonriéndome un poco.
-Aqui no hay mejor manera Kurt... Sólo la verdad...
-KURT-
Sí el mensaje de -K hablaba en serio entonces tengo que darme prisa... No quiero que le haga daño a ninguno de mis amigos, nunca me lo perdonaría. Elliot dice que la única manera de protegerlos y saber dónde están es jugando el juego del terror... Yo creo que no.
Blaine entra a su casa y yo me siento en la entrada junto a Elliot.
-Perdon por todo. -decimos los dos al mismo tiempo lo que provoca unas pequeñas risas.
-No... Kurt... Perdón por haberte culpado de la desaparición de Daniel. No era tu culpa y yo te hice parecer el culpable no solo de Daniel... Sí no de todo lo que ha pasado a lo largo de estos cuatro meses, yo realmente no sé que era lo que estaba pensando solo quería desahogarme y esa fue la única manera que encontré para escapar del miedo, por qué lo creas o no tengo muchísimo miedo.
-Tranquilo respira un momento. La verdad yo estoy igual. Aun que lo creas o no... Yo también tengo mucho miedo.- sabemos de lo que es capaz K... Pero no lo hemos visto todo... Y eso me preocupa. Pero debemos estar unidos.
-¿Qué haremos para encontrarlos Kurt...?-dice Elliot desanimado.
-Aun no lo sé, creo que estoy bloqueado por las emociones... Siento muchas cosas ahora inexplicables, no quiero tomar malas decisiones.
-Te entiendo... Y ahora que no tenemos a Jason es peor. ¿Como pudo dejarnos solos? Si sabía cuál era la gravedad de las cosas.
-No podía obligarlo a quedarse con él, nos estaba protegiendo, creo que Jason ya está jugando el juego...
-Solo quiero que sepas Kurt... Qué hagas lo que hagas, yo estaré para apoyarte, sean buenas o malas tus decisiones.
-Gracias... Es bueno saber que aún quedan personas de mi lado.
-Lo creas o no... Siempre estoy de tu lado. Y oye... ¿No te ha llegado ningún mensaje?
-No, pero hablando de eso Blaine encontró un celular... Piensa que es de la persona que quiso matar a su madre, pero tiene código... Así que pensé que tal vez tú... Pudiedas descifrar el código. Yo no sé manejar muy bien una laptop como para descifrar un código.
-Tal vez pueda hacerlo, pero tardará un tiempo.-me dice mientras mira a sus pies los pequeños pedazos de madera que han volado del marco de la puerta gracias al disparo.
-Los encontraré... Haga lo que haga... Voy a hacerlo.
Aparta la mirada del suelo y me mira.- Espero que lo hagas.
Me pongo de pie y le tocó la espalda, será mejor dejarlo descansar un poco, creo que ambos hemos pasado por mucho hoy.
-Dame las llaves de la camioneta.-le pido, el busca entre sus bolsillos y me las entrega. No dice nada hasta que llegó a la puerta de la camioneta.
-Kurt...
-Si... -me giro para verlo a los ojos y el dice:
-Todos te necesitamos vivo.
Me giro aires vez y me subo a la camioneta, tal vez es más fácil que el BMW de Sebastian, o solo sea más complicado... Pero no lo creo, aprendí a manejar en un BMW, después de eso ya no le tengo miedo a los carros grandes. No creo que la camioneta sea complicada.
La enciendo, y cuando lo hago se escucha muy bien, a pesar de todas las cosas que está camioneta ha pasado. Me aseguró de dejarle el tablero a Elliot, pero no sin antes ver cómo se llega a la calle de la casa de mi hermano. Esta por la calle del Mckinley... Unas calles más arriba... Creo que es por donde vivía Tina Cohen-Chang. Sí no... La buena arquitectura de la maqueta, por qué las casa estaban iguales solo que en tamaño pequeño, lo juro, me ayudara a encontrar rápido la casa.
Me despido de Elliot y me voy directo a la avenida principal.
-BLAINE-
Cierro la puerta detrás de mí con mucho cuidado ya que mi madre está dormida. Paso por un lado sin hacerce ruido, pero ella abre los ojos rápidamente y me mira con su mirada fría y seca.
-Se que tienes muchas preguntas, pero...
-Callate...- me dice ella.
-Mamá... Yo solo quiero decirte que...
-¡Como es que puedes estar con ese chico que intento matar a tu prometido!
-Yo... Yo no lo sé. Pero no quiero empezar a hablar por ese tema... Quiero que sepas, que desde la muerte de Scott, he estado teniendo recaídas de ánimo. Tú lo sabes.
-¿Que hay de novedad en eso?-me dice mientras se incorpora en el sofá.
-Despues de haber pasado todo eso, me empece a obsesionar con el asesino de Scott, si es que había uno. Yo no lo sabía.
-Continua...
-El caso es que...- estaba entre decirle la verdad, pero si K nos vigila ahora y ve que le digo la verdad a mi madre, ella estará en peligro de nuevo. - Jeremiah y Cooper me ayudaron a buscarlo, pero ahora están desaparecidos. No los encuentro en ningún lugar. Fuí a la policía, pero dijeron que no podían hacer nada, por qué no tenían veracidad en mis palabras.
-¡Entonces tal vez si voy yo me escuchen! ¡Por qué no me dijiste esto antes!
-Mama, relájate, tranquilízate por favor. No... No iremos a la policía, el hermano de Kurt también está desaparecido, y nos ayudaremos entre nosotros para encontrarlos.
