Día 4, septiembre, a las 19:49

Luca.

¡Creadora! ¡Has vuelto!

Cuanta energía.

Pensé que me habías abandonado.

Que poco confías en mí, te prometí que volvería.

Lo sé, pero es que has tardado mucho.

He estado ocupada y liada.

Haciendo ¿qué?

Escribiendo y creando cosas principalmente.

¡¿Mi mundo?!

No. Lo siento.

Me lo esperaba...

Pues para esperarlo te has emocionado mucho al preguntar. Aunque tengo una cosa para ti en compensación por faltar.

Seguro.

No empieces.

A ver, ¿qué es?

Primero tienes que despejar el salón, necesita espacio.

Miedo me da.

No seas tonto.

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Una puerta.

Sí.

Rodeada de flores moradas.

Es lavanda, pero sí.

La cual ha aparecido de la nada.

Si...

¡Vas a eliminarme!

¿En serio?

¡Sí! ¡Claro! ¡Obvio! ¿Qué va a ser si no?

Como he dicho antes, una compensación por tardar.

Ese el motivo por el que has tardado, has estado creando un espacio de contención para encerrarme camuflado en una puerta blanca con flores moradas.

Si pudiera estar ahí contigo te metía tal hostia que te mandaba directo al vacío negro del que te saque.

¡JA! Pero no puedes, gano yo.

Que no se te olvido que puedo manipular el espacio-tiempo a mi antojo.

Eso sí que da un poco de miedo.

Métete en la puta puerta de una vez.

¡A la orden jefa!

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Está oscuro, lo sabía, me has engañado y me vas a eliminar. ¿Hola? ¿Creadora? No me dejes aquí, por favor, todo menos eso. Me portaré bien, lo prometo. Tengo miedo.

Cálmate, ya estoy de vuelta, espera, ¿Estás llorando?

No... Bueno sí. ¿Qué esperabas? He aparecido en un lugar oscuro y tú habías desaparecido, te dije antes que me da miedo la oscuridad.

Joder, perdona. Me había olvidado completamente.

Da igual.

Anda levántate y sal del armario.

¿Armario?

Sí, que una puerta aparezca de la nada, no tiene por qué estar también en la nada. Además, así no pierde la magia.

Te odio.

Al final voy a terminar borrándote pelinegro teñido.

¡No soy teñido! Este blanco es natural.

Y yo me puedo transformar en tigre, no te jode.

¡¿En serio?!

Es ironía.

Joder.

¿Vas a salir ya o nos quedamos en el armario hablando de la vida?

Ya salgo, ya salgo. Mira que te gusta mandar.

Y a ti tocar los cojones, estamos a mano.

¡ALA! Que misterioso y místico. Es, ¿qué es?

Tiene que ser una broma, ¿no?

Para nada.

... Es lo que ves.

Veo un puente de madera con luces de papel a los lados alumbrando el camino.

Son farolillos, ¿algo más?

Por debajo hay un río como plateado con pétalos de flores rosas.

El color es por la luna llena.

¿Por qué no la puedo ver?

Sigue el puente y la verás.

Guay.

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Oye.

¿Qué?

¿Por qué me has hecho tenerle miedo a la oscuridad?

Yo no he sido.

¿Entonces?

Te recuerdo que apareciste de la nada y te pusiste a hacer de las tuyas. A lo mejor el miedo viene de algún trauma o algo por el estilo.

Trauma...

Hmmm.

Cambiemos de tema, por favor.

Como quieres, has sido tú el que ha empezado.

Hablamos el mismo idioma, eso quiere decir que somos del mismo país.

No tiene porque, puedes ser de otro país, pero ¨ hablar ¨ en este caso en español, porque así es más fácil para ambos. Además de que soy de España. Sería raro ser de aquí y estar ¨ hablando ¨ contigo en ruso, por ejemplo.

Qué lioso.

Un poco.

¿Y como puedo saber de donde soy? ¿O eso también lo haces tú?

Normalmente, sí, pero teniendo en cuenta que tú no eres muy normal, no sabría decirte. Eso se puede mirar en el DNI o simplemente haciendo un poco de memoria.

Interesante.

¿Qué coño haces sentándote en el suelo?

Haciendo memoria.

¿El tener un farolillo bajo la cabeza también es para hacer memoria?

No, es para cuando dé con ello, para que se me encienda una bombilla en la cabeza.

Dios mío, no puede ser verdad.

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¡Salamanca!

¡Qué susto joder!

¿Por qué?

Es... Nada, déjalo.

Cuéntamelo.

¿Seguro?

Sí.

Vale. Como tardabas mucho me puse a hacer otras cosas y me metí para ver si ya habías escrito y de pronto aparecieron esas nueve letras y me asuste, eso es todo.

Ah, o sea que estabas preocupada por mí.

¿Qué? No.

Ya claro. Bueno, que soy de Salamanca.

Vamos, España.

Básicamente.

Guay.

Sí. Debería seguir caminando, ¿verdad?

Deberías.

Voy. ¿Queda mucho?

Lo tienes ahí delante.

¿No son los farolillos?

Es decoración para crear expectación.

Ah.

Luca.

¿Qué?

Te veo esta noche.

¿Me dejas solo? ¿No quieres ver o leer mi reacción?

Me lo puedes contar cuando vuelva. Disfruta.

Okay, adiós.