Día 8, octubre, a las 16:20

Porque siempre que vengo a verte estás haciendo cosas raras.

Yo no estoy haciendo cosas raras.

¿Me explicas entonces qué estás haciendo?

No es obvio.

Si pregunto será por algo, digo yo.

Te creía más inteligente.

Eso debería decirlo yo.

Te lo diré simplemente por qué me encuentro de buen humor.

¿Estos días de atrás no estabas de buen humor?

Normal.

¿Normal? ¿En serio?

Mucho.

Señor.

Yoga.

¿Qué?

Yoga, estoy haciendo yoga.

Creo que así no se hace yoga.

¿Lo has hecho alguna vez?

No, pero...

Pues ya está, no se hable más.

Deja de interrumpirme.

Yo...

Calla.

...

Vale. Dos cosas.

...

Tres.

...

Primero, ya puedes hablar. Pero deja de decir tonterías e interrumpirme.

Vale. ¿Estás en tus días?

No... ¿Qué te he dicho de las tonterías?

Ya me callo. Qué aguafiestas.

Bien. Segundo, estar bocabajo con un peluche bajo la cabeza y las piernas colgando por la barandilla del balcón no es hacer yoga. Parece más un intento de suicidio.

Si quisiera suicidarme usaría métodos más creativos, después de todo me has dado acceso a lugares bellos y peligrosos a partes iguales.

Eso me ha dado un poco de miedo.

¿Lo siento?

No deberías preguntarlo.

Ya bueno, como sea. ¿Lo tercero?

... Lo tercero es una sorpresa.

¿Más?

Si no quieres...

Si quiero, si quiero.

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Date la vuelta.

No te creo. Esta puerta es muy diferente a las otras, en todo.

Sabía que te iba a gustar.

¿Gustar? Eso se queda corto. Me la quiero llevar a mi casa.

No vas a poder.

Es completamente negra, decorada con plumas de cuervo y con cuervos tallados en blanco. ¿No ves que la necesito? Sin ella voy a morir.

Que dramas eres hijo.

Me muero...

O entras o la quito.

¡NO!

...

¿Hola?

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¡Luca! Me cago en tus muertos.

Joder, menos mal que has vuelto. Menudo miedo he pasado.

¿Disculpa?

Desapareciste y todo se volvió negro, empecé a escuchar los susurros y como algo me arañaba los brazos y las piernas. Por suerte estaba abrazando a Raven. Y ahora estás aquí.

He tenido que entrar desde el móvil porque la emoción de alguien ha hecho que se me sobrecaliente el ordenador y deje de funcionar. Así que en parte lo que te ha pasado te lo mereces.

No sabía que tuviese tanto poder.

No lo vuelvas a hacer, que como te cargues mi móvil te mato.

Voy a obedecer y entrar por la puerta sin intentar nada porque me apetece, no porque haya notado un escalofrío recorrerme la espalda y un sudor frío por todo el cuerpo al oírte hablar.

Después de ti.

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¿Dónde estamos?

Se podría decir que un adelanto de lo que te espera.

Es más bonito de lo que me imaginaba.

Eso me ofende.

Perdón.

Está bien, esa personalidad tuya es algo que echaré de menos.

Lo sé, soy inolvidable e irresistible.

No te pases.

¿Qué es eso que se ve al fondo?

Un lago.

No coño, lo de detrás.

¿Estás ciego?

No me digas que es un edificio, sé que es un edificio. Quiero saber qué tipo de edificio es.

Una especie de palacio.

Interesante. ¿Las linternas estarán cuando viaje a este sitio o solo son de decoración para este momento?

No lo había pensado.

Déjalas.

Me gusta el ambiente que dan, las dejaré.

Este sitio me gusta, hay mucha naturaleza, poca contaminación, se pueden ver las estrellas, todo tiene un toque mágico y se puede respirar paz y tranquilidad.

Me alegro.

¿Puedo ver más?

Va a ser que no.

¿Y si intento avanzar?

Tú inténtalo, verás.

Mejor me queda aquí tranquilito sin moverme.

Sí, mejor.