-¡Es en serio, confiaras en un maldito drogadicto maniático, que lo único que hizo bien fue morirse por qué ya no le quedaba nada!
-¿Puedes tranquilizarte? O te pediré que por favor, te vayas de aquí y hagas tu vida, yo me encargaré de mis hermanos, tu eliges.
-Blaine... -se tira al suelo y comienza a llorar.- no lo ves, él solo te quiere de su lado para que lo vuelvas a querer como antes. Ahora que Scott esta muerto el tiene más posibilidades.
-Eso no es verdad...
-Eres un idiota Blaine, siempre lo has sido, siempre confiando en que las personas pueden cambiar.
-Lastima que no pude cambiarte a ti.
-Ni yo ni tu padre pudimos cambiarte lo gay que eres.
-¿Qué?...
-No debí haberle hecho caso a tu amiga Santana, me vio la cara esa estúpida.
-¿Santana? ¿Qué te dijo?
-Ya nada Blaine, solo te diré una cosa... -se acerca a mi y su aliento es tan fresco que hace que se me herice la piel.- Si algo les llega a pasar a tus hermanos... No vendré a decirte nada... No vendré contigo, iré contra Kurt Hummel.
Sube por las escaleras y al llegar azota la puerta de su habitación. Creo que debí haberle dicho la verdad... No sé por qué no lo pude hacer si tenía la mentalidad de decirsela. Lo único que se es que está asalvo si no sabe nada.
Abro la puerta de la casa y encuentro a Elliot abrazado al tablero.
-¿Como te fue con tu madre?-me pregunta sin mover un músculo.
-No del todo bien... No pude decirle la verdad... Inventé cosas que no tenían nada que ver.
-Por que no dejas que Kurt hablé con ella, es muy bueno para persuadir a las personas.
-Tengo una mejor idea.
-Soy todo oídos.-me dice el mirándome, y por primera vez me doy cuenta que tiene sus ojos castaños, un castaño brillante.
-Mi madre me dijo un nombre... Me dijo Santana mi amiga... Así que la única Santana que conozco se apellida López. ¿Sí algo tiene que ver con el que le disparó a mi madre?
-Es muy contradictorio ¿Como sabremos si es ella?
-Elliot, tenemos un coche... Y su casa está a unas manzanas al norte de Ohio. Podemos ir... Y preguntar.
-¿Estás seguro de eso?
-Nunca en mi vida había estado tan seguro de algo.
-¿Dejo el tablero? Kurt dijo que lo cuidara...
-No le pasará nada estando unos minutos solo.
-Eso es algo que tú no sabes...
-Si déjalo, al igual, no tardaremos.
-KURT-
Al llegar la avenida donde creo que es la casa de Sebastian, un auto me llama la atención. Es blanco un blanco aperlado, creo conocer el auto... Pero que hace aquí, pensé que lo habíamos dejado en la carretera... los dueños de la casa donde está estacionado están afuera, de ella sale un chico, de unos veinte años... Después uno de la misma edad, la verdad no logro identificarlos.
Al final lo hago... K siempre sabe a dónde vendré y esta vez quería que me encontrará con la familia de la Tía Holly. Mis primos Ben y Evan... Y el tío Tom. Salen de la casa y detrás de los chicos sale Cathy, sigue igual que antes... E inclusive no se le nota que este embarazada. Tal vez finge... O realmente no lo sé.
Espero unos momentos antes de salir de la camioneta, espero a que la tía Holly se vaya para después salir corriendo e ir a la casa. El auto de los Holliday avanza hacia la camioneta rojo cereza y se detiene a un costado, yo me pongo debajo del asiento, mi diminuto cuerpo logra encajar a la perfección logrando que no me vean, siento como su auto empieza a avanzar y dejarme atrás. El auto de Molly la del bosque sigue ahí. Y por una extraña razón quiero ir a verlo, pero antes tengo que hacer otras cosas.
Al salir de la camioneta me dirijo rápidamente a la puerta y la tocó fuertemente para que logré escucharme. Me muevo de un lado a otro, para evitar que el sol siga quemando mi espalda, pero es inútil, el sol quema todo, por el radio escuché que el sol hoy iba a estar muy fuerte, pero no presté atención debí traer algo para cubrirme. Tarda en abrirme, pero al final lo hace, estoy nervioso, pero lo hago por el. Por mi hermano.
Cathy no hace nada sólo se me queda mirando, pone el torso contra la puerta. Creo que esta pensando si en cerrarme la puerta o dejarme pasar.
-Hola... Yo... Estás vivo...-susurra solo para ella, pero más bien era como "un está vivo..."
-Si, lo estoy y vengo a decirte algo. ¿Qué hacía y por qué estaba aquí Holly?
-¿Por que tengo que darte información a ti? Según tú para nadie existes ya. Sacando información no lograras nada.
-No quiero pelear contigo, solo quiero que me digas que hacia aquí.
-Yo la llamé. Hace dos días que Sebastian no aparece he intentado llamarlo, pero no contesta su celular. ¿A caso tienes algo que ver tu con eso?
-Si... Y necesito tu ayuda para encontrarlo.
-¿Por qué piensas que te ayudaría?-me dice ella acomodándose en la puerta y dejando a la vista una pequeña parte de su casa.
-Por que la vida de Sebastian está en riesgo y tanto tú como yo tenemos que ayudarlo. Sólo ayúdame con esto, quieres. Es lo único que te pido.
Suspira levemente como si supiera lo que vendrá después.
-¿El automóvil blanco de atras es tuyo?-le digo, con tono grotesco.
-No... Hace unas horas un hombre vino a estacionarlo aquí y se fue.
