Capitulo 43
Aquí estamos de nuevo,amigos míos. Llegando con un nuevo capitulo de esta historia, sinrealmente saber cuando la terminaré, pero sintiendo que ya no quedamucho (lo sé. A mi también me entristece, pero no puedo continuarcon ella para siempre. Bueno.....como poder podría, pero acabaríaisde mí hasta las narices)
Cuando acabe con esta,continuaré con otra de Stony en la que tengo que trabajar, ya que,por ahora, solo llevo escritos 3 capítulos. Será de universoalternativo, así que ni Steve ni Tony serán superhéroes, así queno habrá tanto problema y podré hacer más escenas juntos, sabiendoque no he podido hacer todas las que me hubieran gustado con estahistoria.
Pero hablaré más deella cuando acabe esta definitivamente. Mientras tanto, os dejo leertranquilos. Hablamos más al final.
CAPITULO 43
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A pesar de la extraña situación y la sonrisa divertida de Viuda,que no presagiaba nada bueno, Steve obedeció y se puso aquel traje,queriendo comprobar qué era lo que esta parecía haber organizado,viendo como Romanoff, colocando la nave en suspensión, también secambiaba de ropa a pocos minutos antes de llegar a su destino.
-¿A qué viene todo esto? ¿Qué es lo que has organizado?- lepreguntó Steve.
-¿Organizado yo?- le dijo Natasha, volviendo la cabeza hacíaél.-¿Quién te ha dicho que yo he organizado esto?
-Si no has sido tú, ¿quién ha sido? ¿De qué va esto?
-No puedo decírtelo- le dijo esta, aterrizando la nave, luciendo unvestido azul de tirantes que parecía diseñado para ir a una fiestade noche en el palacio de algún rey.
-Esto es cosa de Tony, ¿verdad?
-Lo has dicho tú. No yo.
Steve no pudo evitar suspirar.
¿Qué se le habría ocurrido el genio millonario en aquella ocasión?
Aún dudando sobre en qué consistía todo eso, dejó que Nat locogiera de la mano y lo condujera a algún lugar. Después de todo,no veía a nada ni nadie por los alrededores, así que, sin un guía,no llegarían a ninguna parte.
Sorteando los montículos de arena, Natasha le hizo ir caminando conla cabeza agachada. Según ella, para que no viera la sorpresa degolpe. En otras circunstancias, le habría vendado los ojos, pero, enaquel terreno, era imposible que alguien pudiera vendarle nada sinarriesgarse a que se matara por el camino.
-Pero no levantes la vista,¿eh?- le decía esta continuamente.
No parecía fiarse mucho.
-Ya te he dicho que no estoy mirando nada. Lleguemos de una vez adonde sea que me quieras llevar.
Natasha soltó una risita, como si ella misma no pudiera aguantar allegar a su destino para ver su reacción, Steve no supo si temeraquella risilla o no. Pero siguió caminando obedientemente.
No tardó mucho más en llegarle el sonido del mar y la brisa deeste, haciendo que casi levantara la vista. Pero Nat, siempre rápida,le agachó la cabeza de nuevo, con un chasquido de lengua pararegañarla.
-¿Cuanto falta para llegar?- preguntó.
Después de todo, habían aparcado, al parecer, bastante lejos de sudestino. Tal vez, para ocultar algo a sus ojos que habría visto delejos.
-Poco. No seas impaciente- comentó Natasha, sonando más emocionadapor momentos.
-¿Seguro que esto no lo has preparado tú? Pareces muy contenta.
-Te aseguro que no. es algo que Tony a hecho solo, pero eso nosignifica que me deje de gustar. Y seguro que a tí te va a encantar.
Steve lo esperaba de verdad. Pero lo que más esperaba era ver lo queestaban preparando. ¿Era el modo de Tony de devolverle suproposición de matrimonio por sorpresa? Estaba claro que este solíatomar la iniciativa y Steve le había robado ese privilegio por unmomento. ¿Qué habría preparado? ¿Una despedida de soltero?
-¡Ya puedes mirar!- exclamó Natasha, soltando su brazo.
En el acto, Steve alzó la cabeza y se encontró con la escena que,seguramente, permanecería para siempre en su retina.
Tony, vestido con un esmoquin negro, bastante parecido al suyopropio, con una rosa blanca en la solapa, parecía estar esperándolobajo un arco hecho de madera y flores, con el mar cristalino de fondoy sus amigos en torno a este, formando un pasillo para que pasara,sonriendo en su dirección.
