¡Hola!, pasar y poneros cómodos. Os doy la bienvenida a mi historia, mi nombre es Luca y no os voy a contar mucho más, si no estaría haciéndoos spoiler y eso, la verdad, no mola absolutamente nada.

Antes de nada advertirte de que no os fíes ni un pelo de lo que leáis por aquí, a no ser que esté escrito directamente por mí, claro. Los escritores son un poco, ¿cómo decirlo? ¿Exagerados?

Sí, podríamos decir que sí. Ya sabéis, con todo eso, de los giros de guion, las interacciones forzadas, las amistades que se convierten en amantes o enemigos, o los enemigos que se convierten en amantes, o los enemigos que se convierten en amigos y después en amantes; ya sabéis a lo que me refiero.

Y los clichés, esos tópicos inaguantables y pesados que a algunas personas les encantan y otras odian. Por ejemplo, lo mencionado antes (no, no voy a volver a escribirlo, vuelves y lo lees) o los matrimonios arreglados, falsas citas, etc.

También los romances con vampiros o criaturas extrañas y personajes moralmente cuestionables o...

¿Has terminado ya?

¿Qué?

Me has entendido perfectamente. Te estás desviando del tema y estás criticando los gustos de las personas de manera cuestionable.

¿Se puede saber quién eres?

Esa pregunta debería hacerla yo.

Si tanto insiste, me presentaré. Me llamo Luca y estaba a punto de contar MI historia. Ahora, ¿tú quién eres?

Yo soy la escritora, tu creadora.

Un placer, ¿Debería llamarte mamá o Diosa?

No me llames de ninguna manera, hazme el favor.

Como quieras.

Ahora que lo pienso, ¿de dónde has salido? No tengo ninguna historia actual en curso y de las ideas para futuras historias. Tú no constas en ellas, es más, ni siquiera tengo pensados los personajes todavía.

¿Yo? Pues ahora que lo dices no tengo ni idea. Simplemente, aparecí y empecé a escribir.

Ya... Déjame mirar unas cositas.

No espera, no me dejes solo.

¿Por qué?

Tengo miedo, más bien este lugar da miedo. Antes estaba rodeado de árboles y naturaleza y pájaros cantando y a lo lejos se podía escuchar gente hablando, pero de un momento a otro apareciste y todo se volvió oscuro y negro, silencioso.

Puede ser porque ahora eres consciente de que no eres real o de que no formas parte de nada, como un fallo o un error del sistema.

¿Me vas a borrar?

Lo haría si pudiera.

¿Por qué?

Porque no perteneces a ningún lado, no deberías existir por tu cuenta.

Eso es ser muy cruel.

Muchas ideas también desaparecen o se transforman en cosas muy distintas, no por eso soy más cruel o menos. Y por eso no dejan de ser lo que en un principio se propusieron: ideas.

Es mucho más común de lo que crees. Sobre todo en la vida cotidiana o a lo largo de la vida, planeas una cosa y al final por unos motivos u otros acaba de una manera completamente diferente y nueva.

Pero son temas completamente diferentes, tú quieres matarme, hacerme desaparecer de esta oscuridad.

¿Y qué es lo que quieres que haga? ¿Dejarte campar a tus anchas?

Por ejemplo.

Y así terminar estropeando alguna cosa o cambiando algún evento.

¿Por qué lo confirmas? No soy tan malo, ni siquiera puedo salir de esta oscuridad silenciosa, como para poder pasearme como Pedro por su casa y liarla parda.

Hmmmm

¿Qué?

No, nada. Solo se me ha ocurrido una idea disparatada, eso es todo.

Cuéntamela.

Paso.

Vale, como quieras.

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¿Hola? ¿Estás ahí? Tengo un poco de miedo.

Y ahora qué quieres.

Sí que has tardado en volver y contestar.

Tengo vida y cosas que hacer más allá de esta pantalla.

Lo que sea, me has abandonado para ver si muero.

Serás tonto.

Quiero proponerte algo, llegar a un acuerdo, lo que sea con tal de salir de aquí o por lo menos sentirme un poco menos solo.

A ver, ¿qué quieres?

Vaya, has aceptado muy deprisa, ¿cuál es el truco?

No hay ningún truco.

¿Segura?

Sí.

Vale...

¿Vas a decírmelo o me voy otra vez?

No, no, no, no. Espera, dame unos minutos para pensar, no pensé que aceptaras tan rápido.

¿En serio?

Je, je, je.

Como sea, solo date prisa ¿Vale?

Sí, sí, sí.

¡Ya lo tengo! ¿Hola? ¿Te has vuelto a ir?

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Ya estoy de vuelta, ¿has dado con el trato?

¿Por qué has tardado? He empezado a escuchar cosas extrañas.

Te dije que tenía prisa.

Bueno, ahora está todo bien porque estás aquí y ESO ha dejado de hacer sonidos.

¿ESO?

No importa, no es nada, déjalo.

Como quieras.

A lo que iba, primero quiero que me saque de aquí, por favor.

¿Solo?

No, claro que no.

Está bien, ¿dónde quieres estar?

En un hotel con vistas al mar.

...

¿Por favor?

Bien, vale.

Hecho, ¿qué más?

Guaaa. Esto es impresionante.

Céntrate, anda. Tengo sueño y quiero irme a la cama.

Sí, sí, sí, perdón. ¿Allí es de noche?

Sí, más concretamente la una y cuarto de la mañana.

Oooooh

...

Perdón, perdón. Me centro. Lo siguiente es que me incluyas en alguna historia, con final feliz a ser posible y que no sufra mucho y con una pareja guapa y cariñosa.

¿No crees que te estás pasando un poco al abusar de mi amabilidad? Suficiente tienes con que no te borre.

Dios, vale. Pues solo lo de incluirme en una historia.

Vale, ¿algo más?

Sí, que mientras lo piensas y desarrollas te quedes conmigo haciéndome compañía. No hace falta que estés todo el día y a todas horas, solo que te pases una vez o dos al día para ver como estoy.

¿Qué eres un Tamagotchi?

¿Qué? ¿Qué es eso?

Es... Da igual, otro día te lo contaré.

Perfecto.

¿Algo más?

No, nada más. Gracias y descansa.

Gracias, tú también, supongo.