-¿Viste el aspecto del hombre?
-No... No lo ví bien.
Mierda Cathy esa podía haber sido una pista muy valiosa.
-¿Qué ropa usaba?
-Usaba playera blanca, llenas de sudor, como si acabara de hacer ejercicio. O pilates. Y unos pantalones ajustados... Tal vez tenía una estatura de unos 1.80 cm.
-¿Estás segura?
-Si.
Algo es raro, como si ya no fuera la misma, o como si de todo lo que acaba de decir en algún sitio de todo esto estuviera la mentira. Pero no logro identificar donde.
-¿Qué más quieres Kurt?-dice mientras abre un poco más la puerta- pasa.
Me meto a su casa y ella cierra la puerta, es extraño estar aquí, no debería estar, lo que debería estar haciendo ahora es buscando a mi hermano y mis amigos, ¿Aún les puedo llamar amigos verdad?
-Ya tenía que irme ¿Por qué querías que pasara?
-Quiero ayudarte en algo más.
-Es todo... No necesitas hacer más, en verdad lo único que quiero es contar contigo para encontrar a mi hermano.
-No hay problema, pero realmente te quiero dar algo... Espero te sirva.
Se va por un corto pasillo abre una puerta y se mete a la habitación.
La casa es realmente bella, no es como la que teníamos, si no que esta es más grande un poco. Y pensar que esta casa también es de mamá. Tiene vista al centro de la ciudad, realmente bella, no puedo creer como Sebastian paso de un departamento compartido a una gran casa.
Cuando regresa Cathy en las manos tiene consigo un pedazo que brilla con la luz de la lámpara que tiene encendida en la mesita de noche.
-Es... Es un anillo.-dice ella.
Lo que me daba era un anillo de plata, con forma de corazón... Bueno la mitad de un corazón, y sé que si lo veo de la parte trasera dirá un apellido. Así sabré de cual de los dos prometidos es este anillo.
-¿Por qué me lo das a mi?-le digo con un tono de voz algo frágil.
-Cuando lo encontramos limpiando la casa, tu casa donde antes vivías con tu madre, estaba ahí, tirado, no sabemos por qué estaba ahí, así que Sebastian quería devolverlo a Blaine, pero no sé qué le sucedió, tal vez se olvidó de él. O ya no quiso darselo, y te lo doy a ti, para que tú decidas que hacer con él. Se lo iba a dar a Jeremiah, pero no, Sebastian no me dejó hacerlo.
-Gracias por confiar en mí Cathy.
-Perdon por juzgarte mal Kurt. Realmente lo lamento y lamento haberle metido ideas malas a Sebastian sobre ti. Prácticamente lo apoye y nunca te escuchamos a ti. Es solo que el libro de la pasta azul, nos hizo pensar bastantes cosas sobre ti.
El libro de papá, Cathy se refiere al diario de papá -¿Por qué? ¿Qué tenía ese libro? Nadie nunca me explicó solo me metieron a una clínica de rehabilitación, en la cual me maltrataban y no solo a mi si no a todos y cada uno de los pacientes así que, el que lo haya elegido, quiero decirle que se pudra.
-Ese libro tenía droga, en forma de polvo en sus páginas, tanta como para provocarte un buen sueño.
-¿Hablas en serio? ¿No estás de broma o algo asi?
-Te lo juro, no miento, yo lo encontré y se lo di a Sebastian, pensamos que era tuyo, que estabas inducido en eso, por eso tomamos las decisiones que tomamos.
-Nadie me creyó... -me dan unas ganas inmensas de llorar, por que yo tenía razón, no estaba mal.- Yo siempre les dije que nunca había tocado la droga ni si quiera la había visto, pero nadie me creyó... Y entonces ¿Como explican la droga de mi casillero?
-Aun no lo sé, pero realmente creo que no era tuya y lo lamento.
-No tienes que lamentar nada. Gracias por decirme.
-No es nada, y Kurt...
-Si...-le digo algo triste.
-Encuentra a Sebastian lo más rápido que puedas. Lo necesito...
-Si...-aun así me halla dado toda la información la sigo odiando... Sólo un poco.
Al volverme y salir de su casa me dirijo al auto de Molly la del bosque y le tocó la ventana:
-¿Quién diablos te trajo aquí? Espera volveré por ti.
No sé cómo sentirme al respecto... Y si K puso la droga... Para que llegara al Kessler y a las manos de Cila, tiene que ver alguien afuera, alguien que esté traicionando mi confianza.
-No puedo creerlo, no... Esto no está pasando... No eres tú... Realmente no eres tú.
Me giro y veo a mi pequeña amiga palida ahí parada con las bolsas del supermercado. Con su mismo gorro de hippie, extrañaba verla.
-Marley...
Se acerca a mi y me abraza muy fuerte, realmente me extrañaba, es de las primeras personas que veo que me extrañaban realmente, cuando fue la última vez que la ví a ella, el último día que fui a la escuela ¿No? El día en que me metieron al Kessler, desde ahí ya no la he visto, unos cinco meses para ser exactos.
-Pensé... Pensé que estabas... Muerto... Kurt...
-Solo mírate... Pasaste de ser castaña... A ser rubia.
-Creo que estamos igual. - y es cierto... Los dos nos teñimos el cabello. Yo castaño y ella rubio.
-Te ves genial.
-Digo lo mismo de ti.-la abrazo de nuevo y después la apartó, vas a tu casa.
-Si.
-Bueno, súbete que te llevo, tengo demasiadas cosas que decirte. Muy serias.