-¿Qué es esto?- murmuró.
-¿Qué va a ser?- le soltó Nat, colocándole su rosa blanca en susolapa, asegurándose de que Steve iba bien arreglado.-Es tu boda,tontito.
Sí, bueno..... Era cierto que había un hombre con una túnicablanca junto a Tony, en el que no había reparado hasta entonces. Ytodos llevaban la rosa blanca, ya fuera en la solapa en los hombres oen la mano en las mujeres. Y todos parecían estar riéndose de sucara de sorpresa. Pero no era de extrañar. No se había esperadopara nada algo como aquello.
Cuando Tony le dijo que se ocuparía de los periodistas, en ningúnmomento esperó que este organizara su boda en mitad de un paisaje depostal, totalmente en secreto para los periodistas que los seguían atodas partes. Y, por la sonrisa radiante que Tony le estaba dedicandoen esos momentos, supo que sorprenderlo de esa manera había sidoprecisamente una de las motivaciones de este.
Nat le ofreció su brazo, pues, al parecer, ella sería la encargadade llevarlo hacía el altar, cruzando aquel pasillo que sus amigoshabían formado. Cuando observó aquellas caras, se sorprendió alver allí a Bruce Banner, tímidamente oculto con los demás. Y albueno de Thor cerca de este, pareciendo como si en cualquier momentose fuera a poner a dar palmadas de emoción.
Saliendo de la sorpresa de todo aquello, de ver a todos sus amigosallí reunidos, finalmente tomó el brazo de Natasha, que pareciócrecer un par de centímetros del gusto, y comenzaron a caminar hacíael altar improvisado.
Allí, mientras caminaba hacía Tony, vio a Clint con su mujer y sushijos. E incluso llegó a escuchar a la mujer de este decir un ''Telo dije'' con una sonrisa en los labios. Al otro lado, estabanScott y Hope Pym. Pero Scott debió de comentar algo poco apropiadoporque Hope le golpeó en el pecho con un puño de tal forma que lodejó sin aire. Junto a ellos dos, estaban los jóvenes del grupo. Olo que era lo mismo; Peter, Wanda y Visión. Estos dos últimosestaban cogidos de la mano y se dedicaban miradas cómplices, como sise comunicaran sin palabras.
Junto a la familia Barton, estaban Helen Cho y María Hill. Y estaultima estaba riéndose mientras Nick Fury, que estaba presente, ledecía algo al oído e inclinaba la cabeza hacía Steve a modo desaludo cuando se acercaron a ellos. Al otro lado, sin embargo,parecía la parte de Tony, ya que allí se encontraban Rhodes, quehabía tenido que ir con las prótesis de las piernas para poderpermanecer de pie, Pepper y Happy, los trabajadores de Tony quehabían acabado siendo parte de su familia.
Frente a ellos se encontraban Sam, con Thor a su lado y Bruce detrás.Parecía que ambos habían sido convocados solo para aquel momento.Sobretodo si se recordaba que el doctor Banner se había auto-aisladopara alejarse de cualquier ser viviente. Junto a Pepper, seencontraba T'challa, que, como Fury, le saludó con una inclinaciónde cabeza.
Se extrañó mucho de que el rey de Wakanda se hubiera presentado enun evento como aquel, pero, cuando volvió la vista hacía Tony, estele señaló, casi imperceptiblemente, con la cabeza, un lugar a unlado de la playa.
Por un segundo, Steve creyó no ver nada. Pero, al fijarse mejor,detectó el brillo del sol sobre un brazo metálico y pudo discernirla presencia de Bucky en la distancia.
Conociéndole, seguramente él se habría empeñado en permanecer adistancia ya que, en cierta forma, él había creado un conflicto quehabía dividido a los Vengadores por un tiempo. Y todavía era unpersona buscado por la ley de varios países por sus crímenesanteriores.
Para cuando Steve llegó junto a Tony, estaba tan emocionado que seobligó a tragar el nudo que se le había hecho en la garganta. Sinembargo, nadie pudo evitar que este tomara el rostro de Stark entresus manos y le regalara un beso a cambio de todo eso.
-Contente un poco, capi. Deja algo para después de la boda- comentóTony cuando consiguió que Steve desunieran sus labios.
Palabras que hicieron que todos los presentes no pudieran evitarreírse.
Natasha,retirándose, acabó colocándose junto a Bruce, compartiendo unasonrisa con este. Por su parte, Tony y Steve se dieron la mano yambos se volvieron hacía el altar, esperando a que el juez, queseguramente Tony había hecho que se vistiera de aquel modo, empezarade una vez con la ceremonia.
-¿Has organizado tú todo esto?- le murmuró Steve a este.
-Por supuesto. Te dije que me haría cargo de todo.
-Has conseguido que vengan Bruce y Thor.
-Bueno......Natasha necesitaba a una pareja de baile para la fiestade después y Clint se empeñaba en venir con su esposa. Eranecesaria buscarle un sustituto.
Steve no pudo evitar reírse entre dientes y negar con la cabeza,sabiendo que Tony nunca sería capaz de admitir que había hechoaquello por Natasha, para que esta también pudiera ser del todofeliz en aquel día.
-¿Cómo has conseguido que todos vengan?- le preguntó Steve denuevo.
-Fácil. Con mucha coordinación. Haciendo que salieran poco a pocodel complejo sin llamar la atención de los periodistas. Yo mismo heviajado esta noche de madrugada para que nadie me viera salir. Y túmisión a aparecido en los medios como que tenía que ir a Wakandapor unos asuntos diplomáticos. Los periodistas no pueden entrarallí, así que....
Steve no pudo más que impresionarse con el ingenio de Tony. Cuandoeste se empeñaba en algo, no paraba hasta conseguirlo.
Solo volvió a escuchar al juez cuando este dijo que si alguno de lospresentes tenía algo que decir sobre aquella unión.
-¡Que ya era hora!- exclamó Barton, haciendo que todos lospresentes volvieron a reírse.
Steve se avergonzó un poco por aquello, pero Tony, totalmentecalmado, señaló a Clint con un dedo y le indicó en silencio que loiba a tener vigilado, haciendo que la gente volviera a reír.
Tras aquella pausa cómica, la ceremonia continuó como si nadamientras el sol se iba poniendo y el cielo empezaba a adquirir unostonos anaranjados y hacía que el propio mar pareciera cambiar decolor.
-Podéis besaros- anunció el juez al final, también con una sonrisaen los labios, y Steve y Tony se volvieron el uno hacía el otromientras todos los presentes se quedaban en silencio, esperando elmomento final.
Tony alzó las cejas, preguntándole quién iba a dar el paso, peroSteve solo podía sujetar sus manos en aquellos momentos.
-¿Te has vuelto tímido de repente?- le soltó Tony.
Y liberando sus manos de las del capitán, tomó el rostro de Stevecomo este había hecho con él cuando había llegado al altar,dándole el famoso y conocido beso al ''novio'', haciendo que todoslos presentes alrededor empezaron a gritar y aplaudir.
PeroSteve ni siquiera escuchó nada de aquellas exclamaciones. Seencontraba tan contento en aquellos momentos que se había sumergidopor completo en el beso. Anclado a los labios de Tony, estaba ciego ysordo al resto del mundo y, antes de ser verdaderamente consiente delo que estaba haciendo, colocó sus manos contra la cintura de este,acercando el pequeño cuerpo del moreno hacía él.
-¡Dejad algo para la noche de bodas!- volvió a gritar Clint.
Pero, aunque en aquellos momentos fue el turno de Tony para sentirsealgo avergonzado, Steve no dejó de besarle hasta que se quedó sinaliento, separándose lentamente de él, como si se hubiera sumido detal manera en un estado de confort que ya no pudiera salir de él.
Aquello se había puesto peligroso. Tony sabía que, de habersequedado ambos a solas en aquel momento, ninguno de los dos se habríadetenido. Pero, desgraciadamente, era costumbre invitar a los amigosa las bodas.
Paulatinamente, mientras ellos dos se obligaban a alejarse un poco,con una mano entrelazada con la del otro, la gente empezó aacercarse a ellos y a felicitarlos.
Thor estuvo a punto de mandar a Tony al suelo de una palmada que ledio en la espalda. Por suerte, Steve estaba a su lado y habíaconseguido mantenerlo en pie mientras el gigante nórdico estrechabala mano al bueno del capitán.
-¡Nunca imaginé este tipo de uniones, pero miraos a vosotros!-exclamó Thor, aún sonriendo.
Steve y Tony compartieron una mirada ante ese comentario, peroconociendo a este, sabían que había sonado de ese modo solo por elhecho de que su buen amigo de Asgard no sabía expresarse con lasuficiente claridad.