-De acuerdo -dice ella en una forma un tanto sería.
-¿Desde cuando usas anteojos?
-Hace unos cinco meses, fui a hacerme el examen, resultó positivo. Así que ahora mírame, cambie mi imagen.
-Oh perdón. Déjame ayudarte con tus bolsas.- me llevo dos y la apartó para que se vaya mientras yo cargo sus bolsas.
-Gracias, no tenías que hacerlo. Realmente quiero preguntarte muchas cosas, demasiadas para ser específicos.
-Primero te cuento yo todo, después, me haces tus preguntas. De acuerdo. -le digo mientras abro la camioneta para que se meta le doy sus bolsas y después le cierro la puerta como todo un caballero. Realmente de las mil personas que quería encontrarme qué bueno que fue a Marley Ross ella es la indicada con la cual puedo desahogarme.
-Primero que nada...-me dice cuando entro a la camioneta y cierro mi puerta.- quiero decirte que lamento mucho la pérdida de tu madre. Debió de ser muy difícil dado que murió mientras fue a visitarte.
-Realmente lo fue. Quiero decirte que... Hay una persona. -cierro la camioneta y acerco mi boca a la oreja de Marley. Sí K tiene micrófonos en todos los lugares posibles, es mejor prevenirlo.
-Hay un tipo o una tipa aún no sé quién sea, pero me tiene vigilado y me amenaza, ahora mismo tiene a mi hermano y a los hermanos de Blaine, es por eso que me hice pasar por muerto, pero lo descubrió. Destruyó mi vida. Y realmente tengo mucho miedo de que esto sea más que solo un juego.
-Kurt... Sí esto no es más que solo un juego... Tienes que mantener la cabeza fría. Yo sé que puedes hacerlo, tal vez no te conozca de toda la vida, pero te conozco lo suficiente para saber que pasaras todos los obstáculos que la vida te ponga.
-Pero esto no se trata de una situación de vida, si no de una situación en la que un loco o una loca me tienen.
Quiero llorar, pero no lo hago, no con su mirada esperando a que lo haga.
-¿Me entiendes?
-Si así es.
-Y ahora, me dan un anillo, el anillo de Scott el prometido, esposo, novio de Blaine, no sé bien el término. Y la única idea que se me ocurre es que yo se lo quité cuando, según Scott lo maltrate... Pero no lo sé...
-Entonces... El día del accidente con Scott... ¿Tú crees que le quitaste su anillo?
-Si...
-¿Y si no? ¿Sí a él se le cayó por estarse golpeando solo para culparme a ti?
-No lo sé. Tengo muchas en las cuales pensar y solo quiero con todo mi corazón pensar en una.
-¿En cuál?
-En salvar a mi hermano del acosador que se hace llamar K.
-Estoy para apoyarte y ya nunca nada ni nadie nos va a separar, Kurt, te extrañe mucho. No pienso dejarte ir de nuevo.
Cuando Marley termina de hablar vemos como un automóvil se va toda velocidad calle abajo. Después de unos minutos escuchamos el gran estruendo del metal y los vidrios romperse.
-STORYTELLER-
La persona que estaba detrás de ella jamás se percataron de lo que iba a hacer, bajo de su auto y se dirigió al supermercado.
Ya estaba en la mira, no podía hacer nada, eso le pasaba por meter la nariz donde no le correspondía. Eso le enseñará a no meterse donde no la llaman.
Cuando me bajo del auto, una señora se me queda mirando dudo que me reconozca, es difícil hacerlo. Me dirijo al auto sin llamar tanto la atención de las personas que van pasando, con las pinzas que tome del maletero del auto le cortó los frenos.
Está al igual que Santana López eran chicas que sabían demasiado.
-BLAINE-
-¿Ya estamos cerca?-me pregunta un Elliot algo desesperado.
-Tranquilo Kurt, no se enojara por lo que estamos haciendo.
-Pero no sabemos nada de la tal Santana solo que fue tu amiga por un mes, el tiempo que estuviste en Mckinley.
-Hice un buen vínculo con ella. Te lo prometo, solo le preguntaremos todo lo que sabe de K.
-Y si mejor en tu computadora checo el celular que me dió Kurt. Qué dijo que tú encontraste.
-Con ese celular y la declaración de Santana podremos tener más pistas y llegar a mis hermanos sin jugar.
-Sigo creyendo que esto es una mala idea. Ya pasamos por mucho hoy. No quiero pasar por más, deberíamos dejarlo para mañana.
-No, vamos... Es nuestra oportunidad.
Al llegar a la casa de Santana todo estaba lleno de policías, la casa estaba repleta, algo malo había pasado. Tenía que ir a averiguarlo.
-¿Te quedarás aquí?-le pregunto a Elliot que tiene los ojos como platos al ver a muchos policías.
-No... No, iré contigo.
Al salir los dos del auto de Jeremiah, mi bolsillo empieza a temblar, es mi móvil, pero no quiero verlo, no por ahora.
-Oficial. ¿Qué ha pasado?
-¿Son... Algo de la joven que vivía aquí?-dice él, de su aspecto no se puede decir mucho, solo que es un policía que come demasiadas rosquillas ya que casi todo el traje lo tiene lleno de eso, y de unas manchas blancas en partes privadas, que prefiero no identificar...
-Yo soy su primo.-dice Elliot, sabe cómo manejar la presión en momentos adecuados, debió ser policía.
-¿Y tú?-me pregunta el oficial.
-Yo soy hermano de él, soy el primo de Santana. Ahora si puede decirnos que sucedió.