-Ten paciencia con él- le indicó Bruce a Steve cuando este seacercó a felicitarlos.-A veces puede meteros en líos, pero no lohace con mala intención.
-¡Eh! No soy el único que hace locuras en esta relación- les soltóTony.
Pero ambos hombres solo lo ignoraron sin más.
-Gracias por haber venido, doctor Banner- le agradeció Rogers.
-Oh. No tiene porqué agradecérmelo. Tony insistió tanto cuando melocalizó que era imposible decirle que no. Además....- añadió,volviéndose hacía los otros invitados y mirando a Romanoff, quejugaba con los hijos de Clint.-Tenía algo por lo que volver.
Cuando fue el turno de Pepper de acercarse y hablar con los novios,la rubia mujer, ataviada con un vestido plateado y un recogidosencillo, apretó el brazo de Steve y le hizo un gesto decomprensión.
-¿A qué ha venido eso?- le preguntó Tony.
-A que el bueno del capitán va a necesitar mucha paciencia- lerespondió esta.
-Ni que fuera yo un peligro publico. Steve también ha hecho suscositas.
-Digamos que somos una pareja de peligro públicos- les dijo Steve,soltando una risa.
-Me alegro mucho por vosotros, de verdad- afirmó Virginia tras esapequeña broma, cogiendo la mano de Tony en el proceso.-Ya era horade que encontraras a alguien que te hiciera sentar la cabeza.
-Por un tiempo, pensé que ese alguien serías tú- afirmó Tony.
-Lo sé. Pero te estaba esperando alguien más.
Al final, ambos se fundieron en un buen abrazo de amigos y Pepper sehizo a un lado para que Happy también pudiera felicitar a suantiguo jefe, golpeándolo cariñosamente en el hombro.
-No te he traído ningún regalo porque no habéis avisado contiempo- le dijo este con una sonrisa.
-Tampoco es que nos hiciera demasiada falta tu regalo- fue larespuesta que Tony le dio.
Y Rhodes, que se había acercado a ellos, empezó a reírse mientrasHappy le preguntaba a este si era normal que Tony le hablara desemejante manera a aquellos que se suponía que eran sus amigos.
Sin embargo, Steve no permaneció a su lado mientras ellos bromeaban.
Soltando la mano de Tony tras darle un pequeño apretón, elmillonario supo hacía donde se dirigía mientras veía como Steveiba a hacía uno de los muchos montículos de tierra que había enaquella playa, sabiendo que no tenía que preocuparse por él.
Sentado sobre su chaqueta, que se había quitado y colocado sobre laarena, fue como encontró Steve a Bucky, viendo como este alzaba lacabeza de golpe mientras oía a alguien acercarse.
-No pensé que fueras a venir- le dijo Steve.
-Y yo pensé que no tenias ni idea de que hoy te fueras a casar.
-Touché- respondió, tomando la mano que este le tendió yayudándole a levantarse del suelo.
-Mirate- le dijo Bucky cuando estuvieron frente a frente.-Ahora eresun hombre casado. Tu madre estaría muy feliz por esto.
-Creo que ''feliz'' no es exactamente lo que sentiría mi madre alverme casado con otro hombre.
-Oh, bueno.....¿Quién sabe? Yo siempre la ví una mujer muymoderna. Mientras que fueras feliz, ella sería feliz.
Steve asintió, pero recordar a sus padres envidia como aquel solotraería tristeza en un día como aquel.
-¿Cómo has conseguido venir? ¿T'challa a ya....?- preguntó.
-Si lo que preguntas es si ya he sacado a Hydra de mi cabeza, me temoque aún no lo han conseguido. Aunque T'challa y su equipo estántrabajando duro en eso.
-Así que te has arriesgado a venir aquí a pesar de todo.
-¿Arriesgado? Todos los superhéroes están aquí. Este es, pordefinición, el lugar más seguro del planeta- afirmó, haciendo queSteve no pudiera evitar reírse.-Además, ¿qué clase de amigohabría sido si hubiera faltado a tu boda?
-Uno realmente horrible- afirmó Steve.
-Sí. Exacto.
Ambos hombres se rieron y volvieron la vista hacía el grupo de genteque aún estaba felicitando a Tony. En aquellos momentos, la mujer deClint le estaba colocando al pequeño Nathaniel en brazos a este yTony observaba al bebé que tenía entre sus brazos como si fuera elmecanismo demasiado complicado como para llegar a entender sufuncionamiento. Parecía como si esperara que se le fuera a caer encualquier momento, por el modo en el que lo tenía pegado a su pecho.
-Te merece ser feliz- le dijo Bucky de pronto.-De verdad que sí.
-En realidad, todos nos lo merecemos. Solo que Tony y yo nos hemosadelantado a los demás.
-No has traído a Sharon- le dijo este, mirando a la gente allíreunida.
-No habrá podido venir. Todo a sido demasiado precipitado. Además,¿cómo sabes como se llama? Peleaste solo una vez con ella cuandoZemo te sacó de la prisión.
-Yo sé como informarme de las cosas, Steve.
-Deberías bajar con los demás. No va a pasar nada. No hay ningunaamenaza allí.
-No quiero estropear el ambiente.
-No vas a estropear nada. Mantente a una distancia prudente de Tony yno pasará nada.
Bucky frunció los labios ante aquello, no del todo convencido, perola mano de Steve en su hombro prácticamente le estaba empujandohacía allí, por lo que, a regañadientes, ambos salieron de entrelas sombras, en dirección a los invitados, esperando a que noacabara ocurriendo nada malo.
Findel capitulo 43
¡Oh!¡Están casados, están casados, están casados! >///////////< Tengo que decir que he disfrutado como una enana organizando estaboda secreta, viendo qué invitados podía hacer aparecer y donde,como se colocaban y qué les dirían a los novios después de pasarpor ese hermoso arco de flores. Las bodas en la playa me encantan. Laatmósfera es perfecta, sea la hora que sea. Es el lugar perfectopara el romance. Y Tony, cuando hace las cosas, las hace bien. Eso nopodemos negarselo.
Algunosme pedisteis que hiciera que Bruce y Thor volvieran para la boda almenos, ya que no había hecho mención alguna de ellos en el restodel fanfic. En principio, no pensaba hacerlo. Según lo que sabía,estos dos deberían estar en vueltos en sus conflictos de ThorRagnarok, donde supuestamente fusionan esa historia con la de PlanetHulk. Pero, tras ver el video que hizo oficial Marvel de dondeestaban Thor y Bruce mientras la Civil War tenía lugar, viendo queThor se estaba tomando unas señoras vacaciones en Australia, medije: ''¿Por qué no? Si tienen tiempo de hacer tonterías en laotra punta del mundo, pueden tomarse unas horas de sus apretadasagendas y acudir a la boda de estos dos grandes superhéroes. No lescostara tanto''. Además, Viuda tenía que estar deseando volver aver a Bruce después de lo que había sucedido entre ellos.
Dirétambién que, cuando empecé a hacer el capitulo, ni T'challa niBucky iban a aparecer. No considero que T'challa, ahora que Wakandaestá saliendo al mundo como quién dice, podría sacar tiempo de unaagenda apretada como creo que tendría, relevando a su padre en eltrono. Pero mientras escribía me pasó lo mismo que con Thor yBruce. Me dije que por qué no. Bucky es un buen amigo de Steve y loscolegas van a las bodas de sus amigos así llueva, truene o estéteniendo lugar el fin del mundo. Y si Bucky iba, T'challa tenía quedescongelarle y llevarle al lugar, para luego llevarle de vuelta.
Ytambién decir que, aunque no me caiga bien Sharon Carter (¡Malditasea, Steve! ¡Había muchísimos más peces en el mar! ¡¿Por quéprecisamente ella?!), el que no aparezca no ha sido a propósito. Enmi lista inicial de invitados (Sí, tuve que hacer una lista para queno se me olvidara nadie) ella aparecía, pero cuando me he puesto aescribir no me he dado cuenta de su ausencia. Al menos, hasta queSteve y Bucky se han puesto hablar. Pero ya lo tenía todoestructurado y no quería cambiarlo, así que haced como que la pobreestá demasiado ocupada trabajando con el FBI como para poder ir aesta boda secreta, ¿ok?
Bien.Creo que con esto, entonces, ya me despido. La nueva temporada deAmerican Horror Story está llegando y no puedo perdérmela. Ahoramismo estoy descargándola después de haber visto el primer capituloen televisión. Vale. Admitiré que me la he visto dos veces. La 1ºy 5º no me llamaron mucho, pero esta tiene buena pinta. Ya veremoscomo avanza la cosa. *Cruzando los dedos*
Ahorasí, me despido hasta el siguiente capitulo. Como siempre, espero queos mantengáis sanos y nos seguimos leyendo. Cuidaros al menos hastaque termine el fic :P Bye!!!
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