-Un vecino llamo, por qué escucho gritos de auxilio, nos dijo que era en esta casa...
-¿Podemos entrar a ver?
-No está permitido que ningún civil, que no sea de la policía entre.
-Blaine dame tu billetera.
-¿Para que?
-Solo dámela.-como todo obediente le hago caso y empieza a registrarla, cuando me doy cuenta de que ha empezado a ofrecerle dinero al policía.
-Doscientos dólares es lo máximo que te daré.-dice Elliot.
-De acuerdo- le arrebata el dinero a Elliot- pero vayan rápido y por la parte trasera. Ahora.
Seguimos caminando a la puerta trasera como dijo el policía.
-Eres bueno.
-Se manipular a las personas. Aparte ¿Crees que le di un billete verdadero de Doscientos dólares?
-¿Era falso?-le digo sorprendido.
-Lo compré en el aeropuerto de Francia hace unos años. No es nada nuevo.
-¿Qué clase de amigos consigue Kurt?
-Unos muy geniales.
En la puerta trasera el automóvil de Santana está en su cochera, intacto como si nada le hubiera pasado.
-No quiero entrar.
-Solo hagámoslo.
Entramos al mismo tiempo y no podemos creer lo que estamos viendo realmente está escena es sacada de una película de terror, toda la casa está llena de sangre, toda.
-¿El que quiso matar a tu madre mató a Santana?
-Probablemente.
-Blaine... Eso no es todo... Mira allá en la pared.
Todo estaba rojo, tal vez pintura o sangre, no lo sé, pero quién lo haya hecho realmente se esmero mucho. Con los dedos limpios escribió.
ERA UNA CHICA QUE SABIA DEMASIADO.
-K
Al subir por las escaleras, con cuidado de no resbalarnos un policía nos detiene, ya lo he visto. Es el que llevo a Kurt a la casa de Jason.
-Ey... ¿Qué hacen aquí?
-Un policía nos dejó enterar.
-¿Que ustedes no son amigos de Kurt Hummel?
-Si.. si lo somos.-dice Elliot en esta conversación el a tomado la delantera, lo cual para mí está bien.- es nuestro amigo, pero nos llamó la atención ver la casa de Santana nuestra otra amiga. ¿Saben qué pasó?
-La asesinaron.
Dígame algo que no sepa.
-¿Tienen rastro de alguien?
-No, pareciera que la persona que lo utilizo uso un tipo de guantes, tal vez de latex aún no lo sabemos. Pero necesito que se vayan, estamos a punto de sacar el cuerpo.
Nos salimos de la casa, pero agarró a Elliot del brazo y lo pongo contra la puerta.
-Llora.-le susurro.
-¿Para que?
-Que llores-. Le insisto. Y este me hace caso. Empieza a llorar por su amiga Santana o por lo menos eso quiero que crean los policías que van saliendo. El policía con barba de candado se nos queda mirando, después nos aparta la vista y yo empujó a Elliot dentro de la casa de nuevo.
Subimos las escaleras a toda prisa y abrimos la habitación de Santana, pareciera que el tipo que la mató, ya lo tenía sumamente planeado, cada cosa.
-Lamento que Santana muriera, ya no tenemos la prueba.
-El difícil saber quién será el siguiente, no podemos protegerlos a todos.
Escucho como algo truena cuando Elliot pisa el suelo, después se detiene y me dice:
-Blaine... Mira... Una memoria USB.
-¿Que dice?-la sangre en el pedazo de plástico no me deja ver la tira de papel que tiene pegado el trozo de plástico, no nos deja ver qué es lo que dice, pero sea lo que sea, los policías no lo vieron y es mío ahora.
-¿Crees que esto nos ayude?
-No lo sé... ¿Tal vez?
-Yo me lo llevo-dice Elliot y lo mete en su pantalón. Creo que ya no hay más cosas, bueno si, una foto de todo el Club Glee... Todos la extrañarán. Era una buena chica, lastima que sabía demasiado.
Al bajar Elliot me toca el hombro y yo veo el punto hacia el cual él está viendo. La pared, ya no tiene algo. Algo importante.
-Alguien a borrado el mensaje de K.- Dice Elliot
-Y ese alguien es de la policía.
-KURT-
Salimos rápidamente calle abajo para ver qué era lo que había sucedido, cuando llegamos, el auto ya está hecho pedazos. Trato de ver quién era la persona que venía conduciendo, pero no puedo está atorada entre los fierros del auto.
-Marley llama a una ambulancia. Por favor.
La chica ya se había adelantado y ya estaba pidiendo una.
-Dicen que llegarán pronto. ¿Ya viste quién es?
-No... ¿Quién es?
-Santana... Kurt... Era tu amiga... Antes que yo.
-No es verdad ella no es Santana.
-Si... Sí lo es.
Trato de meter mi cabeza entre los fierros, pero realmente el auto, se dobló completamente.
-Kurt... Mira el parabrisas. -dice Marley. Y lo veo, un mensaje escrito con pintura roja.
ERA UNA CHICA QUE SABIA DEMASIADO.
-K
Maldita sea. Santana sabía algo de K... Como es eso posible. Por qué sabía de ella o él.
-El aceite Kurt... El aceite se está tirando corre...
Al instante en que Marley me dice eso, el auto explota. Provocando que el poste también lo haga.
-Vámonos de aquí, te llevaré a casa.
Marley solo asiente y la tomo del brazo. No hay algo que K no sepa, algo que por lo menos un momento me de la ventaja a mi. Una cosa solo una pido.
-Fue algo de locos... ¿El que escribió el mensaje en el parabrisas fue tu acosador.. fue K?
-Si... Pero no sé por qué mató a Santana ¿Que sabía ella?
-Tal vez sabía quién era... Y quería seguir en el anonimato.
-¿Como se lo dirán a Brittany?-tal vez Marley tenga razón. Pero no lo sé, es para dudarse.
-No lo sé..-murmuro.
-Pobrecilla, ella la amaba demasiado no me imagino el dolor que debe sentir.
- Sea lo que sea lo voy a descubrir.
-No hagas tonterías Kurt... Tienes suerte de que la policía no te esté buscando ahora.
-Lo sé.
-Te quiero, cuídate mucho por favor, ten mi nuevo número.
Saco de la guantera de la camioneta una hoja de papel y un rotulador.
-Lláma por cualquier circunstancia, no lo dudes ni un segundo, ahora que lo sabes podías estar en peligro tú.
-De acuerdo, tranquilo. Estare bien. Estoy feliz, no sabes cuánto me alegra que estés bien.
-A mí también me alegra que estés bien Marley, te quiero. Cuídate mucho.
Se baja de la camioneta y cruza la avenida hacia su casa, con tres bolsas cargadas en las manos.
Bueno al menos una amiga está feliz de que yo esté vivo, y creo que es la mejor noticia que me han dado.
Me dirijo a una plaza comercial que escuche que mencionaban en la radio, quiero comer algo, algo ligero. No, no es cierto quiero una hamburguesa.
Lo único en lo que no puedo dejar de pensar en lo que me dijo Cathy.. todo es verdad... O solo otra mentira más.
Al estar parado frente a una señal de alto, me le quedó mirando a una chica ella hace lo mismo, es ruda me mantiene la mirada, pero yo ya no puedo más.
Aceleró y me voy para que no siga insistiendo, a si me siento cada que K me manda sus mensajes. Vigilado, bueno al fin de cuenta el siempre me vigilo, como lo hace... No lo sé.
Trato de llamarle a Blaine, para saber si quieren algo de comida, pero no contesta y Elliot tampoco, creo que se le perdió el teléfono algo así escuché antes.
Pues de todas maneras llevaré comida para los tres.
Pienso en llevarle comida a Pam... Pero al fin de cuentas, no creo que quiera.
-BLAINE-
El camino a casa es más corto así que fue como algo esporádico en un abrir y cerrar de ojos ya estábamos aquí. Lo único diferente de casa es que mi madre ahora, ya no estaba. Era libre de hacer lo que quisiera, ella decidió irse... Por mí está bien.
-Ire a fuera.-le digo a Elliot.
Pero está tan embobado en la computadora y el celular que le dió Kurt, más aparte la memoria USB que encontró en casa de Santana que no me presta atención así que me salgo.
Tomó mi celular y le marco a Kurt, gracias a Elliot y su buena memoria tengo su número.
Siempre quise tenerlo, no sé por qué.
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-Hola... Blaine... ¿Por qué no contestabas el teléfono?
-Perdon estaba ocupado... Te tengo buenas noticias... Pero te las contaré cuando llegues a casa.
-Espero que sean buenas, hoy no ha Sido mi día.
-Ya verás que sí.
-Oye... Estoy en el centro comercial... Quería saber si te faltaba comida o algo...
-Si me faltan un par de cosas... Pero no es necesario que tú las compres, yo puedo hacerlo.
-Yo lo haré... No hay ningún problema.
-Pero, tú no tienes dinero Kurt...
-¿Quién dijo que no? Tengo tarjetas de mi madre...
-Pero te verán en el centro comercial, no quieres mantenerte a salvo.
-Con las personas que me vieron en tu vecindario... Creo que ya todo el mundo lo sabe...
-Mas vale que vengas rápido Hummel, y gracias, por todo lo que haces a pesar de las circunstancias.
-No importa está bien.
-Nos vemos.
-Adiós.-le digo y antes de decirle otra cosa le cuelgo.
√√√√√√√√√
Quisiera saber qué es lo que siente ahora, pero más que nada quisiera saber qué siento yo... Estoy confundido... Sí Scott está muerto... Sería un gran dolor para mí. Pero aún así tendría a Kurt... Lo que me pone un poco feliz, espero siempre tenerlo. Tal vez no como mi novio o esposo, pero tal vez si como mi amigo.
-¡Blaine, encontré algo en el móvil!
Me incorporo rápidamente y corro dentro de la casa, me alegra Elliot a encontrado algo, y eso aún que no sepa que es, ya es valioso.
-¿Qué? ¿Qué encontraste?
-Son unas fotografías... No dice aquíen están dirigidas.
-Abrelas...
-No puedo Blaine... Estás no son fotos cualquiera, están protegidas con doble código y solo una computadora que no sea detectable me permitirá Jaquear el sistema del celular y poder ver las fotos.
-¿Qué computadoras son esas?
-Las que utiliza la policía cibernética.
Bueno al menos ya pudiste abrir algo. Sigue así, o sino pasa a la memoria USB de Santana, también podría tener buena información. Mi celular empieza a temblar en mi bolsillo lo saco y se vuelve loco, empieza a trabarse, se le empiezan a ver unas líneas verdes, y después unas rojas del color de la sangre. Estoy apunto de tirarlo cuando las caras de mis dos hermanos salen.
Lucen... Muy mal... Cooper tiene toda la cara morada y el labio partido, los ojos inyectados en sangre, tienen sangre hasta en el cabello, Jeremiah solo tiene moretones y manchas de sangre en la cara, son a los únicos que puedo ver... Están llorando y gritando mi nombre... Y ahora que los veo bien los tiene desnudos. Los está torturando.
Unos gritos provenientes del fondo hacen que mi piel se estremezca, lo he escuchado gritar antes, es Sebastian.
-Elliot...
Se acerca a mi, y los dos vemos cómo están mis hermanos. Se me sale una lágrima después aparece un fondo negro.
El audio está editado... Es como el de una película de terror
"Blaine... Kurt... Kurt... Blaine... Blaine... Kurt... Kurt... Nos... Están matando... Dense prisa..."
El fondo aparece y con el unas letras.
SI QUIERES QUE DEJEN DE SUFRIR EL TABLERO TIENES QUE CONSEGUIR.
TIENES 10 MINUTOS PARA JUGAR SI NO, JEREMIAH Y COOPER MORIRAN.
BESOS.
-K
-Elliot.
No contesta así que digo:
-¿Que hago?... Si no lo hago ellos morirán, pero si lo hago pondré en riesgo la vida de Kurt y la mía...
-Kurt no quería que matarán a nadie... Así que estará de acuerdo...
Quiero hacerlo realmente quiero hacerlo, todo este tiempo en el que decidíamos si jugar o no.. el los estuvo torturando... No me imagino que les hará si no jugamos... Es por ellos, lo que voy ha hacer es por todos. Tomó el tablero en mis manos y lo llevo a la mesa de mi sala de estar. Pongo el teléfono que traía integrado dónde corresponde y este se enciende.
Empiezan a escucharse cirenas, pero no son de un auto de policía, provienen del juego. El celular se enciende y con letras como las del vídeo dice: "BIENVENIDOS AL JUEGO, AQUI ES DONDE EMPIEZAN A SABER LAS VERDADES REVELADORAS, AQUI ES DONDE DECIDIRÁN NO HABERSE QUEDADO CON EL RENCOR, AQUI... EMPIEZA EL JUEGO MENTIROSOS."
-¿Ahora que tengo que hacer?
Elliot y yo nos sobresaltamos al escuchar como alguien toca la puerta. Elliot se va por el pasillo y después llega con Kurt... Un Kurt.. rojo y lleno de rabia.
-Me llegó un mensaje al celular... Me dijo que era mi turno, por qué lo hiciste ¡Por qué no me consultaste a mi primero! ¡Esto no es un juego Blaine, si alguno de los dos realmente llega a morir en una prueba de este tablero, no habra segundas oportunidades!
-¡Amenazaron con matar a mi familia!-le grito.
-¡Y a la mía no! También hay personas que debo proteger. Blaine como pudiste y tú... ¿Cómo rayos lo dejaste que lo hiciera?
-Kurt... Mientras decidíamos si jugar o no... K estaba turturando a tu hermano y a sus hermanos. No te pongas idiota. No tenía opción.
-Si, si que la tenía y era no jugar.
-Si y ¿Que siguieran torturando a sus familiares? Cálmate Kurt... Ahora lo que haremos los tres, sera jugar. ¿De acuerdo?
-Si -digo.
-¿Kurt?-le dice Elliot.
-Si, no creo que ya podamos retractarnos.
-¿Ahora que hacemos?, ¿Qué más te decía el mensaje?
-Chicos... Chicos... -dice Elliot, y al momento de que Kurt y yo volteamos, dos fichas nuevas se han unido a la fiesta, una que se parece a mí y la otra a Kurt los dos en miniatura, idénticos.
Después sale una carta...
La tomo y la leo en voz alta:
"Ey mentiroso tienes el privilegio de ser el primer jugador"
Sale otra carta de dónde salió la que tengo en las manos, no es una carta si no un sobre. El cual toma Kurt.
-En este sobre viene la primer pista que te ayudará a encontrar a la primer persona, si quieres encontrarla a tiempo, debes darte prisa... Tienes una semana... Cuando las sirenas del tablero suenen tu abras perdido y a la persona que tenías que salvar morirá. No sabrás a aquíen tenías que salvar hasta que el cuerpo te llegue a la puerta de tu casa.
Besos
-K
El tablero se apaga y las fichas se quedan inmóviles.
-¿Podremos abrirlo?-dice Elliot
-Saber que tiene dentro...- le digo yo, pero Kurt se nos queda mirando feo y dice:
-No lo abras, por favor.
-¿Qué vamos hacer ahora?-digo.
-¿Qué no es claro?-me dice Kurt mirándome un poco mal- ahora lo que tenemos que hacer es jugar.
-Encontramos una memoria en casa de la fallecida Santana López.-dice Elliot cambiando rápidamente de tema.
-¿Qué?
-Si -dice Elliot- también nos tocó ver cómo sacaban su cuerpo... Blaine y yo pensamos, que quien quiso disparar a Pam fue el culpable de la muerte de Santana.
-¿Están de broma verdad?
-No ¿Por qué lo estaríamos?
-Por que yo ví como Santana López chocaba su auto contra un poste de luz.
-No... Kurt... Tal vez no era ella.
-Lo juro, iba con Marley ella también la vio.
-Tú debes estar de broma Kurt. -le dice Elliot, cerrando la tapa de su portátil y bostezando un poco.
-¿En serio? ¿Como Santana pudo morir en dos lugares?-le digo yo, dejándome llevar por el tema, será que esto es obra de nuestro gran anfitrión.
-No lo sé... Pero lo que tenga la memoria que encontramos nos dirá el como...-dice Elliot. Pero se detiene al ver como Kurt se sentaba en el sofá excesperado.
-¿Estás bien?-la pregunta sale de mi boca, con mucha naturalidad.- Dinos... ¿Qué paso?
-Yo solo encontré un mensaje en el parabrisas estrellado. Decía "Era un chica que sabía demasiado"
-En la casa de Santana también estaba un mensaje así... Pero cuando volvimos a ver la pared Blaine y yo, ya no estaba nada escrito.
-¿Qué? -dice Kurt, algo confundido.
-Elliot y yo pensamos que fue un policía quién borro el mensaje. No lo sabemos, solo es una suposición.
-Bueno... Kurt... Pensemos en otra cosa.
-¿Qué cosa?...
-En el policía... Tyler, pensamos que fué él, es raro que siempre este atrás de ti, sabe todo lo que haces...
-Y si él es K, Kurt... Sí él es ese animal que tiene a nuestros amigos.
-No... Ese chico... Dudo que sea él... Cuando lo conocí realmente no mostraba ninguna señal de que me conociera de antes...-Elliot y todo nos quedamos pensando, hasta que Kurt vuelve a hablar- ¡Vamos es como 10 años mayor que yo! Él no arreglaría las cosas de esta manera.
-¡Puede ser una posibilidad Kurt, Tal vez él tenga a Daniel! -le grita Elliot.
Y entonces me doy cuenta de lo importante, de lo que realmente es Daniel para Elliot, lo ama, lo ama demasiado.
-Traje comida, coman yo... Yo iré a descansar... ¿Puedo dormir en cualquier habitación?-pregunta Kurt, sin decir ya nada del tema, tal vez con esta nueva información lo pusimos a pensar más, eso es bueno, que sus neuronas trabajen por primera vez.
-Si, ven yo te acompañó. -le digo.
Subimos las escaleras y lo llevo a mi habitación. Abro la puerta y la cama está como la dejé hace unos días. Tendida. Y con las cosas del escritorio acomodadas en su lugar, el único problema es la ventana, aún no tiene las cortinas, ya que las use para limpiar... El vomito de la última vez, pero nadie lo sabe...
-Puedes acostarte ahí... Yo me acostaré en el sofá.
-No... No yo puedo dormir en el sofá, no será ninguna molestia, aparte tú debes extrañar tu cama. No quiero quitarte eso.
-Vamos...-empiezo a arrepentirme un poco, pues si realmente extraño mi cama.- no es ninguna molestia, en serio.
Kurt empieza a quitarse sus zapatos y me entrega el sobre que salió del tablero maldito. Y me dice:
-Si tienes más valor que yo, puedes leerlo.
-Tranquilo lo haré, recuerda que no estás solo, y no jugaras solo, jugaras conmigo.
Le apartó las sabanas y se mete, después las pongo al ras en su cuello cubriéndolo bien.
-Se ve que esta noche hará frío.-me dice. No sé por qué lo dijo... Pero me puso nervioso al instante.
-Si creo... Qué si hará frío.
Kurt y yo rozamos nuestras manos por accidente y un movimiento involuntario me hace dejar la mano ahí, esperando a que Kurt la toque y lo hace.
-Tu mano está caliente...
-Si... Bueno... Soy de sangre caliente...
-Tu también necesitas descansar. Has pasado por muchas cosas...
-Yo descansaré pronto, pero por ahora tu eres la prioridad. O por lo menos para mí.
-¿Por qué eres tan bueno conmigo después de que te grite?
-Por que se que no lo decías tú, si no tu furia, por eso no hice caso, sé que no estuvo bien no haberte dicho y perdón, desde ahora te diré todo.
-No, descuida... Es solo que quiero protegerlos. Es todo. No quiero que hagan algo que pueda dañarlos.
-Kurt... Sabemos cuidarnos solos y creme tu necesitas más descanso que cualquiera de nosotros dos, solo deja de pensar en ello y descansa.
Le subo un poco más la manta ya se a desacomodado, Kurt tiene tanto frío que no moverá ni un dedo, cuando subo de nuevo la sábana sus ojos me miran, después, saca las manos y las pone en cada lado de mi cara.
Rozan la barba que me ha empezado a salir hace unos dias, después pasa su índice derecho por mis cejas, escucho que susurra algo, pero no alcanzo a distinguir que. Creo que los efectos del sueño le están ganando demasiado, por qué empieza a susurrar bastantes cosas.
La luna de las ocho de la noche se ha colado por la ventana, la luz se refleja en sus ojos y se ve más joven, como un pequeño bebé. Uno muy bonito. A decir verdad.
El movimiento que hace con la mano izquierda en mi menton y su dedo de la mano derecha dando círculos en mi mejilla hacen que le tome su cara con ambas manos. Lo miro a los ojos. Y el hace lo mismo.
Entonces... Lo beso.
En la oscuridad.
En ese momentos sentí mil cosas, pero más odio.
Estaba olvidando a Scott...
《K》《L》《A》《I》《N》《E》
Hola... Jajajaja si ya se lo que dirán... Insultame díganme cosas... Los tuve sufriendo un buen tiempo y perdón, pero es que he estado muy ocupado. Ya saben. Pero bueno, ya aquí está, me tarde casi un mes ¿no? JAJAJAJA SHHH Pero ya está y eso es lo que cuenta.
Los quiero y pues cuidense un buen.
Este capítulo, está dedicado para todos y cada uno de mis lectores que me mandáron mensaje de si ya me había muerto, este no.. no me he muerto amigos, aquí estoy... JAJAJAJAA que groseros.!
Los amo
《K》《L》《A》《I》《N》《E》
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